Danza de pasiones

Autor: veronikice
Género: + 18
Fecha Creación: 25/04/2011
Fecha Actualización: 19/11/2011
Finalizado: SI
Votos: 20
Comentarios: 69
Visitas: 45487
Capítulos: 25

HISTORIA FINALIZADA

Tres mujeres, una camino insierto. Una herencia, una verdad revelada, una gran cambio.

Tres hombres, una fortuna, puja de poder y nuevos competidores amenazando su empresa.

Todos unidos por la pasión, la ambición el peligro y el amor en la fría y lejana Alaska.

Niñas aqui les dejo mi nueva historia ojala les guste y me ayuden con los votitos pero mas que nada con sus comentarios que son los que alimentan el alma de todas las que escribimos. Bueno sin mas que decir una abrazo grande a todas. Verooo

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Capítulo 10: 10- Encuentros (Parte 2)

 Aqui un nuevo capítulo. Simplemente gracias a todas. Una dato mas en este capi hay lemmooooonssssss por favor menores de 18 abtenerse.

 

 

 

 

                                                 10- Encuentro (Parte 2)



Bella

Abrí la puerta mientras continuabamos besándonos lo tomé del cuello de su chaqueta empujándolo hacia adentro sus manos acariciaban mi espalda con su pierna Edward empujó la puerta para cerrarla nada nos distría en ese momento éramos el uno para el otro. Nunca había sentido una necesidad tan abrumante como la  que sentía en estos momentos me despojé de mis tabúes y comencá a luchar para sacarle la chaqueta, esta se deslizó por sus brazos, ahora luchaba con los botones de la camisa casi los arranque para poder llegar a su pecho firme y musculoso mi boca bajo de su boca a su cuello y de allí a su pecho  Lo dibujé con la punta de mi lengua, cuando bajaba hacia su abdómen un ahogado suspiro salió de su boca.
- Bella - Su voz sonó ronca, me despegué de el sin ganas pero mis ojos se clavaron en los suyos su cara estaba tensa.
- ¿Bella estas segura de esto? No quiero que luego....
...Lo silencié con un beso.
 No. No estaba segura de que resultaría pero por primera vez en mi vida me sentía libre, dejándome llevar. Ya habría tiempo para los arrepentimientos si es que los había.
Fue suficiente que lo alentara con ese beso para que las dudas que él albergaba se esfumaran. A partir de ese momento sus besos  se volvieron más urgentes. Hábilmente me despojó de mis ropas, dejando mi cuerpo en total desnudez lo empujé hacia el sillón de la sala.
- Bella -no sabes cuanto deseaba esto desde el día que te conocí en Alaska-  Estaba nervioso hablaba demás
- Lo escuche pero no estaba en condiciones de responder.
Su boca se poso en mis desnudos pechos jugueteo con ellos, mi cuerpo enloquecía bajo sus caricias su boca descendió hasta el centro mismo de mi ser dejando un halo ardiente a su paso, mis piernas se abrieron para sentir su intromisión.
Al sentirlo allí mi cuerpo deliró, disfrute de la exploración de sus labios, de sus manos Dios mio ... Edward  mi cuerpo se arqueba bajo su tacto enloquecido de placer. Mi cabeza daba vueltas como si estubiera bajo los efectos de alguna  droga las sensaciones eran de extasis total.
- Muy lejos escuche que la increíble voz de Edward. Quería algo, si que lo mirase, mmm ...¿Lograría hacerlo?
 
Note como el cuerpo de Bella se apretaba contra el mio  no podía dejar de besarla de acariciarla mientras me deleitaba explorándola era como un sediento que encuentra un oasis todo su cuerpo me invitaba a saborearlo a beberlo ¿Cuanto podré aguantar? pero esa pregunta se desvaneció cuando ella llegó al punto máximo de placer arrastrándome a un torbellino de sentimientos no podía esperar más para hacerla mía. La deseaba en cuerpo y alma, la deaba como nunca imagine que desearía a alguien.  Me coloqué entre sus piernas. -Bella, mírame-
-Bella- ella me enfoco con sus bellísimos ojos borrachos de ardor, no estaba del todo convencido si me veía pero no me preocupo. Me sentí muy bien al saber que era yo quien provocaba ese estado.
-Me introduje en ella y la sensación fue como una danza irreal de pasiones.
-Ella me abrazó con sus piernas mis caderas, me hundí más en ella y fue suficiente como para que me olvidara de mi propia existencia en el mundo. Eramos uno. Podía sentir los pequeños espasmos de placer de su cuerpo, nuestros movimientos fueron cada vez mas apresurados una fina capa de sudor nos envolvía y cuando pensé que no podía ser mas perfecto sentí como su cuerpo se tensó envolviéndome con todo su calor. Ella soltó un susurro de sus labios diciendo mi nombre.
Volví a hundirme en ella para experimentar el mas simple y puro placer haciendo que su nombre brotara de mis labios sellando nuestro encuentro.
Nos quedamos tendidos uno al lado del otro hasta que nuestras respiraciones fueron mas calmas.
 Sus mejillas estaban teñidas con un rosa pálido como muestra de la pasión que nos devoró solo unos momentos atrás, su piel lucía un blanco satinado por el sudor que la cubría haciendo que mi cuerpo se encienda  otra vez ante su desnudez ella era realmente un demonio para mí  lo supe desde que la ví por primera vez ahora sabía que a partir de este momento nada ni nada me alejaría de ella.
Ella era mi perdición o mi salvación. ¿O las dos cosas?

 Con mi corazón todavía no calmo del todo miré al hombre a mi lado parecía pensativo. Mi mano se movió para tocar el cabello de Edward lucía mas despeinado que de costumbre pero claro si acavaba de enredar mis dedos en el una y otra vez mientras me perdí en sus caricias, sentí como se teñían mis mejillas al pensar en lo que habiámos hecho solo hacía un momento.  No me sentía avergonzada, si no feliz como nunca antes, no había experimentado el deseo y el placer como con Edward. Pero ahora tenía miedo no sabía que esperar.
Lo abracé disfrutaría del momento sin pensar en nada.
Nos quedamos en silencio no había mucho que decir las palabras sobraban en estos momentos era tiempo de caricias. Nos quedamos dormidos disfrutando de nuestra calidez.

Desperté con Bella entre mis brazos una sonrisa se dibujó en mi cara. Quiero despertar siempre así con ella a mi lado pensé, acaricié su espalda desnuda.  Con un movimiento muy suave retiré un cabello que cubría parte de su rostro, no me dejaba contemplar por completo su belleza. Una sonrisa se cruzó en sus labios.
 le susurré al oído
-Ya es muy tarde debo irme no falta mucho para que amanesca-  ella giró para quedar de frente a mí
-Si entiendo-  Feliz me dio un beso
- El cual respondí gustoso tanto que mis manos volaron a su intimidad mis dedos se hicieron dueños  traviesos de ella acariciando cada rincón. Su cuerpo reaccionó ante mis caricias. Su mano tomó mi hombro apretándolo tratando de aguantar sin perder el control. Su boca que estaba cerca de mi dejaba escapar pequeños jadeos, sin darse cuenta se acercó mas sus pechos rozaron el mío haciendo que  mi control se fuera al demonio.
Se despegó de mi unos segundos pero su mano fue acariciando mi brazo hasta llegar a mi cadera y luego hasta la parte mas sensible de mí, me acarició con un movimiento suave pero insistente.
Mierda el que jadeaba ahora era yo.
- Bella por favor si sigues esos movimientos estoy perdido-
-Una sonrisa maliciosa surgió en ella.
Debía hacer algo para safarme de sus caricias o no aguantaría mucho mas. La giré hasta que ella quedó de espaldas a mi ella tiro sus caderas hacia atrás quedando casi pegados. Mis dedos fueron hacia su erguidos pechos mientras yo besaba sus hombros subí hacia su cuello mordiendo el lóbulo de su oreja. Un escalofrío recorrió su cuerpo.
- Por favor Edward quiero sentirte  dentro de mí, no puedo mas- su voz sono  entrecortada
Mi mano bajo hasta su pierna que acaricié mientras la elevé unos centímetros me ubiqué en su entrada y me deslizé en un solo movimiento en ella mi nombre volvio a surgir de entre sus labios. Me gustaba demasiado como sonaba.
Ya no pude detenerme, mis movimientos fueron urgentes, seguidos.
Su calidez me embargaba note como ella se tensaba a mi alrededor me hundí una y otra vez esta vez con mas fuerza un pequeño grito ahogado brotó de su garganta mientras yo llegaba junto con ella al máximo de pasión.
Nuestras manos entrelazadas entre si no se desunieron hasta que logramos hablar nuevamente.
- Bella no tengos palabras.  Esto ha sido maravilloso.
- ¿Lo fue verdad ? pregunto ella creo que no se daba cuenta lo que me afectaba, lo que significaba para mí.
- No se como podré disimular frente  a los demás soy una pésima mentirosa. Tenerte cerca será un caos.
-¿Por que disimular entonces? Mostremonos juntos nada deseo más que todo el mundo sepa que eres mía-
 La sorpresa de su cara y sus ojos asustados hicieron que mi alegría se esfumara.
¿Ella no pensaba como yo, ella no quería que nadie supiera lo nuestro? Ese pensamiento me hirió.
 Al instante recordé la primera vez que la vi allí ella estaba abrazada con Jacob Black. ¡Claro!! pero que idiota fui ella no estaba sola ella era la novia de Jacob.
Ella solo se tiró una cana hoy yo en verdad no le importaba solo le parecí atractivo o era el único del lugar que no era amigo de Black nunca imaginé así a Isabella. Pero claro tampoco pensé que Karla era una desquicida. Cullen otro error en tu vida y van...
Tomé mi ropa me la puse lo mas rápido posible mientras Isabella me miraba casi boquiabierta. Le agradecí el rato juntos y me marche. No aguantaba estar cerca de ella, ¿Como puede ser que me hayan engañado otra vez? Realmente yo tenía un problema serio en cuestion de mujeres.
La desesperanza me invadía pero algo mas profundo dolía en mi interior el haberme convencido que ella era distinta no quería hacerlo ni remotamente pero mi garganta dolía mucho por tragarme las lágrimas que no pensaba derramar.

La sorpresa de la ida de Edward todavía me tenía atontada, no logré explicarle nada no me dejo hablar solo se vistió y se fue sin decir nada.  O algo parecido agradeció sacástico el momento que pasamos juntos y alli si se fue.
Seguro que mi estupida afirmación de disimular ante los demás lo golpeó, pude notarlo en su rostro no estaba loca. Su cara se transfiguró cuando le dije que no sabía como haría.
Pero fue lo único que se me ocurrió tenía miedo de ser solo una noche de diversión para él. Mi falta de experiencia y de seguridad se había cobrado, arruinando el mejor día de mi vida.
Pues bien el pensaba mostrarse conmigo, una tonta sonrisa brotó de mis labios al darme cuenta que le interesaba de verdad. Claro antes que tu tonta niña juegues a la mujer fatal y digas que no pensabas dejarte ver con él. - Me respondí mentalmente-
Comencé a llamarlo a su móvil, por supuesto no atendió pero al cabo de unos minutos directamente lo apagó lo supe por el tonto mensaje. Ya casi fue imposible conciliar el sueño esa noche pensé una y mil maneras de como encarar a Edward y ninguna me parecio válida sería mejor que tome una ducha caliente quizás ayude una vez que salí me coloqué mi salida de baño me tiré sobre el sofá con un cafe bien caliente no se como ni cuando me en un momento me dormí lo supe por que fue mi buscador el que me despertó lo miré debía irme otro ataque.

Esta vez era muy cerca de casa. No tarde ni diez minutos en llegar esto me ponía nerviosa, tanto como enfrentarme a Cullen. La víctima era mas jóven que las anteriores y la saña de ese idiota ya transpasaba los límites me di cuenta que Edward miraba a veces muy disimuladamente hasta donde me encontraba pero nunca logré mantener un contacto visual con él. Era una pena por que si me habría dicho que gritara en ese lugar que estaba loca por él lo haría aunque no venga mucho al caso.
Me alejé hasta mi coche no necesitaba ver tanta maldad sobre una niña. Cuando me acerqué mi corazón se desbocó sobre el capot de la camioneta había una rosa negra con una nota. Todo mi instinto se disparó en ese momento saqué mi arma ¿Donde estas? Da la cara maldito ¿Donde estas?  en realidad estaba gritando pero no lo sabía en ese momento.
Un crujido a mi costado me hizo girar hacia la izquierda pero antes que terminara de girar alcancé con el rabillo del ojo otro movimiento.  ¡Ya esta! Demasiado tarde había girado a la izquierda un disparo salió de mi arma.
Unos brazos me sujetaron fuertes por detrás.  No me atraparía no al menos sin defenderme golpee fuerte con mi codo hacia atrás, como lo hacía en las clases de entrenamiento el agarre se descomprimió al instante.
- ¡Bella! ¡Bella!
- La voz de Cullen me gritaba - ¿El me había sujetado?
- ¡¿Que haces? pude haberte disparado! 
- El pudo haberte atrapado. ¡Otra vez! -No puedes seguir haciendo esto, no permitiré que arriesgues así tu vida Bella. ¿Lo entendiste? -
- ¿Que tú no que?? ¡Estas loco!  ¿Crees que tu decidirás por mí lo que puedo hacer y lo que no? - Ja ja si así lo crees Cullen.
- Si lo creo- contesto desafiante.
Iba a decir algo cuando la voz de Billy seguida por la del jefe de Cullen que lo llamaba nos interrumpieron.
Mi cara creo que llegó hasta el tono borravino todos nos miraban estupefactos. Claro terminabamos de darles un buen espectáculo.
- Detective Swan- Espetó Billy
- En cuanto lleguemos a mi oficina. ¡De inmediato! ¿Oyo?
- Estaba en serios problemas Billy solo me llamaba por mi apellido cuando había superado ampliamente sus niveles de enojo- Asentí sin decir nada me subí al coche.












Capítulo 9: 9- Encuentros Capítulo 11: 11- Problemas y más problemas.

 
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