(Bella Pov)

Ya han pasado dos semanas desde que nació la pequeña de Alice, me paso la mayoría del tiempo en casa de mi padre para estar cerca de la bebe, me gustaba recostarme a su lado  acariciar sus suaves y pequeñas manos, rozaba mi nariz con la suya, acariciaba sus mejillas y Alice me veía con dulzura. Esme me decía que no me encariñaría tanto porque cuando Alice se fuera ya no vería mas, que me tranquilizara y que solo ``Allah´´ sabe cuál es el momento exacto en que las cosas deben llegar. Llego el momento el tiempo en que Alice debía volver junto con Jasper a Brasil y no pude evitar entristecerme, Esme tenía razón, me había encariñado mucho con la pequeña. Alice y Jasper se despedían de todos en casa de mi padre quien hizo una pequeña fiesta para despedirlos, la única que se quedaría, seria Rosalie. Me acerque a Alice y la abrace con fuerza, cuidando de no aplastar a la bebe, luego me despedí de Jasper y me acerque a Edward, los nuevos padres abandonaron la casa y yo me dirigí a la mía junto con Edward y Rosalie. Por todo el camino deje que las lagrimas abandonaran mis ojos mientras caminaba abrazada a Edward. Una vez en la casa, Rosalie ya empezaba a molestarme por el hecho de que no le daba hijos a Edward y me hizo desperar.

-No sé cómo esperamos hacer que prevalezca nuestra familia, Alice solo pudo darle una mujer a Jasper – Dacia con voz burlona.

-Rose, todavía puede darle un hijo varón, las cosas no pueden darse de una sola vez… - Replico Edward.

-Sí, es cierto, al menos ya sabemos que ella puede dar hijos… Dacia con ironía. - ¡Es OTRA la que está seca! – Dacia refiriéndose a mi e hice una mueca con mi boca. – Tal vez, Edward deberías, pensar en tomar otra esposa, así aseguras tu descendencia- Le lance una mirada acecina. - ¡¿Qué?, es la verdad, estas seca, sería una enorme vergüenza que Edward no tuviera hijos por tu causa!- Me levante del sofá con fiereza y corrí a mi habitación.

-¡Ya basta, escúchame muy bien Rosalie, te prohíbo, que vuelvas a hablarle así a Bella, no quiero que te metas en nuestros matrimonio! – Le grito Edward enfurecido.

-¡Ahora la culpa es mía, yo no tengo la culpa de que esa odalisca no te de hijos! – Replico. - ¡Pero a ustedes solo les importan sus mujeres, ya no tienen orgullo ni vergüenza, yo no crie dos hombres, crie a dos camellos! – Dacia señalando a Edward con su dedo y este bajo las escaleras hasta la habitación, encontrándome preparando mi equipaje y con lagrimas en los ojos,

-Bella, ¿Qué haces?-

-¡¿No es obvio?, me voy, no quiero vivir al lado de Rosalie paraqué este siempre reprochándome que no puedo darte hijos! – Dije mientras metía mis cosas en las maletas y Edward tomo mis manos con ternura.

-Bella, mi flor, no la escuches, nada de lo que Rosalie diga debe afectarte- Me decía en un tono suave.

-Ella tiene razón- Dije entre sollozos. – Yo no podre darte hijos y tú buscaras otra esposa para no avergonzar a tu familia-

-Bella, no digas eso… -Me abrazo con fuerza. – No hemos sido bendecidos con hijos aun pero pronto vendrán no debes preocuparte por eso, yo jamás tomare otra esposa solo por dejar a mi familia en alto, solo te quiero a ti, ¿no lo entiendes? – Mire fijamente sus bellos ojos verdes y asentí. Me beso con ternura y pegue mi cabeza a su pecho mientras se dejaba caer sobre la cama conmigo encima de el, me acurruque en sus piernas como un bebe con mis manos en su cuello. –Bella, yo te amo, nada me va a alejar de ti, y si no podemos tener hijos, pues, no importa, Bella, hay muchas parejas que no tienen hijos y son felices… - Yo solo me limitaba a escuchar su tranquilizante voz.

Pase el siguiente mes bastante preocupada, no me negaba a estar con Edward pero aun seguía triste, pasaba el mayor tiempo posible en casa de mi padre para evitar tener contacto con Rosalie, cada día era más insoportable, si Edward no se apresuraba a conseguirle marido, yo si lo haría, haría cualquier cosa para no tener que seguir conviviendo con ella. Edward se pasaba los días metido en la tienda, las ventas iban de bien en mejor y ahora, obviamente, era más rico. Me Alegraba que al menos algo saliera bien en esta casa. Alice me llamaba cada dos días para contarme todo acerca de pequeña, me alegraba tanto escuchar su voz. Dos meses meses y esto se vuelve desesperante, vivo los días con cierto estrés  y no hay nada  que me ayude a calmarme. Me levante esta mañana a dar un paseo por las ruinas y a observar el desierto. Después iría a la casa de mi padre, las ruinas era el lugar que mas me tranquilizaba, también necesitaba tiempo a solas, además últimamente Carlisle pasaba mucho tiempo en casa de mi padre, ahora que lo pienso, Carlisle esta cada vez más pendiente de Esme, he llegado a creer que a Carlisle le gusta ella, sonreí, sería muy bueno que Esme también fuera bendecida con un buen marido, perdió al suyo un mes después de haberse casado. Venia caminando por las calles de Fez y observaba la ropa nueva y las joyas, me dirigí a casa de mi padre y comencé a caminar de un modo cansado, quizás era por haber estado mucho tiempo expuesta al sol. Llegue a casa de mi padre y me detuve en la puerta.  Y de Comencé a marearme y de repente, sentí como perdía las fuerzas y mis piernas me fallaron. Caí en el suelo y no supe nada mas de mi.

-¡Bella, ¿Qué tienes Bella?! – Grito Esme sosteniéndome en el suelo.

Supongo que entre varios criados me llevaron a adentro de la casa de mi padre y tanto Esme como mi padre los siguieron. Una vez en ella, me llevaron hasta donde era mi habitación y Rosalie palideció al verme desmayada, quizás la conciencia comenzaba a molestarla, Esme llamo a un doctor lo más pronto que pudo y luego trato de despertarme pasando un algodón lleno de alcohol por mi nariz, Rosalie se mordía las uñas llena de nervios, una de las criadas fue corriendo a buscar a Edward a la tienda. Edward llego a la casa pero las criadas no le permitieron pasar a mi habitación porque la doctora me estaba revisando. Al cabo de media hora la doctora abandono la casa y Esme salió de la habitación para encontrarse con Edward y le dijo que fuera a la habitación para estar conmigo. Corrió hasta la misma y camino lentamente hasta mi, yo lo observe con los ojos entreabiertos un poco cansada e intente sentarme en la cama y el corrió hasta mi para ayudarme, mire sus ojos fijamente por largo rato y por fin rompió el silencio.

-Bella, ¿qué tienes, que fue lo que paso? –

-Edward, ``habib´´… - Acaricie su mejilla derecha con dulzura.

-Bella ¿Qué ocurrió, estas bien? Dímelo, si algo te pasa yo… - Coloque un dedo en sus labios para callarlo, estaba demasiado preocupado.

-Edward… - Sonreí. ¡ESTOY EMBAZADA! –El abrió su boca de asombro y sus ojos se llenaron de lagrimas, - Tengo tres meses de embarazo, ¡Estoy esperando un bebe!-

-¡Alabado sea ``Allah´´! – Dijo alzando las manos al aire. – Pero Bella, ¿Acaso no te habías dado cuenta, es decir, no te habías fijado en que tu menstruación no venia?-

-¡Si, es solo que, no creí que fuera por eso, fui bendecida! – Dije sonriente.

-Fuimos bendecidos mi flor, mi flor del desierto… - Me abrazo con fuerza y beso mi cabeza con dulzura. – Yo voy a sacrificar veinte carneros, ¡los sacrifico! Y voy a llenarte de oro Bella, ``Insha-Allah´´! – Esme entro a la habitación sonriente y Edward la abrazo con fuerza. - ¡Voy a ser padre, voy a ser padre! – Gritaba emocionado y las criadas imitaban el cantar de los indios.

La noticia no tardo en llagar a Brasil, Llame a Alice para darle la noticia, obviamente selo tomo con demasiada alegría.

-¡Bella, que emoción, me alegro tanto por ti!

-¡Alice, estoy tan feliz, fui bendecida!-

-Te lo dije Bella, ¿no te lo dije? , te dije que serias muy feliz al lado de Edward-

-Sí, lo dijiste – Reí en voz alta.-Alice, soy tan feliz por la vida que tengo-

-``Allah´´ sabe como hace las cosas Bella-

-Así es…-

Converse con ella durante largo rato y luego me dispuse a descansar, la doctora dijo que no pasara mucho tiempo en el sol y que no anduviera de acá para allá, que necesitaba descansar. Apartar de ese día, Edward me consentía demás y cuidaba de mí como nunca. No solo él se ocupaba de mi últimamente, toda la familia con Rosalie incluida estaban al pendiente de mis deseos y mis malestares que otra cosa. El siguiente mes fue el peor de todos, me mareaba cada cierto tiempo y a veces, cuando veía comida, unas enormes nauseas me invadían y corría al baño desesperada. Por las noches, Edward se recostaba cerca de mi vientre y lo acariciaba con ternura y yo sonreía, iba a poder darle el gusto de ser padre. Pasaba horas mirándome frente al espejo observando mi estomago, no veía la hora que creciera. Pasaba mis días en completa calma, Edward tenía el doble de felicidad; iba ser padre y debido a que su tienda progresaba tan bien estaba haciendo negocios con personas de Brasil, no me decía mucho, pero sé que le va bien con eso. Un día, mi calma fue interrumpida por una extraña llamada, yo estaba recostada en el sofá y el teléfono comenzó a sonar, no había nadie alrededor, Rosalie estaba en el mercado y las criadas en la cocina, me levante y tome el auricular del teléfono.

-¿Diga?-

-¿Se encuentra el señor Edward Cullen? Le hablo de Black´s Company, estoy tratando unos negocios con él desde Brasil- Era la voz de un hombre que al momento no recocí.

-No, no está en este momento, pero si lo desea puede dejarle su mensaje conmigo, ¿con quién hablo? – Pregunte y no contesto. - ¿hola?-

-¿Bella, Bella Swan? – Me paralice al reconocer la voz, pero, ¿Cómo?, no ¡no puede ser! – Bella, ¿eres tú, como es posible que…? – Era él, Jacob, ¿Qué hacia llamando a Edward?

-Está usted equivocado, aquí, no vive ninguna Bella – Mentí. – Disculpe, debo colgar… -Dije con odiosidad

-¡No, Bella, espera! – Me quede en silencio y Edward entro a la casa y me miro con el teléfono pegado a la oreja. – Bella, ¿estás ahí? ¡Bella por favor! – Coloque el auricular en su lugar y me deje caer en el sofá.

-Bella, ¿Quién era? – Pregunto Edward preocupado.

-Nadie ``habib´´. No era, nadie… - Respondí algo nerviosa.

-Bella no me mientas, algo te ocurre, ¿Quién llamo?-

-Edward, ¿Cómo es, que tus negocios en Brasil, son con, Jacob Black? – Me miro confundido.

-Así es, pero, ¿Por qué te es extraño?-

-Edward, ese hombre, es el hombre por el que no quería casarme contigo- Me miro asombrado.

-Eso no puede ser, eh… - Se quedo sin habla. – Yo, no tenía idea, si me llamo la atención que se llamara Jacob pero, nunca supe su apellido, ¿Cómo iba a saber que, era él, Bella, que estas pensando? – Pregunto preocupado por lo que pasara por mi cabeza.

-Nada, es solo que, Edward, no quiero que ese hombre vuelva a llamar a esta casa, no quiero escuchar su voz ni su nombre en esta casa… - Com ense a molestarme.

-Está bien, no volverás a saber de él Bella, pero…-

-Estoy bien, solo, no lo nombremos mas, se que tienes negocios con él, pero no me hables de ello-

-Como quieras mi flor- Se sentó a mi lado y me abrazo, mire sus ojos fijamente y el beso frente.  –De haber sabido yo… - Lo bese para callarlo.

-Olvídalo, hagamos que nada   a pasado- Asistió y me beso.

Ahora, tendría que lidiar con el hecho de que Edward negociaba con Jacob, el que me abandono a mi surte cuando más lo necesite, y aunque ahora se lo agradezco, no dejo de sentir rabia por lo que hizo conmigo, Fue tan cobarde, me dejo por miedo a perder su vida, ¿y qué hay de la mía?, yo también había arriesgado mucho por él, pero, ya no vale la pena recordarlo, aunque estaría más tranquila, si Edward no tuviera contacto con el de nuevo…

Continuara…

Hola a todas perdón por lo tarde que publique, pero tengo una escusa fui al cine a ver ECLIPSE, esta buenísima es para mí la mejor de las 3, bueno espero que les guste esta capitulo nos vemos el sábado