-"El Conde Montelpuciano"- (Secuela De Un Amor En 1920)

Autor: vaneian08
Género: Drama
Fecha Creación: 11/09/2010
Fecha Actualización: 12/01/2011
Finalizado: SI
Votos: 20
Comentarios: 57
Visitas: 52249
Capítulos: 26

¿Que sucedio con la vida de Bella despues de la muerte de Edward? ¿Edward muerto? ¿Que sucedera cuando el nuevo conde llegue a poner orden al pueblo y a la vida y familia de Bella?. Secuela de un amor en 1920

Autora; LOkiicita Cullen.

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Capítulo 22: -"Boda"-

BPOV

Como era de esperarse después de semejante espectáculo todos los invitados se marcharon para no formar parte del circulo de personas que estuvieron presentes y así evitar la comidilla que comenzaría desde el día siguiente a primera hora de la mañana, sobre todo cuando llego la prensa escrita para documentar el valioso día en que uno de los Vulturis había sido apresado por ilegalidades, en plena cena de su sobrina el día antes de su boda.

Sinceramente con todo lo que había pasado ya no sabía si sentir rabia, pena o lastima por Jane. Ella definitivamente estaba muy ilusionada con su boda, pero como piezas de domino todo se iba derrumbando en una seguidilla de sucesos desafortunados en su contra y en general la de toda su familia. Que bien merecidos se los tenían.

Hoy, exactamente 16 de noviembre de 1929 era la tan esperada boda de Jane con esposo.

-Vamos Bella no te sientas mal, después de todo, ellos se lo merecen por todo el daño que han ocasionado. Sin descontar que tú no has hecho nada- me dijo Aurora mientras le cambiaba su pañal al pequeño Matt.

-Se que es así Aurora, es solo que me pongo en su lugar de cómo debe estar de ilusionada con su boda y en como llegará a sentirse cuando toda esa burbuja mágica se reviente como pompa de jabón.

-¿Aún así cuando es con tú Edward?- le puse mala cara y ella me sonrío ampliamente.

-No claro que no, él es solo mío, además no la puedo culpar por enamorarse de él ya que Edward es un hombre espectacular, uno del que te puedes enamorar fácilmente por su bondad, ternura, su forma de ser tan preocupado y detallista, su belleza…- dije y de mis labios salio un fuerte suspiro pensando en él.

-No me lo promociones tanto que sino y luego me termino enamorando de él, añadiéndome al sequito de admiradoras- dijo divertida.

-Jamás serias capaz de dejar a tu marido, lo amas y eso se nota de kilómetros a la redonda- ella también suspiro ampliamente -A todo esto ¿donde está?- le pregunte al recordar que cuando llegue a su cuarto temprano él no estaba.

-Tiene que estar en el despacho de Alec hablando de sus negocios, me parece que Edward llegara antes de la boda para dejar unos asuntos solucionados- comentó sin dejar de mirar a su bebé.

-¿Edward estará por aquí antes de la boda?- pregunté ilusionada y ella asintió mirándome esta vez a mi con cara de traviesa – Quizás y podríamos hacer que vea a Jane antes de la boda y así ella creerá que lo de su frustrada boda se debió a la mala suerte donde Edward la vio- dijo riéndose de su chiste.

-Espero verlo antes de que comience la obra de teatro- le dije sin dejar de sonreír – Realmente lo extraño mucho y con lo sucedido la pasada noche no tuvimos oportunidad de despedirnos.

-Si necesitas ayuda para secuestrar al novio cuenta conmigo- negué con la cabeza por sus ocurrencias –En un par de horas habrá una boda así que será mejor que comencemos a vestirnos- puse mala cara.

-Yo primero iré a vestir a mis pequeñines, luego te alcanzó- ella asintió con la cabeza y salí de su cuarto.

Cuando llegue al cuarto de Charlie me sorprendió escuchar una pequeña plática con Anne.

-¿Po que se saca con tía Jen?- pregunto mi pequeña.

-Es casa Anne- le corrigió mi muchacho grande, sonreí al verlo peinar el cabello de su hermanita menor – Y la verdad es que no lo se, él parecía muy feliz junto a mami por lo que pensé que quería ser parte de nuestra familia- lo escuché decir y el corazón se me contrajo por lo que él estaba pensando, había sido muy obvia frente a ellos todo este tiempo. Me reproché.

-Yo quería sacara comigo- reí silenciosamente por la ocurrencia de la pequeña.

-Casara- corregí yo esta vez entrando a su cuarto -¿De que hablaban?- me hice la desentendida.

-Tío Anthony se sacaria co…-Charlie le tapó la boca a Anne con una de sus manitos y me miro con una sonrisa traviesa.

-Nada, solo hablábamos del matrimonio de la tía Jane con Tío Anthony- dijo intentando ocultar lo que yo había escuchado minutos atrás. No insistí en el tema.

-¿Cómo van?- le pregunte al verlo con la camisa puesta y un divertido intento de nudo de corbata.

-Anne vino para que la ayudara a vestirse- dijo mientras alzaba los hombros despreocupadamente y miraba a su hermana, seguí con la mía a la pequeña que estaba con un hermoso vestido lila con un lacito en tonos más oscuros en su cintura además tenia puestas sus calcetas con vuelitos pero estos eran de dos colores distintos, me reí al verla así con un calcetín blanco y otro en amarillo patito.

Luego de eso acomode mejor la vestimenta de Charlie acomodando su cabello que no quería colaborar, después de todo si tenia el pelo de su padre. Y cambie las calcetas de Anne dejando ambas en tonos blancos más a juego con su delicado vestido, antes de dirigirme hasta mi habitación para cambiarme escuche esa inconfundible voz y corrí escaleras abajo para encontrármelo.

-Bella por Dios no corras- me regaño Edward cuando escuchó como bajaba las escaleras para alcanzarlo, sin pensármelo en el penúltimo peldaño me lancé a sus brazos y me recibió gustoso. Él dio una rápida mirada al entorno y al percatarse que no había nadie cerca me besó en los labios y un fuerte suspiro de satisfacción escapaba de nuestros labios, al separarme pude notar que sus ojos estaba preocupados.

-¿Qué sucede?- le pregunté sintiendo un mal presentimiento.

-Alec necesita vernos a Stevenson y a mí para revisar unos informes de la producción de vino. Hemos hecho un muy buen trabajo ocultando la información real pero nunca se sabe, siempre hay que estar alerta- me sonrío ampliamente.

-Por favor ten cuidado, Alec es muy cuidadoso y riguroso cuando se trata de sus finanzas- él asintió con la cabeza en acuerdo a mis palabras.

-¿Y usted señora Vulturi no piensa vestirse para mi matrimonio?- le dí un golpe en el pecho por su mala broma.

-Estaba arreglando a los niños y ahora es mi turno- dije sin muchos ánimos.

-Descuida Bella que después de hoy todo irá más fácil y rápido. No te darás cuanta cuando estemos juntos- me regalo una sonrisa brillante – Estarás deseando que eso nunca hubiese sucedido por que te tendré amarrada a mi para que nunca más nos separemos- iba a contestarle cuando escuchamos pasos provenientes del segundo piso por lo que tomamos más distancia.

-¡Edward!- escuche la voz de Jane quien enseguida se puso a correr de vuelta a su habitación.

-Espero y eso no le de mala suerte- dije de manera burlona sin dejar de sonreír. Algo me decía que Aurora estaba detrás de la aparición de Jane.

-Será mejor que no haga esperar más a Alec, no quiero ponerlo nervioso- me contesto Edward y yo deje que fuera sin problema.

-¿Cuándo nos veremos nuevamente después de lo de hoy?- le pregunte antes de que se marchara.

-No te preocupes que yo te buscaré- asentí con la cabeza y antes de que él se fuera dio una mirada más al entorno y se agachó para dejar un beso sobre mi ya notoria barriga.

Luego de eso Edward se fue a reunir con Stevenson y Alec para tratar sus temas de negocios mientras yo iba a mi cuarto para vestirme para la dichosa boda, las horas habían jugado en mi contra ya que estábamos próximos a irnos.

Aro viajaría con Jane en reemplazo de Marcus en una carroza guiada a caballos mientras que junto a la familia de Stevenson y la mía nos iríamos en una lujosa limusina cortesía de Alec.

-Isabella apresúrate que vamos retrasados- escuche que me gritaba Alec desde el primer piso mientras yo guardaba algunas cosas necesarias para Anne mientras estábamos fuera.

-Ya está- dije corriendo de vuelta al auto y sentí esa diferencia cuando Alec no dijo nada por mi impertinencia de correr por la casa con una barriga de embarazada.

-No quiero que digan que somos impuntuales menos en la boda de mi prima- me regañó – Suficiente tuvimos con lo de ayer- dijo molestó sin ninguna clase de dolor por lo que le había pasado a Marcus.

-¿Isabella te has tomado tus medicamentos?- me pregunto de pronto Aurora y la miré sin entender, ella sabia que eso ya lo había hecho pero antes de que contestara ella continuo –Recuerda que si estas en lugares encerrados y no te has tomado tus medicamentos puedes descompensarte y eso le haría muy mal a tú bebé- dijo preocupada y luego me guiño un ojo de manera confidente.

-¿No te has estado tomando tus medicamentos?- me gruño Alec mirando de paso su reloj por el retraso.

-Yo…- no sabia que decir, no entendía por que Aurora me estaba poniendo en éste aprieto.

-Ve por ellos Bella por último le dices a Wladimir que te lleve a la iglesia y así no nos retrasamos Alec, tú como padrino no puedes llegar tarde- y en ese momento comprendí su ayuda. Claro su el resto del servicio estaba en el salón de eventos donde se llevaría a cabo la recepción post matrimonio.

-Aurora tiene razón Alec, con todo el ajetreo de hoy olvide tomarme mis medicamentos- dije con mi mejor cara de niña inocente – Si no las tomo le puede hacer mal al bebé- acaricie mi vientre mirándolo apenada – Puedo pedirle a Wladimir que me lleve de inmediato cuando las tome- Alec me observó entre dubitativo y molesto.

-Ve, podemos esperarte.

-Es que no se donde las e dejado y puedo demorarme más minutos de lo que puedas aguantar, mejor ve y los alcanzo- posé mi mirada fija en él intentando persuadirlo con un chantaje emocional de aquellos que había aprendido que funcionaban con Alec.

-Está bien. ¡Wladimir! esperaras a mi mujer y luego la llevas a la iglesia- dijo a uno de los hombres que estaba en los asientos de adelante, en el del copiloto.

Wladimir se bajo del auto para abrirme la puerta y yo baje seria y preocupada fingiendo el olvido.

-Nos vemos luego- me acerque y le di un rápido beso a Alec en la mejilla – Wladimir ve por el auto y espérame en él mientras voy y vuelvo- le dije cuando salí a uno de los guardias y el asintió con la cabeza obedeciendo mi orden.

Camine hacia a puerta principal a paso rápido pero sin demostrar desesperación, luego dentro de ella me quede detrás del visillo observando a que la limusina se perdiera de mi vista. Cuando finalmente ellos se marcharon a la iglesia y Wladimir ya estaba en busca de uno de los autos corrí como alma que lleva el diablo hasta el despacho de Alec y sin pensármelo dos veces me fui en picada a su caja fuerte en donde teclee la fecha de nuestro matrimonio como lo había hecho anteriormente.

En cuanto sonó el click la abrí y saque todo cuanto había en su interior.

Dinero, carpetas y un saquito de terciopelo que me llamo poderosamente la atención ya que la vez anterior como estaba tan enfocada solo en la carta la había dejado pasar.

La curiosidad fue más fuerte que yo y mi escaso tiempo por lo que la tomé y era bastante pesada.

De su interior había algo envuelto entre paños que corrí cuidadosamente hasta que el último dejo frente a mi entre mis manos un revolver que solté solo por el susto. No sabía que Alec tuviese un revólver.

Lo cogí cuidadosamente sin tocarlo directamente con mis manos, estas cosas me ponían la piel de gallina por lo que tocarlo directamente con la piel desnuda sería peor.

Lo envolví cuidadosamente para que no se notara que había sido manipulado y me fui de lleno a los documentos buscando lo que necesitaba hasta que por suerte divina di con otra cosa igual de mejor.

La letra de Dídima en el sobre firmaba

"Director Alcatraz"

Con prisa la saque de su sobre sabiendo el valor que tenia en mis manos. Archibald ya me había comentado que él como director de Alcatraz era anónimo y de lo único que se conocía de él era la fuerza de sus métodos de castigo lo que lo hacían tan poderoso y temible.

Observé la letra pulcra y elegante de dirima donde en la primera línea estaba grabada la fecha exacta de su redacción.

Un día después de la muerte de mi padre.

"

Director Alcatraz:

Solicito de su cooperación para apresar a un paria que no merece

vivir entre nosotros.

Es una vergüenza para éste mundo personas como él por lo que requiero de sus servicios. Cueste lo que cueste quiero que le deje claro a este sujeto que nunca debió nacer y cruzarse en la vida de mi familia.

No es necesario llevarlo a juicio ya que el pobre bastardo es inocente de del asesinato que se le culpa pero como usted muy bien sabrá,

hay cierto tipo de personas que es mejor hacer desaparecer

del mapa de manera más elegante y dolorosa

cuando se inmiscuye con personas de nuestro nivel social.

Agradezco sus servicios desde ya.

Dídima Vulturi.

Un jadeo de dolor salio de mis labios al leer tanto odio de una persona y más aún hacia Edward que jamás le había hecho daño a alguien.

Al menos ya había encontrado aquella carta y todo esto pronto terminaría, con aquella confesión Edward quedaría libre de culpa y su nombre al fin quedaría limpio.

Estaba guardando todo nuevamente hasta que otro pequeño sobre se escapo por debajo del escritorio, al agacharme a recogerlo mi cuerpo por completo se tensó y mi corazón comenzó a bombear más sangre de lo normal.

"Isabella Swan" estaba escrito con la letra de mi padre.

La carta que estaba entre las cosas de Dídima, comencé a respirar con dificultad por los nervios y la ansiedad. Creo haberme quedado observándola entre mis manos más de la cuenta hasta que escuche la puerta del auto cerrarse y por la ventana del despacho vi que Wladimir se acercaba al interior de la casa.

Con una habilidad que no conocía guardé todo rápidamente en la caja fuerte dejándolo lo más parecido a como lo encontré, lo cerré y corrí hasta mi cuarto con ambas cartas ocultas entre mi ropa interior.

Toc toc

Dos golpecitos en la puerta y Wladimir abrió la puerta asomando sólo su cabeza.

-¿Señora se encuentra bien?- preguntó y en cuanto me vio me analizo de pies a cabeza. Yo estaba fingiendo que rebuscaba entre mis cajones mientras intentaba encontrar aire, le di una sonrisa amable para conseguir unos segundos más de relajo ya que la emoción, los nervios y la ansiedad causaban que me acelerara aún más.

Wladimir aún no las encuentro, dame unos minutos más- le pedí al fin disimulando mi voz de cansancio. Él asintió levemente con la cabeza y se retiro de mi cuarto.

Ya nuevamente sola me senté sobre la cama y con manos temblorosas abrí la carta de mi padre.

Inhalé fuertemente al ver su letra que tanto me gustaba. Recuerdo haber pasado horas viéndolo escribir informe tras informe cuando era pequeña solo para deleitarme como su mano fuerte de hombre aguerrido podía escribir de aquella manera tan elegante sin perder su toque masculino. Cada curva preciosa de sus notas en manuscrito era arte para mí.

-Papá- susurré con un nudo en la garganta por las lágrimas que comenzaban a asomarse por mis ojos –No sabes cuanto te he extrañado- dije pasando mis manos por sobre las letras.

Finalmente me decidí a leer que había escrito para mí.

"Isabella, mi Bella como te gustaba tanto que te dijeran" – sonreí por ello.

"Tengo que decir lamentablemente que si estas leyendo esta carta es por que ya no estoy junto a ti para protegerte como juré que siempre lo haría"- pestañeé asustada leyendo nuevamente esa frase, luego continúe.

"Cuando dicen que uno no nace sabiendo como ser padre cerealmente cierto. No sabes la emoción que sentí cuando abriste tus ojitos por primera vez para mi y el mundo por completo se abrió se detuvo en donde solo tú existías en él.

Fue la emoción más grande que sentí aunque sin duda la mejor fue la primera vez que me llamaste papá. Sin duda ahí supe que por ti daría mi vida y arreglaría el mundo solo para que tu estuvieses en uno mejor, uno que valiera la pena para ti

"Solo espero haber hecho un buen trabajo los años que estuve para ti y que algo bueno recuerdes de mi"

-Por supuesto papá- gemí de dolor al imaginarme el suyo propio.

"Siempre fuiste tan independiente como tú madre que cuando lo descubrí me atemorice por completo al saber que ya no me necesitarías como tú superhéroe.

¿Recuerdas cuantas veces me hiciste disfrazarme con antifaz y todo por que decías que era tu superhéroe? Hubiese querido con todo mi corazón congelar esos momentos y ser yo el único hombre en tu vida pero creo que ya no será así.

Al menos tengo la certeza de que ese muchacho, Edward, te cuidara tanto o mejor de lo que yo mismo podría hacer. Creo que si no apoye aquella relación hija es por temor a que ya no fuese lo más importante para ti pero es la ley de la vida que los hijos crezcan ¿no? Tarde me di cuenta de ello y te aleje sin proponérmelo. Desee tantas cosas buenas para ti que caí en mi propia trampa que creció como bola de nieve trayéndonos a este punto.

Puede que lo escuches o pude que no pero quiero ser yo quien te lo explique. Desde que me enteré del engaño de tu madre mi mundo por completo se destruyo en donde los celos, la irá y el dolor me consumieron. No podía soportar que un simple campesino haya enamorado a la mujer que pensé que estaría conmigo para toda la vida. El odio me llevo a tomar malas decisiones que ahora me pesan por arrastrarte a ti por mis errores.

Bella, hice malos tratos con la familia Vulturi por lo que intente casarte con Jacob Black que sabría te alejaría de él. Si hubiésemos contado con la fortuna de tú madre yo te hubiese alejado de todo aquello sin necesidad de pasar por sobre tus propias decisiones pero ya no contábamos con ese dinero ya que lo había perdido completamente. Si Bella, los últimos años estábamos en la más absoluta quiebra lo que me llevo a tener que tomar fondos del Estado. No diré que me arrepiento porque si con ello pude mantenerte con vida lo haría nuevamente

"Ahora mis errores me están pasando la cuenta y todo lo relacionado con los Vulturis se me a escapado de las manos, estos últimos día Dídima a estado viniendo con su hijo Alec para asegurarme que es inevitable su enlace en matrimonio y si seguía negándome a cooperar mi vida estaría en peligro.

Como quisiera tener la certeza de que Edward te protegerá contra ellos pero al realidad es que para los Vulturis la familia de Esme es simplemente una piedra en el camino y aunque no lo creas le debo mucho a Esme por todos sus años de infinita lealtad por lo que mi conciencia pesa aún más el tener que arrastrar a su familia una vez más a mis errores. Si yo supiese que ese chico tiene las armas para enfrentar a Dídima, a su hijo y a todo ese sequito de demonios créeme que seria la primera persona en estar feliz con tu propia felicidad

"Ahora bien, como te dije inicialmente si estas leyendo esta carta es porque para mi ya fue demasiado tarde. En cuanto leas esta carta quiero que tomes todas tus joyas, las de tú madre y las vendas para que escapes lejos de ahí. Estoy segura que Edward te acompañaría hasta el fin del mundo si se lo pidieras por lo que confiare en él para que cuide de ti mientras yo lo hago este donde este. Esa familia es de temer y créeme que si he muerto es por ellos así como muchos lo han hecho.

¿Recuerdas cuando eras pequeña y te gustaba esconder mi placa y mis llaves? Te amo hija y espero que llegue el día en que tú seas tan buena madre como lo fue la tuya y Edward sea mejor padre que yo y los cuide como se merecen.

Te amaré por siempre y perdóname por todos mis errores pero hay veces que un padre intenta hacer más de lo que debe"-

aferré la carta contra mi pecho con tanta fuerza que creí que me traspasaría el cuerpo. Lloré silenciosamente por todo el dolor que habíamos tenido que pasar desde que esa familia se cruzo en nuestro camino.

"- sonreí por las ironías de la vida. Papá jamás hubiese pensado en que seria Edward quien me estaría ayudando precisamente.

"- limpie mi rostro de las lagrimas que amenazaban con manchar la carta ya algo gastada.

"- las lagrimas ya corrían libres por mis mejillas, papá jamás había sido así conmigo.

Recordé en ese momento cuando a la edad de 10 años vi por primera vez a Dídima y a Marcus Vulturi y el miedo que me recorrió el cuerpo solo con su presencia.

Recordé que día que Alec me vio la primera vez y como me aseguro que tarde o temprano yo seria su mujer.

-¿Señora Vulturi le sucede algo?- salté de susto al escuchar la voz de Wladimir que me trajo nuevamente de regreso.

-Si Wladimir- dije restándole importancia. Me seque las lagrimas, escondí la carta entre mis pechos y me giré para mirarlo – Son las hormonas- me escude con una sonrisa lastimera – Creo que me estoy desesperando al no encontrar los medicamentos- dije al verlo que me analizaba pero al parecer se lo creyó ya que suavizó su rostro y miró todo mi cuarto.

-¿No son estas?- preguntó tomando una cada de medicamentos sobre el buró del otro extremo de la cama. Imite una mueca de molestia.

-Te dije que las hormonas me tienen mal- le dije caminando hasta él y le di las gracias. Al menos al verme tan abatida no levante sospechas.

Ya estaba.

En este mismo instante había tomado la decisión de fugarme con Edward sin importar ya más nada. Mi padre había muerto por protegerme y no dejaría que su muerte haya sido en vano.

Él quería lo mejor para mi por lo que ya era suficiente de arriesgar mi vida y la de sus nietos.

Estaba claro, esa misma noche le pediría a Edward que me llevara con él. Volveríamos por la noche mientras Alec no estuviese ya que de seguro se quedaría con Jane para consolarla por su fallida boda y así yo vendría por mis cosas de valor que escondía de Alec como mis recuerdos familiares.

Wladimir acelero al máximo el vehiculo para llegar en cosa de minutos a la iglesia, de seguro estaba nervioso por la regañina que Alec le daría por la tardanza.

Me metí a la iglesia y camine por el pasillo lateral hasta llegar a la primera fila en donde estaba mis hijos junto a Alec.

-¡Isabella cuando has demorado- me regaño un poco más alto de lo debido provocando que varias miradas se posaran en nosotros pero una solamente me importó. Extrañamente aquel verde aguamarina que se regodeaba de de un brillo deslumbrante esa mañana por lo que pronto acontecería, en ese momento estaba opacada por un verde oscuro con tantas emociones desde el asombro, la rabia y la pena y otras más que me desconcertó.

¿Qué le sucedía a Edward?

-¿De que me perdí?- le pregunte a Alec audio Edward desvío su mirada a Jane que le hizo alguna clase de seña que no pude apreciar al darme la espalda.

-Ya sabes, votos, confesiones de amor, palabras del sacerdote. Esa clase de cosas ¿Por qué?- pregunto él mirándome extrañado.

-Po saber- dije sin mirarlo ya que no podía apartar la vista de Edward que se veía tan perturbado.

Cuando finalmente llego el momento esperado me encontré con la mirada de Aurora que me sonrío maliciosamente a sabiendas de lo que vendría.

Jane por supuesto acepto en cuanto el sacerdote se lo pregunto y hasta podría jurar que la vi saltando de emoción.

-Anthony Sanguinetti Lorenzi ¿Aceptas por esposa a Jane Vulturi Labow?- preguntó el sacerdote recibiendo como respuesta solo una pausa que increíblemente me pareció torturadora.

Edward se giró en ese instante para posar sus ojos con todas esas emociones revueltas sobre los míos como si intentara transmitir algo, luego miro a Jane y se quedó así varios segundos más pensando en algo y cuando el sacerdote iba a preguntarle nuevamente algo nervioso por la situación Edward le contesto.

-Acepto- y con esa sola respuesta mi corazón dejo de latir y mi respiración se quedó atorada en mis pulmones.

¿Qué estaba sucediendo? me preguntaba mientras todo a mi alrededor comenzaba a girar desvaneciéndose a su paso.

 

Continuara...

Hola perdon por la tardansa q les parecio el capitulo. Yo estoy igual q ustedes diganme ustedes sus conjeturas

 

 

 

Capítulo 21: -"Marcus"- Capítulo 23: -"Desicion"-

 
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