Mi Flor del Desierto (+18)

Autor: vaneian08
Género: + 18
Fecha Creación: 03/06/2010
Fecha Actualización: 11/08/2010
Finalizado: SI
Votos: 17
Comentarios: 37
Visitas: 82628
Capítulos: 24

Bella es descendiente árabe y pierde a su madre. Debido a esto, es enviada de regreso a Marruecos con su padre donde es obligada a casarse con un hombre desconocido mientras ella quiere a otro. ¿Sera que el amor nacerá de la convivencia en verdad?...

Hola esta historia no es mía la autora de llama JUST.JAYX- espero que les guste tanto como a mi es distinta, es otro país, otra cultura, otra religión.

                                 -TERMINADA-          

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Capítulo 4: -Las Travesuras de Bella-

 

 

 

 

(Bella Pov)

Un nuevo día  en la misma prisión. Los días  pasan rápidos y  en esta casa todo es lo mismo; el único tema de conversación es la boda de Alice quien se queja todo el tiempo porque ella quería casarse con el joven guapo, por mi se lo regalaba entero, yo solo quería libertad. Todo están locos por los preparativos de la boda, Alice se prueba los mil y un vestidos con cierta emoción, todos sonreían, todos menos yo. Es obvio que no hay modo de zafarme de este matrimonio, la única forma es huir lejos y no volver nunca pero no tengo como escaparme, ¿A dónde iría, con quien?, además si huyo solo ganare que mi familia me cierre todas las puertas de su casa, si me atrapan  huyendo podría ser castigada… Sin tan solo  pudiera ver a Jacob por un segundo, solo para abrazarlo y pedirle disculpas por no tener valor de enfrentar a mi familia, si pudiera escuchar su voz una última vez… Hay un modo, es esta casa hay varios teléfonos, si pudiera llamar, sería un poco arriesgado porque si alguien me escucha y se lo dice a mi padre me metería en un gran lio, pero quería intentarlo, debía intentarlo… Baje las escaleras y corrí apresurada a la cocina en busca de Esme quien conversaba con las criadas.

-Esme, ven, `yallah´- Le hice señas con la mano para qué viniera conmigo y ella vino hacia mí.- Esme…- Le hable lo más bajo que pude. – Necesito que me ayudes…-

- Pero Bella…-

-Shhhhhh, ven sígueme… -La jale hasta la sala y observe en todas direcciones viendo que no había nadie. -¿Todos estos teléfonos funcionan? –Le dije señalando el teléfono que había en la sala.

-S…Si, ¿Por qué?- tenia curiosidad.

-Y dime, ¿Puedo llamar a cualquier  lugar  como, Brasil…?-

-Pues no, solo el teléfono que está en la oficina de sidi Charlie hace llamadas al extranjero, pero, ¿Para qué llamarías a Brasil?, no tenemos ningún familiar  allá… - Levante una ceja queriéndole decir que pensara un poco mas… -¡`La´, ` la’, ‘la´, tu quieres hablar con ese joven, con Jacob! No voy a ayudarte, no voy a conspirar para que puedas comunicarte con el-

-¡Esme por favor!, yo solo quiero saber como esta, te prometo que nunca más lo hago de nuevo- Le dije con una mueca tierna dibujada en el rostro.

-¡`La´!, Bella, no arrojes tu suerte al viento… Tu padre escogió un novio precioso para ti, si nos descubren no quiero ni imaginar lo que hará tu padre con nosotras-

-¿Por qué habrían de descubrirnos?-

-Porque sidi Charlie tiene prohibido que se use ese teléfono, por eso no deja que nadie entre cuando el no está en la casa, solo yo tengo la llave de la oficina…- Tapo su boca con sus manos y su rostro mostraba cierta sorpresa. –No debí decir eso, no debí decir eso… -Me dio la espalda dispuesta a irse y la jale de nuevo hacia mí.

-Por favor Esme, te lo pido, por favor… -Comencé  a desesperarme y mis ojos se llenaron de lágrimas, Esme me miro conmovida.

-Está bien, `waja´, `waja´, pero no puede ser ahora, sidi Charlie debe estar por llegar del mercado de camellos, cuando se valla de nuevo llamas, pero no ahora- Pegue un brinco y bese Esme feliz.    - Lo que hago por ustedes- Decía negando con la cabeza.

-¡Gracias Esme, gracias!-Brinque de felicidad y Alice apareció en la sala.

-¿Y a que se debe tanta felicidad?- Pregunto Alice abrazándome.

-No es nada, solo, estoy feliz- Bese a Alice y subí a mi habitación de nuevo mientras Esme me veía como si estuviera loca.

Al cabo de media hará llego mi padre para almorzar con nosotras, durante la comida yo no paraba de sonreír, por fin iba a poder hablar con él, iba a escuchar su voz. Los minutos pasaban con lentitud y mi padre se tardaba en la casa más de lo normal y yo comenzaba a desesperarme, me paseaba por toda la casa miraba por la ventana, ¿Cuándo va a irse? Fui a la sala y allí estaba mi padre sentado en el sofá fumando de su `hookah´ y Esme estaba a su lado observándolo. Cuando me vio entrar a la sala se acerco a mí y hablo en un tono muy bajo.

-Olvídalo Bella, por lo visto tu padre no va a salir hoy…-

-Pero Esme…-

-`La´, deja de luchar contra tu destino, es mejor así…-Mi  padre se levanto del sofá y me sonrió, se acerco a mí y beso mi frente.

-Voy al mercado de nuevo y vuelvo en la noche ¿Está bien? –Asistí. –Esme encárgate de mi cena… -Dijo mientras  salía de la sala.

-`Waja´ sidi- Mire a Esme mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro y subí corriendo al piso de arriba para ver desde el balcón de la casa, ese donde está la pequeña fuente, y vi a mi padre salir de la casa. Corrí de nuevo hasta Esme que aun estaba en la sala y tome sus manos mientras brincaba de felicidad.

-¡Ya se fue!-

-`Allah´ me perdone… ¡No hagas tanto ruido! –Me regañaba por brincar y reír sin parar. -`Yallah´, ven… -Me llevaba de una mano hasta la oficina de mi padre. Al llegar a ella, Esme saco una pequeña llave de su bata y abrió la puerta mirando para todos lados, me hizo entrar y cerró la puerta de la misma para acercarse al escritorio.

-Aquí esta, y no te tardes, sidi Charlie puede venir en cualquier momento, yo vigilare que nadie nos vea aquí adentro, las criadas son muy chismosas… -Abrace Esme y la bese.

-Gracias…-

Levante el auricular del teléfono y comencé a marcar el numero que me sabía de memoria, era el teléfono de su casa, solo espero que este allí… El teléfono repicaba, mire a todos lados nerviosos, Esme vigilaba que nadie llegara cuando escuche su voz…

-¿Hola?-

-¿Jacob?

-¿Bella, eres tu Bella?- No pude contener las lagrimas en mis ojos al escuchar  su voz después de tanto tiempo, una fuerte emoción recorrió todo mi cuerpo.

-¡Jacob, no puedo creer que por fin este escuchando tu voz!-

-Bella, ¿Por qué no me habías llamado?, estaba preocupado por ti…-

-Estoy bien, estoy en Fez, Jacob no tengo mucho tiempo, no me permiten hacer llamadas a larga distancia…-

-Estas bien…-

-Jacob, me, me van a obligar a casarme- No sabía cómo darle la noticia.

-¿Qué?-

-Dentro de dos meses me voy a casar, Jacob yo no quiero eso… Necesito que me ayudes, que me saques de aquí…Esme se acerco.

-Bella apresúrate alguien viene-

-Bella escúchame no te preocupes por nada, yo voy a viajar a Fez y voy a sacarte de allí, lo prometo, ¿Está bien?, necesito que vuelvas a llamarme mañana para decirte cuando llego, confía en mi…-

-Está bien…-

-Te amo…-

-Yo también… -Colgó.

Las lágrimas brotaron de mis ojos de felicidad.  Mire a Esme sonriendo y ella me jalo fuera de la oficina. Miro hacia todos lados y salimos, Esme cerró la puerta con llave y subimos a mi habitación.

-Bella, te volviste loca…-

-¡Esme!, el va a venir por mí, lo prometió, mañana lo llamare de nuevo y me dirá cuando viene ¡Esme!- Dije feliz sujetando las manos de Esme.

-¡`Allah´! Bella, no te confíes, los occidentales cambian de ideas como cambiar de ropa, no son constantes como nosotros, cuando un hombre promete algo vale por escrito, ellos no, a los occidentales no les importa las promesas las hacen y las deshacen y si te vas con él, ya no tendrás mas familia, nunca mas serás recibida por tu padre, y –La interrumpí.

-Va a cumplir, confió en el…-

-Yo solo quiero tu felicidad…- Dijo Esme acariciando mi rostro.

-Y lo seré Esme, voy a ser feliz…- La abrace y me quede así con ella por largo rato.

Esme se fue para poder ocuparse de la cena de mi padre y yo me quede en mi cama sentada pensando, tenía un susto por dentro, una alegría contenida, quería gritar  a los cuatro vientos  que Jacob vendría por mi y que sería feliz a su lado pero debía callar, al menos por ahora. Comencé a imaginar cómo sería mi vida con Jacob, podríamos vivir lo que quisiéramos, tendríamos una casa propia  y muchos hijos. Quería verlo, abrazarlo, pero mi consuelo por ahora es saber que ya pronto estaré con el… Escuche de nuevo la voz de mi padre debajo de la casa y Alice entro a mi habitación.

-Bella, tu novio esta aquí, ¡y trajo algo para ti, ponte tu velo! –Dijo Alice emocionada por mí, ¿Cómo podría ser tan buena?, yo me iba a ``casar´´ con el que ella quería para ella y aun así era buena conmigo

Baje las escaleras  hasta la sala y allí estaba mi padre y Edward sentado de espaldas a mí, se levanto y se volteo lentamente, sus ojos verdes se clavaron en los míos provocándome un escalofrió, camine al medio de la sala y mire a mi padre que sonreía. Edward tenía un estuche color vino tinto en sus manos y lo abrió dejando a la vista un precioso collar de perlas.

-Yo compre esto para ti…-Cualquier mujer querría un collar como ese, pero para mí significaba que le estaba gustando a esta hombre y debía acabar con eso.

-Acéptalo Bella, es un bonito regalo… Edward esta en todo su derecho de regalarte algo a su novia… -Mi novio…Tome el estuche y baje la mirada.

-`Shukran´-

-Yo voy a llenarte de oro, te voy a hacer muy feliz, serás tratada como toda una reina… -Asentí y trate de sonreír.

-Ahora tengo que irme sidi Charlie, pero volveré mañana para cenar con ustedes, claro, si me lo permite…-

-`Waja´, `Waja´, puedes traer a tus hermanos también, así Jasper puede visitar a Alice- Edward asistió y me miro con una simple sonrisa. No puedo negar que era un hombre hermoso pero no me iba a casar con él, y tengo modo de hacer que se arrepienta… Se despidió de mi padre y salió con el de la casa, tome la agenda de teléfonos que estaba en la sala y corrí a mi habitación. Busque el teléfono de la casa de Edward y marque rápidamente, veía para todos lados buscando si había alguien cerca pero estaba sola. Escuchaba el sonido del repique y por fin me contestaron…

-¿Hola? –Era Rosalie

-¿Hablo a la casa de Edward Cullen?-

-Sí, ¿Quién lo busca?-

-Es, Bella…-

-¿Quién?- Su voz se escuchaba como si se hubiera sorprendido.

-Bella, su…novia… Tengo algo importante que decirle…-

-¿No tienes vergüenza verdad, como puedes llamar a un hombre que todavía no es tu marido para hablar con él sin ningún pudor, que es lo importante? ¡Habla!

-Doña Rosalie, no puedo casarme con su hermano porque, porque… Porque tengo muchas manchas y muchas marcas en la piel, en Brasil dijeron que era infeccioso y tengo todo el cuerpo así, es horrible de ver…-

-¿Eh? –Se había quedado atónita, podía imaginar su rostro desfigurado por el asombro.

-Y además no soy virgen doña Rosalie…-

Por `Allah´, vas a freírte en el fuego de infierno, yo veré como te quemas mujer endemoniada!- Trate de contener la risa al escuchar sus gritos de desesperación. -¡Esto va a saberse, no permitiré que el nombré de mis hermanos sea arrastrado por la medina, ya mismo vamos a comprobar todo eso- Colgó.

¿Acaso pensaba venir a comprobarlo en verdad? No me asustaba en lo mas mínimo así iban a creer que yo era revoltosa y Edward no me iba a querer de esposa pero, Alice, ella si podría salir perjudicada en esto. Si Jasper no la quería después de esto iba a ser mi culpa, solo me quedaba rezar porque Alice saliera bien parada de esto. No tardaron en llegar Rosalie y sus hermanos con caras de asombro, yo los observaba desde el balcón cuando escuche a mi padre llamar a Alice y luego llamarme a mí  con un grito de molestia. Me coloque mi velo y Salí corriendo por las escaleras.

-¿Quién de ustedes llamo a la casa de los Cullen diciendo que estaba enferma y que no era virgen, quien?- Alice temblaba a mi lado y lloraba.

-¡Yo no tío, lo juro por el profeta, yo no llame!-

-Fui yo- Asumí la responsabilidad, porque obvio yo era la culpable.

-¿Tu, porque, porque dijiste eso Bella?- Dijo mi padre furioso, nunca lo había visto así.

-Exijo que sean revisadas en mi presencia y que se les haga la prueba de virginidad- Dijo Rosalie con molestia.

-Está bien, que sean revisadas ahora mismo, la prueba la harán mañana en la mañana, `yallah´, yallah, vayan a la habitación de Bella para que Rosalie las examine-

Alice me miraba enfurecida y subió las escaleras molesta, mire a Edward y su mirada era seria, por un momento me sentí mal pero no me arrepentía. Al llegar a la habitación Esme nos ayudo a desvestirnos dejándonos en ropa interior, Alice trataba de tapar su abdomen con sus manos y me miraba enfurecida. Esme me veía asuntada y negaba seguidamente con la cabeza. Rosalie me miraba con odiosidad y nos observo de arriba abajo. Nos hizo dar vuelta para vernos de espalda y luego agarro nuestros brazos observando minuciosamente para luego alejarse.

-No hay nada, no hay marcas, ni manchas, ni nada parecido…-

-¡Yo no tengo que pasar por esta humillación! –Decía Alice vistiéndose de nuevo.

Bajamos de nuevo a la sala y los dos hombres se levantaron de sus asientos, mi padre estaba en la ventana esperando y se acerco a nosotras cuando bajamos a la sala…

-No tienen nada en la piel, pero insisto en que le practiquen la prueba de virginidad-

-Y estoy de acuerdo con eso- Respondió Edward con seriedad.

Se despidieron de mi padre ignorándonos a Alice y a mí. Lo único que pasaba por mi cabeza es que muy pronto me liberaría de todo esto. Esme continuaba asustada y la abrace mientras Alice estaba molesta conmigo, me miraba como si fuera su enemiga y es de entenderse, para ella que fue criada bajo el régimen de nuestras costumbres era vergonzoso que los demás pensaran que no era virgen, pero ya se le pasara la molestia, lo bueno de esto  que note que Edward estaba furioso, seguramente se arrepentiría de casarse y le pediría a mi padre que cancelará la boda. Ahora solo me queda esperar a mañana para saber el día exacto en que vería a Jacob…

 

Continuara…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Capítulo 3: -Cambio de planes- Capítulo 5: -La desilucion y la resignacion-

 
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