Arde el cielo

Autor: DenisseMCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 12/06/2013
Fecha Actualización: 27/02/2015
Finalizado: NO
Votos: 12
Comentarios: 55
Visitas: 35901
Capítulos: 27

Disclaimer: Los mayoria de los personajes le pertenecen a Stephanie Meyer, los demas personajes y la historia fueron inventados por mi. 

Edward deja a Bella en plena luna de miel, ella decide regresar a Forks con la decision de olvidarlo todo e irse... Noticias inesperadas, personajes nuevos.. ¿Que mas ocurrira despues?.. +18 por futuros lemmons 

Enjoy :) 

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Capítulo 9: Los Vega

Sue se había pasado casi toda la semana con Esme, habían andado de un lado a otro para finalizar los detalles de la fiesta de compromiso. Jake, Ali y yo pasamos demasiado tiempo juntos en La Push; al parecer, Ali terminó llevándose muy bien con los chicos de la manada, ya que ella es la única que puede entrar y salir de ahí cuando quiere y siempre la incluyen en todos sus planes y salidas.

Y yo, creo que cada día subo una libra más… mi trasero está un poco más grande, y mi estómago demostraba que estos últimos días, no había estado comiendo con moderación. Tal vez, debería haberle hecho caso a Charlie, y dejar de comer tanto. Mis pantalones ya no me cerraban, aunque, gracias a Alice ahora tengo un montón de vestidos casuales para ponerme.

A Edward lo había visto en un par de ocasiones, cuando Esme venía con Sue, aunque, el que más la acompañaba era Emmett. Él me había enseñado a jugar Guitar Hero y ahora jugábamos casi todo el tiempo. Las primeras veces me había ganado, pero ahora, debía cuidar que no rompiera la guitarra cada vez que perdía.

Las náuseas habían disminuido considerablemente, no desaparecían por completo pero ya no las tenía a cada momento, había muchas comidas que no soportaba, pero lo que me encantaba y lo que podía comer, eran las hamburguesas y los huevos.

Ya habíamos terminado de organizar mi nueva habitación en el sótano; me gustaba, era sencilla, habíamos puesto una cama un poco más grande que la que tenía anteriormente, Jake casi vivía con nosotros, se quedaba todos los días según el para darle privacidad a su padre... al cual, supuestamente Sue y Charlie, le habían presentado a una amiga, que si mal no recuerdo, se llama Diana y con la que se llevaba perfectamente.

Seth se había ido toda la semana con Leah, ya que quería pasar mucho más tiempo con ella y con la manada. Me había enterado que han tenido un periodo de largas reuniones con Sam, según Jacob, me contó que eran rutinarias, que no pasaba nada malo... le creía, pero sabía que algo me ocultaba.

El viernes por la mañana, Sue había salido con Esme, Jake tenía reunión con Sam y yo me había quedado solita con mi perro, al que le puse "Tommy". Ya estaba más grande y sus orejitas le llegaban al piso…. era tan lindo y tierno… aunque a veces se ponía un poco agresivo con otras personas, pero nunca conmigo. Jake dice, que cuando me duermo por las tardes en el sofá, él se acuesta a mis pies y cada que alguien se quiere acercar gruñe y comienza a ladrar, en pocas palabras, me cuida demasiado. Estaba acostada en el sillón mientras veía American Pie: The Reunion. Tommy estaba a mi lado con la cabeza en mi estómago... últimamente se apoya siempre ahí, al parecer le gustaba ese lugar. Estaba riendo con la tonterias de Stiffler, cuando Tommy saltó al suelo y comenzó a gruñir y a ladrar, enseñando sus pequeños dientes hasta que logre calmarlo. Me recordó a la vez, cuando Katherine se apareció junto a Sam, el vampiro que conocí en el club, hace exactos tres días…

Flashback

Estaba ordenando algunas cosas en mi nueva habitación, cuando Tommy salió corriendo escaleras arriba, mientras ladraba fuertemente. Pensé que Sue, Charlie o algunos de los chicos había llegado, ya que él se ponía así cuando alguien llegaba, más cuando es Jacob, pero no escuche la puerta en ningún momento. En lugar de eso, escuche el timbre. Subí las escaleras y camine hacia la puerta, murmurándole al perro un "cállate" porque no dejó de ladrar… había veces que se ponía insoportable.

Cuando abrí la puerta, me encontré con una chica de no más de los 26 años, con ojos color azul, cabello negro con iluminaciones* rubias, su piel era pálida, como la de un vampiro, tenía una bata blanca, una bata de medico… y mostraba una sonrisa de oreja a oreja, mientras me saludaba.

—Hola, soy Katherine Vega. —Me extendió la mano, la estreche devolviéndole el saludo. —Y este, es mi marido, Sam Vega.

Atrás de ella, estaba aquel vampiro de ojos topacio, que me había salvado del pervertido del club. Le sonreí tímidamente, mientras él me miraba fijamente de pies a cabeza y me saludaba con un asentimiento.

— ¿Tú eres Bella Cullen? —Preguntó Katherine, amablemente.

—Swan… —Aclaré, triste. —Bella Swan.

—Lo siento. —Se disculpó, notó mi incomodidad. —Mmm tengo que hablar contigo... pero no es apropiado hacerlo aquí afuera, ¿Nos dejarías pasar?

Lo dude un momento, pero parecían buenas personas. —Claro. —Acepté, me hice a un lado dejándolos entrar y mientras cogía los platos que había en la sala y los llevaba a la cocina, ellos se ponían cómodos.

—Bueno… —Me senté, algo inquieta. — ¿A que debo la visita?

—Bella. —Comenzó Katherine. —Por como viste a mi marido en la puerta, es obvio que sabes lo que es… —dude si en asentir o no. —yendo al grano, se lo que paso con el doctor. Carlisle y su familia… en especial con su hijo.

—No quiero hablar de ese tema, por favor.

—Tranquila, no lo haremos si no quieres. —Sonrió Sam, hablando por primera vez desde que llegaron. —Mi mujer trabaja en el hospital de aquí; es muy buena colega de Carlisle.

—Tengo especialidad en ginecología, cirugía y en otras especialidades más… —Siguió hablando Katherine, un poco apenada.

Yo la mire, incrédula, ya que era muy joven y no era vampira, de eso estaba segura.

—No soy tan joven como parezco. —Me aclaró. —Hemos venido, principalmente, para entregarte los resultados de tus análisis de sangre. —Me entregó un sobre blanco. —Y a decirte, que cualquier cosa que necesites, estamos dispuestos a ayudarte. Aquí en el sobre, esta la dirección de nuestra casa y el número de celular de cada uno, estamos disponibles todo el día…

No entendía nada de lo que querían decir… solo podía escuchar y asentir, sin realmente saber a qué se referían. Mi cabeza todavía no procesaba nada. Sonó el bipper de Katherine y ella lo miró con expresión preocupada.

—Bella… —Me llamó. —se me presentó una emergencia en el hospital, nos vemos pronto. —Se despidió, saliendo rápidamente por la puerta.

—Nos vemos luego, Bella. —Se despidió Sam, amablemente.

—Creo que no te agradecí lo de la otra noche…

—Sí, lo hiciste. Descuida. —Rió, divertido.

—Bueno... humm —Sentí como mis mejillas ardían. —Gracias de nuevo.

—Fue un placer... adiós.

—Adiós.

Fin de Flashback

Todo eso había sido muy extraño, el sobre aún no había podido abrirlo, me daba miedo hacerlo. Cada vez que pensaba en ese sobre o me acercaba a él, me daba pánico; es como si me fuera a enterar de algo grande, algo malo de alguna forma... no sé.

Nadie sabía que ellos habían venido a verme, Jake solo sospechaba un poco por el olor, pero no me había preguntado ni me dijo nada en los días posteriores.

Salí al porche de la casa, necesitaba disfrutar un poco del aire fresco, que se percibía hoy, cuando ví a Tommy salir corriendo. Me alarme, hasta que identifique la razón… Emmett.

— ¡Bellita! —Gritó Emmett, acercándose y abrazándome.

—Hola, oso. —Reí, me di cuenta de que también Esme, Alice, Sue y... Edward, salían del volvo plateado, y se acercaban a la casa.

—Hola, Ali. —La saludé, feliz.

— ¡Hola, Belli-Belli! —Hizo un puchero. —Hace tiempo que no nos hemos visto… te extraño.

Reí abrazándola. Había veces que se ponía muy sentimental, y eso considerando que apenas nos vimos anteayer.

—Bella, calma a tu perro. —Dijo Sue. Tommy había comenzado a ladrarle a Edward, al igual que hacía en las pocas veces que se había acercado a la casa. Tommy se ponía muy agresivo y se lanzaba a tratar de morderle y le ladraba sin cesar, como advirtiéndole algo.

—Tommy, basta. —Alcé la voz y el corrió en dirección hacia mí y saltó en mi regazo, lamiéndome la mejilla. —Basta. —Reí, por las cosquillas que me hacía.

— ¿Ese es el perro, del que Charlie había dicho "Solo por hoy"? —Preguntó Esme, imitando la voz de mi padre. — Ya está más grande y se ve muy lindo.

—Sí, acepto que me quedara con él. —Dije contenta, mientras abrazaba a mi perrito, que había comenzado a ladrarle de nuevo a Edward. —Lo siento. —Me disculpé, sin mirarlo.

—No importa. —En ese momento lo ví a la cara y vislumbre su sonrisa ladeada, esa con la que lograba que se les cayeran las bragas a cien mil mujeres. —Hola, Bella.

Carraspeé, incomoda. —Hola, Edward.

Al parecer, a Tommy no le gusta su presencia, porque se lanzó a atacarle de nuevo.

— ¡Tommy! —Gritó Jake, bajándose de su moto y el perrito corrió hacia él, saltándole a los brazos para que lo acariciara. Jakob lo cogió y se sentó a mi lado; escuché que le murmuraba "Buen chico" ganándose un manotazo de mi parte y la risa de unos cuantos presentes, el solo rio y me beso en la mejilla haciendo que sonrojara.

—Bella. —Edward habló. —Hablé con los abogados hace un momento y me dijeron que los papeles para el divorcio ya están listos. ¿Te parece bien si vamos el lunes a firmarlos?

Carraspeé de nuevo, tragándome mis lágrimas. —Claro, sólo dame la dirección y yo llego.

—Ya se la dí a Sue.

—Yo te llevaré, cariño. —Dijo Jake, abrazándome. Le sonreí, él sabía que este proceso era duro para mí y quería estar ahí, apoyándome, hasta el momento solo escuchaba consejos de su parte y no un "te lo dije".

Nos quedamos afuera, ya que había buen clima. Mientras tanto, me puse a conversar con Ali sobre cosas triviales, Emm y Jake sacaron un balón de futbol, de no sé dónde y se pusieron a jugar, Sue y Esme se enfrascaron en su conversación sobre la fiesta y Edward... bueno, quería dejar de pensar en él, así que hice como si no estuviera ahí.

— ¿Ya fuiste por los resultados? —Pregunto Alice, curiosa.

—Carlisle los iba a recoger, —comentó Esme. —Pero le dijeron, que ya habían sido retirados.

—Este... sí. —Dije, nerviosa —ya los tengo.

— ¿Y qué es lo que tienes?

—No lo sé. —Me encogí de hombros. —Todavía no los he visto, no sé dónde están; tengo que buscarlos. —Mentí.

Jake me miraba con ojos entrecerrados, el me conocía muy bien y sabía que estaba mintiendo, yo solo le sonreí inocentemente.

—Carlisle quiere que le lleves los resultados, quiere revisarlos. —Dijo Ali. —Charlie ya viene. —Chilló, emocionada.

¿Mi padre a esta hora? Era muy temprano, últimamente estaban pasando cosas extrañas. La patrulla de Charlie se asomó por la esquina y tardó sólo unos cuantos minutos en estacionarse, para salir del carro, demasiado sonriente.

—Te tiene una sorpresa. —Susurró Ali, en mi dirección.

Se dirigió a la puerta de copiloto y vi salir la cabellera rubia de mi madre y su cara arrugada por los años, sonriente. Lo único que pude hacer fue correr hacia ella y abrazarla como si llevara siglos sin verla y sentí como sus lágrimas mojaban mi hombro.

—Mi niña… —Susurró, con la voz ahogada por el llanto.

—Mamá, —Reí, nerviosa. —no llores.

Cogió mi cara entre sus manos y besó mi frente y mis mejillas. —Te extrañé mucho.

—Yo igual, mamá. —Limpié sus lágrimas, cuidadosamente.

—Hola, Bella. —Saludó Phil.

—Hola, Phil. —Lo abracé, se sorprendió ante mi acto de cariño, ya que usualmente no era así, pero igualmente me devolvió el abrazo con mucho cariño.

Esme, Ali y los chicos, se acercaron a saludarlos de igual manera.

El cuarto de Seth iba a ser utilizarlo por mi madre y Phil durante su estadía en la casa, así que estábamos arreglando un poco para que se viera más presentable. Esme estaba encantada con la llegada de mi madre... ellas se llevaban muy bien. Cuando mi madre saludó a Edward, pensé que iba a pegarle, ya que ella es muy impulsiva, pero no lo hizo. En vez de eso, lo abrazó y le dijo lo mismo que Sue me había dicho a mi "La cosas pasan por algo" pero mi padre le dijo algo, que por su cara, supe que había sido una amenaza.

—Hija, dime ¿Cómo estás? —Preguntó mi madre, sentándose a mi lado en la cama.

—Bien, mamá. —Entrecerró los ojos, evaluándome con la mirada. —Es en serio. —Reí. — Estuve un poco enferma, pero ya se me paso.

—Y claro, tú nunca me dices nada. —Dijo exasperada, levantándose, pero se dobló y siseó. Se sobó, un poco más abajo del ombligo, a la altura del útero.

— ¡Mamá! ¿Estás bien? —La cogí por los brazos, para sentarla de nuevo y evitar que se cayera.

—Renee… —También se acercó Esme, preocupada.

—Estoy bien, solo son cólicos. Bella, ¿Tienes una de esas pastillas?

—Déjame ver. —Me dirigí al baño a buscarlas; a mi madre y a mí cada vez que teníamos la regla, nos daban fuertes cólicos, pero teníamos unas pastillas con las que se nos pasaba en dolor un poco.

Busqué y rebusque por todos lados en el baño, no estaban. Eso sí que era raro ya que siempre los dejaba en la gaveta de los medicamentos.

— ¡Mamá! —Grité. —No las tengo, creo que no he comprado desde la última vez.

—Bella… —se acercó a mí, lentamente. —Llevas casi un mes aquí y no has comprado las pastillas, ¿Acaso ya no te duele?

¡¿Un mes?! No puede ser posible… se me hacía tan lejana la última vez que tuve la regla; traté de pensar en la última ocasión, solo recordaba que me habían dado dolores tan fuertes que hasta Edward se había preocupado, pero eso fue antes de la boda, no podía ser posible, tal vez… no me acuerdo.

—Si mamá, lo que sucede es que ya me las acabé. —Mentí. —Si quieres, te voy a comprar unas…

—No mi vida, tranquila. —Sonrió, un poco tensa. —Ya se me pasó.

— ¿Segura? —Preguntó Esme, mi mama asintió, terminando de arreglar sus cosas, como si nada hubiera pasado.

Yo tomé mi celular, para revisar el calendario. Siempre anotaba ahí los días en los que me tocaba la regla, y definitivamente, no me había bajado en mes y medio. La última vez fue diecisiete días antes de la boda. Mi periodo siempre ha sido irregular, pero no tanto como para que se retrasara así, tal vez era todo el estrés del... divorcio y por todo lo que paso; había escuchado que el estrés podría causar estos efectos.

— ¿Estas preocupada por algo, Bella? —La voz de Esme me hizo sobresaltar, estaba detrás de mí, ¿Había visto mi celular?

—No. —Sonreí, nerviosa. —Solo me preocupó un poco la reacción de mi mamá.

Entrecerró los ojos, no me creía. Yo le sonreí como si no pasara nada, pero era consciente que tenía que abrir ese sobre, para ver qué era lo que pasaba conmigo.

Los Cullen ya se habían ido, Sue y yo hicimos parrillada, yo me comí un pedazo de carne a medio cocinar, tan jugoso que hasta se me hacía agua la boca, con un poco de papas fritas y, aunque también había ensalada, solo me concentre en comer mi carne y un poco de papas.

—Bella. —Llamó mi mamá. —Te comes la ensalada, estas un poco subidita de peso, así que será mejor que te comas la ensalada.

Mire la ensalada y mi estómago se revolvió automáticamente, definitivamente no iba a poder comerla sin que la vomitara.

—No me importa la cara de asco que pones, te la comes. —Me regañó.

—Renee, —habló Jake, sonriéndole conciliador. —no la obligues. Ya después hará dieta, te lo prometo.

—Mi amor… —Phil la abrazó por los hombros, tratando de hacerla cambiar de opinión.

— ¡No! —Exclamó, molesta por las intervenciones. —Te comerás la ensalada y punto.

Tenía el ceño fruncido, sus ojos destilaban fuego. Cuando Renee Dwyer se ponía así, era mejor hacerle caso. Pinché la lechuga con el tenedor y me la llevé a la boca, junto con un crouton, y los mastiqué lo más rápido que pude para tragármelos y terminar con esto lo más pronto posible. Me llevé la cuarta lechuga a la boca, y tuve que correr al baño, ya no podía seguir comiendo.

— ¡Bella! hija, ¿Estas bien? —Preguntó mi madre, corriendo detrás de mí.

—Ss... sssii... —Traté de decir, pero tuve que vomitar de nuevo.

—Mi niña, perdóname. —Me abrazó mi madre, llorando. —No quería que te pasara esto…

—Mamá, no importa. —La abracé. —Estoy bien.

— ¿Segura, mi amor? —Preguntó, preocupada. — ¿Ya fuiste al médico?

—Si mamá, no tengo nada.

Después de convencerla de que "no tenía nada" me dejó salir del baño. Cepillé mis dientes y cuando bajé, me senté en el sofá con Tommy en mi regazo, como era costumbre.

Luego de ver demasiada televisión, decidí irme a mi cama. Jake no estaría conmigo ya que tenía reunión con Sam. De nuevo.

Ese bendito sobre guardado en el cajón de mi mesita de noche no me dejaba dormir, me tenía demasiado preocupada. No me había bajado la regla, no podía comer muchas cosas. Me senté en la cama, mientras abría el cajón y saque el sobre, lo abrí y salió un papel con dos números,

el de Katherine y el de Sam, y el otro papel era el que contenía los resultados... la mayoría de las cosas no las entendía completamente, eran puros números y palabras raras.

Iba casi al final de la hoja, donde había un poco más de letras y comprendía un poco más también, pero me sobresalto un ruido de sartenes cayéndose en la cocina. Subí despacio las escaleras, temerosa de que fuera algún ladrón o algo. Prendí la luz y vi a Tommy metido en el lavabo de la cocina, mojado con mi celular en su trompa, totalmente destrozado.

— ¡Tommy! —Chillé, viendo mi celular partido en pequeños pedazos, con las teclas afuera, la pantalla mordisqueada, y la memoria tirada en el suelo. —Perro malo. —Le regañé, él se bajó del lavabo y se sentó en el suelo mirándome, chillando… se veía tan arrepentido que se me encogió el corazón. — ¿Cómo quieres que te regañe, si me miras así? —Me agaché a cargarlo y sentí como algo se movió en mi interior. Me levante rápidamente, asustada ¿Qué demonios fue eso?

— ¿Bella? —Jake apareció detrás de mí, sobresaltándome. — ¿Estas bien? Estas más blanca que un fantasma…

—Sí, estoy perfecta. —Le sonreí a medias, pero como siempre, no me creyó.

— ¿No me vas a decir, verdad?

— ¿Qué cosa?

—Bella… —Suspiró. —Confía en mí, por favor.

—Yo confió en ti...

—No, —Me cortó, bastante serio. —no lo haces. Si lo hicieras, me hubieras dicho porque hubo un vampiro aquí el otro día, o que es lo que tienes… o porque estas tan nerviosa y porque estas llorando en este momento.

Mis lágrimas caían a montones, solo sabía que estaba asustada, me sentía muy asustada. No sabía que era lo que me pasaba, no sabía nada… ni siquiera porque lloraba. Me abrazó y yo sólo lloré más fuerte.

—Tengo un retraso de un mes… siento como algo se mueve dentro de mí. No puedo comer bien, me mareo constantemente, no sé qué es lo que me pasa. —Me encogí de hombros.

Me miró, con el ceño fruncido. —Eso es muy raro, ¿Ya hablaste con Carlisle de esto?

Negué con la cabeza.

— ¿Y lo del vampiro?

—Eran dos… bueno, no sé. —Sorbí mi nariz. —Fue todo muy raro, ellos vinieron a ofrecerme su ayuda y a entregarme el sobre con los resultados.

— ¿Y por qué no me hablaste de ello?

—Porque estoy asustada, no sé que tengo, no sé qué me pasa y no quiero hablar con Carlisle.

—Sera mejor que llamemos a esos vampiros. —Frunció el ceño. Él ha de saber qué te pasa, si no fuese así, no creo que hubiera considerado ofrecerte su ayuda.

— ¿Tú crees? —Cuestioné, dudosa.

Pensó por un momento, antes de darme una respuesta. —Por supuesto. Todo por ti. —Me dió un beso en la mejilla. —Vamos a dormir.

—Adelántate, yo trataré de recuperar algo de mi celular.

Tommy había ido tras Jake, por lo que yo comencé a ordenar todo el desastre de la cocina, cogí los restos de mi teléfono y los tiré, nada servía… todo estaba mordisqueado y babeado, tendría que comprarme uno nuevo.

Regresando a mi habitación, noté que estaba todo muy callado, aunque la luz de mi cuarto seguía prendida. Cuando entre, Jake estaba al pie de la cama, de espaldas a mi.

—Jake, ¿Qué sucede?

No respondió.

— ¿Qué pasa? —Dije, más preocupada.

Tampoco contestó.

— ¡Jake! —Chillé, histéricamente. —Me estas asustando.

—Míralo por ti misma. —Me tendió el papel que tenía en su mano,

Leí la parte que me había faltado y realmente no lo podía creer, era algo imposible. Realmente increíble, pero dentro de mí, algo se volvió a mover, y ese algo me decía que era cierto, que toda esta situación era real.


Capitulo Beteado por Lupta Carrasco de Betas FFTH... 

Aqui les dejo otro capitulo! Disfrutenlo :) 

Capítulo 8: Desahogo Capítulo 10: Celos

 
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