Equinoccio

Autor: bella_147
Género: Romance
Fecha Creación: 03/07/2009
Fecha Actualización: 19/06/2012
Finalizado: SI
Votos: 31
Comentarios: 135
Visitas: 127052
Capítulos: 27

Version de Luna nueva contada por Edward Cullen. Ahora conoceras todo lo que paso Edward antes y despues de dejar a bella en aquel bosque.
Todos los personajes principales pertenecen a S.M.
No puede publicarse este fanfic en otra pagina sin mi permiso, gracias. 

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Capítulo 24: mas lios

--- A propósito —dije mientras Bella luchaba por que su respiración volviera a la normalidad —. No voy a dejarte. - No respondió y fije mi mirada en la de ella. -  No me voy a ir a ninguna parte. Al menos no sin ti… Sólo te dejé porque quería que tuvieras la oportunidad de llevar una vida feliz como una mujer normal. Me daba cuenta de lo que te estaba haciendo al mantenerte siempre al borde del peligro, apartándote del mundo al que perteneces, arriesgando tu vida cada minuto que estaba contigo. Así que tuve que intentarlo. Debía hacer algo, y me pareció que marcharme era lo mejor. Jamás hubiera sido capaz de irme de no haber creído que estarías mejor sin mí. Soy demasiado egoísta. Sólo tú eres más importante que cualquier cosa que yo quiera... o necesite. Todo lo que yo quiero o necesito es estar contigo y sé que nunca volveré a tener fuerzas suficientes para marcharme otra vez. Tengo demasiadas excusas para quedarme, ¡y gracias al cielo por eso! Parece que es imposible que estés a salvo, no importa cuántos kilómetros ponga entre los dos.

--- No me prometas nada —me dijo

--- ¿Crees que te estoy mintiendo ahora?

--- No. No me estás mintiendo —dijo y se mantuvo en silencio unos minutos antes de volver a hablar—. Realmente lo crees... ahora, pero ¿qué pasará mañana cuando pienses en todas esas razones que has mencionado en primer lugar? ¿O el próximo mes, cuando Jasper intente atacarme?

Me estremecí solo de recordar los últimos días con Bella, en septiembre, era ridículo pensar que yo mismo me había convencido que Bella iba a estar a salvo sola. No era posible que nunca hubiera pensando en Victoria, o los lobos o cualquier cosa.

--- Terminarás haciendo lo que crees que es correcto. – continuo al ver que yo no decía nada.

--- No soy tan fuerte como tú pareces creer —conteste al fin—. Lo que estaba bien o mal había dejado de tener importancia para mí; pensaba regresar de todas maneras.  Yo ya intentaba sobrevivir como podía de una semana a otra, a veces sólo de un día para otro. Luchaba por pasar como pudiera cada hora. Nada más era cuestión de tiempo, y no quedaba ya mucho, que apareciera en tu ventana y te suplicara que me dejaras volver. Estaré encantado de suplicártelo si así lo quieres.

Y hablaba enserio, cada segundo de mi vida lejos de Bella era doloroso, nunca había sentido tanto peso por el tiempo como en ese momento y haría hasta lo imposible por volver a estar a su lado, si es lo que ella quería.

--- Habla en serio, por favor.

--- Lo estoy haciendo —le asegure—. ¿Querrás hacerme el favor de escuchar mis palabras? – Continúe mirándola fijamente - ¿Me dejarás que intente explicarte cuánto significas para mí? – hablaba con dolor pero quería que todo se explicara pronto, quería que todo volviera a la normalidad o terminara ya. No dijo nada y continué —Bella, mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... – seguía seria mirándome a los ojos - Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido.

--- Se te acostumbrarán los ojos — dijo con mal tono

--- Ése es justo el problema, no pueden.

--- ¿Y qué pasa con tus distracciones? – me reí sin gracia al recordar otras de mis mentiras solo para asegurarme que Bella no fuera en mi busca. Estúpido.

--- Eso fue parte de la mentira, mi amor. No había distracción posible ante la... – busque la palabra correcta que describiera exactamente lo que sentía o por lo menos que se acercara antes de hablar- …agonía. Mi corazón no ha latido durante casi noventa años, pero esto era diferente. – me acerque más a ella, su corazón latió un poco más deprisa - Era como si hubiera desaparecido, como si hubiera dejado un vacío en su lugar, como si hubiera dejado todo lo que tengo dentro aquí, - me detuve un momento - …contigo.

--- Qué divertido —murmuro. Enarque una ceja. Habia dicho todo lo que sentía, habia hablado con la verdad ¿y ella pensaba que era divertido?

--- ¿Divertido? – pregunte.

--- En realidad debería decir extraño, porque parece que describieras cómo me he sentido yo. – dijo con ese tono que me estaba cansando - También notaba que me faltaban piezas por dentro. No he sido capaz de respirar a fondo desde hace mucho tiempo —inspiro profundo cerrando los ojos y acercándose más a mi—. Y el corazón... Creí que lo había perdido definitivamente.

Apoye mi oído en su corazón como si necesitara hacerlo para oírlo, era perfecto, nos amábamos y era  lo único que quería saber en esos momentos. Bella estaba a salvo y yo estaba con ella, nada podía estar mejor y lo sabíamos. Sonreí como un niño disfrutando de sus latidos.

--- ¿No encontraste el rastreo entretenido, entonces? —me pregunto interrumpiendo mis pensamientos y volviendo la imagen de victoria a mi mente

--- No —dije serio de nuevo—. Eso no fue una distracción nunca. Era una obligación.

--- ¿Y eso qué quiere decir? – pregunto curiosa

--- Quiere decir que aunque nunca esperé ningún peligro procedente de Victoria, no la iba a dejar escaparse con... – me detuve, no quería dar más información de la que sería bueno que supiera, aunque en realidad ni si quiera quería que supiera de victoria, pero ya que - Bueno, como te dije, se me da fatal. La rastreé hasta Texas, pero después seguí una pista falsa hasta Brasil, y en realidad ella lo que hizo fue venir aquí —gruñí recordando cuantas veces corrí tras de ella con la esperanza de que estaba cerca de mi—. Y mientras tanto, el peor de mis peores temores...

--- ¿Estuviste dando caza a Victoria? —Bella me interrumpió con un grito. Charlie se despertó un poco pero volvió a quedarse dormido. Hable hasta que Bella y Charlie estaban calmados.

--- No lo hice bien, pero esta vez me saldrá mejor. – Sonreí - ella no va disfrutar del placer de respirar tranquila durante mucho tiempo.

--- Eso... eso queda fuera de consideración —consiguió hablar mientras su cuerpo temblaba y su semblante cambiaba de preocupación a enojo.

--- Es demasiado tarde para ella. No debí dejar que se me escapara la otra vez, pero ahora no, no después de...

Bella me interrumpió de nuevo.

--- ¿No me acabas de prometer ahora mismo que no me ibas a dejar? —su pregunta me dolió pero sabia a donde iba las cosas—. Eso no es precisamente algo compatible con una larga expedición de rastreo, ¿no?

Un ligero gruñido escapo de mi pecho

—Mantendré mi promesa, Bella, pero Victoria va a morir —el gruñido se acentuó—. Pronto.

—No te precipites…Quizás ella no vuelva. Quizás la haya asustado la manada de Jake. – Dijo desesperada- En realidad, no hay razón ninguna para ir tras ella. Además, tengo un problema mayor que Victoria.

Di un pequeño bufido, pero después de pensarlo los lobos sí que eran peligrosos.

—Es verdad. Los licántropos son una complicación.

—No estaba hablando de Jacob. – Me reprimió.- Mi problema es bastante más grande que un puñado de lobos adolescentes en busca de líos.

No son adolescentes normales Bella, pensé. No hay nada más peligroso que ellos, créemelo.

--- ¿De verdad? —hable al fin—. Entonces, ¿cuál es tu mayor problema? Si el hecho de que Victoria vuelva a buscarte te parece algo irrelevante en comparación, ¿qué puede ser?

—Digamos que es el segundo de mis peores problemas —dijo.

—De acuerdo —asentí esperando su respuesta.

—Hay otros que vendrán a por mí —dijo en un susurro. Recordándome a Aro y la promesa que hicimos de convertir a Bella en vampiro. Suspire.

--- ¿Los Vulturis son sólo el segundo de esos problemas? – dije casi como burla.

—No parece que te preocupen mucho —me dijo. Volví a sonreír. La verdad no mucho, pensé.

—Bueno, tenemos bastante tiempo para pensarlo. – Le dije - El tiempo tiene un significado muy distinto para ellos y para ti, o incluso para mí. Ellos cuentan los años como tú los días. No me sorprendería que hubieras cumplido los treinta antes de que volvieran a acordarse de ti —dije sonriéndole. Pero su cara se lleno de pánico, al parecer los Vulturi le habían asustado lo suficiente como para mantenerla en mayor alerta que con una vampira buscando venganza suelta. Era como un asesino en serie suelto y unos viejos con mala memoria. Bella comenzó a llorar de nuevo - No tienes por qué temer —le dije, limpiando una de sus lagrimas—. No les dejaré que te hagan daño.

—Mientras estés aquí —me dijo entre sollozos.

—Nunca te dejaré de nuevo. – le dije firme mientras tomaba su cara entre mis manos.

—Pero has dicho treinta —dijo enojada—.Te quedarás, pero me dejarás envejecer de todos modos. – Las lagrimas calmaron un poco- Muy bonito.

¿Ese es el problema? ¿De nuevo la edad? Hay Bella, hay mi dulce e infantil Bella.

—Eso es exactamente lo que voy a hacer. – Le dije, no hay otra opción - ¿Qué otra elección tengo? No puedo estar sin ti, pero no voy a destruir tu alma.

—Y eso es porque... —su voz se corto y se perdió en sus pensamientos. arquee una ceja

--- ¿Sí? —inquirí al fin.

—Pero – su voz tembló al comenzar a hablar- ¿qué pasará cuando me haga tan vieja que la gente piense que soy tu madre? ¿O tu abuela? – La mire con ternura y le limpie las lágrimas. Te amare, pensé.

—Eso no me importa —dije—. Siempre serás la cosa más hermosa que haya en mi mundo. Claro que...si te haces mayor que yo y necesitas algo más... lo comprenderé, Bella. – dije pensando de nuevo en que tal vez Jacob sería mejor opción para ella, tal y como lo pensaba Charlie - Te prometo que no me cruzaré en tu camino si alguna vez quieres dejarme.

—Supongo que te das cuenta de que al final también me moriré —me miro enojada.

—Te seguiré tan pronto como pueda.

—Ese plan es totalmente... —su cara tembló— enfermizo.

—Bella, es el único camino correcto que nos queda...

—Retrocedamos un minuto —me dijo, su tono molesto seguía presente —. Recuerdas a los Vulturis, ¿verdad? – me miro a los ojos - No puedo permanecer humana para siempre. Ellos me matarán. Incluso si no piensan en mí hasta que cumpla los treinta —puso los ojos en blanco después de pronunciar la cifra—, ¿crees sinceramente que se olvidarán?

—No... No olvidarán. – Conteste- Pero...

—¿Pero?

Sonreí orgulloso de mi mismo

--- Tengo unos cuantos planes. – Aunque realmente aun no los tenía muy bien planeados pues acababa de recordar a los Vulturi, se centraban en mantenerla con vida y alma.

--- Y esos planes… esos planes se centran todos en mantenerme humana. – su voz sonaba cada vez más molesta.

--- Naturalmente. – pero trate de mantenerme calmado. Me fulmino con la mirada e intente hacer lo mismo. Estaba furiosa y era cómico para mí, hasta que respiro hondo y me empujo con gran fuerza para que quitara los brazos. - ¿Quieres que me vaya? —pregunte serio de nuevo.

--- No —me dijo—. Soy yo la que se va.

Arquee una ceja mientras tiraba las sabanas y se levantaba de la cama.

--- ¿Puedo preguntarte adónde vas? —inquirí mientras buscaba algo por su cuarto.

--- Voy a tu casa —me dijo, aun caminando de un lado a otro. Me levante y me acerque a ella. No tenía idea para que quisiera ir pero no era buena idea estaba seguro.

--- Aquí están tus zapatos. – dije tomándolos del suelo, donde los había dejado y dándoselos-  ¿Y cómo planeas llegar hasta allí?

--- En mi coche.

--- Eso probablemente despertará a Charlie —le dije seguro de que no saldría de ahí. ella suspiro.

--- Ya lo sé, pero para serte sincera, tal como están las cosas, estaré encerrada durante semanas. ¿Cuántos problemas más me puedo acarrear?

--- Ninguno. Me echará la culpa a mí, no a ti. – dije.

--- Si tienes una idea mejor, soy toda oídos.

--- Quédate aquí – le dije intentando que lograra convencerla.

--- Mala suerte, pero ¡adelante! Quédate y siéntete como en tu casa —dijo con una sonrisa sarcástica, mientras caminaba a la puerta. Antes de que llegara a ella, yo ya estaba tapando su camino. Volteo hacia la ventana, si antes me preguntaba quien estaba loco de los dos, ahora sabía que había un empate. Era capaz hasta de saltar la ventana por ir a mi casa.

--- Bien —dije—. Te llevaré.

Encogió los hombros e hizo una sonrisa de satisfacción.

--- Como quieras. De todas maneras, probablemente tú también deberías estar presente.

--- ¿Y eso por qué? – ahora si me estaba preocupando, no iba a ningún lado bueno que quisiera ir a visitar a mi familia con tanta urgencia.

--- Porque tienes opiniones para todo y estoy segura de que querrás una oportunidad para hacer alarde de unas cuantas.

--- ¿Opiniones respecto a qué...? —pregunte aunque supuse que todo iba enlazado a lo de convertirse en vampira.

--- Esto no es algo que tenga ya sólo que ver contigo. No eres el centro del universo, ¿sabes? —Alzo las cejas y me hablo con un tono extraño—. Tal vez tu familia tenga algo que decir si vas a conseguir que se nos echen encima los Vulturis por algo tan estúpido como que yo continúe siendo humana.

--- ¿Decir... sobre... qué? —hable fuerte separando las palabras exageradamente.

--- Sobre mi mortalidad. La voy a someter a votación.

Estás loca Isabella, pensé. La tome en brazos y salte en un segundo de la ventana.

--- Entonces de acuerdo —ahora era yo el molesto y ella la que sonreía—. Sube.

La tome del brazo y la subí ágilmente a mi espalda antes de comenzar a correr. Hacía tiempo no hacia aquello, pensé que iba a marearse pero parecía calmada, todo lo contrario a mí, era estúpido que quisiera que votaran por su vida. ¡Era su alma! ¿Cómo pretendía que alguien más decidiera por ella? ¿Quién se suponía que la iba a convertir? Debía saber que yo no lo haría, debía saber que nunca terminaría con su alma, no permitiría que se convirtiera en un monstruo y me importaba un comino lo que pensaran los demás, Bella no sería un vampiro aunque mi familia estuviera de acuerdo.

Bella se acerco más a mí y después de un momento me beso el cuello. Me tranquilice un poco.

--- Gracias ¿Significa eso que has decidido que estás despierta? – dije, esperanzado que volviera a confiar en mí, soltó una risa de felicidad.

--- En realidad, no.  – Contesto al fin - Más bien, todo lo contrario. Voy a intentar no despertar, al menos, no esta noche.

Puse los ojos en blanco.

--- No sé cómo, pero volveré a ganarme tu confianza —dije mayormente para mi, era una promesa que debía cumplir. No me perdería jamás si Bella no confiaba mas nunca en mi—. Aunque sea lo último que haga.

--- Confío en ti —me aseguro, aferrándose más a mi cuerpo—, pero no en mí.

--- Explica eso, por favor. – dije mientras iba bajando la velocidad, Alice sabia que íbamos a la casa.

--- Bueno... No confío en que yo, por mí misma, reúna méritos suficientes para merecerte. – Dijo mucho tiempo después - No hay nada en mí capaz de retenerte.

Me detuve y la baje de la espalda sin soltarla y la atraje a mi abrazándola fuertemente y aspirando su olor

--- Me retendrás de forma permanente e inquebrantable —susurre con la boca pegada a su cabeza—. Nunca lo dudes.  – Nos mantuvimos un momento en silencio hasta que rompí el silencio- Al final no me lo has dicho...

--- ¿qué? – pregunto sin luchar por separarse de mí. Eso me agrado.

—Cuál era tu gran problema.

—Te dejaré que lo adivines —me dije tocando mi nariz con su dedo y con una sonrisa en su cara. Asentí.

--- Soy peor que los Vulturis —dije después de razonar que era lo peor que podía pasarle, o por lo menos lo que para ella era peor y mi conclusión fue, yo —. Supongo que me lo merezco.

Puso los ojos en blanco.

--- Lo peor que los Vulturis pueden hacer es matarme —dijo calmada—. Tú puedes dejarme —su voz se quebró un poco pero volvió a la normalidad en segundos—. Los Vulturis o Victoria no pueden hacer nada en comparación con eso. – Me dolió asegurarme que realmente yo era lo que más dolor le provocaba, yo mismo era quien era su terror, me sentí un monstruo, un completo idiota.

—No —dije cuando también dejo de estar sonriente—, no estés triste.

Trate de sonreír para que ella también lo hiciera. No quería que se preocupara por mí, no después de que le causaba ya tanto dolor.

—Sólo hay una forma de hacerte ver que no puedo dejarte —susurre, pasando mi mano por su cabello—. Supongo que no hay otro modo de convencerte que el tiempo.

—Está bien – contesto sonriendo de nuevo. —Bueno, ahora que vas a quedarte, ¿puedo recuperar mis cosas? —sus ojos brillaban, y me reí un poco al recordarme escondiendo sus cosas. De nuevo, estúpido.

—Tus cosas nunca desaparecieron… Sabía que obraba mal, dado que te había prometido paz sin recordatorio alguno. Era estúpido e infantil, pero quería dejar algo mío junto a ti. El CD, las fotografías, los billetes de avión... todo está debajo de las tablas del suelo.

--- ¿De verdad? – me dijo abriendo sus ojos

Asentí y sonreí completamente al ver que su cara mostraba felicidad.

--- Creo, no estoy segura, pero me pregunto... Quizá lo he sabido todo el tiempo.

--- ¿Qué es lo que sabías? – inquirí.

—Una parte de mí, tal vez fuera mi subconsciente, jamás dejó de creer que te seguía importando que yo viviera o muriera. – Dijo viéndome a los ojos- Ese es el motivo por el que oía las voces.

El silencio reino el lugar unos segundos, ¿Voces? ¿Había ocasionado hasta eso?

--- ¿Voces? —repetí.

--- Bueno, sólo una, la tuya. Es una larga historia —me miro de nuevo.

--- Tengo tiempo de sobra —trate que la voz no saliera con la desesperación que realmente tenia.

--- Es bastante patético. – Espere a que hablara de nuevo, en silencio- ¿Recuerdas lo que dijo Alice sobre los deportes de alto riesgo?

--- Saltaste desde un acantilado por diversión. – dije sin expresión para no destapar sentimientos de nuevo.

--- Esto... – tartamudeo-  Cierto, y antes que eso, monté en moto...

--- ¿En moto? —inquirí, Jacob Black. Asegure en mi mente.

--- Supongo que no le conté a Alice esa parte.

--- No. – ni Jacob a mí, o su mente, pensé.

--- Bueno, sobre eso... – miro a varios a lados - Mira, descubrí que te recordaba con mayor claridad cuando hacía algo estúpido o peligroso... Recordaba cómo sonaba tu voz cuando te enfadabas. La escuchaba como si estuvieras a mi lado. – me asusto lo que decía, nunca había pensado que Bella llegaría a eso, cuando Jacob se refería a que estaba muy mal no pensé que en tal grado, de hecho pensándolo bien creo que ni él lo sabia -En general, intentaba no pensar en ti, pero en momentos como aquéllos no me dolía mucho, era como si volvieras a protegerme, como si no quisieras que resultara herida…Y bueno, me preguntaba si la razón de que te oyera con tal nitidez no sería que, debajo de todo eso, siempre supe no habías dejado de quererme...

--- Tú... arriesgabas la... vida... para oírme... —dije luchando por que las palabras salieran de mi boca sin alterarme demasiado.

--- Calla... Espera un segundo. – Me regaño- Creo que estoy teniendo una epifanía en estos momentos...

¿Una epifanía? Bella Dios mío que pasa, pensé.

--- ¡Wow!

—¿Bella?

—Ya… Lo entiendo.

—¿En qué consiste tu epifanía...? —le pregunte.

—Tú me amas —dijo emocionada, bufe en mi interior, una sonrisa se dibujo en mi cara, parte de mi estaba satisfecho, lo único que quería era que estuviera segura de nuevo de eso.

--- Con todo mi ser. – le asegure de nuevo. Su corazón latió fuertemente, estaba feliz, por fin después de tanto tiempo estábamos felices. Tome su rostro con mis manos y la bese, era lo único que ahora quería hacer, la bese de nuevo con la fuerza que guardaba nuestro amor. .

--- ¿Sabes? Se te da mejor que a mí —le dije mientras podía mi cara frente a la suya.

--- ¿qué?

--- Sobrevivir. – Dije mirándola a los ojos - Al menos, tú lo intentaste. Te levantabas por las mañanas, procurabas llevar una vida normal por el bien de Charlie, y seguiste tu camino. Yo era un completo inútil cuando no estaba rastreando. No podía estar cerca de mi familia ni de nadie más. Me avergüenza admitir que me acurrucaba y dejaba que el sufrimiento se apoderara de mí. Fue mucho más patético que oír voces. – Aunque también se incluía un poco de eso en mi archivo.

--- Sólo una voz —me corrigió con una gran sonrisa, no pude evitar reír. La abrace fuertemente de nuevo y caminamos juntos hacia mi casa.

--- Por cierto – le dije - en este asunto tan sólo te estoy siguiendo la corriente… lo que ellos digan no me importa lo más mínimo.

--- Ahora, esto también les afecta a ellos. – encogí los hombros y seguí adelante hasta la sala, donde todo ya estaba como antes. Esme y mis hermanos habían hecho un excelente trabajo limpiando todo.

--- ¿Carlisle? ¿Esme? ¿Rosalie? ¿Emmett? ¿Jasper? ¿Alice? – Los llame, Alice ya les había dicho que íbamos a casa, solo que no sabían para que.

Le oirían.

--- Bienvenida otra vez, Bella —sonrió Carlisle—. ¿Qué podemos hacer por ti en plena madrugada? A juzgar por la hora, supongo que no se trata de una simple visita de cortesía, ¿verdad?

Bella asintió.

—Me gustaría hablar con todos, si les parece bien. – dijo seria- Se trata de algo importante.

Carlisle voltio a verme.

--- ¿Está bien todo?

Asentí sin que Bella se diera cuenta.

—Por supuesto —continúo entonces, Carlisle—. ¿Por qué no hablamos en la otra habitación?

Caminamos hasta el comedor donde Carlisle le ofreció una silla a Bella. Nuestra mesa de reunión, en pocos segundos, todos llegaron.

--- ¿Qué pasa Edward? – me pregunto Esme en un susurro que estoy seguro Bella no escucho.

--- Ya lo veras. – Voltee a verla y alce las cejas – Bella quiere una votación.

Camine hasta mi asiento seguido de toda la familia.

--- Genial… ¿Es sobre lo que me imagino Edward? –me pregunto Alice sonriente. No conteste aunque supuse que así lo era.

—Tienes el uso de la palabra. – dijo Carlisle a Bella cuando todos estábamos sentados.

--- Votación ¿eh? – pensó Alice. – Genial ¿no crees? después de todo a mi también me importa lo que Bella sea.

La mire fijamente, Bella enseguida de mi luchaba por comenzar a hablar. La tome de la mano por debajo de la mesa. Mire a todos como fiera, ahora todos pensaban que sería mejor.

--- Tranquilo hijo, todo está bien. – pensó Carlisle antes de que Bella lograra hablar

Capítulo 23: Aclaración Capítulo 25: Votacion

 
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