CADA QUIEN CON SU CADA CUAL

Autor: Annaris
Género: Romance
Fecha Creación: 21/04/2013
Fecha Actualización: 21/02/2015
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 20
Visitas: 46412
Capítulos: 42

Escuchar el refrán “cada oveja con su pareja” me hace recordar que aunque uno se estanque en una sola persona, al final es el destino el que se encarga de reunirnos con la persona indicada

 

 

By: Annaris*

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 22: DE REGRESO A CASA

Esme me había traído un lindo traje deportivo para que me vistiera, la cesárea me dolía cuando hacía solo un poco de esfuerzo así que pidieron que me llevaran a la salida en una silla de ruedas. Si, hoy salía del hospital. Isabella y Edward cargaban a los bebes mientras Boone empujaba mi silla, Emmet se quedaría en el hospital ya que su turno terminaría por la mañana.

Al llegar a casa Boone me tomo en brazos y me llevo a mi recamara, Edward y Bella nos siguieron.

-¿Cómo te sientes?- me pregunto Boone

-bien amor, gracias. Quiero a mis bebes- dije estirando mis brazos. Boone se sentó a mi lado y espero paciente a que Edward le entregara a mi varoncito, Isabella ya me había dado a mi princesa

-Edward- lo regaño Bella

-es que… ¿Por qué él puede cargarlo?-

-Edward, Boone es como un padre para mis hijos, el tiene tanto derecho como tú de cargarlos- rodo los ojos después de bufar, con mucho pesar le entrego a mi hijo y vi como a Boone se le iluminaban los ojos.

Nos dejaron solos en la habitación, Boone estaba mirando a nuestros bebes cuando de pronto habló.

-tendremos que contratar a una enfermera mientras te recuperas, no es bueno que tengas que levantarte cada tres horas para alimentarlos-

-Edward e Isabella estarán aquí y me podrán ayudar mientras me recupero- beso mis labios con ternura

-me tengo que ir, tengo clases mañana y créeme que ya he faltado bastante. Te veo por la tarde-

-claro, te espero-

-te quiero-

-también yo te quiero- me beso nuevamente y luego me entrego a mi varoncito, ambos estaban ya durmiendo.

Esme y Bella entraron algunos minutos después y se llevaron a mis bebes a su recamara, me dijeron que no me preocupara ya que ellas se harían cargo del cuidado de los niños hasta que me recuperara.

Por la mañana escuche que alguien abría la puerta así que tuve que despertar, Edward venia entrando con una bandeja de comida y justo tras el venían Bella y Esme con mis hijos.

-el cuarto te quedo precioso- me dijo Isabella

-Emmet lo arregló, también les hizo mantas-

-sí, el closet está lleno de ellas- dijo Edward riendo –les compre carritos a los niños, espero que no te moleste-

-oh, claro que no hermano, gracias. Creo que los necesitare cuando vaya a comprar cosas-

-come Ness, tus hijos estarán aquí- dijo Edward entregándome la bandeja de comida, mis bebes descansaban a mi lado en la cama, se veían tranquilos, suspire, los tenia conmigo por fin, después de haberlos esperado con ansias los tenía a mi lado y eso me hacia feliz.

Edward me ayudo a bajar a la sala, no quería estar en mi habitación, me estresaba. Emmet llego a eso de las ocho de la mañana, se veía cansado pero aún así se acerco para ver a mis bebes

-hola princesa, ¿Cómo estás?- dijo tomando en brazos a Sarita -¿han comido bien?- me pregunto

-mama y Bella se han encargado de eso, no me dejan hacer muchas cosas-

-me alegro. Me voy a dormir, ha sido una jornada verdaderamente agotadora, además de que tengo que ir a ver a Rosalie mas tarde- me entrego a mi hija y luego beso mi frente -¿te ha dicho Boone cuando son los exámenes?-

-creo que dijo que a mediados de mayo, no te preocupes el me llevara- le dije sonriendo

-un día dijiste que yo te llevaría- dijo haciendo un puchero, todos reímos

-Emmet, la que acaba de ser mama soy yo, las hormonas no van contigo a menos de que Rosalie…-

-Calla, calla, no sabes lo que dices… además no se necesita ser padre para que tenga achaques… recuerdas las veces en que Boone se ponía insoportable y lloraba por todo- sonreí, eso había sido bastante gracioso, verlo llorar en medio de esa estúpida película

-eso no tiene nada que ver, de alguna manera Boone es el papa de mis hijos, estamos ligados es por eso que él sentía lo que yo sentía- lo defendí

-pues Rose no está embarazada, y me voy a dormir- camino hacia las escaleras

-no que tú sepas- dije riendo, subió las escaleras bastante molesto. Bostece, aún estaba un poco cansada

-¿quieres que te lleve a tú habitación?- dijo Edward, negué con la cabeza y después acaricie a mi bebe.

Era extraño no sentirlos dentro de mí, me gustaba esa sensación aunque me gustaba más poder verlos dormir, llorar y comer. Mi varoncito no lloraba tanto como su hermana, él prefería recorrer con su mirada todo lo que le rodeaba, sus ojos me hacían recordar a Jake, ¿Cómo estaría él?

Ayude a Esme a bañar a mis hijos, los vestimos y después bajamos a la sala, Boone estaba ahí junto a sus amigos, Edward los miraba con desconfianza

-hola amor, los chicos querían venir a conocer a los bebes- me acerque a él y bese sus labios, tomo a mi varoncito en brazos y luego juntos caminamos hacia los chicos

-hola Renesmee, felicidades, cuando Boone nos lo contó no lo creíamos- dijo Jayden, nunca lo había escuchado dirigirse a mí

-gracias Jayden, pueden venir a verlos cuando quieran-

-gracias-

-quiero ser el padrino de Jake- dijo Jack, mi corazón se estrujo y medio sonreí. Me dolía aún la mención del nombre de Jacob, aunque no se refirieran al mismo Jake que me había lastimado y a la vez me había regalado lo mejor de mi existencia

-no, yo quiero ser el padrino de Jake- dijo Bryan

-sigan peleando, yo seré el padrino de esta linda muñequita- dijo Jayden tomando en brazos a mi bebe -¿Cómo se llama?- pregunto

-Sara Alexandra- respondí –Sara Alexandra Reed- Boone me miro y sonrió

-bien pequeña Sari, tenemos que buscar a tú madrina-

-yo quiero ser la madrina- dijo Isabella poniéndose de pie, Edward la miro –lo siento Edward, pero no podemos ser tú y yo, sabes que no estamos casados por la iglesia

-está bien, como quiera que sea soy su tío, su tío favorito- Jack y Bryan seguían peleando hasta que Boone los interrumpió

-basta- saco una moneda de su bolsillo –Jack, ¿Qué pides?-

-sol- dijo muy seguro, Bryan asintió y después Boone lanzo la moneda al aire, cayó a los pocos segundos y todos nos acercamos para ver que había caído. Jack pego un grito de victoria y como si hubiese ganado la copa mundial se tiro al piso, todos los presentes comenzamos a reír.

-no te preocupes Bryan, tú serás nuestro padrino de bodas- dijo Boone tocando su hombro, me gire a ver a Boone con la boca completamente abierta, ¿padrino de bodas? Él comprendió mi gesto y se acerco a mi –cariño, yo quiero pedirte que seas mi esposa- dijo sacando del bolsillo de su chaqueta negra una cajita aterciopelada, la abrió y me mostro un anillo con una piedra blanca, era precioso. Me quede impresionada, jamás me habría imaginado el casarme de verdad, había pensado en una simple unión ante un juez, pero no una boda real, con padrinos, vestido, fiesta… me abrace a él y con lágrimas en los ojos acepte.

Toda la sala se quedo en silencio mientras Boone me ponía mi nuevo anillo de compromiso, me quedaba justo a la medida.

Nos dejaron unos momentos a solas ya que querían festejar el compromiso y tenían que preparar la fiesta, me sorprendí al ver que Edward se alegraba, sencillamente Boone nunca había sido de su agrado.

-escucha amor, no apresuraremos las cosas, primero tengo que terminar la escuela, las practicas y después preparar mi graduación, tenemos que bautizar a los niños, comprar una casa para nosotros y amueblarla, no quiero tener que depender de alguien para vivir, así que tengo que buscar  trabajo, supongo que tú quieres terminar la carrera… hacer todo eso nos llevara un par de años- me dijo un poco apenado

-no importa Boone, lo que importa es que vamos a estar juntos hasta entonces, tal vez nos llevemos 4 ó 5 años, pero no me importa porque ahora estamos comprometidos- bese sus labios para que comprendiera que no importaba cuanto tiempo tardáramos en casarnos, ahora lo importante era prever el futuro como una pareja.

La fiesta estaba tranquila, Jack no bajaba de los brazos a mi varoncito y este parecía feliz con ello. Mi princesa, Sari, como la llamaba Jayden se quedo dormida en los brazos de Edward, los veía felices. Los señores Reed, mis suegros, se dieron crédito en nuestra relación ya que desde un principio ellos decían que Boone y yo quedaríamos juntos, y era verdad, la intervención de mis tíos y de los papas de Boone había sido algo muy importante para que nuestra relación se diera.

Ya era muy tarde, Boone me llevo a mi habitación y se quedo conmigo unos minutos.

-Renesmee, se que dirás que soy un anticuado y cosas así, pero la verdad es que no me importa, yo soy como soy y listo-

-¿Por qué lo dices?- su declaración me había inquietado

-no tendremos relaciones hasta estar casados- sonreí como una verdadera idiota, en realidad me encantaba que fuera así, chapado a la antigua dirían algunos, yo lo describiría como romántico.

-gracias. La verdad es que aún no me siento preparada para eso, después de lo que paso con Jacob yo… la verdad no creí que me fuera a enamorar nuevamente, pero llegaste tú y mi vida cambio,  dio un fantástico giro de 180°- sonrió y luego me beso

-tengo que irme, los veo mañana- se despidió de mi dejándome un lindo y tierno beso en mi frente, lo vi salir de la recamara y después apague la luz de la lámpara para quedarme tranquilamente dormida.

 

*************************************************

Y yo de vuelta por aqui, trayendoles algunos capitulos... muy tristes por cierto, me han hecho llorar al escribirlos, pero bueno...

mil gracias por leer

Besos... Annaris*

Capítulo 21: NACIMIENTO II Capítulo 23: DESPEDIDA

 
14446492 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios