-"El Conde Montelpuciano"- (Secuela De Un Amor En 1920)

Autor: vaneian08
Género: Drama
Fecha Creación: 11/09/2010
Fecha Actualización: 12/01/2011
Finalizado: SI
Votos: 20
Comentarios: 57
Visitas: 52246
Capítulos: 26

¿Que sucedio con la vida de Bella despues de la muerte de Edward? ¿Edward muerto? ¿Que sucedera cuando el nuevo conde llegue a poner orden al pueblo y a la vida y familia de Bella?. Secuela de un amor en 1920

Autora; LOkiicita Cullen.

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Capítulo 10: -"Revelaciones"-

Debía relajarme o toda la famosa fachada que quería imponer Edward se iría por el retrete, pero con la sola idea de verlo con alguien tan arrastrada como Jane provocaba que me hirviera la sangre, mientras acomodaba mi cabello en un casual peinado me observaba por el espejo y vaya que mi semblante se veía enojado.

-¿Lista?- escuche de pronto preguntar a Alec desde el marco de la puerta, suspire internamente para calmarme y lo mire con mi mejor sonrisa de "esposa" si lo recordaba, ese era un excelente termino que me gustaría utilizar dese ahora, el saber que mi verdadero esposo seguía siendo Edward era algo que me gustaría gritarlo a los cuatro vientos, pero debía hacerlo como él, todo a su debido tiempo.

-Claro- le dije y él se acerco para tenderme su mano y ayudarme a levantarme, juntos pasamos a la habitación de Anne que estaba con su hermano ya que ambos querían por esta noche dormir juntos -Cuida de tu hermana ¿bueno?- le dije a Charlie, a él le gustaba toda clase de misiones que tuviesen una dificultad "elevada" y el hacer dormir a Anne –excepto yo claro- era realmente un reto, a él le gustaba que se le encomendara aquello ¿Cuál era su técnica? Jugaban hasta más no poder y así ambos caían rendidos a los brazos de Morfeo.

-Si mi capitán- y me hizo un saludo militar, le sonreí llena de dicha y amor, era increíble como crecían los hijos, todos aquellos miedos que aparecen en el mismo instante que ves sus ojos por primera vez y piensas en todos los males que existen en este mundo y sientes esa necesidad imperiosa de hacer un mundo mejor para ellos. Así fue que los bese y salí de la habitación dejando a dos revoltosos niños con sus cabecitas llenas de las "mejores" ideas para jugar.

-Otro hijo sería realmente genial- me tensé cuando Alec dijo aquello, íbamos escaleras abajo él rodeando mi cintura cuando se le ocurre sacar aquel tema –No te quiero presionar Bella, lo sabes, pero quiero que lo consideres como una nueva oportunidad para ambos- lo mire a los ojos para recriminarle lo que había pasado la última vez, pero me quede con las palabras atoradas cuando sus ojos reflejaban miedo, esperanza pero sobre todo amor.

-Buenas noches- nuestra conexión se perdió cuando escuche la voz de Edward, lo mire instantáneamente y él me sonrío abiertamente –Tengo que decir que luce realmente hermosa Isabella- por el rabillo del ojo podía ver que Alec seguía mirándome lo que me hacia ponerme nerviosa, Edward aprovecho ese momento para guiñarme un ojo a modo juguetón.

-Entonces ¿Dónde iremos?- pregunto Alec saliendo de su ensimismamiento.

-Es un lugar realmente hermoso a las afueras de la ciudad, he traído mi coche para que no se preocupen del trayecto- le comento Edward.

-¡Anthony querido!- lo que me faltaba, otra vieja arrastrada.

-Dídima que gusto de verla, cada día luce más hermosa- le dijo él cortésmente mientras besaba su mano, tuve que desviar la mirada para no comenzar a sufrir de arcadas.

-Y tú estás realmente guapo- ¿Cómo podía ser tan descarada? -¿Dónde van?- que por favor no se le ocurra invitarse sola, suficiente tendré con Jane.

-Es una cena de negocios madre- le dijo Alec, algo andaba mal entre ellos dos, Alec nunca había sido tan cortante con su madre –Antes de irnos ¿me permites unos minutos?- ella acepto y ambos salieron hacia el despacho de Alec disculpándose por dejaros a solas unos minutos.

-¿Qué se traerán esos dos?- susurre bajito mientras los veía perderse por el pasillo, de pronto sentí dos fuertes manos alrededor de mi cintura, su toque era lejos el mejor cálmate o medicina para olvidar.

-Estás hermosa mi princesa- me dijo mirándome a los ojos, esos hermosos ojos verdemar que cada vez que se unían a los míos brillaban de una manera única.

-¿Aún piensas ir con Jane?- le pregunte como si no fuera de gran importancia, pero tengo que decir que utilice toda mi fuerza para no sonar resentida o celosa.

-Bella confía en mi, mi corazón solo le pertenece a una mujer, que casualmente esta frente a mi- le sonreí como una tonta por sus palabras –Todo lo que veas hoy entre ella y yo no es más que parte de mi plan, es necesario estar cada vez más cerca de la familia y con Jane se me presenta una oportunidad única- asentí comprensivamente, yo sabia que todo esto era parte de su plan pero Dios sabe que se me hace realmente difícil el pensar verlo con otra mujer y verlo es aún peor.

-¿Jacob estará ahí?- le pregunte dudosa, él asintió con una sonrisa arrogante -¿Él sabe…él sabe? Bueno que tú eres tú- le pregunte.

-Él sabe que soy Edward, digamos que tenemos una sociedad por motivos similares- iba a preguntarle aquellas razones cuando escuchamos la puerta del fondo abrirse lo que nos indicaba que Alec y Dídima venían hacia nosotros –Otra cosa, pase lo que pase esta noche, confía en mi y acepta todo lo que diga, necesito que Alec vea que realmente te entusiasma cierta idea que tengo- besó mis labios rápidamente y se alejo lo suficiente para hacernos ver casuales.

-¿Todo bien?- pregunto Alec llegando solo y quedando a mi lado, yo quede en la nube con aquel pequeño pero significativo beso.

-Tu mujer tiene ideas realmente buenas- dijo de pronto Edward, Alec y yo lo observamos con la duda marcada en el rostro –Le estaba preguntando a Isabella que le parecía el negocio de los viñedos y ella tiene ideas muy buenas- intente componer mi rostro cuando Alec me observo meticulosamente.

-Nunca me habías dicho algo al respecto- mire a Edward algo molesta por haber dicho aquello sin informarme, ahora tendría que arreglármelas sola, con lo mala que soy para mentir.

-Nunca me lo habías preguntado directamente, además fue una tontera- dije despreocupadamente pero fulminando a Edward con la mirada.

-¡Que va! Esta noche hablaremos de ello y te darás cuenta de lo que digo Alec- no te excedas, no te excedas, dije para mis adentros mirándolo para que dejara el tema ¿Qué se supone que diría llegado el momento?

-Los negocios son los negocios Anthony, nunca se mezclan con las mujeres- ahora fue el turno de fulminar con la mirada a Alec por su comentario -¿Qué, te interesa?- pregunto contrariado.

-No seria malo conocer lo que hace mi marido- le dije seria, Alec se hecho a reír pero al ver que no cambiaba mi semblante se detuvo.

-Será mejor que nos vayamos, debo pasar aún por Jane- dijo Edward, bufe molesta pero al menos pareció que era por la reciente discusión con Alec en lugar de mis celos.

Pasamos a recoger a Jane, quien no dejaba de coquetear con Edward y decirle lo feliz que se sentía con todo lo que le estaba ocurriendo.

-¿Piensas decirnos de que va el asunto?- le pregunto Alec, quien iba sentado a mi lado y me tomaba de la mano para acariciarla con su pulgar, Jane miro a Edward quien le hizo un gesto negativo con la cabeza.

-En el restaurante te lo contaremos- aquella afirmación de que algo sucedía comenzó a preocuparme.

-¿Estará ese hombre?- pregunto ácidamente Alec, Edward lo miro despreocupadamente y asintió.

-¿Algún problema con él?- dijo como si nada.

-Digamos que es un asunto aún sin resolver- mis ojos se abrieron enormemente y lo mire preocupada, Alec intento relajarme con una sonrisa que más que calida me pareció siniestra, la primera vez que intento solucionar un asunto que se relacionaba conmigo, él opto por mandar al amor de mi vida al lugar más despreciable de la faz de la tierra, a su familia prácticamente exiliada de la ciudad escondiéndose por su seguridad y… y así más cosas que preferiría no pensar por que sino comenzaría a llorar.

-Espero no incomodarte Alec, pero Black es un muy buen inversionista con bastante dinero que podría ayudarnos en este negocio, digamos que él es algo inexperto y nuevo en este mundo- la sonrisa de Edward cambio a una fría y arrogante, lo que no me gustaba mucho por que se asemejaba tanto a esta familia que asustaba, Alec le sonrío entendiendo el punto de Edward.

Al llegar al restaurante el maître llego para atendernos y al ver reunidos a Edward con Alec sus ojos brillaron de inmediato pensando en la ostentosa comisión que recibiría por servirnos, rodee los ojos, esto era tan común ya que ni me moleste.

Así fue que nos llevo hasta nuestra mesa, no fue ni necesario que Edward le dijese que la mesa estaba reservada a su nombre, de hecho, pienso que si no hubiese tenido reservación igual nos daría la mejor mesa que tuviesen.

Al llegar a la mesa mi corazón dio un salto de felicidad al ver la espalda de mi amigo Jake, Edward toco su hombro y él de inmediato se levanto para saludar, al verme sus ojos se llenaron de la más tierna emoción y felicidad pero él estaba intentando guardar las apariencias y mantener su rostro lo más serio posible debido a Alec.

-Jacob un gusto de tenerte nuevamente- le saludo Edward, Alec simplemente le tendió su mano con el disgusto marcado en el rostro, Jane que parecía una completa adolescente colgada del brazo de mi Edward lo saludo con una leve mueca de disgusto, yo le tendí mi mano y en su apretón sentí todo aquel cariño que nos hubiese gustado entregarnos estos largos ocho años.

Edward y Alec ordenaron salmón ahumado y el mejor vino blanco, yo asentí cuando Alec supuso que ese seria también el platillo que me gustaría comer, ya estaba acostumbrada a que él decidiese por mí hasta en esas mínimas cosas.

Cuando Edward y Alec comenzaron a planear no se que cosas acerca de unas hectáreas perfectas para el viñedo, yo aproveche de fijar mi mirada en los pozos oscuros de de Jake, se veía algo triste y cansado, realmente algo andaba mal con mi amigo.

Lo único en lo que pensé fue que ahora como sabia que mi amigo estaba cerca, haría hasta lo imposible por poder reunirme con él y saber que a sido de su vida estos últimos años.

-¿Qué crees según tú, que seria lo mejor?- me pregunto Alec, lo miré algo asustada sin saber que decirle –Anthony dijo que tenias muy buenas ideas- mire a Edward afligida pidiéndole ayuda.

-Le estaba comentando a Alec la idea que me dijo hace un rato atrás, si las hectáreas de terreno en lugar de utilizarlas para la ganadería, la acondicionáramos para plantar uvas y crear así un viñedo y exportar vinos- dijo Edward con toda naturalidad –Isabella piensa que ese es un rubro aún sin explotar en este país- Alec quien observaba a Edward con suma atención, giro su rostro a mi.

-¿De verdad tú pensaste en eso?- preguntó entre escéptico y orgulloso, el gesto leve de Edward me dijo que debía asentir.

-Si, así es- dije con naturalidad pero rogando a que no comenzara a preguntar más, el tema no sonaba difícil pero tampoco estaba lo suficiente informada como para dar mi opinión.

-Con Jacob teníamos unas ideas similares acerca de explotar cierto terreno familiar que posee- el resto de la velada fue en torno a los negocios que los tres comenzarían a llevar, Alec aún se veía renuente a tener como socio a Jake, pero Edward realmente lo estaba manejando muy bien, tan bien que asustaba.

Su abuelo había hecho un muy buen trabajo, el poder de convencimiento, convicción y de manipulación que manejaba era poderoso.

-Bueno creo que si la idea prospera como lo pensamos ira todo bien, lo que si me gustaría saber es ¿como convenceremos a Stevenson de que nos venda sus terrenos contiguos al de Black?- pregunto Alec.

-Estuve pensando en ello de camino para acá- le dijo Edward –Verás, Stevenson ama a su mujer y él realmente hace todo lo que ella quiere, aunque lo niegue- Alec rió por el comentario de Edward, bufe por la testosterona que comenzaba a florar.

-Piensas que su mujer pueda interferir por nosotros- pregunto Jake con un horrible intento de parecer asombrado, pues al menos yo lo conocía y podría jurar que simplemente le estaba siguiendo el juego a Edward.

-La esposa de Stevenson es algo solitaria debido a su forma de ser tan esotérica, no tiene amigas por lo que había pensado en que quizás a Isabella le gustaría serlo y plantearle nuestra idea- la mirada de Edward fue intensa bajo esa fachada de seriedad, Alec mientras lo miraba negaba por lo dicho.

-No dejaría que una mujer así este cerca de mi mujer, podría llenarle la cabeza de idioteces- me gire a mirar a Alec enojada.

-Que poca confianza me tienes- le dije indignada –Veo que ni para algo tan simple como hacerme amiga de una mujer para conseguirte algo para tu beneficio es lo suficientemente fácil para mi- Edward me guiño el ojo alentándome a que continuara.

-Bella cariño no es eso, no me gustaría que una mujer así de rara intentara cambiarte- Alec tomo mi mano y la beso delicadamente mientras dejaba pequeñas caricias para calmarme.

-Nunca me darás el lugar que me corresponde- le dije resentida.

-No es eso Isabella, pero las mujeres poco entienden de negocios- lo mire petulante.

-Según lo que dice Anthony, comprendo muy bien lo que se necesita para conseguir un muy buen negocio- Edward asintió pero Alec no cambio su decisión, de un momento a otro tomo mi rostro entre sus manos y me besó quizás para intentar así apaciguarme, yo me quede congelada en mi lugar con los ojos abiertos y por el rabillo de uno de ellos podía ver como el semblante de Edward se contraía de dolor

-La próxima semana Stevenson piensa dar una fiesta para anunciar la llegada de un nuevo hijo a su familia-le informo Edward –Al menos podrías permitirle que asista a la fiesta- le aconsejó.

-La próxima semana se mi padre necesita de mi compañía para ir fuera del país por lo que no podría acompañarla- dijo apenado.

-Yo podría llevarla- mis ojos se ensancharon cuando Jake se ofreció ¿Qué estaba intentando hacer? ¿Quiere que lo maten por intentar acercarse a mí?

-Ni loco la dejaría a tu cuidado, si yo no puedo ir ella no ira y asunto arreglado- dijo tajante Alec tensando todos sus músculos y mostrando toda la frialdad de sus palabras en su rostro.

-Tranquilo amigo- le dijo Edward palmeando su brazo –Si no puedes ir, puedo ofrecerme ¿solo si gustas, claro?- mi corazón salto de emoción e inevitablemente sonreí al comprender las intensiones de Edward, siempre un paso más adelante.

-No se si sea correcto que Isabella este tanto tiempo lejos de casa, los niños la extrañaran- dijo Alec pensativo pero sin negarse a la proposición de Edward.

-Puede llevarlos, no hay problema- le ofreció Edward –Tengo una propiedad allá por lo que estarán cómodos y como en casa.

-¿Y la escuela?- le contra pregunto.

-Solo serán unos días Alec, tómalo como unas vacaciones para tu mujer por su abnegada labor de madre y para tus hijos para que salgan a conocer, sin compromisos, solo unos días de descanso- Alec no dijo nada más del asunto, yo mire a Edward borrando toda esperanza, Alec no cedería.

Luego de aquella platica a la que no se llego a nada, ellos continuaron con sus negocios y programando unas visitas al terreno de Jake, Jane por su parte cada vez que daba su opinión era como si no lo hubiese hecho, me hacia reír ante sus fallidos intentos de llamar la atención, pero lo consiguió y de que manera.

-¿Ya podemos decirles?- le susurro bajito a Edward pero lo suficientemente audible para el resto, Edward asintió he hizo venir al mesero para pedir Champagne para celebrar ¿celebrar que?

-¿Qué sucede?- Alec le pregunto a su prima quien comenzó a híper ventilar como una loca.

-Anthony y yo somos novios- le dijo con una sonrisa de suficiencia mientras que mi rostro decaía en uno completamente triste sin poder evitarlo, Jacob me miro a los ojos y negó con la cabeza solo para que yo pudiese percibirlo recuerda Bella es solo parte del plan- me repetí mentalmente.

Los felicitamos y brindamos deseándoles suerte, si claro. Alec le pidió unos minutos a su prima para felicitarla de modo personal y así los dos se levantaron a charlar en una habitación privada del lugar.

-¿Qué es todo esto?- le pregunte indignada.

-Tranquila Bella, que este tonto te ama como un loco- dijo Jacob con una sonrisa amable y divertida mientras Edward asentía sonriéndome amorosamente.

-¿y que, ahora son amigos?- pregunte confundida.

-Algo así- dijo Edward con la diversión plasmada en su rostro, él muy… estaba disfrutando con mi frustración de no saber nada.

-Nessie te manda sus saludos y dice que lo único que desea es verte- dijo de pronto Jake, lo mire asombrada y él asintió –Nos casamos hace ocho años y tenemos un pequeño de siete- le sonreí emocionada por lo que me contaba, mi amigo había conseguido hacer su vida, al menos alguien de los dos tuvo suerte todo este tiempo, pero de pronto sus ojos se oscurecieron y se llenaron de tristeza.

-¿Qué sucede?- le pregunté preocupada.

-Nada Bella- dijo él.

-¿Cómo que nada? Nessie y Seth tienen que esconderse al igual que mi familia por culpa de esos malditos Vulturis- rugió Edward sumamente enojado, yo mire a Jacob para saber si era verdad lo que me decía, pasados unos minutos el asintió derrotado.

-¿Cómo es posible?- dije llevando mis manos hacia mi pecho para intentar serenarme -¿Por qué nunca me lo dijiste?- le pregunte preocupada, necesitaba hacer algo por mi amigo.

-Alec y su familia no son personas con las que se pueda entrar en razón, intente acercarme Bella, pero entendí cuales eran las consecuencias- lo mire sin comprender –Mi padre fue asesinado- dijo con su voz rota y llena de dolor, inevitable e inmediatamente de mis ojos cayeron dos lagrimas al ver la tristeza de mi amigo, otra persona que caía por mi culpa a manos de los Vulturis.

-Lo lamento, yo… ¡Esto es todo mi culpa!- grite frustrada, varios pares de ojos se giraron para observarme mientras que Edward y Jacob intentaban tranquilizarme.

-Cariño nada de esto es tu culpa- me calmo Jake.

-Mi amor, ellos hicieron todo esto, tú simplemente te cruzaste en el camino de uno de los peores- su mano tomo la mía y le dio un apretón reconfortante.

-Necesito ayudarlos- les dije decidida –Necesito hacer algo por todos aquellos que pagaron injustamente- ambos se veían tristes por mi cambio, ya no seria una niñita espectadora, ya no seria la Bella que simplemente observaría como Edward tomaba su venganza, yo también tenia la mía propia, no solo por mi padre, la familia Cullen y la de Jacob, sino por mis hijos y la mía propia.

Cambie mi semblante a uno más altanero y orgulloso, ya no pensaría en Alec con misericordia, si él realmente estaba dispuesto a cambiar que lo hiciera por su alma, pues yo ya no lo podría perdonar.

-No quiero que estés metida en esto, tú vives con él por lo que no puedo protegerte como yo quisiera- me dijo Edward con sus ojos suplicantes.

-No necesitare que me cuides Edward, déjame ayudarte- y él retiro su mano rápidamente de la mía, odia sentir los pasos de Jane y Alec aproximarse a nosotros.

La famosa cena ya no tenía el mismo gusto que antes, no dejaba de pensar en lo recientemente conversado y mi cuerpo inevitablemente reaccionaba cuando Alec intentaba tocarme, evitándolo, cosa que no paso desapercibido para él.

Cuando Theo nos dejo en casa, quise irme inmediatamente a mi cuarto.

-¿Qué es lo que te sucede? De la nada te pusiste extraña- me recrimino Alec tomándome del brazo y haciéndome girar a él y haciéndome perder el equilibrio levemente ya que estaba en los últimos peldaños de la escalera para llegar al segundo piso.

-Nada- le dije sin mirarlo pues si lo hacia de seguro le recriminaría por todo lo que había hecho.

-¿Cómo que nada? Isabella me estoy cansando de tus jueguitos, e puesto lo mejor de mi parte para que estemos bien y te sientas a gusto a mi lado pero tus cambios no los logro comprender- me dijo alzándome la voz.

-Estoy cansada Alec- le dije intentando zafarme de su agarre pero él apretaba más fuerte impidiéndomelo -Me haces daño- le dije con un hilo de voz cuando su mano estaba cada vez más fuerte sobre mi muñeca.

-Puedes descargar tu furia esta noche bajo mi cuerpo- me asquee cuando comenzó a besar mi cuello ya pasar sus manos por mis pechos, el olor a alcohol que sentí era fuerte y repugnante lo que me indicaba que su actitud se debía a lo borracho que estaba, intente zafarme pero me era imposible, sus manos me tocaban fuerte y brutalmente

-¿Mami?- gimoteo la pequeña que observaba la escena unos pasos más allá, al aparecer Alec no había notado su presencia puesto que no me soltaba y yo solo podía concentrarme en la pequeña que se acerco a nosotros he intentaba sacarme de encima a su padre.

-Hija ve a tu cuarto- le ordene cuando vi que comenzaba a darle pequeños manotazos a su padre para que me soltara.

-¡Suéltala papi!- le grito tan fuerte que Alec la oyó, pero estaba tan ebrio que perdió el equilibrio empujando a Anne provocando que comenzara a rodar por las escaleras, un fuerte grito salio de mi garganta al ver a mi pequeña llegar hasta el último peldaño y corrí para auxiliarla, comencé a llorar cuando vi que su cabecita comenzaba a sangrar.

De inmediato apareció Alec a mi lado quien se veía consternado he intentaba sacar a Anne de mis brazos.

-¡Aléjate de ella!- le grite furiosa, en ese instante apareció Dídima acompañada de Marcus y Heidi, todos miraban la escena desconcertados y como caído del cielo la puerta principal sonó, Marcus abofeteo a Alec para que este reaccionara y le explicara lo sucedido mientras que Dídima gritaba para que alguien llamase a una ambulancia. Heidi fue en su bata a abrir la puerta y en ella apareció Edward.

-Estaba por irme cuando escuche unos gri…- me observo asustado y de inmediato estuvo a mi lado -¿Qué a sucedido?- yo no paraba de llorar por lo que no reaccione ante su pregunta –Debemos llevarla al hospital ahora mismo- solo asentí y deje que cargara a mi pequeña entre sus brazos y lo seguí al auto.

No me importo si alguien pensaba en acompañarnos, solo pensaba en que no fuese tarde y llegásemos cuando antes al hospital.

Theo al vernos salir se apresuro a abrirnos la puerta trasera, Edward no soltaba a mi pequeña mientras que yo a su lado sostenía su manita -¡Acelera!- le grito Edward a Theo y él así lo hizo, antes de perdernos por el camino vi a Alec con su mirada perdida correr hacia la salida seguido de sus padres y vernos marchar.

Al llegar al hospital de inmediato aparecieron unas enfermeras que se llevaron a Anne en una camilla y los doctores la siguieron hacia pabellón para revisarla.

-¿Qué sucedió?- me pregunto Edward preocupado abrazándome fuertemente mientras yo recibía su apoyo y consuelo quedándome recargada en su pecho.

-Alec estaba borracho y comenzó a sobrepasarse- le dije algo perturbada recordando lo ocurrido –Anne apareció e intento ayudarme, no lo se Alec al parecer perdió el equilibrio y no la vio entonces la empujo por las escaleras- mi voz se quebró debido a un fuerte llanto que no fui capaz de contener.

-Tranquila mi amor que ella estará bien- acaricio mi cabeza y beso mi frente repetidas veces. Los minutos se me hicieron insoportables, necesitaba saber como estaba y ningún maldito doctor se dignaba a darme noticias.

-¡Que sucede en este hospital que no informan!- grite enojada mientras caminaba de aquí para allá en el pasillo y varias personas se giraban para verme.

-Tranquila, si sigues gritando te sedarán y no sabrás hasta que despiertes sobre Anne- me calmo Edward, respire profundo y asentí. Unos minutos más y un doctor apareció.

-¿Son los padres de Anne?- pregunto al vernos abrazados con Edward, me solté y quede frente al doctor.

-Soy su madre- le dije aterrorizada a lo que me fuese a decir.

-La niña se encuentra estable, pero perdió bastante sangre para su edad por lo que necesito hacerle una transfusión y sangre de los padres- me informo, cerré los ojos y respire derrotada sin poder aplazar más una verdad que no debía ser contada en esta situación.

-El padre es compatible y él aún no esta aquí- le informe al doctor.

-¿Usted se a hecho el análisis?- me pregunto el doctor confundido, mire a Edward con tristeza y una suplica en mi rostro, luego me gire al doctor.

-No soy la madre biológica- y tener que reconocer aquello en voz alta provoco que se reabrieran viejas heridas y todos mis miedos nuevamente afloraran.

Continuara...

Hola a todas perdon por no poder publicar el fin de semana pero estuve enferma aca les dejo el capitulo y mañana vuelvo a publicar

Que les parecio como Anne no es hija de Bella?

Capítulo 9: -"Juego Peligroso"- Capítulo 11: -"Recuerdos"-

 
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