Equinoccio

Autor: bella_147
Género: Romance
Fecha Creación: 03/07/2009
Fecha Actualización: 19/06/2012
Finalizado: SI
Votos: 31
Comentarios: 135
Visitas: 127048
Capítulos: 27

Version de Luna nueva contada por Edward Cullen. Ahora conoceras todo lo que paso Edward antes y despues de dejar a bella en aquel bosque.
Todos los personajes principales pertenecen a S.M.
No puede publicarse este fanfic en otra pagina sin mi permiso, gracias. 

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Capítulo 20: La huida

El tiempo paso más lento de lo que me hubiera gustado, Bella por fin se había quedado dormida, de vez en cuando le cantaba al oído o simplemente jugaba con su cabello; Alice caminaba por la recepción o se detenía a revisar el futuro.

—Ahora, son libres para marcharse —dijo Alec cuando se apareció por las puertas del final del pasillo -  Lo único que les pedimos es que no permanezcan en la ciudad.

—Eso no es problema. – conteste. Alec sonrió y desapareció de nuevo.

—Al doblar la esquina, sigan el pasillo a la derecha hasta llegar a los primeros ascensores —nos indicó Gianna—. El vestíbulo y las salidas a la calle están dos pisos más abajo. Adiós, entonces —Alice le lanzó una mirada sombría y camino primero que Bella y yo, pronto salimos del castillo, Bella volvió su mirada atrás pero después cruzo su mirada con la mía. Todo había terminado, estábamos a salvo.  Corrimos por los callejones, mientras Bella admiraba los festejos en la ciudad, para mí eso no era más que ridiculísimo, ¿como la población podía creer que un sacerdote había desterrado a los vampiros y todavía festejar por eso?

Corrimos por un buen tramo antes de que Alice se desapareciera para ir en busca de la mochila de Bella y otro carro, pues según lo que me conto, había “tomado prestado” uno para llegar a Volterra a tiempo.

--- ¿Dónde está Alice? —susurro Bella de pronto asustada.

--- Ha ido a recuperar sus bolsos de donde los escondió esta mañana. – conteste sin bajar la velocidad de nuestros pasos

—Está robando otro coche, ¿no? —dijo con casi una sonrisa formada en sus labios. Desde que la había visto en la tarde, no había sonreído; no pude evitar regalarle una gran sonrisa.

—No hasta que salgamos de Volterra. – conteste. Seguimos aun caminando por la ciudad, y fue hasta cuando entendí que era una gran colina y que Bella debía de estar exhausta; pase de nuevo mi brazo por su cintura y deje que la mayor parte de su peso quedara en mi cuerpo para seguir andando. Esta vez no se molesto, en cambio casi dejo de caminar por sí sola. Alice me dirigió por medio de sus pensamientos hacia el lugar en donde nos esperaba el nuevo carro; ella ya estaba en el lugar del conductor con el motor en marcha.

--- Manejare yo, ¿está bien? – pensó mi hermana, cuando abrí la puerta trasera y deslice a Bella por el asiento. Acepte su propuesta solo porque de esa manera estaría más tiempo con Bella, me acomode también en el asiento trasero y cerré la puerta.

—Lo siento... No había mucho donde escoger.

—Está muy bien, Alice —sonreí de nuevo, no era un carro muy rápido a comparación del Porshe que imaginaba Alice pero estaba bien....—. No todo va a ser Turbo 911.

—Voy a tener que comprarme uno de ésos legalmente – dijo con un suspiro mientras avanzaba por los últimos callejones oscuros antes de entrar a la carretera-  Era fabuloso.

—Te regalaré uno para Navidad —le prometí.

--- Gracias, eres mi hermano favorito – pensó mientras volteaba a verme con una sonrisa resplandeciente en su cara. - Amarillo —dijo levantando sus cejas. Después volvió su vista a la carretera – lo estaré esperando eh…

Asentí y me sonrió por el retrovisor, acerque más a Bella a mi cuerpo y la tape con la capa gris que aun traía puesta; se acomodo y sentí como su respiración y los latidos de su corazón fueron normalizando por fin, supuse estaba cómoda, procure que mi piel no acabara con el calor.

—Ahora puedes dormirte, Bella —murmure en su oído, mientras jugaba con su cabello—ya ha terminado todo…

—No quiero dormir. No estoy cansada. – me dijo mirándome a los ojos, parecía que suplicaba que la dejara quedarse despierta.

—Inténtalo — dije mientras besaba su cuello, sacudió la cabeza. - Sigues igual de cabezota. – volví a besar su cabeza. El en tramo en la carretera, no dejo de moverse, supongo luchando  y obligándose a sí misma a no dormirse, Alice se mantuvo cantando todo el camino, su humor iba en viento en popa,  y de vez en cuando me contaba cosas del camino de Forks a Volterra por medio de pensamientos; Pronto llegamos al aeropuerto de Florencia en donde se volvió a acomodar en el asiento esta vez para que las luces quedaran en sus ojos.

--- Tengo que ir a arreglar unos asuntos– dijo Alice cuando entramos al aeropuerto- Bella, deberías ir a cambiarte de ropa antes de que subamos al avión… aquí esta su mochila – me dijo dejándome su bolsa – y por favor, no te escapes esta vez. – dijo a Bella, antes de irse hacia donde una mujer con expresión alegre la esperaba. Recordé cuando Bella escapo en el aeropuerto de Phoenix para encontrarse con James y malos recuerdos con Victoria vinieron a mi mente.

--- Iré a cambiarme – me dijo, volviéndome a la realidad – no tardare mucho – me quito la mochila del brazo y se comenzó a caminar al baño de damas.

--- Te esperare aquí – dije avanzando hasta su lado – hare una llamada solamente, no te tardes mucho.

Asintió y entro al baño. Busque el celular que Alice me había dado en el carro y marque a Carlisle.

--- Hijo – contesto al otro lado del mundo.

--- Carlisle, estamos en Florencia, Alice está arreglando unas cosas, creo que en unos minutos saldremos hacia Seattle.

--- Me alegra mucho Edward… - su voz era la misma de siempre, me hablaba como si lo último que le había dicho se hubiera borrado de su mente. – Tu madre está ansiosa por verte… - guardo silencio y después continuo – Rosalie quiere hablar contigo pero creo que será mejor que esperemos a que lleguen…

--- Yo también quiero hablar con ella – dije serio, recordando su seguridad al decirme que Bella estaba muerta, decidí borrar eso de mi mente, no quería volver a molestarme con ella ahora, prefería esperar a que estuviera en Forks. – Alice viene en camino, salúdame a Emmett y los demás.

--- Claro, Bella está bien, supongo.

--- solo un poco cansada… nos vemos conteste antes de cortar la llamada.  Alice se acerco con 3 boletos, me explico que haríamos una escala en Roma y de ahí volaríamos directo hasta Atlanta. Esperamos a Bella, que al parecer estaba más despierta y nos dirigimos a comprar ropa limpia, pues Alice no dejaba de regañarme pues tenía casi 3 semanas con el mismo cambio, al final no mucho tiempo después volamos hasta roma y de ahí subimos al avión que nos llevaría a Atlanta. Espere que Bella durmiera por fin. Tenía muchas cosas que hablar con Alice y no era muy fácil comunicarme por medio de pensamientos. No teníamos mucho en vuelo cuando Alice llamo a Jasper, pues estaba muy preocupado por ella. Bella se acomodo en el asiento y pensé que iba a dormir pero pidió una Coca-Cola para impedir el sueño a la azafata.

—Bella... —la regañe.

—No quiero dormir —me recordó—. Veré cosas que no quiero ver si cierro ahora los ojos… Tendré pesadillas. – No conteste nada, pues recordé las imágenes que Charlie me proporcionó hacia pocos meses, de gritos y llantos desgarradores de Bella especialmente a la hora de dormir.

Era bastante tarde para conversar y aunque era algo que necesitaba, para explicar todo lo que había pasado, decidí dejarlo para después solo para promover un poco más su fatiga y no terminar pronto con mi felicidad de estar a su lado; durante todo el viaje pase mi mano por su cara y la bese varias beses en la cabeza, extrañaba su piel contra la mía, su olor, su calor, parecía que no hubiera transcurrido nada de tiempo pues se sentía igual que antes, solo que ahora el ardor era más fuerte, pero era lógico, tenía desde diciembre sin cazar un solo animal.

Al final salió triunfante en la lucha contra sus párpados, estaba despierta cuando llegamos al aeropuerto de Atlanta y por lo mismo solo me comunique con Alice pocas veces, bajamos del avión y entramos a la sala de espera en el Sea-Tac; Jasper estaba más cerca de nosotros y dio un brinco  - literalmente – hasta Alice, no revise su mente, Alice y él se comunicaban por medio de los ojos o algo así, así que supuse todos sus pensamientos solo giraban alrededor de su amor hacia mi hermana. 

Capítulo 19: Almuerzo Capítulo 21: La verdad

 
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