CADA QUIEN CON SU CADA CUAL

Autor: Annaris
Género: Romance
Fecha Creación: 21/04/2013
Fecha Actualización: 21/02/2015
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 20
Visitas: 46425
Capítulos: 42

Escuchar el refrán “cada oveja con su pareja” me hace recordar que aunque uno se estanque en una sola persona, al final es el destino el que se encarga de reunirnos con la persona indicada

 

 

By: Annaris*

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Capítulo 23: DESPEDIDA

*4 años después*

-Bien campeón- le grito Boone a Jacob. Lo habíamos inscrito a un club de soccer en su kínder, era muy bueno con el balón y lo mejor de todo era que le gustaba. Había metido el gol de la victoria y todos sus compañeros lo abrazaban. Cuando llegamos a su lado corrió hacia Boone, yo traía a Sari tomada de la mano.

-¿viste eso papi?- dijo ya en sus brazos

-si campeón, eres genial ¿y adivina qué? Jack vendrá hoy a verte- mi hijo sonrió

-¿escuchaste mami? Vendrá mi padrino Jack, ya quiero verlo- grito emocionado, Sari se cruzo de brazos –tranquila Sari, si mi tío Jayden no viene a verte para nuestro cumpleaños te prestare a mi padrino Jack, seguro que él también puede ser tú padrino- dijo removiéndose de los brazos de Boone y caminando hacia su hermana. Se abrazaron como lo hacían siempre y después tomados de la mano corrieron a recoger las cosas de Jacob.

-me llamo el sacerdote ayer, la fecha de la boda ya esta lista- sonreí, nos casaríamos entrando julio. Fuimos con los niños a comprar helado, después de eso fuimos a casa, Jacob tenía que darse un baño para recibir a su padrino Jack. Cada año Jack y Jayden venían para ver a los niños, Jayden no pudo hacerlo el año pasado ya que tenía que atender algunos asuntos de trabajo y por esa razón mi princesa estaba enojada con él.

Nos encontrábamos a tres días del cumpleaños número 4 de mis hijos, ellos no parecían chicos normales, a pesar de su edad su aprendizaje era más rápido, se les entendía a la perfección lo que hablaban y no era necesario regañarlos por algo, su comportamiento era excelente.

Llegando a casa Jacob fue a bañarse mientras Boone, Sari y yo íbamos a la cocina donde Esme estaba preparando galletitas para el cumpleaños de los niños.

-¿Cómo les fue?- pregunto apenas nos miro llegar

-ganaron cinco goles por dos, mi campeón anoto tres de esos goles- dijo Boone orgulloso de nuestro hijo

-supongo que viene más que feliz, además de eso por la visita de Jack- dijo sonriendo mientras sacaba del horno mas galletas. Sari aún se veía cabizbaja, si que le afectaba no ver a Jayden –oh Sari, déjame contarte algo genial. Me hablo un pajarito hoy y me ha dicho que te dejo una sorpresa en la recamara- dijo Esme sonriéndole

-abuela, los pajaritos no hablan- le respondió ella sonriendo

-bien, ¿entonces no quieres la sorpresa?-

-claro que si- corrió hacia su recamara y yo mire a Esme confundida

-¿Cuál es la sorpresa?- pregunte

-ahorita la veras- escuche un grito de mi hija por lo que camine, o mejor dicho, corrí hacia su habitación con Boone siguiéndome los pasos. La encontré trepada en los brazos de Jayden, ambos se veían felices. Vi que le mostraba dos regalos y después se sentaban en el piso para que Sari los abriera, saco del primero ropa y chocolates, del segundo saco infinidad de muñecas.

Boone y yo salimos de la habitación para darles un poco de privacidad, Jacob ya estaba en la sala viendo caricaturas y esperando a su padrino Jack.

Jack llego antes de la cena, Jacob no lo dejo descansar contándole como había estado el partido y cosas que hacía en el kínder, Sari por su parte solo se divertía con Jayden mientras coloreaban recostados en la alfombra.

Los días pasaron rápidamente, el sábado nos levantamos temprano para arreglar el jardín para la fiesta de los chicos, Jayden se había encargado de contratar servicios de mesas, payasos y un castillo inflable para Sari, Jack se encargaría de piñatas y dulces mientras que Esme cocinaría los dos pasteles. Sari pidió que su pastel fuera de Jazmín, la princesa de Aladino, Jacob quiso uno de Megamente.

La fiesta comenzaría a las 11, eran ya las nueve y yo tenía que ir a arreglar a mis hijos. Isabella me ayudo a vestir y peinar a mi hija como Jazmín. Ella y Edward habían llegado la tarde anterior, no querían perderse el cumpleaños de mis hijos.

Mis hijos disfrutaban de la fiesta, los pasteles estaban deliciosos y qué decir de los dulces. También yo me reí con los payasos y me reí a carcajadas cuando pidieron que pasara el padre de los festejados

-¿yo?- pregunto Boone

-¿usted es el padre?- pregunto el payaso

-sí, soy su padre-

-bien, pase- paso al frente y lo hicieron sentarse en un pequeño banquito –además de payaso también soy mago- dijo el payaso dirigiéndose a los niños –ahora voy a poner un poco de harina en esta cubeta y la desapareceré- lleno la cubeta con harina y después la cubrió con una manta –a la cuenta de tres desaparecerá la harina. Una, dos, tres- giro la cubeta sobre la cabeza de Boone y la harina cayó sobre él, todos comenzamos a reír mientras Boone intentaba quitarse la harina de la cara –lo siento, es que este truco no me sale muy bien- dijo el payaso disculpándose falsamente -¿pero verdad que te gusto escuchar a tus hijos reír?- Boone bajo rápidamente su rabia y sonrió

-es lo mejor que me puede pasar, escucharlos reír, con eso me demuestran que se encuentran bien- se acerco a ellos y los abrazo fuertemente. Se acerco a mi después y me dio un cálido beso –te amo-

-yo te amo más-

La fiesta termino a eso de las 3 de la tarde, Jacob estaba feliz ya que Jack le había regalado una nueva consola de video juegos.

Isabella le había traído a mi hija nuevas películas y una casa de muñecas, Jayden y ella se fueron a jugar.

-¿y ustedes no piensan tener hijos?- les pregunte, Edward y Bella se quedaron en silencio

-no por ahora- respondió Isabella

-¿Por qué?-

-Ness, aún no nos sentimos preparados para una responsabilidad tan grande como esa, eres más madura que yo y lo sabes. Tú has sabido sacar adelante a los niños- respondió Edward

-Boone me ha ayudado-

-y no sabes cómo se lo agradezco- Boone se acerco a nosotros y me pidió que me pusiera de pie, me abrazo por la cintura y luego beso mis labios

-te amor, ¿lo sabes? Eres de las mejores cosas que me han pasado en la vida, después de nacer solamente, gracias por permitirme ser parte de tú vida y de compartir a tus hijos conmigo-

-son tus hijos también Boone, y también te amo, muchas gracias por apoyarme y quererme, por soportarme durante mis dios de hormonas- sonrió y besó mi frente.

-¿Dónde están mis hijos?- pregunto buscándolos en la sala

-Sari se ha ido con Jayden a jugar a las muñecas y supongo que Jacob está jugando con Jack y sus nuevos videojuegos-

-voy a verlos-

-sí, te espero para la cena- le di un último beso y lo vi partir hacia la parte superior de la casa.

Ayude a Esme a preparar la mesa, esta noche seriamos muchos en el comedor, los padres de Boone tuvieron que marcharse antes así que quitamos dos servicios de la mesa.

Cenamos entre risas y anécdotas, al término de la cena Boone se puso de pie.

-me tengo que ir, mama no se sentía muy bien- me explicó

-claro, ve con ella y dale un beso de mi parte-

-te amo hermosa, te amo mucho- dijo besándome, fue un beso necesitado, un beso con un poco de dolor. Se giro hacia mis hijos -¿ya saben que los amo? Siempre los voy a amar mis niños, siempre los voy a llevar en mi corazón- dijo antes de darles un beso en la frente a cada uno –nos vemos- dijo antes de besarme nuevamente y después lo vi salir de la casa.

Después de cenar acompañe a los niños para que se pusieran sus pijamas y después fuimos a lavarnos los dientes, Jacob me ayudo a contarle un cuento a su hermana para que se durmiera, después lo lleve a su habitación y lo deje ahí, el decía que ya estaba grande para cuentos.

Me recosté en mi cama, por alguna extraña razón no podía dormir y si que necesitaba hacerlo, mi turno en el hospital comenzaría a las nueve y me encontraba demasiado cansada. Pero algo impedía mi sueño, me quede mirando el techo, mi habitación necesitaba una remodelación, tal vez para el próximo pago compraría pintura, también ya venía el cumpleaños de Esme y quería comprarle algo lindo.

Una llamada entro a mi celular, eran los padres de Boone, respondí al segundo timbrazo.

-hola-

-cariño, ¿Cómo te encuentras?- me pregunto amorosamente Michael

-bien, ¿Por qué me lo preguntas? Nos vimos ahorita-

-abre bien tú mente cariño, y respira porque esto que te diré…- su voz se quebró, ¿Qué rayos pasaba?

-Michael, ¿Qué ocurre?- en mi estomago se formo un nudo

-escucha… Boone- sabia a donde iba con eso, lo sabía

-no, dime que Boone está bien, dímelo- grite esperanzada porque me dijera que era una estúpida broma de Boone.

-hija, es necesario que vengas al hospital- corte la llamada y corrí hacia el hospital, no me importaba ir en pijamas, Boone se encontraba mal y yo debía estar a su lado.

No le avise a nadie de mi salida, no tenía tiempo de hacerlo, tal vez por la mañana le enviaría un mensaje a Emmet o a Esme.

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:O 

Besos intrigantes...

Annaris*

Capítulo 22: DE REGRESO A CASA Capítulo 24: UN ADIÓS PARA SIEMPRE

 
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