(Bella Pov)

Ha pasado una semana desde que tuve aquel problema con Edward y aun sigue sin dormir conmigo, ¿esto durara siempre? Comienza a desesperarme dormir sola, cuando vivía con mi madre dormía con ella, en casa de Charlie o dormía con Esme o con Alice, y ahora dormía sola, tenia pesadillas todas las noches y me levantaba exaltada, era bueno cuando despertaba asustada y Edward me abrazaba, ahora estaba sola. Al menos mi relación con el había mejorado, ya no me incomoda estar cerca de el, y me encantaba verlo sonreír. Trataba de no discutir con Rosalie para no desagradarlo y estaba aprendiendo a cocinar como a él le gustaba. Lo único que no cambiaba era la compañía por la noche; soledad absoluta. Quería pedirle a Edward que volviera a dormir conmigo pero no sabía cómo pedírselo. Alice por su parte, era feliz con Jasper en Brasil, cuando se entero que estuve a punto de divorciarme casi se muere al teléfono, le aterra todo lo que tenga que ver con separaciones. Estaba en mi habitación mirándome al espejo y luego tome mi velo para ir a visitar a Esme, no la veo desde aquel día. Subí las escaleras hasta la sala y Edward estaba en la mesa grande arreglando unos papeles, Rosalie veía por la ventana y enseguida volteo su vista hacia mí cuando Salí.

-¿Lo ves? Te dejaste engañar por esta odalisca, ¡mírala, va a directo a la calle! – Decía en un tono chillón.

-Bella, ¿A dónde vas? – Pregunto Edward.

-Quiero ver a Esme, ¿no puedo visitarlos tampoco? – Comencé a molestarme.

-¡¿Ves como te alza la voz? Yo siendo un hombre no le permitiría a una mujer alzarme la voz, ella te monta como a un camello!-

-¡Rosalie! – La reprendió. - ``Waja´´, puedes ir pero no estés mucho tiempo… - Sonreí y asentí para salir casi corriendo de la casa.

-¡Ella va a montarte como se monta a un camello, pero no te importa lo que yo diga, ustedes pasan por encima de mí como se le pasa a un tapete, ustedes no quieren escuchar mis consejos, por eso sus mujeres son como son con ustedes, se burlan de ustedes en su cara! – Decía señalando a Edward con un dedo. Carlisle llego del mercado siendo recibido por el escándalo de Rosalie. - ¡Dile padre, dile, dile que su mujer es una odalisca!-

-¡Rosalie ya basta! – Grito Edward y Rosalie bajo las escaleras quejándose.

 -¿Todo bien por aquí? – Pregunto Carlisle en tono de burla.

-Padre, necesito una solución, el matrimonio no me gusta como dijiste que iba a gustarme…-

-¿Hay algún problema con Bella, ella no cuida de ti como debe, se niega a ti…?

-No, no es por eso, ella, no me quiere padre, se que se esfuerza por complacerme, pero no me demuestra que me quiere… - Decía Edward, algo decepcionado.

-¿Qué piensas hacer, te divorciaras de verdad? – Pregunto Carlisle seriamente.

-No, tendré una segunda esposa…-

-¡Edward, no puedes con una tormenta, ¿ Podrás con dos?-

-Padre no voy a casarme con otra joven como Bella, voy a casarme con una que haya crecido aquí, en Fez, que haya sido criada bajo nuestras costumbres… - Carlisle guardo silencio, pensativo.

-Conozco una familia, están buscando un buen marido para su hija, Tanya, yo podría hablarles de ti…-

-Hazlo, mientras más pronto lo solucionemos, mejor… - Carlisle asistió y se dispuso a salir de la casa.

Mientras Carlisle, prácticamente conspiraba en mi contra, yo iba a la casa de Charlie. En el camino me detuve en una tienda a ver unos velos, me imagine bailando para Edward, alegrándolo y seduciéndolo con mi baile, muy pronto llegaría el día en que baile para él. Poco a poco me acostumbro a su presencia, a sus pequeñas caricias, cada día me siento mejor a su lado, es como si, si estuviera empezando a amar a mi marido. Una tarde deje  que mi mente volara, que soñara despierta, me imagine como seria, darle un hijo a Edward. Aunque no creo que sea posible, no me ha tocado después de la noche de bodas, pero conseguiré llamar su atención de nuevo, voy a conquistar a Edward .Llegue a la casa d mi padre y fui recibida por los cantos de las criadas, baile entre ellas y sonreía, por primera vez en mucho tiempo, reía de verdad, porque de verdad, me sentía feliz, es gracioso, hice todo lo posible porque Edward me odiara, y ahora solo me aterra pensar en estar lejos de él. Esme salió hasta el patio y corrí hasta ella, la abrace y bese su mejilla, y prácticamente la arrastre a la sala dando saltitos, comienzo a parecerme más a Alice, le pregunte por mi padre y me dijo que estaba en el mercado de camellos, de seguro le alegraría saber que estuve aquí. Senté a Esme en el sofá y luego me senté yo.

-Bella, ¿por qué no habías venido?, empezaba a preocuparme por ti-

-Esme, estoy bien, todo está muy bien – Dije sonriente.

-Bella, ¿Qué hiciste ahora? – Me pregunto maliciosa. –Estas demasiado alegre…-

-¿No es eso lo que querías, que fuera feliz?-

-Sí, pero una sonrisa tuya es como la de un niño que hace una travesura y sonríe de modo extraño…-

-Esme… - Me acerque a ella como para decirle un secreto. - ¡Me estoy enamorando de Edward!-

-¡``Al – hamadu- lellah´´ Bella, esa si es una buena noticia, mis plegarias fueron escuchadas, ``Allah´´ aplaco tu inquieto corazón..!-

-Esme, soy tan feliz a su lado, moriría si se separa de mi…-

-Y ya levanto aquel castigo, de dejarte durmiendo sola…-

-No, aun no… Dije un poco desilusionada.

-Pero tengo un plan para hacer que venga a mi – Sonreí maliciosamente.

-¿Qué piezas hacer?-

-¡``La´´ Esme, es sorpresa!-

-Bella, cuida mucho de tu marido, su hermana puede ideas en su cabeza…-

-¿Qué ideas?- Pregunte mientras jugaba con mi velo en el aire.

-Bella, Edward puede tomar una segunda esposa… Detuve mi juego y mire a Esme alarmada. – El libro sagrado dice que un hombre puede casarse hasta cuatro veces, si las puede mantener claro está, pero puede hacerlo, tu serias la primera esposa, la que mande en todo pero ya no será solo tuyo, tendrás que compartirlo con su otra mujer…-

-¡Eso nunca! – Me levante rápidamente del sofá. - ¡Por el profeta, juro que no dejare que Edward consiga otra esposa, yo muero Esme muero!-

 -Ya es muy tarde, te sentaste en el corazón de tu marido, es mejor sentarse en el corazón de u león que en el corazón de un hombre… - Dijo mirando hacia un lado con indiferencia.

-¡Todo es negativo para mí ¿no?, cuando consigo algo de felicidad todos ponen trabas, todos en mi contra!-

-No es eso Bella, debes ser precavida, cuida de tu marido…-

-¡Nadie quiere que yo sea feliz! – Mi molestia se hizo notar y Salí de la sala.

Fui hasta la calle y Esme no dejaba de llamarme, la deje en la puerta gritando mi nombre. ¿Por qué, por que cuando lograba sentir algo por Edward ahora Esme se ponía en mi contra, y si, y si Edward en realidad buscaba otra esposa?, ¡No lo iba a permitir!, Si tenía que volver a mis viejos trucos para que las cosas salgan a mi manera lo hare, Edward será solo mío. Mientras yo caminaba en dirección a mi casa, Carlisle estaba en casa diciéndole a Edward que había planeado una cena para esta noche, una cena a la que asistiría su nueva ``novia´´ y su familia, yo, ignorante de la situación, solo rogaba en mi mente porque Edward nunca se le ocurriera tomar otra esposa. Llegue a mi casa y allí estaba él, mi corazón brinco al verlo, se había vuelto en una costumbre que sintiera eso últimamente cada vez que lo veía. Cerré la puerta y me senté a su lado en el sofá y le sonreí dulcemente.

-¿Estuvo bien el paseo?-

-Si ``habib´´, todo están bien en casa de mi padre…-

-``Waja´´- Me sonrió con ternura, sentí que se encogía el corazón. – Bella necesito que esta noche hagas algo por mí…- Me dijo en un tono algo serio.

-Lo que sea ``habib´´- Y en realidad, haría lo que sea que él me pidiera.

-Necesito que esta noche te mantengas en tu habitación y no salgas hasta que te lo diga, tendré una visita importante y, es mejor que no estés presente…-

-Pero, ¿Por qué?-

-Porque su futura esposa vendrá a conocerlo y no es buena idea que tu estés cerca para estropearlo todo y arrastres el nombre de mi hermano por la medina, más de lo que ya lo has hecho… - Decía Rosalie saliendo de la cocina y sentándose frente a nosotros, me quede paralizada, ¿futura esposa? Mire a Edward y su rostro estaba frio, sin expresión alguna.

-¿Fu… fu… futura esposa? –Tartamudee.

- Si Bella, tomare una segunda esposa, el libro sagrado permite que un hombre tenga más de una esposa… -Miles de sentimientos se arremolinaron en mi pecho, me levante del sofá y corrí hasta mi habitación, el, se quedo algo sorprendido por mi forma de actuar.

-Yo también sufriría, ya no va a ser la consentida de la casa…-

-Rosalie…-

Entre a mi habitación y lance la puerta con fuerza, me lance en mi cama y comencé a llorar desesperada, ¿Por qué ahora, porque cuando empezaba, a quererte? Yo no lo iba a permitir, si no hacia algo me tocaría compartir a mi marido por el resto de mi vida, había dos modos en que acabara todo esto si yo hacia algo; o lograba demostrarle a Edward  cuanto lo amaba o lograba que él se divorciara de mi, y esta vez, para siempre. Sea quien sea esa mujer tengo que alejarla de Edward , pero, ¿Cómo?, yo no pedía  salir de la habitación mientras ellos cenaran, tenía que hallar el modo de llamar la atención de la joven para alejarla de los demás y decirle alguna cosa que la haga salir corriendo. Dedique las siguientes horas a pensar en cómo hacer para que todo saliera como yo quería. Cuando se acercaba la hora de la llegada de la familia de chica, Edward entro a la habitación  para buscar su ropa, en ningún momento me dirigió la palabra, solo me observo detenidamente, su rostro detonaba algo de tristeza, ¿será que no quiere hacer esto en verdad?, lo dudo. Salió del cuarto y yo corrí tras él pero cerró la puerta, no me atreví abrir, y si, ¿Edward era el que no me quería ahora?, cada vez me convencía mas de que aquella boda seria un hecho y yo de nuevo seria infeliz, no, eso no podía ocurrir, merezco una oportunidad. Llego la visita de Edward y yo solo podía escuchar las voces en el piso de arriba. Camine de un lado a otro, me sentaba, me acercaba a la puerta y nada, todo seguía igual, una de las criadas entro a la habitación para dejar una bandeja con mi cena, de nuevo, parecía una prisionera, le pedí a la criada que trajera a la joven a mi cuarto sin que nadie se diera cuenta y le mostré una hermosa pulsera de oro, le dije que sería suya si hacia lo que yo le ordenaba y ella acepto, salió de mi habitación y dijo que volvería con la joven. A la media hora, alguien toco a la puerta, eran ellas, me acomode un poco frente al espejo y abrí. Apenas la vi quise ahorcarla, el simple hecho de que pretendiera  casarse con Mi Edward era demasiado insoportable para mí. Debo admitir que era linda, con la piel muy suave y unos ojos profundos, misteriosos, pero jamás seria para Edward.

-Ella es la señorita Tanya Denali… - La presento la criada y yo sonreí hipócritamente.

-``Assalam- Aleikum´´, es un placer conocerte… - Se acerco a mi beso mis mejillas.

-``Alaikum-Assalam´´, tú y tu familia, trajeron, luz, a esta casa – Dije conteniendo las ganas de gritarle que se fuera de mi casa.

-Edward dijo que eras muy hermosa, no creí que fuera tan cierto, digo, no quiso que estuvieras presente… - Era una indirecta, por supuesto que soy hermosa para mi marido, víbora, cobrea.

-¿Dijo eso?, no lo creo…-

-Sí, lo dijo, la criada dijo que querías conocerme, ¿Qué quieres hablar conmigo? – Pregunto inocentemente.

-Quiero preguntarte, ¿en verdad te gusta Edward, quieres casarte con él? – Pregunte curiosa.

-Si, por supuesto que sí, tu marido es ``zwin´´, muy guapo… - Víbora. Sonreí.

-¿Te digo un secreto? – Me acerque a ella y no dudo en escuchar. – Edward no es un buen marido, es malo conmigo, me tiene encerrada por qué no quiere que le diga a nadie las cosas horribles que hace conmigo… - Ella abrió su boca asombrada. – El me golpea cada vez que puede, y no es nada religioso…-

-¡``Allah´´! – Estaba impresionada, yo reía en mi interior.

-Es muy irrespetuoso conmigo, ¿sabes?, me obliga a estar con él, y no me da oro ni me complace en nada, no te cases con el, tu destino será terrible, y ¿quieres saber algo más?, quiere que me embarace para luego repudiarme y quitarme a mis hijos… - Mordí mi labio para contenerme la risa, su cara era digna de una fotografía.

-¡Que ``Allah´´ me libre!, Bella, ``Allah´´ te puso en mi camino para no entregar mi vida a un mal hombre-

-Ahora vete, convence a tu familia de que no te casen, yo no quiero que nadie pase por lo que yo estoy pasando- Le dije en un tono preocupado, casi creíble.

-``Waja´´, ``waja´´, Bella, ¿No quieres que le diga a alguien? Es un ``haram´´ muy grande lo que hace contigo…-

-¡``La´´!- Grite. – No, no, puede hacerme algo horrible después, ve en paz, yo puedo con él, ``yallah´´…-

-Sí, sí, ``Shukran´´ Bella, ``Shukran´´…-

-Ve… - Prácticamente la empuje fuera de la habitación, en cuanto cerré la puerta me deje vencer por la risa. No aguante la curiosidad y subí las escaleras cuidando de no ser vista.

En la sala solo estaba un hombre y dos mujeres, los demás habían desaparecido, la tal Tanya se acerco al hombre y le dijo algo al oído, el la observo espantado y susurraron entre ellos, se levantaron todos de sus asientos cuando Edward, Carlisle y Rosalie volvían de la cocina, el hombre le dijo a Edward que tenía un asunto urgente que atender y que mejor cancelaban eso del compromiso, que en este momento no estaba para celebraciones. Salieron con apuro de la casa y Edward miro a su padre y a Rosalie extrañado, volteo hacia donde yo estaba y corrí para no ser vista, fue muy tarde. Vio como parte de mi vestido flotaba en el aire y corrió detrás de mí, me lance en mi cama y simule estar leyendo una revista. Acto seguido, Edward entro algo rabioso.

-Bella, ¿qué fue lo que hiciste?-

-¡¿Y?! ¡No me he movido de aquí, eso fue lo que me pediste!-

-¡A mí no me engañas Bella! – Me jalo de un brazo dejándonos frente a frente. - ¿Qué fue lo le dijiste a Tanya?-

-¡No le dije nada, yo solo, estaba, ayudándola!-

-¿Ayudándola a que Bella?-

-¡A alejarse de ti!-

-¡Bella, ¿Por que eres tan egoísta? Como no eres feliz, no quiere que nadie lo sea!  - Eso si logro lastimarme.

- Yo solo… -

-¿Acaso vas a espantarme a todas las prometidas que consiga, eh? – Me interrumpió.

-¡Si, voy a espantarlas a todas y a cada una de ellas!-

-¡¿Por qué?! – Me grito.

-Porque, porque, ¡porque tengo celos, tengo celos de cualquier mujer que se te quiera acercar, ¿Feliz? – Me miro confundido, luego una sonrisa se dibujo en su rostro. – Yo no pienso compartirte con nadie, ¡escuchaste bien Edward  Cullen porque no lo voy a repetir, eres mío, solo mío! – Exploto en una risa escandalosa que me hizo irritar. - ¿De qué te ríes? – Seguía burlándose.

-¿De verdad tienes celos Bella? – Pregunto con sarcasmo.

-S…s… si – Me sonroje.

-¿Y cómo puedo creerte Bella, como, como puedo creer que en verdad me quieres para ti sola? – Me quede sin respuesta por un momento.

Jale de su cuello con fuerza y junte sus labios con los míos. Un escalofrió recorrió mi piel cuando apretó con fuerza mi cuerpo al suyo y profundizo nuestro beso, un beso necesitado deseado. Por primera vez lo besaba  con entrega, con pasión, quería que ese beso durara para siempre. Detuvimos el beso por falta de aire y me miro fijamente a los ojos.

-No habrá boda Bella…-

-Lo sé…-

-¿Lo sabes?-

-Tú no vas a cambiarme  por otra – Sonrió mientras yo acariciaba su cabello.

-Pídeme que no me case Bella, pídeme que sea solo tuyo..-

-No te cases… - No me resistí, - Guárdate solo para mi… Y…-

-¿Y?-

-Vuelve a dormir a mi lado…-

-Eso no tienes que pedirlo… - Junto nuestros labios de nuevo con fuerza, esta noche no habría pesadillas, solo estarían sus labios en los míos, solo estarían sus brazos abrazándome, solo estaría él, velando mi sueño…

Continuara…

HOLA A TODAS PERDON POR NO PUBLICAR ANTES PERO CADA VES Q LO HACIA EL CAPITULO SALIA EN BLANCO. ESTE ES UNO DE LOS CAPITULOS Q MAS ME GUSTA SOBRE TODO LA ULTIMA PARTE.