Equinoccio

Autor: bella_147
Género: Romance
Fecha Creación: 03/07/2009
Fecha Actualización: 19/06/2012
Finalizado: SI
Votos: 31
Comentarios: 135
Visitas: 127039
Capítulos: 27

Version de Luna nueva contada por Edward Cullen. Ahora conoceras todo lo que paso Edward antes y despues de dejar a bella en aquel bosque.
Todos los personajes principales pertenecen a S.M.
No puede publicarse este fanfic en otra pagina sin mi permiso, gracias. 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 8: Oscuridad

Pase casi un día corriendo hacia el sur, la lluvia, el viento y de vez en cuando algunos susurros en mi mente eran mis únicos compañeros.

Salir de Alaska fue más difícil de lo que pensé, obviamente Alice sabía que tenía planeado irme pero no había dicho nada, tal vez porque sabía que iba a ser mas difícil para mí avisarles a Carlisle y Esme, pues realmente sentía que debía pedirles permiso para actuar.

Era una noche tranquila de octubre. Emmett, Jasper, Rose, Tanya y Laurent habían salido a cazar juntos por lo que solo Alice, nuestros padres y yo estábamos en casa.

--- ¿Por qué no solo lo dices y ya?- pensó Alice de pronto. Me quede callado pero la fulmine con la mirada. Ella arqueo una ceja; estaba molesta conmigo, me había dicho desde traidor hasta cobarde pero realmente ella no sabía por lo que pasaba; no era envidioso, sabía que ella aun lloraba por Bella pero tenía el apoyo de Jasper y aunque Esme me aseguro antes de irme que ellos me apoyaban, no era lo mismo.

Por fin casi cuando iba a llegar a ser martes, decidí decirlo. Emmett, que ya había regresado, se puso histérico; Alice le hizo compañía a sus reclamos y aunque trataba de hacer caso omiso de sus gritos en mi cabeza, los tenía demasiado cerca y lo que querían era que los oyera, obviamente lo lograban.

Jasper y Rose no dijeron nada. Desde hacía varios meses que mi relación con Rosalie era solo para pelear pero ahora parecía que hasta estaba feliz que me fuera y ni si quiera hizo algún comentario con su sarcasmo habitual.

Tanya se unió a Esme en sus suplicas de que me quedara y aunque a Esme le explicaba varias veces lo que sentía a Tanya solo le pedí comprensión y privacidad; para mí esto era algo de familia y sabia que Tanya ya no me veía como un primo, si no como otro hombre de su colección de conquistas.

Después de varias horas Carlisle hizo razonar a mis hermanos y tal y como me había dicho la primera vez que me había separado de la familia, él me apoyaría siempre. Me volvió a asegurar que en cualquier momento iba a poder volver y una parte de mi estaba seguro que lo haría; solo que no tenía idea de cuándo ni porque.

Llegue a un país de América Latina a las tres de la mañana según mi reloj. Pero al parecer eran entre las 8 y 9 de la mañana realmente donde estaba; ya era miércoles 25 de octubre. El sol era fuerte y aunque pensaba pasar unos días en un hotel solo para hacer un plan de viaje decidí pasar toda esa tarde en un bosque lo bastante lejos de la ciudad como para que nadie me viera brillar.

Tenía pensado cazar animales por toda América, después viajar a Europa y por último a Asia; para entonces habría pasado unos 6 meses según mis cálculos. Y entonces podría volver a Chicago para pasar una temporada ahí, trataría de convencer a Carlisle de salir de Alaska, por si para entonces seguía ahí, y ya después volver con mi familia.

Esa tarde, en el bosque cace lo suficiente para no correr peligro en la ciudad y termine la canción que había escrito en Denali. Me cambie de ropa antes de ir al hotel y guarde los objetos de mi mama en mi mochila negra que llevaba cargando.

El hotel “Bed and Breakfast” era pequeño y no era muy visitado en fechas fuera de las vacaciones; así que era perfecto para mí. Una mujer alta de cabellos oscuros me sonrío al verme entrar a la recepción. Mi español no era muy bueno pero sabia explicarme y la mujer hablaba un poco de ingles, por lo que no batallamos en entendernos. Me mostro un mapa del país cuando se lo pedí y el horario de algunos centros comerciales y del bufet del hotel – como si lo necesitara – pensé-  Sonreí después de todo y salí a la noche helada para caminar hasta la habitación 503; encendí la televisión en el canal de noticias, había lluvias programadas para los próximos días, eso era bastante bueno.

Saque tres mapas de la mochila y una pluma, encerré los bosques, ríos, montañas y selvas a los que llegaría; correría de noche y me escondería de día, donde ocuparía mi tiempo para aprender español. Recibí una llamada de Esme casi a las 2 de la mañana del jueves, ya había cambiado mi reloj al horario del pueblo en el que estaba; tuve una larga plática con ella.

Me conto que todos estaban apostando que volvería en menos de dos meses y que aunque ella esperara que fuera así, debía saber que aceptaba mi decisión de marcharme y que debía confiar en mí mismo. El problema era que ya no confiaba mas en mis acciones y por lo mismo pasaría mi vida haciendo cosas sin sentido, literalmente.

Las primeras semanas fue divertido, cazar nuevos animales era emocionante, también conocí amigos de Carlisle que me llevaron a conocer el lugar por los días, así que técnicamente estaba ocupado siempre. Pero al paso del primer mes comencé a sentir el mismo peso en mi pecho que antes. Pasaba las noches cazando solo para matar el tiempo, pero en el día pasaba cada segundo sufriendo en mi propia soledad. Llegue a llorar sin razón y suplicaba poder dormir solo para no sentir ese vacío en mi cuerpo que me provocaba un ardor mayor que al estar cerca de Bella.

Estaba en alguna región húmeda de México cuando comencé a soñar despierto con su olor; oía pensamientos de alguna joven de la edad de Bella y soñaba que eran los pensamientos de ella. Era algo que me alteraba bastante. Pase horas acostado con su imagen en mi mente sin poder borrarla y si abría los ojos solo me daba cuenta que aun faltaba varias horas para que pudiera salir a la cuidad y pasar de un tormento a otro.

Poco a poco mi vida fue perdiendo las ilusiones; sabia que algo malo estaba pasando con mi cabeza, toda mi existencia como vampiro la había pasado escuchando voces pero jamás habían provocado tal trauma como ahora y lo peor era que hasta me estaba gustando el dolor pues sabía que jamás iba a poder volver a escuchar a Bella.

Mi mente jugaba conmigo mismo, no había más llanto, más risa, el dejar a Bella me había provocado la locura o algo muy cercano a eso, estaba seguro. Decidí abandonar mi viaje por el mundo y quedarme un tiempo en México, no pensaba regresar a Denali y que mis hermanos me vieran sufrir. Comencé a revisar mentes solo para no fijarme en la mía y fue cuando la oí, demasiado cerca de ella, demasiado peligroso para Bella.  Nunca me había pasado por la mente que los Cullen no éramos los únicos vampiros que podíamos lastimar a Bella. Antes de pensarlo dos veces salí corriendo atrás de Victoria.

 

Capítulo 7: Denali Capítulo 9: Pasado

 
14444312 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10761 usuarios