La camarera (+18)

Autor: Sasha_amane
Género: + 18
Fecha Creación: 22/05/2014
Fecha Actualización: 06/06/2015
Finalizado: NO
Votos: 26
Comentarios: 173
Visitas: 78100
Capítulos: 26

Isabella una camarera honrada y trabajadora del hotel Vulturi que lucha por sacar adelante a sus hermanos, se encontrará con su escritor favorito, el atractivo Edward Cullen, autor de exitosas novelas de romance, cuando este haga una conferencia de prensa en el hotel para promocionar su más reciente libro.

 

Lo que ella no sabe es que Cullen ve en ella todo lo que quiere y no perderá la oportunidad de poseerla por completo. La estadía de Cullen en aquel hotel dura diez días en los cuales ambos disfrutan de una aventura pasional.

 

Cuando llega la hora de que Edward parta, Isabella queda desolada pero lo que ella no se imagina es que sus caminos se van a volver a cruzar, o que más bien... Edward no la dejará ir.  Isabella es suya para siempre. 

___________________________________________________________________

 

Hola :) este es mi primer fan fic y espero que les guste. Me siento feliz de poder publicar mi novela aquí después de mucho pensarlo. Muchisimas gracias a Keit, mi amiga, que me ha ayudado con la portada y el prefacio. 

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 19: Amenazas

Capítulo 19: Amenazas

 

POV Bella:

 

—   ¡¿Qué haces aquí?!— brama Edward. Yo me tapo los pechos con ambas manos. Edward me cubre con su cuerpo y se pone las manos adelante para que Alec no pueda verlo.

 

—   Vine por Isabella— responde Alec—. Ella no quería vivir contigo

 

—   ¡Alec, lárgate de aquí!— le grito—. Vamos a llamar a la policía

 

—   Isabella— se ríe Alec—. Yo soy policía, ¿acaso ya se te olvidó? Ahora, baja de ese piano y vámonos

 

Me bajo del piano y salgo corriendo velozmente hacia la cocina. Estoy consciente de que Alec me ha mirado y eso me asquea.

 

—   ¡Bella!— exclama Edward.

 

—   No quiero estar desnuda frente a él— le explico mientras me pongo el albornoz.

 

—   Ya no puedes hacer nada, Bella— se ríe Alec—. Acabo de ver ese hermoso trasero que tienes y esos pechos que…

 

—   ¡Muérete!— grita Edward antes de avanzar hacia él y propinarle un puñetazo en el rostro. Alec cae al suelo y Edward aprovecha para ponerse el albornoz rápidamente. Alec se trata de levantar y cuando lo hace recibe otro puñetazo en el estómago—. Ella es mía, borra esas imágenes de tu mente

 

—   Edward, detente— le suplico asustada. Edward no se detiene, le pega a Alec una y otra vez como si fuese un saco de boxeo.

 

—   Jamás me olvidaré de tan hermosa visión— replica Alec apartándose de Edward. Al parecer no le han afectado mucho los golpes. La sangre sale por su boca y su nariz—. Bella es perfecta, muero por cogerla otra vez…

 

Abro los ojos como platos, esperando que Edward no crea esa estúpida mentira.

 

—   No le creas mi amor— le pido. Edward no me mira pero me responde.

 

—   Te creo, pero lo voy a matar— sonríe antes de abalanzarse sobre Alec. Ambos caen al suelo y Alec le da un golpe en la cara a Edward.

 

—   ¡Deténganse!— les grito escandalizada mientras me acerco para detenerlos. No puedo, caigo de nalgas al suelo y me levanto para ir por el teléfono. Necesito llamar a Peter para que detenga esto.

 

Cuando estoy por tomar el teléfono vuelvo a mirar a Edward y Alec. Cuando miro la horrorosa escena se me corta la respiración y palidezco. El pánico comienza a recorrer mi cuerpo. Alec rodea el cuello de Edward con su brazo y le pone una pistola en la sien. Edward me mira angustiado. Está de rodillas y no sé cómo Alec ha podido hacer esto en menos de un segundo.

 

—   Cuelga ese teléfono— dice Alec. Lo obedezco de inmediato—. Ahora, si no quieres que vacíe toda la pistola en su cabeza, vendrás conmigo

 

—   No lo hagas, mi amor— gruñe Edward quien por fortuna no está sangrando. Miro a mi novio con lágrimas en los ojos.

 

—   Vienes conmigo o si no lo mato… créeme, no dudaré en hacerlo— me amenaza Alec. Yo suelto un sollozo de desesperación.

 

—   Iré contigo— respondo sin dudar. La vida de Edward es lo más importante ahora. Me vale una mierda que mi novio se enfade.

 

—   Bella, no te vayas con él…— suplica Edward.

 

—   Tengo que hacerlo— le digo mirando a Alec con furia—. Tu vida es más importante que yo

 

—   Nena, por favor, no lo hagas— solloza—. Te hará daño, deja que me mate, mi vida no vale nada si te aparta de mí

 

—   Estás loco— murmuro mientras avanzo hacia Alec con paso decidido. Alec sonríe satisfecho.

 

—   Llama al ascensor— me ordena y paso por un lado de él. Estoy temblando de pies a cabeza otra vez pero en esta ocasión es por el miedo. Por favor que no le dispare, por favor que no le dispare, repito en mi mente. Pulso el botón y las puertas del ascensor se abren—. Vámonos, mi amor

 

Edward suelta un grito lleno de agonía que me hace estremecer y más lágrimas salen de mis ojos. Alec lo suelta y corre hacia mí, tomándome del brazo y haciendo que entremos al ascensor. Edward se levanta y entonces Alec lo amenaza con la pistola para que no intente nada. Las puertas del ascensor se cierran y Alec guarda su arma.

 

—   ¿Por qué nos haces esto?— le grito y le pego puñetazos en el pecho cuando él me intenta abrazar.

 

—   Porque te amo y quiero que seas feliz conmigo

 

—   ¡Yo no te amo a ti!— exclamo y me aparto de él. Veo borroso por las lágrimas que salen sin cesar de mis ojos—. Yo amo a Edward, soy su mujer cómo pudiste darte cuenta al entrar

 

—   Muy pronto harás lo mismo conmigo— promete con una sonrisa de enfermo mental o al menos es lo que me parece—. Quizá no pueda darte los mismos lujos que él pero…

 

—   No se trata de eso— lo interrumpo—. Yo lo amo a él, solo a él

 

Alec gruñe y saca rápidamente unas esposas del bolsillo de su pantalón.

 

—   ¿Qué haces?— pregunto alterada.

 

—   Vas a ponerte esto, vamos a fingir que estás arrestada

 

—   ¿Qué?

 

—   Póntelas o si no tu querido Edward sufrirá las consecuencias, conozco a alguien que va a encargarse de él si tú no te dignas a cooperar

Alzo las manos  inmediatamente para que me espose. No quiero que le pase nada a Edward. Las puertas del ascensor se abren y salimos del ascensor. Solo espero que no le crean que estoy arrestada.

 

 

POV Edward:

 

—   ¡Ábrete!— le grito al ascensor pulsando una y otra vez el botón. Se llevaron a mi mujer, a mi princesa y este puto ascensor no se abre. Ella me necesita, debe estar asustada… y yo la necesito muchísimo más. Juro que Alec me las va a pagar, va a morir y yo seré quien lo mate. Las puertas del ascensor se abren y suelto un sollozo cuando veo que está vacío. Me meto rápidamente y me dirijo hacia la planta baja.

 

Necesito llegar a tiempo. Si pierdo a Isabella me muero, no puedo vivir sin ella. La amo con todo mí ser. Es la mujer más hermosa de todas y es mía. Ese imbécil no puede quitármela. No podría vivir sin ella, sin su hermosa sonrisa, sus sonrojos, su hermoso cuerpo y su exquisito olor. Los ojos se me llenan de lágrimas; tengo que recuperar a mi diosa a como dé lugar.

Las puertas se abren y yo salgo rápidamente pero me detengo en seco al ver a Peter y a Tanya.

 

—   ¡Edward!— exclama Peter y yo me acerco corriendo a ellos—. ¿Por qué arrestaron a Bella?

 

—   ¡¿Se la llevó?!— grito desesperado.

 

—   Sí, ella estaba esposada y él dijo que estaba arrestada, incluso a mí y al guardia nos enseñó su orden de aprehensión, ¿qué está pasando? Ella dijo que si estaba arrestada pero no le creí

 

—   ¡Es que no lo está! Ese imbécil la secuestró— bramo y comienzo a moverme de un lado a otro como un animal enjaulado. El guardia se acerca a mí y yo comienzo a gritarle insultos. Él se disculpa una y otra vez por su torpeza y yo no soporto más y caigo de rodillas al suelo, llorando como nunca. Dios, te juro que voy a cuidarla con mi vida si me permites recuperarla, la voy a proteger de todo y de todos, por favor que regrese a mi lado, rezo en mi mente.

 

 

POV Bella:

 

En la entrada del edificio el guardia nos retiene. El Mini Cooper se estaciona en un lugar cercano y Peter y Tanya se bajan y corren hacia nosotros. Alec les dice que estoy arrestada y les enseña lo que parece ser una orden de aprehensión. Peter me pregunta si es cierto y le contesto que sí muy a mi pesar. No puedo dejar que nada le pase a Edward.

Alec me lleva con él sin que ninguno pueda hacer nada. Sollozo otra vez mientras nos dirigimos a la esquina donde está su patrulla. Se me queman los pies porque estoy descalza… hoy es un día muy soleado. Llegamos hasta la patrulla y él abre la puerta y me mete a la fuerza. Grito en busca de ayuda pero él me hace callar dándome una cachetada.

 

—   Cállate o si no tu novio se muere— me dice.

 

—   No le hagas daño, por lo que más quieras

 

—   Lo que más quiero es cogerte— responde queriendo ser seductor.

 

Me dan nauseas cuando dice esas palabras. Me quedo callada mientras él arranca el coche. Mis mejillas están bañadas por las lágrimas que no dejan de salir de mis ojos. Quiero ver a Edward, a mis hermanos y a mi padre.

 

Minutos después estamos frente al edificio donde antes vivía. Alec me lleva casi a rastras y subimos hasta el cuarto piso. Miro la puerta de mi antiguo departamento e intento imaginar que estoy en casa pero no puedo. Mi casa es en ese departamento en donde vivo con Edward. Alec me empuja hacia el interior de su departamento y me quita las esposas.

 

—   Si haces algo en mi contra y no te entregas a mí, Edward se muere

 

—   ¡No voy a hacer nada contigo!— exclamo—. Me das asco

 

Alec sonríe y me abre el albornoz dejándole ver mis pechos.

 

—   ¡No!— exclamo cuando me tumba en el sofá y me abre las piernas para hundir su cara en mi intimidad. Quiero vomitar.

 

En ese momento la puerta se abre con brusquedad y entra Amparo con una pistola en las manos apuntando a Alec. Su rostro está lleno de concentración pero sin rastro de miedo. Me siento confundida.

 

—   Si te atreves a meter la lengua ahí, te mato, Alec— amenaza Amparo. Alec se queda paralizado y voltea un poco la cabeza para mirarla.

 

—   Yo también tengo una pistola, Amparo— le advierte él.

 

—   Pero antes de que la saques te habré disparado— replica ella.

 

—   Soy tu hermano— protesta él.

 

—   No me importa…— contesta Amparo.

 

Contengo la respiración. Espero que Amparo logre sacarme de aquí.

 

—   Este no es asunto tuyo, hermana— dice Alec levantándose lentamente.

 

—   Es mi asunto, no voy a seguir permitiendo que contagies a más mujeres

 

Me quedo ligeramente boquiabierta… ¿de qué está hablando? Amparo se inclina un poco para mirarme.

 

—   Alec tiene VIH, se dedica a contagiar a las mujeres que se parezcan a la maldita que la contagio

 

—   ¡Eso no es cierto!— grita Alec y saca su pistola para apuntar a Amparo quien no se inmuta en lo absoluto. Ella sonríe y rápidamente le dispara en la pierna a Alec quien cae al suelo gritando improperios. Yo grito espantada y Amparo corre hacia mí.

 

—   Vámonos, cariño, vas a estar bien, no te preocupes— me dice mientras me ayuda a levantarme.

 

Asiento y Amparo y yo salimos corriendo. Alec me llama a gritos pero no le hacemos caso. Algunas personas salen de sus departamentos para ver que pasó pero Amparo y yo seguimos bajando.

 

—   ¿Lo mataste?— le pregunto a ella cuando nos subimos a un auto. Es un Lamborghini color amarillo.

 

—   No, solo le disparé en la pierna— contesta con la respiración agitada. Me mira rápidamente—. ¿Estás bien?

 

—   No— gimo—. ¿Cómo supiste donde estábamos?

 

—   Los seguí... pero un semáforo me atrapó así que por eso casi te…— se estremece y no puede terminar la frase—. Mi hermano es un asqueroso, siempre conquista mujeres y tiene relaciones con ellas sin protección, contagiándolas de VIH

 

—   ¿Cómo sabes eso?

 

—   Lo escuché hablando con un amigo suyo sobre eso… él también hace lo mismo, una vez fueron a un bar y tuvieron relaciones con la misma chica, hicieron un trío pero esa tipa resultó tener el virus y los contagió a ambos…

 

—   Que horrible— susurro.

 

—   Tú eres parecida a esa tipa, o esa es mi teoría ya que mi hermano quiso abusar de ti, por fortuna lo impedí, ahora te llevaré a mi casa, te darás un baño y llamaremos a Edward para que pase a recogerte, ¿de acuerdo?

 

—   Muchísimas gracias, Amparo, te debo la vida…— le digo sollozando.

 

—   No me debes nada, yo no pienso permitir que mi hermano siga haciendo lo mismo

 

—   ¿Y si muere?— me muerdo el labio.

 

—   Ojalá lo hiciera— masculla—. Pero creo que sobrevivirá, no es la primera vez que le disparan... no le tuve miedo porque la pistola que estaba utilizando no era su arma, era de juguete

 

—   ¡¿Qué?!— exclamo. Amparo sonríe un poco.

 

—   No te culpo por no saberlo, la pistola parece muy real…

 

Yo solo suspiro y el resto del camino la pasamos en silencio. De pronto llegamos a una casa color blanco preciosa que en el segundo piso tiene una enorme terraza techada. Ambas nos bajamos del auto y Amparo me lleva hasta el interior de su casa. No me fijo mucho en la decoración debido a que sigo asustada. Amparo me toma de la mano y me lleva hasta su habitación.

 

—   Date un baño y mientras yo te traeré ropa y un té para que te calmes, ¿de acuerdo?— me dice.

 

—   Muchas gracias— susurro. Ella solo asiente y sale de la habitación y yo me meto al baño en donde me quito el albornoz y me ducho. El agradable aroma del baño invade mis fosas nasales y me relajo. Voy a estar bien y Edward va a venir por mí. Alec jamás volverá a hacernos nada…

 

Salgo de la ducha y tomo una toalla para secarme. Cuando salgo un cambio de ropa está sobre la cama. Sonrío y me visto rápidamente. Cuando me termino de poner la camisa Amparo entra con un té.

 

—   Tómatelo, te hará bien— dice mientras me lo entrega—. Está caliente— me avisa y yo asiento.

 

—   Gracias Amparo, ¿cómo puedo pagarte lo que hiciste por mí?

 

—   No te preocupes, no tienes que pagarme nada

 

—   Si algún día necesitas algo… solo dímelo

 

—   Está bien, lo pensaré— se ríe un poco.

 

Espero hasta que el té se enfría un poco y comienzo a tomármelo.

 

—   Tenemos que llamar a tu novio, debe estar muy preocupado— comenta Amparo.

 

—   ¡Sí!— exclamo dejando la taza casi vacía sobre la mesita de noche.

 

—   Está bien, aquí tienes, llámalo— saca el celular de su bolsa y me lo da. Marco el número de Edward pero no contesta.

 

—   No, no puede ser, no contesta— digo angustiada—. Ya sé, puedo llamar a Peter…

 

Marco el número de Peter y por fortuna él si contesta.

 

—   ¿Sí?— su voz suena preocupada.

 

—   Peter, soy yo— le digo.

 

—   ¡Bella!— grita Peter y escucho que Tanya grita de alegría—. ¿En dónde estás?

 

—   Una amiga me salvó— respondo—. ¿Dónde está Edward? Dile que me venga a buscar

 

—   Bella…— dice nervioso.

 

—   ¿Qué ocurre?

 

—   Edward se puso mal, tuvimos que llamar a un médico para que le diera un calmante

 

—   No puede ser— sollozo.

 

—   Dime dónde estás, pasaremos por ti y te llevaremos con él, Edward se pondrá feliz cuando despierte y te vea…

 

—   Está bien, ven por mí, te daré la dirección por mensaje

 

—   Está bien…— cuelga.

 

Amparo me dice la dirección y yo se la mando a Peter en un mensaje. Responde que pasará por mí en unos cuantos minutos. Amparo y yo nos vamos a la sala y no pasa mucho tiempo antes de que el auto de Peter estacione enfrente de la casa. Amparo y yo sonreímos y salimos de la casa. Peter se baja rápidamente y corre hacía mí.

 

—   ¡Bella, estás bien!— exclama aliviado y luego me da un rápido abrazo—. ¿Cómo lograste escapar?

 

—   Ella me ayudó— señalo a Amparo. Peter la mira y le dedica una sonrisa educada.

 

—   Muchas gracias por ayudarla, ¿cómo podemos devolverle el favor?— pregunta Peter.

 

Amparo hace un gesto displicente con la mano.

 

—   No fue nada, solo cuida de Isabella— responde.

 

—   Sí, está bien…

 

Amparo y yo nos despedimos, dándonos un beso en la mejilla. Ella me desea suerte y yo me voy con Peter.

 

—   ¿Dónde está Tanya?— le pregunto.

 

—   Está con Edward en el departamento… dijo el doctor que estará dormido unas cuantas horas pero… no queremos que se quede solo, puede que se despierte

 

—   Es cierto— digo con media sonrisa en mis labios.

 

Llegamos al departamento veinte minutos más tarde. Tanya está en la sala caminando de un lado a otro y cuando nos ve entrar corre hacia a mí y me abraza.

 

—   Amiga, estaba muy preocupada por ti— solloza.

 

—   Tranquila, ya estoy bien— contesto y la abrazo también. Ella me suelta un poco para mirarle. Sus ojos están llenos de lágrimas.

 

—   Me asusté mucho cuando te llevaron… pero Edward se puso peor

 

—   Lo sé, está inconsciente, ¿verdad?

 

—   Sí… le pusieron un calmante, el pobre estaba mal— me dice ella con los ojos aun llorosos.

 

—   Voy a subir a verlo— les digo y ellos solo asienten.

 

—   Nosotros nos vamos, cuida a Edward… — contesta Peter.

 

—   Sí, lo haré— sonrío. Me despido de Peter y Tanya y subo corriendo a la habitación. Edward está acostado. Duerme profundamente y yo corro hacia la cama y me acuesto a su lado. Comienzo a besar sus labios pero él no despierta. No debo asustarme pero lo hago—. Ya quiero que despiertes, mi amor, te amo y estoy aquí contigo

 

Edward no me responde, sigue durmiendo. Lo beso uno y otra vez y no responde. Comienzo a tener miedo de que no se despierte nunca. Sigue con el albornoz puesto y tengo la tentación de abrirlo y tocarlo mientras duerme pero decido no hacerlo. No abusaré de él.

Me acurruco contra su cuerpo y lo observo dormir. Es tan hermoso; tengo demasiada suerte de estar con él. De pronto tengo ganas de comer algo. Me levanto y voy a la cocina. La caja de pizza está sobre la barra y me como una rebanada sin calentarla. Tengo mucha hambre.

Después de comérmela subo de nuevo y Edward sigue dormido. Me acerco y le doy un beso en la frente antes de ir a lavarme los dientes y me arreglo un poco. No quiero que Edward se despierte y me vea horrible y con aliento a pizza. Después se me ocurre ponerme uno de los baby doll que mis queridas amigas (nótese el sarcasmo) me compraron y elijo el rojo. Me lo pongo y luego voy a acostarme junto a Edward quién sigue durmiendo profundamente y espero.

Espero, espero y espero y Edward aun no despierta. Me incorporo para quedar sentada y me abrazo a mis piernas. Comienzo a llorar, ¿y si Edward nunca despierta? Me muero de angustia.

—   Mi amor, despierta— le digo apoyando mis brazos en su pecho. Lo beso repetidas veces como si con eso pudiera despertar pero no lo hace. Si no escuchara su respiración y no sintiera los latidos de su corazón creería que está muerto.

Acaricio su cabello revuelto y beso una vez más sus labios antes de bostezar; me ha dado sueño. Me abrazo a él y caigo en un sueño profundo.

Cuando me despierto, ya es de noche y Edward sigue igual. Me levanto porque me han dado ganas de ir al baño. Me siento desesperada, tengo que llamar a un médico o a alguien que me pueda ayudar. Me estoy lavando las manos cuando de pronto escucho que Edward se levanta de la cama. 

 

—   Bella— pronuncia mi nombre con voz ronca y llena de dolor—. Bella— solloza.

 

En ese momento salgo del baño y Edward ha salido de la habitación. Mascullo maldiciones y me siento en la cama a ver si a mi querido novio se le ocurre regresar. No lo hace, lo escucho hablar por teléfono en el pasillo.

 

—   Peter, ¿encontraron a Bella?— pregunta desesperado—. ¿Por qué me durmieron?

 

Guarda silencio unos segundos.

 

—   No, no está conmigo— gimotea—. Voy a ir a buscarla

 

Suelto un gruñido por lo bajo y me levanto de la cama. Me dirijo hacia la puerta y  la abro.

 

—   ¡Aquí estoy!— exclamo algo molesta. Edward voltea a verme y se queda boquiabierto y se le cae el teléfono al suelo—. Desde hace horas— añado con el ceño levemente fruncido—. ¿No vas a decirme nada?— pregunto mordiéndome el labio.

 

Edward en vez de decirme algo se acerca a mí, me carga y me  besa con desesperación y yo le respondo de la misma forma. Mi corazón está latiendo como nunca antes en la vida. Con una pierna rodeo la cintura de Edward y él me ayuda a subir la otra. No deja de besarme mientras entramos al cuarto. Me lleva corriendo hasta la cama, me deposita en ella y luego me voltea. Me pongo a cuatro inmediatamente y Edward me baja las bragas hasta mis tobillos. Alcanzo a ver que se quita el albornoz y no tarda en penetrarme de una sola estocada y enterrar las uñas en mis caderas.

 

—   Oh, mi vida, estás aquí— susurra mientras se mueve. Yo cierro los ojos y me dejo llevar.

 

—   Estoy aquí— le confirmo. Él aumenta la velocidad de sus embestidas lo que me arranca varios gemidos y gritos de placer.

 

—   Te amo, jamás dejaré que te vuelva a pasar nada— exclama. Yo estoy por alcanzar el clímax pero de pronto Edward se aparta—. Aun no, mi pequeña…

 

Hago un puchero a modo de protesta mientras me voltea. Me siento.

 

—   Te ves demasiado sensual con ese traje, pero ¿sabes? Te prefiero desnuda…— me dice y sus palabras me hacen estremecer. Con mis pies me termino de quitar las bragas las cuales caen al suelo.

 

—   Yo también te prefiero desnudo— respondo sonriendo. Edward me ayuda a quitarme el baby doll y mis pechos quedan expuestos. Edward me mira con deseo antes de ponerse encima de mí y morder mi pezón izquierdo. Echo la cabeza hacia atrás y gimo—. Oh, Edward, te amo

 

—   Yo más, mi princesa— dice dejando mi pezón. Me recuesto y abro las piernas. Edward sonríe como un tonto y me penetra otra vez. Se mueve lentamente lo que me resulta una tortura.

 

—   Más… más rápido— le suplico.

 

—   Está bien— se ríe y comienza a darme más rápido. Yo me muevo con él en busca de liberación, mi cuerpo lo pide a gritos. Me arqueo y vuelvo a cerrar los ojos—. Te amo… eres el amor de mi vida— gruñe. Sus estocadas se vuelven más rápidas, más duras. Siento que no me falta mucho para estallar.

 

—   Tú el mío— digo fervientemente. Un par de embestidas más y comienzo a sentir como mi cuerpo se tensa y segundos después alcanzo el orgasmo al mismo tiempo que él.

 

Cuando ambos nos recuperamos Edward me abraza muy fuerte y empieza a sollozar.

 

—   Creí que te perdía, mi amor— me dice con desesperación.

 

—   Nunca me vas a perder— le aseguro.

 

—   No, nunca te voy a perder porque te voy a proteger de todo y de todos

 

Edward sale de mí y se tumba a mi lado pero después me abraza.

 

—   ¿Cómo es qué estás aquí conmigo?— pregunta emocionado.

 

—   La hermana de Alec me salvó

 

—   ¿Qué?

 

—   No hablemos de eso, por favor…

 

—   Solo dime que ese maldito está en la cárcel

 

—   No lo está, pero…

 

—   ¡¿Qué?!— exclama. Se levanta bruscamente de la cama y me mira enojado.

 

—   Su hermana me salvo cuando estaba a punto de…— me estremezco y me dan ganas de llorar al recordarlo. Edward se pone pálido como un papel.

 

—   ¿A punto de que?...— pregunta con cautela.

 

—   De… de...

 

—   ¡¿De qué?!— exige.

 

—   Él… él me abrió de piernas y estuvo a punto de…— me vuelvo a estremecer—. De meter su cara ahí, supongo que después iba a violarme

 

—   ¡Yo lo mato!— brama. Se dirige hacia el vestidor y yo me levanto y corro detrás de él. Lo tomo por el brazo y él me mira con lágrimas en los ojos de pura rabia. Aprieta los dientes y respira de manera agitada.

 

—   No me hizo nada, su hermana me salvó de eso, le disparó en una pierna

 

—   ¡Pero sigue vivo!— exclama lleno de cólera.

 

—   No lo sabemos

 

—   Ese infeliz debe seguir vivo…  pero yo lo voy a matar…

 

Se suelta bruscamente de mi agarre y se pone un bóxer.

 

—   Edward, por favor no hagas nada…

 

—   Oh, pero claro que lo haré… Charlie me va a ayudar, él no está enterado de esto aún, pero cuando se entere…

 

—   ¡No le digas a mi padre!— grito asustada.

 

—   Se lo voy a decir y vamos a ir a matar a ese estúpido

 

—   Por favor, no— sollozo y me abrazo a él impidiendo que se ponga la camisa.

 

—   Suéltame, lo voy a matar, nadie puede dañar a mi mujer y vivir para contarlo

 

—   Es peligroso, él tiene armas

 

—   Me importa un carajo eso, yo también tengo un arma

 

—   ¡¿Qué?!

 

—   Sí, y sé cómo utilizarla

 

—   Por favor no vayas a buscarlo… te lo ruego, hazlo por mí…

 

—   No voy a ceder en esto, Isabella, ahora suéltame

 

—   Está bien— digo soltándolo—. Pero si haces eso entenderé que lo nuestro se terminó… en cuanto cruces la puerta del cuarto me perderás

 

—   Bella, no digas tonterías— responde irritado.

 

—   Te lo advierto— le gruño antes de salir del vestidor. Edward corre detrás de mí y me abraza por detrás. Solo tiene puesta una camisa beige y el bóxer.

 

—   Mi amor, tienes que entenderme, yo te amo y quiero que estés a salvo… no quiero que ese loco merodee por ahí e  intente hacerte algo de nuevo

 

—   Si realmente me amaras no harías esto, dejarías que la policía se encargue de eso

 

—   Por favor, tengo que matarlo con mis propias manos— gime y luego besa mi hombro.

 

—   Si te vas, lo nuestro se terminó— lo amenazo.

 

—   Bella, no seas así…— suplica.

 

—   Es mi última palabra— afirmo.

 

—   Está bien— suspira con resignación—. Me quedaré contigo

 

—   Gracias— susurro y me volteo. Lo abrazo con todas mis fuerzas.

 

—   Ya sabes que yo hago lo que sea por ti— me dice con ternura. Me pongo de puntillas para besarlo.

 

—   Volvamos a la cama— le digo con voz seductora. Edward sonríe de esa forma que me encanta y comienza a besarme apasionadamente.

 

Ambos hacemos el amor toda la noche, recuperando el tiempo perdido. Ninguno de los dos se acuerda otra vez del desagradable incidente de hoy. Lo único presente en la habitación son nuestros gemidos y gritos de placer y nuestras palabras de amor. Jamás vamos a volver a separarnos, de eso estoy segura.

Cuando me despierto en la mañana, Edward no está a mi lado. Me levanto y voy al baño. Cuando me miro en el espejo me río nerviosamente al ver los chupetones que Edward me ha dejado en los pechos y en el cuello. Creo que tuvimos una noche muy loca, pienso llena de felicidad. Me cepillo los dientes mientras estoy sentada en el inodoro, vaciando mi vejiga, luego me lavo la cara y las manos, me dirijo al vestidor y me pongo una bata de seda color violeta.

Hago ademan de salir de la habitación para buscar a Edward pero de repente escucho sus pasos y corro a la cama en donde me recuesto. Edward entra con una bandeja con mi desayuno.

 

—   Buenos días, mi amor— saluda al verme despierta. Lo noto un poco nervioso pero decido ignorar eso.

 

—   Buenos días— respondo con las mejillas un poco rojas. Nunca nadie me había llevado el desayuno a la cama.

 

Edward sonríe más y deja la bandeja en mis piernas. Y se sienta a mi lado.

 

—   ¿Cómo amaneciste, mi princesa?— pregunta y yo lucho por no derretirme.

 

—   Muy bien, ¿y tú?

 

—   Algo nervioso— frunce el ceño pero después recupera su hermosa sonrisa—. Pero feliz porque te tengo a mi lado… ahora come, se enfriara

 

Miro mi desayuno. Son huevos estrellados, pan tostado y un plato de frutas. Hay un vaso con leche y otro con jugo de naranja. Mi estómago gruñe en ese momento y me ruborizo.

 

—   Lo siento— me disculpo. Edward se ríe y me besa los labios levemente.

 

—   Come, cielo…

 

—   ¿Me lo puedes dar tú?— le pregunto haciendo un puchero.

 

—   Claro que si

 

Edward me da de comer como si fuese una niña pequeña. De pronto comienzo a ahogarme.

 

—   Toma, mi amor— dice dándome rápidamente el jugo de naranja. Cuando ya estoy por la mitad Edward abre mucho los ojos como pequeño asustado. Dejo de tomar jugo y enarco una ceja.

—   ¿Qué te pasa, amor?— inquiero al ver su cara de preocupación.  

 

—   Yo… — se rasca la nuca—. Mejor toma leche, ¿quieres?

 

—   Mmm… no me gusta mucho, prefiero el jugo

 

—   Toma la leche- insiste. 

 

—   No, ¿qué te pasa, Edward?— cuestiono ya un poco irritada por su extraño comportamiento.

 

—   Está bien, bebe el jugo— dice cabizbajo. Yo solo me río y sigo disfrutando del rico jugo de naranja. Cuando ya está por acabarse lo que veo me deja paralizada. Edward se levanta y me mira expectante. Me termino el jugo y  saco lo que se encuentra al fondo del vaso con los ojos llenos de lágrimas y con el corazón acelerado.

 

—   ¿Qué es esto?— pregunto con la voz temblorosa. Edward me quita el hermoso anillo de compromiso de las manos, da dos pasos atrás y me hace una seña con la mano para que me levante. Aparto la bandeja y me levanto. Edward se arrodilla lentamente y alza el anillo.

 

—   Isabella Swan— comienza a decir. Sus ojos están brillantes por la emoción—. Estoy convencido de que tú eres la mujer de mi vida a pesar de habernos conocido hace poco… te amo desde el primer momento en que te vi, solo que fui un idiota que no quería darse cuenta y admitirlo, quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, lo que más deseo en esta vida es hacerte feliz y yo serlo a tu lado… te amo demasiado, daría mi vida por ti, Isabella… ¿me harías el honor de casarte conmigo?

 

Mi vista se torna borrosa por las lágrimas de emoción. Estoy estupefacta, sin palabras… quiero responder pero tengo pánico. Edward se  pone muy serio.

 

—   ¿Qué me dices?— pregunta.

 

—   Sí— susurro.

 

—   ¿Qué?— cuestiona él confundido. No me ha entendido.

 

—   Sí, mi amor, acepto casarme contigo

_______________________________________________________________________________

 

 

Holaaa de nuevo nenas. Aquí les tengo otro capi que espero que les guste mucho. No hay tanto lemmon pero bueno, creo que ya saben por  qué muajajjaja.

 

gatablack: holaaa heroina de bella en este cap jajaja. Que bueno que no me reprochas por los pocos lemmons que puse jaja, y si tambien creo que es mejor soltarlos poco a poquito, pero bueno, admito que no puse tantos como prometí jaja. Voy a tratar de poner más en el siguiente capítulo aunque ya llevo la mitad del cap y no he puesto ninguno D: el cap trata mas sobre ti y bella jajaja y lo de la proposición. Y sobre ed jajaja si, casi la friega pero por fortuna el amor y la confianza de bella son grandes jajaja. Yo a la bestia, le habría aventado todos mis zapatos y salgo dramáticamente del edificio y me voy por horas, aunque... si ed se me acerca creo que termino perdonándolo jajaja ok no. Y te apoyo con eso de que es difícil confiar en los hombres grrr... (Bueno, yo no soy desconfiada, soy una celosa aunque no llego a cosas extremas, solo lo golpeo con mi bate y ya jajaja no te creas) al contrario que tú, a mi si me duro bastante la cólera con Edward, el maldito la dejo pero bah... a quien engaño. Leí chorrocientas veces el capítulo de "la verdad" de luna nueva he leído mil veces el libro pero mi parte favorita es una escena de jake y bella en donde ella le dice que no mate gente y él le dice que no es un asesino y se rien y se abrazan y  awww amé esa parte

gloriacullen: HOLAAA amigaa!! Me alegra muchísimo que te haya gustado el capi sip, ya le levantaron el castigo a nuestro precioso Edward ( que se volverá insoportablemente sobreprotector y posesivo de ahora en adelante D: ) mi idea es que vaya empeorando cada vez mas jajaja hasta el punto de quedar casi loco xD pero bueno, habra final happy (oh callateee estúpida sashaaa) rayos, se me pegaron las frases de la serie que ando viendo u.u. y bueno pasando a tu duda jajaj espero que quede resuelta con este capitulo, esto es lo que tiene Alec... y no te preocupes amiga, ya me siento más animada, tranquila y sé que todo se solucionara. Muchas gracias a todas ustedes por darme ánimos, a ti y a todas las quiero mucho, se han convertido en verdaderas amigas aunque no nos conozcamos ya tienen un lugar en mi violento y dulce corazón jaja * rayos, me siento sensibleee* ¿no estare esperando trillizos? Últimamente lloro por todo pero bah, solo son mis días ( días de depresión, no otra cosa jajaja) besitos tu también te cuidas :)

psicodElii: hola hermosaa hermanita. Shiii tu eras la recepcionista, yo e Ingrid nos pusimos de acuerdo para eso muajajaja. Y no, no conozco a otra Elimar mas que tu jaja, tu nombre es muy lindooo n.n me gusta para uno de mis bebes, pero dejare que ustedes elijan los nombres de mis trilliz hermosos ok no... aun no las voy a hacer tias u.u pero PRONTO muajajaja. Solo espero que el padre tenga buena puntería y me haga trillizos como los de la serie que estoy viendo... quiero a mis trilliz o de perdida morochos o gemelos waaaa... bueno uno, tan siquiera unooo (bah… no te creas, estoy muy joven jaajaja).  No me ataques con mi bate y los tacones de ingrid * carita de pánico del gmail jaja, ya sabes cual* qué bueno que mi capitulo te pareciera espectacular, sinceramente no me considero tan buena escribiendo pero le pongo mucho amor a esto :) y eso es lo que cuenta. Tranqui, eli, bella y ed se tienen que volver a separar en algún momento perooo advertí que por ahora estaría todo en calma jaja a pesar del pre secuestro de este cap (¿por qué digo pre secuestro? Ah si, por que habrán mas maldades de Alec muajajajaja) . Estoy muy contenta de que volvieras a comentar aquí, se te extrañaba :) y ahora mismo te extraño a horrores a ti, a ingrid y a stephi. Creo que sin ustedes me vuelvo emo :( ( rayos, cierta persona puede demandarme por plagio por decir emo jajaa) yo también te adoro hermanita, espero que ya pronto pueda hablar con al menos una de ustedes :( * se echa a llorar*

Pequeña_ vampiro_ 97: holaaa peque, amiga / socia de la maldad/ mi idola jajaj. Me alegra mucho que te haya gustado el capítulo y dile a tu queridísimo primo (nótese el sarcasmo también) que no se debe meter aluminio en el microondas, ¿pero qué le pasaaaa? Mándale mis saludos y mis regaños por favor U.u, y nalgadas psicologicas jajaj y la frase " muy mal muchachito, muy mal" pobrecita de ti, te dejaron en la parte cachonda jajaa pero que bueno que fue la cocina y no tu la que se quemara, no quiero matar a alguien de una combustión espontanea porque iría presa y además las quiero D: . Jajja bate marca sasha jajaa se me ocurrio una idea, en vista de que los bates se han vuelto demasiado populares aquí que tal si creamos una compañía que fabrique bates y palas que se llame pequeña sasha jajaja una fusión entre tu usuario y el mío xD serán de todos los colores y de tamaños infantiles y adultos jajaja ok no ya me emocione demasiado u.u, y déjame decirte que no estás sola en eso de tener 17 y mala suerte, yo estoy en las mismas ( misma edad, misma mala suerte jajsja). XD jajaj que bueno que le quitaste el cel para poder leer, se lo merece, jum... jajaja ok no. Espero que te guste el capítulo y que no te decepciones por no salir aun... ibas a salir en este pero entonces tuve una visión, créeme que se me ocurrió una idea genial para tu personaje, vas a salvar a bella. Te llamaras Charlotte jajaja asi que cuando salga Charlotte serás tu muajaja. Vas a tardar unos dos capítulos mas en salir pero te aseguro que te gustará jajja, bueno o eso espero ya que te estaré metiendo en una parte bastante dramática de la trama y serás de bastante ayuda y golpearas a Alec con toda el alma ( y un bate marca pequeña sasha) y a otra persona y le salvaras el trasero a Bella. Yo también te quiero amiga/ socia de la maldad y mi idola y entiendo perfecto tu lado malvado muajajaja, de hecho me encanta jajaja por algo eres mi idola.

 

MIS CAMARERAS HERMOSAS, LAS QUIERO MUCHO ESPERO QUE LES GUSTE EL CAP. SABEN? ME SIENTO MUY TRISTE Y SIN GANAS DE SER VIOLENTA. ME SIENTO DE LA PATADA YA QUE ACABAN DE DEJARME L. SE SIENTE HORRIBLE PERO BUENO, YA QUE? QUE SE JODA TODO, YO SEGUIRÉ ESCRIBIENDO Y NO LAS ABANDONARÉ :D AHHHH POR CIERTO, LES TENGO UNA PROPUESTA… HE ESTADO PENSANDO EN CREAR UN NUEVO FIC PERO QUE SEA ESTA MISMA HISTORIA PERO DESDE LA PERSPECTIVA DE EDWARD…. ¿QUÉ LES PARECE? ¿VOTAN A FAVOR O EN CONTRA? PLISS DIGANME QUE OPINAN SOBRE ESTO :D

BESOS!! 

Capítulo 18: No molestar Capítulo 20: Preparativos

 
14439183 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios