Las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos, nunca había pensado que Bella estuviera tan mal como para suicidarse. Me zafe de los brazos de Jasper y corrí hasta donde mis piernas pudieron, pues por primera vez en muchísimo tiempo sentí que realmente no podía más. Estaba en medio del bosque nevado de Denali, las montañas rodeaban el pequeño lugar y las nubes el cielo.

A los pocos segundos llego Jasper, no me dijo nada pero sabía lo que tenia, siempre lo sabía. Las lágrimas no dejaban de salir y no dejaba de pensar que tenía que hacer algo, que eso no era posible.

--- ¡Bella no puede estar muerta! – dije de pronto, ni si quiera lo pensé.

--- ¿Qué paso? – dijo Jasper acercándose hasta tocarme el cabello – Bella… ¿Qué pasa Alice?

Trague saliva.

--- Jasper – voltee y lo mire a los ojos – tengo que ir a Forks ahora mismo.

--- Te acompañare – dijo tomándome de la mano.

--- No, necesito que estés aquí con Edward, debes de hacer que no se entere – era peligroso si Edward se enteraba que Bella estaba… muerta – si sabe que Bella… murió – me dolió pronunciar las palabras y volví a romper en llanto. Jasper podía controlar mis emociones en ese momento y hacer que volviera a la normalidad pero siempre me respetaba. Pronto volví a la compostura. – ¿Lo harás?

--- Claro, ni si quiera tienes que preguntarlo – me dijo – pero debes avisarle a Carlisle, creo que el debe de saber para mantener a Edward aquí…

--- Tienes razón – dije y al siguiente instante lo tome de la mano para correr juntos hasta la habitación en donde Esme, Rosalie y Carlisle estaban. La pequeña vanidosa habia ido a disculparse.- Carlisle – dije cuando entramos por la ventana.

--- Alice… ¿Qué paso cariño? – dijo Esme acercándose, Rosalie volteo, también estaba preocupada, me limpie las ultimas lagrimas que aun querían salirse de mis ojos.

--- Alice, Rosalie nos dijo que habías tenido una visión y después saliste corriendo, ¿Podemos saber que fue lo que viste? – me pregunto Carlisle

Asentí con la cabeza.

--- Alice vio a Bella…

--- Vi a Bella saltando de un acantilado – dije interrumpiendo a Jasper.

--- ¿¡Qué?! – grito Rosalie, mientras se levantaba de un salto del sillón en el que estaba sentada - ¿Bella?

--- Tus visiones pueden cambiar – dijo Carlisle.

--- Lo sé – conteste  - por eso debo de ir a Forks y detener a Bella.

--- Debemos irnos ahora – dijo Esme

--- No – volví a decir – deben quedarse para mantener a Edward aquí… prométanme no que permitirán que lea su mente.

--- ¿Y cómo haremos eso? – pregunto Rosalie

--- Solo canta o comienza a pensar en tus vacaciones de Europa, será fácil para ti – le conteste, si hubiera estado de humor tal vez le hubiera hecho una broma, pero no podía perder tiempo.

--- Alice puedes correr hasta Vancouver y tomar mi carro ahí – dijo Carlisle – Llegaras más rápido.

--- Esta bien – Esme y Jasper me dieron un beso de despedida. Rose solo sonrío, aunque sabía que estaba apoyándome. Solo esperaba que Rosalie estrenara su cerebro esta vez.

Exactamente como dijo Carlisle corrí hasta Vancouver y de ahí tome el carro de Carlisle, era muchísimo más rápido que el de Edward y un poco más que yo. Acelere lo mas que pude, rogaba que Rosalie hubiera optado por irse del país, me estaba arrepintiendo de dejarla pero debía confiar en ella. Marque a Carlisle.

--- ¿Cómo esta todo allá? – dije a Carlisle después de un rápido “hola”

--- Emmett y Edward están planeando un ataque, hicimos que tu hermano convenciera a Edward de que si tienen un plan podrán atacar a Victoria será más fácil.

– Genial… Llegare a Forks en unos 15 minutos, cuando este en casa de Bella te volveré a marcar… ¿Esta Rose por ahí?

--- Esta a mi lado, ¿Necesitas hablar con ella?

--- No, está bien, solo mantenla lejos de Edward.

--- Claro. Infórmanos de todo Alice.

--- Lo hare, tengo que colgar – me despedí y guarde el celular en la bolsa, el poblado de Forks se acercaba cada vez mas.

Entre a Forks, eran las 6 de la tarde aproximadamente, pase rápidamente por la casa de Bella pero nadie estaba ahí. Después me dirigí a la oficina de Charlie, la patrulla estaba ahí. Algo estaba pasando, algo raro. Cerré los ojos y me concentre, Bella no estaba en mi mente, me estaba estresando eso de las visiones perdidas. Tal vez estaba perdiendo mi don.

Decidí quedarme estacionada en la casa de Bella; no podía ir a la Push, ni llegar con Charlie y preguntarle por su hija; tal vez ni él sabía que había saltado del acantilado. Y por ultimo estaba la opción de que no lo hubiera hecho. No lo podía saber pues mis visiones no servían.

Espere por casi dos horas, hasta que pude oír su carro. Salí del carro y entre por la ventana de la habitación de Bella – sabia que Edward había hecho eso varias veces – Baje hasta la sala, el pickup paso rápido por la casa. Me quede sentada en el sillón, la habitación estaba a oscuras; tal vez era otro carro.

Pero entonces volví a oírla, su carro se paro enfrente de la casa. Oí como buscaba las llaves y ese ruidoso corazón que latía fuertemente. Una sonrisa se formo en mi cara.

¡Dios mío, estaba viva!, Gracias a Dios no había saltado del acantilado. Bella seguía viva. La luz de la noche ilumino la entrada y pude verla, pero entonces el viento hizo que su dulce aroma llegara a mi cuerpo. Hacía mucho tiempo no salía de caza, había estado bastante ocupada las últimas semanas. De igual forma me acerque antes que ella al interruptor y encendí la luz.

— ¡Alice!, ¡Oh, Alice! — gimió mientras me abrazaba efusivamente. Bella estaba frente a mí, mi mejor amiga estaba viva.

Agradecí por un momento, realmente estaba viva. Tenía que avisarle a Carlisle… bueno después de zafarme de la humana que trataba de matarme a abrazos.