La camarera (+18)

Autor: Sasha_amane
Género: + 18
Fecha Creación: 22/05/2014
Fecha Actualización: 06/06/2015
Finalizado: NO
Votos: 26
Comentarios: 173
Visitas: 78102
Capítulos: 26

Isabella una camarera honrada y trabajadora del hotel Vulturi que lucha por sacar adelante a sus hermanos, se encontrará con su escritor favorito, el atractivo Edward Cullen, autor de exitosas novelas de romance, cuando este haga una conferencia de prensa en el hotel para promocionar su más reciente libro.

 

Lo que ella no sabe es que Cullen ve en ella todo lo que quiere y no perderá la oportunidad de poseerla por completo. La estadía de Cullen en aquel hotel dura diez días en los cuales ambos disfrutan de una aventura pasional.

 

Cuando llega la hora de que Edward parta, Isabella queda desolada pero lo que ella no se imagina es que sus caminos se van a volver a cruzar, o que más bien... Edward no la dejará ir.  Isabella es suya para siempre. 

___________________________________________________________________

 

Hola :) este es mi primer fan fic y espero que les guste. Me siento feliz de poder publicar mi novela aquí después de mucho pensarlo. Muchisimas gracias a Keit, mi amiga, que me ha ayudado con la portada y el prefacio. 

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 14: Despedida

Capítulo 14: Despedida

 

POV Bella:

 

Rosalie tiembla de pies a cabeza.

 

—   No… no… no, Emmett, no… ¡No!— suelta un grito tan desgarrador que me hace estremecer.

 

—   Rose…— la llamo sin despegar mi oreja del teléfono. Edward está callado.

 

—   ¡Dime qué no es cierto, Bella!— exclama Rosalie poniéndose de rodillas—. Amo a Emmett, le iba a dar una oportunidad, dijo que luego hablaríamos ¿por qué se mató?

 

 

—   Maldita sea, la cagamos— susurra Edward. Ignoro eso y dejo el teléfono sobre la cama de mi padre para tratar de tranquilizar a Rosalie quien comienza a sacudirse violentamente repitiendo una y otra vez el nombre de Emmett.

 

—   ¡Rosalie!— grito asustada mientras me arrodillo ante ella.

 

 

Rose se desploma en mis brazos. Bree y Christopher están en el umbral de la puerta con los ojos muy abiertos.

 

—   ¡Mami!— grita Chris antes de correr hacia ella.

 

—   ¡Rosalie!— sollozo y trato de levantarla pero como soy tan debilucha no puedo. Bree suelta un grito cuando alguien entra al departamento. Escucho las fuertes pisadas e intuyo que son hombres. De repente alguien entra a la habitación. Son Edward y Emmett quien al ver a Rose así corre y me la quita de encima para después cargarla.

 

 

—   ¡Estás vivo!— digo enfurecida, pero a la vez muy aliviada. Observo que Emmett tiene pintura roja en la sien—. ¡Ustedes dos son unos imbéciles! ¿Cómo se atreven a angustiarnos así?

 

—   Rosalie, despierta, mi amor, estoy aquí— susurra Emmett mientras recuesta a Rosalie sobre mi cama.

 

Edward me mira atemorizado. Me levanto muy decidida a golpearlo. Me quito los dos zapatos y se los lanzo. El zapato izquierdo se estrella en su cabeza.

 

—   Hey, el autor intelectual de todo esto fue Emmett— se queja. Emmett recuesta a Rosalie sobre mi cama y éste se sienta para besarla por todo el rostro.

 

—   Quita tus sucias manos de ella— le digo.

 

 

—   Rosalie— solloza Emmett y yo trato de apartarlo. Como estoy abrazada a la cintura de Emmett, Edward grita y me aparta.

 

—   ¡Suéltame!— exclamo mientras lucho por  librarme de sus brazos.

 

 

Rosalie comienza a murmurar cosas ininteligibles y todos nos quedamos quietos.

 

—   Emmett— dice ella cuando abre los ojos y después se abraza a Emmett con todas sus fuerzas—. Estás vivo, mi amor, estás…— se calla abruptamente y suelta a Emmett—. ¡Estás vivo, pedazo de imbécil!

 

Rose suelta un grito y comienza a golpear el pecho de Emmett con todas sus fuerzas

 

—   Rose, te puedo explicar— susurra Emmett quien trata de aguantas los golpes.

 

Rosalie lo empuja para que se aparte y se levanta de la cama.

 

—   Nos hiciste creer que te habías matado, casi… casi me da un infarto— al decir esto, Rosalie rompe a llorar.

 

—   Aun me amas, Rosalie— dice Emmett mirándola maravillado mientras se levanta de la cama. Camina hacia Rose.

 

 

—   ¡Ni te me acerques, que soy capaz de matarte!— lo amenaza Rose. Emmett no hace caso y la toma por la cintura antes de besarla con desesperación. Rosalie está tensa al principio pero responde al beso segundos después. Edward me suelta y observa la escena con diversión. Después mira al piso y se percata de que su libro está tirado allí. Lo recoge y me mira dolido.

 

—   ¿Qué hace esto aquí?— cuestiona. Pongo los ojos en blanco.

 

 

—   ¿No leíste mi mensaje?— le pregunto gruñendo.

 

—   No… ¿me mandaste uno?

 

 

—   Sí— oh mierda. Veré su reacción en vivo y en directo.

 

Edward saca su celular y lo desbloquea.

 

—   Hay un mensaje— murmura. Lee detenidamente el mensaje y yo me pongo nerviosa. Seguramente poco le importará que haya cambiado de escritor favorito pero lo que es lo del bar—. ¡¿Qué carajo es esto?!— grita y eso hace que Rosalie y Emmett se separen para mirarnos. Edward se acerca a mí y me sacude por los hombros.

 

—   ¡Tú eres mía!— exclama muy enfadado y eso me llena de pánico—. Yo soy tu dueño ¿me entiendes? Además yo nunca dejaré de ser tu escritor favorito

 

 

—   No, ya no eres mi escritor favorito— espeto cuando él deja de sacudirme. Rosalie aparta a Emmett y se acerca a Edward para enfrentarlo.

 

—   Aléjate de Bella— le dice Rose—. No quiero verte por aquí hasta que no decidas tomarla en serio

 

—   ¡Pero la tomo en serio!— protesta Edward—. Ella no es un juego para mí

 

—   ¿Sabes? No te creo… así que lárgate y no molestes más a Isabella

 

 

—   Bella, por favor— me suplica Edward—. Dile a Rosalie que…

 

—   Ya no te quiero cerca de mí— lo interrumpo—. Estoy cansada de ti y si no quieres que te lance tus propios libros a la cabeza, vete

 

 

—   No me iré— me desafía. Bien, él lo ha querido. Me paro en la cama y saco los libros de Edward del estante y se los lanzo de uno en uno con mucha fuerza.

 

—   Llévatelos, ya no los quiero— le digo. Edward está paralizado viendo como los libros caen al suelo. Cuando termino se le forman lágrimas en los ojos de pura rabia—. Vete de aquí— le exijo.

 

 

—   ¿Sabes qué?— responde Edward—. Está bien, me largo de tu vida, me tienes harto, maldita golfa, seguramente no soy al único al que le has abierto las  piernas en estos días, que asco me das…

 

Me quedo petrificada. Emmett sin previo aviso le propina un golpe a Edward que hace que éste último volteé la cara. Cuando se vuelve para mirarme, veo que la boca le sangra.

 

—   ¡Escúchame, imbécil, a Bella no le faltas al respeto!— le grita Emmett.

 

—   Emmett, quedas totalmente perdonado— le dice Rosalie quien luego le grita a Edward—. Y tú, bestia malnacida, lárgate de aquí

 

Edward sonríe de forma macabra y no aparta la vista de mí. Me siento destruida, incapaz de articular palabra alguna pero creo que mis lágrimas expresan como me siento. Edward siempre me ha considerado una puta.

 

Edward suspira y se va. Cuando escucho que azota la puerta de mi casa, me siento en la cama y sollozo con fuerza. Rosalie me abraza.

 

—   Mi hermano es un idiota— masculla Emmett.

 

—   Es… es cierto— le doy la razón.

 

 

—   Bella, estamos contigo— me dice Rosalie.

 

—   Gracias, Rose— respondo.

 

—   ¿Te preparo un té?— me pregunta ella y yo niego con la cabeza.

 

 

—   Quiero dormir— le digo.

 

—   Está bien, Bella, te dejamos para que descanses— musita Rosalie mientras me suelta. Luego se levanta y mira a Emmett—. Hablemos allá afuera— le dice. Emmett asiente y ambos salen de la recámara. Desde aquí puedo escuchar las voces de Chris y Bree—. Niños, Bella va a descansar, quédense aquí viendo televisión, yo hablaré con él de algunas cosas

 

No escucho la respuesta de los niños. Me recuesto en la cama, dejando que el sufrimiento se apodere de mí. Lloro en silencio para no alarmar a los niños. Edward me ha mandado a la mierda y eso me duele pero muy dentro de mí sé que es lo mejor. Mi parte sensata espera que él no se retracte de sus palabras pero claro, siempre existe mi parte sentimental que espera que haya una reconciliación. Por suerte, mi lado sensato gana y lo que más deseo es alejarme de esta mierda de relación que solo terminará por lastimarme. No sé qué diablos tenía en la cabeza cuando pensé que podría funcionar, que Edward me quería un poco.

 

Me limpio las lágrimas. Esta vez sí me voy a olvidar de él. Recojo los libros y los meto en una bolsa negra que encuentro por ahí. Podría vender los libros ya que están muy bien cuidados y además están autografiados por Edward Cullen. Sí, eso es lo mejor. A la hora de la cena papá me mira con preocupación ya que prácticamente no he tocado mi comida.

 

—   ¿Te pasa algo, hija?— inquiere Charlie quien no está enterado de lo que ocurrió en la mañana.

 

—   No, papá— esbozo una media sonrisa—. Solo no tengo hambre

 

 

—   Papá— lo llama Bree y mi padre la mira.

 

—   ¿Qué pasa, amor?— le contesta él.

 

 

—   Edward le dijo golfa a Bella, ¿qué es una golfa?— pregunta Bree con tono inocente.

 

Anthony casi escupe el jugo que estaba tomándose y papá se queda boquiabierto.

 

—   ¿Qué dijiste?

 

—   Papá… — intento hablar pero Charlie me interrumpe.

 

 

—   Tú cállate, Bella— le da un golpe a la mesa que nos hace dar un respingo a mis hermanos y a mí. Mi padre sigue interrogando a Bree—. ¿Qué más dijo?

 

—   No, papi, castigarás a Bella— Bree me mira horrorizada y llena de remordimiento. Mi pobre niña… ella es inocente y además es mejor que mi padre se entere para que me proteja de Edward.

 

 

—   Díselo— le pido yo con voz suave. Bree vacila antes de responder.

 

—   Estoy esperando, Bree— le gruñe papá.

 

 

—   Edward dijo que Bella era una golfa y algo de que se abría de piernas, no entendí si eso era bueno o malo— balbucea Bree—. Pero creo que era malo porque el papá de Chris lo golpeó

 

El rostro de mi padre se torna rojo y me mira con incredulidad.

 

—   Papá, necesitamos hablar— le digo.

 

 

—   Oh, ya lo creo que sí… ahora mismo, niños, vayan a la recámara que necesito hablar con su hermana

 

Mis hermanos asienten y se marchan a la habitación.

 

—   Bien, ahora explícame— dice papá.

 

Suspiro y comienzo a relatar lo que ocurrió. Charlie se sorprende por lo de Emmett y Rosalie y se enfada cuando llego a la parte en que Edward dice que no me ama y cuando me ha dicho golfa.

 

—   Bueno, quería que se alejara, así que le tiré los libros y él dijo lo que dijo— concluyo mi relato con tristeza.

 

—   Es un estúpido— resopla mi padre—. Y pensaba que quería algo serio contigo

 

 

—   Pues ya ves que no…

 

—   Hija, solo espero que no me vengas con sorpresas…

 

 

—   ¿Sorpresas?

 

—   Sí, me refiero a que no me gustaría que dentro de un tiempo me digas que estás embarazada

 

Me sonrojo furiosamente.

 

—   Papá, claro que no— le digo.

 

—   Espero que hayan sido responsables

 

 

—   ¡Papá!— protesto y golpeo la mesa con mi puño. Mis mejillas siguen ardiendo y él se ríe—. Papá, soy virgen— le miento mientras cruzo los brazos en la mesa.

 

—   Hija, te conozco más que tú misma, me atrevo a decir que he notado el cambio que hubo en tí

 

Enrojezco más y dejo caer la cabeza en mis brazos que siguen cruzados. Charlie suelta una pequeña carcajada.

 

—   Tranquila, no me voy a enfadar contigo, sé que eres una chica responsable, así que levanta esa cara

 

Suelto un gemido. Estoy muy apenada pero aun así, miro a mi padre.

 

—   Me voy a alejar de Edward— le prometo.

 

—   Y si él te busca ¿qué harás?— me cuestiona con seriedad.

 

 

—   ¿Aún conservas el bate de beisbol que usabas?— replico. Charlie se echa a reír y asiente—. Entonces le voy a dar con eso, pero… no creo que me busque, me ha mandado al diablo

 

—   Mmm… yo creo que si lo hará, no por algo soñé que te casabas

 

 

—   Pues no será con él, definitivamente— gruño. En ese momento escucho un grito a lo lejos pero mi padre y yo lo ignoramos la que debe ser el borracho del señor Newton

 

—   No te preocupes, Bella, te protegeré de él— dice mi papá—. Solo lo dejaré acercarse a ti cuando te venga a pedir disculpas y que me demuestre que quiere algo serio contigo

 

Estoy por decirle algo pero de repente tocan a la puerta. Me levanto y de manera desganada camino para abrirla.

 

—   ¡Bella, ven conmigo!— exclama Rosalie y me toma de la mano.

 

—   ¿Qué sucede?— le pregunto tratando de soltarme ya que me quiere llevar con ella.

 

 

—   Tú ven conmigo— gruñe y dejo de resistirme. Rosalie y yo bajamos corriendo hasta que salimos del edificio.

 

—   ¡¿Pero qué demonios…?!

 

Edward sostiene un enorme oso de peluche que tiene un corazón que dice “perdóname”. Él me mira muy triste y eso me encoje el corazón.

 

—   Edward, ¿qué haces aquí?— le pregunto con voz calmada. No quiero pelear, solo quiero que se vaya, que no me convenza.

 

—   Vine a pedirte perdón— responde. La voz le tiembla. Rosalie pone las manos en la cintura y lo mira con desprecio.

 

 

—   Ni creas que con eso la vas a convencer— le dice. Edward abre mucho los ojos como un niño asustado.

 

No, Bella, sé fuerte, me pide mi subconsciente.

 

—   Bella, escúchame— suplica Edward—. Perdóname por lo que te dije, yo jamás he pensado eso sobre ti, tú eres la mujer más hermosa, inocente y valiosa del mundo… me sentí dolido porque me lanzaste los libros, me sentía rechazado por ti en todos los sentidos

 

Suena demasiado sincero. Quiero correr a abrazarlo pero me abstengo, esto ya no funciona, más bien, nunca ha funcionado.

 

—   Está bien, te perdono por lo que dijiste— le digo con tristeza—. Pero… hasta aquí llegamos

 

Edward abre ligeramente la boca y me mira lleno de dolor. El oso de peluche se le cae al suelo  yo frunzo el ceño. Estoy a la espera de que Edward se vaya o me diga algo hiriente pero lo que hace me deja sin habla. Solloza y cae de rodillas al suelo. Rosalie y yo nos miramos rápidamente antes de volver a observarlo a él.

 

—   ¿Qué más puedo hacer?— me pregunta Edward desesperado—. ¿Qué puedo hacer para que te quedes conmigo?

 

—   Mmm… no lo sé, quizá debas pedirme matrimonio— gruño. Espero que Edward entienda el sarcasmo. Rosalie sofoca una carcajada.

 

Edward ahora tiene la mirada perdida y mueve los labios. Al parecer está analizando mis palabras lo cual es extraño ya que yo pensaba que diría un gran y rotundo “no”. No Edward, ni se te ocurra…

 

—   Está bien— asiente Edward y me vuelve a mirar. Sus ojos verdes no muestran ningún rastro de indecisión—. ¿Cuándo quieres casarte?

 

Lo miro con la boca abierta. Estoy alucinada…. Edward Cullen y yo, ¿casados? ¿Seríamos felices? ¿Pasaría a llamarme Isabella Cullen? Oh, suena grandioso. Bella, detente ahí, me gruñe mi subconsciente.

 

—   Estás demente— suelto una risita histérica. Rosalie entrecierra los ojos.

—   ¡No!— exclama Edward y se levanta—. Me gusta la idea, serás Isabella Cullen— sus ojos brillan como estrellas al decir eso—. Serás mía ¿cómo no lo vi antes? Llama a tu padre, voy a pedir tu mano ahora mismo

 

—   Definitivamente ya perdiste la razón— le dice Rosalie—. Tú no amas a Bella, no puedes casarte con ella

 

 

—   Rosalie, esto no es asunto tuyo— contesta Edward con furia.

 

—   Claro que también es su asunto— la defiendo—. Es mi amiga y quiere lo mejor para mí

 

 

—   Lo mejor para ti soy yo— Edward pone los ojos en blanco. Este hombre comienza a darme miedo. Me invade la misma sensación de cuando lo conocí. Me siento abrumada por su presencia.

 

—   No, Edward— lo contradigo—. Tú eres lo peor que me ha pasado, yo no quiero verte, entiéndeme, me abrumas

 

 

—   Bella, no me hagas esto… — su voz tiembla ligeramente—. Yo no me quiero alejar de ti

 

—   Pero yo sí— digo al borde de las lágrimas.

 

 

—   Bella, todo esto es porque no te amo, ¿verdad? — me pregunta él.

 

Lo miro, incapaz de pronunciar palabra. No sé que responder a eso.

 

—   Isabella… puedo intentarlo, solo quédate conmigo   

 

—   ¿Intentar qué?— pregunto confundida.

 

 

—   Amarte… puedo intentar amarte— dice con una sonrisa incómoda. Se me escapa un sollozo, ¿acaso es tan difícil que me quiera? La poca autoestima que me quedaba acaba de ser pisoteada, reducida a polvo. Rosalie mira con furia a Edward—. ¿Qué? ¿Dije algo malo?— cuestiona él confundido.

 

 

—   Acabas de cagarla más— gruñe Rose—. Ella te ama sin haberse esforzado, fue algo que sucedió… si tú tienes que esforzarte por amarla, mejor vete, amigo, nadie quiere ser amado a la fuerza

 

Edward me observa y asiente. En su mirada hay mucho dolor.

 

—   Te estoy haciendo mucho daño ¿verdad?— pregunta y yo asiento—. No lo mereces, eres la mujer más hermosa de todas— suspira—. Cuídate, Isabella…

 

Lo miro asustada. Edward se acerca y deposita un beso en mi frente antes de marcharse. Ha dejado el oso tirado y voy a recogerlo. Me abrazo con fuerza al peluche y lloro con todas mis fuerzas. Después, Rosalie se lo lleva ya que yo no lo quiero, no deseo que papá me pregunte nada.

 

Por la mañana, decir que parezco muerta en vida es decir poco. Estoy horrible, pálida y ojerosa gracias a que no dormí nada. Mis ojos están hinchados de tanto llorar y en el trabajo, Tanya y muchas de mis compañeras que ahora me hablan me lo hacen notar. Por suerte, Alice no vino al hotel. Si lo hubiera hecho me habría interrogado hasta el cansancio. Hoy, no me asignan la suite de Edward. Me siento ligeramente decepcionada (bien, me siento muy decepcionada)

 

Me dirijo al elevador con mi carro de limpieza cuando veo quien está sentado en la sala de la recepción. Es Edward, quien lee una revista. Mi pulso se acelera y me quedo allí, esperando a que me mire lo cual hace pero nuestros ojos se encuentran solo dos segundo y Edward vuelve a su revista. Me quedo boquiabierta… Edward me ha ignorado. El hombre que ayer me pedía matrimonio ahora finge que no existo. Bien, eso era lo que yo quería. Gracias por entender, Edward.

 

A la hora del almuerzo no lo soporto más. Necesito a Edward, no quiero que me ignore. En lugar de ir al comedor subo hasta la suite de Edward. Cuando las puertas del ascensor, avanzo rápidamente y veo que Edward está almorzando en el comedor. Al verme casi se atraganta con la comida, lo cual me provocaría risa si yo no estuviera tan enfadada.

 

—   Oye, ¿quién carajo te ha dejado entrar?— me pregunta furioso.

 

Esa pregunta me duele pero no dejo que se note.

 

—   Vine a que me des muy duro— respondo con voz firme. Edward se levanta y se acerca a mí. Por un momento estoy convencida de que me arrastrará a su habitación.

 

—   No tengo ganas— espeta—. Ahora vete… querías que me fuera de tu vida, eso voy a hacer

 

Intento no parecer afectada. Finjo no haber escuchado y me muerdo el labio. Las pupilas de Edward se dilatan y me percato de que contiene la respiración. ¡ja!, te atrapé, nene, me deseas, pienso con satisfacción. Aprovecho que se ha quedado muy quieto para voltearme y recargar mi espalda en su torso. Tomo sus manos y las pongo sobre mis senos al mismo tiempo que comienzo a restregar mi trasero contra su erección, porque claro, ya la tiene parada.

 

—   Isabella…— dice con voz ronca antes de apartarme con brusquedad—. Vete de aquí

 

—   Ah, ya entiendo, quieres que vaya a tu habitación— digo fingiendo inocencia.

 

 

—   No, lárgate de la suite y vete a trabajar o almorzar o lo que sea

 

—   Edward, yo…

 

 

—   Vete de aquí si no quieres que llame a alguien para que te saque

 

Me siento muy mal y avergonzada. Suspiro y le digo que si con la cabeza. Tengo ganas de llorar pero no lo haré frente a él.

 

—   Por cierto, regreso a Londres el sábado, ya he comprado el boleto— me informa cuando estoy llamando al elevador. No lo miro porque ya estoy llorando—. Y no volverás a verme— agrega. Se me escapa sin querer un sollozo pero por fortuna se abre el elevador.

—   Hasta nunca— le digo a Edward quien al ver mi cara intenta entrar en el elevador pero no lo consigue. Se ha cerrado y yo me apresuro a presionar el botón de planta baja. Mientras bajo me limpio las lágrimas y me digo a mi misma que debo salir adelante. “No llores más, no llores más” es mi mantra del día de hoy y quizá de los próximos meses, no lo sé, el tiempo que me lleve superar a Edward.

 

No voy al comedor, no tengo hambre y ahí solo me encontraría con Tanya quien me contaría lo bien que le va con Peter. No puedo evitar sentir envidia. Peter ama a Tanya y Edward solo me deseaba pero hasta eso ya lo perdí. Suelto un gemido y estrello mi frente contra mi casillero.

 

—   Tonta, tonta, tonta— digo golpeándome una y otra vez. En ese momento Tanya aparece en el vestidor. Maldita sea.

 

—   ¡Bella!— exclama Tanya con preocupación y yo dejo de golpearme—. ¿Qué te ocurre nena?

 

 

—   Tanya, tú tienes tanta suerte— suspiro—. Peter te ama, ya eres su novia y yo solo soy una fracasada a la que utilizaron para el sexo

 

Me echo a llorar y Tanya me abraza. Me pregunta por qué digo eso y yo termino contándole todo lo que pasó después de bajar del Jet el lunes por la tarde. Tanya está muy impresionada con toda la historia.

 

—   Mira, ¿sabes que pienso?— me pregunta cuando sale de su asombro—. Que Edward te ama con toda su alma, pero el imbécil no lo quiere admitir…

 

—   No me ama— musito. Tanya gruñe.

 

 

—   Te ama, se le nota muchísimo, está muy enamorado de ti

 

—   Ja, ja— me río sarcásticamente.

 

 

—   Me voy a reír de ti el día en que Edward venga a buscarte, de hecho, no me sorprendería que ahora mismo apareciera por aquí y te suplicara perdón

 

—   Eso no pasará

 

Y por supuesto que no pasa. No vuelvo a saber de Edward el resto del día y eso me deprime mucho. Por la noche estoy totalmente convencida de que me iré a casa en autobús, lo cual resulta ser cierto también. Ahora mismo estoy en la parada de autobús y cuando estoy a punto de subirme a uno, alguien me toma por la cintura e impide que lo haga. Suelto un grito pero me callo al ver que es Edward quien respira agitadamente.

 

—   Bella— dice. El autobús se va y yo me vuelvo hacia Edward—. No puedes irte sola…

 

—   Edward…— no puedo decir nada más porque Edward toma mi rostro entre sus manos y me besa. El corazón se me acelera mucho y le devuelvo el beso de manera entusiasta. Lo amo con todas mis fuerzas.

 

 

—   Isabella— susurra él contra mis labios. Después se separa para tomar aire y vuelve a besarme. Nos besamos un buen rato; sus labios se amoldan perfectamente a los míos. Nacimos para estar juntos pero él no puede corresponder a mi amor. Cuando Edward frena el beso me toma de la mano y la coloca sobre su pecho. Su corazón palpita incluso con más fuerza que el mío. Lo miro incrédula—. Esto es lo que me haces sentir con cada beso— dice en voz baja—. ¿Tú que crees que sea?— frunce los labios.

 

—   No lo sé, quizá te guste— le sonrío. Edward ríe suavemente y acerca su rostro al mío, haciendo que nuestras narices se rocen.

 

 

—   No, eso ya lo sabes desde el principio

 

Lo miro con el ceño fruncido… ¿Qué me está tratando de decir exactamente?

 

—   Quiero que mañana cenes conmigo en mi suite— dice serio y se separa de mí—. Quiero que nos despidamos de una buena manera

 

—   ¿Qué?

 

 

—   Sí, vamos a despedirnos como se debe, no vamos a volver a vernos

 

—   Por… ¿por qué? — pregunto con la voz temblorosa.

 

 

—   Tú me quieres fuera de tu vida, entonces saldré de ella— responde triste.

 

Se me forma un nudo en la garganta.

 

—   No, Edward, solo lo decía por coraje

 

—   Lo sé— suspira.

 

 

—   Yo te amo— agrego.

 

—   También lo sé y es por eso que no puedo quedarme

 

 

—   Pero…

 

—   Shhh…— pone un dedo en mis labios para silenciarme—. No digas nada más

 

 

—   Edward— protesto con un hilo de voz.

 

—   Te llevaré a tu casa, Bella

 

 

—   No, quiero que hablemos, no quiero que te vayas— sollozo y me abrazo a él.

 

—   Bella, no llores por favor— me suplica angustiado. Alzo la cara y observo que él también quiere llorar.

 

 

—   Soy tuya, Edward, no te vayas— le pido llorando. Edward acaricia mi espalda.

 

—   Bella, no me hagas esto, no voy a poder controlarme si sigues así…

 

 

—   No lo hagas, no te controles, quiero ser tuya

 

—   Oh, no, Bella, no— gimotea y me abraza con más fuerza. Comienza a llorar junto a mí—. No me puedo quedar, no mereces esto…

 

—   Por favor no me dejes— le imploro.

 

—   No— solloza—. No me pidas esto, no puedo…

 

—   Quédate, por favor, soy tuya

 

 

—   Isabella, no eres mía

 

—   Tú eres mi dueño— insisto.

 

 

—   No, no lo soy— gruñe. Sus mejillas están empapadas por las lágrimas—. Mañana irás a mi suite y cenaremos, pero solo eso, no pienso tocarse

 

Lo miro perpleja, ¿no va a tocarme?

 

—   ¿Por qué no lo harás?— interrogo.

 

—   Porque si te toco no podré irme, bueno, no podré evitar regresar, voy a querer poseerte de nuevo…

 

 

Mmm… quizá pueda seducirlo. No sé qué cara pongo pero Edward frunce el ceño.

 

—   Ni lo pienses— me dice y yo lo miro confundida.

 

Suspiro, fingiendo resignación luego de unos segundos.

 

—   Está bien, nada de sexo…— digo.

 

—   Qué bueno que lo entiendes— responde con una media sonrisa.

 

 

—   Bueno… yo me voy, mañana nos vemos

 

—   Nada de eso, yo te llevaré…

 

 

—   Pero…

 

—   Pero nada— me interrumpe.

 

Finalmente dejo que me lleve en su auto porque tengo un plan en mente: voy a seducirlo. No sé como pero lo haré. No puedo dejarlo ir y quizá cualquiera pensaría que no tengo dignidad pero es que lo amo y sé que él siente algo por mí.

 

Edward me deja afuera del edificio y se marcha ya que no quiere que Rosalie aparezca. Suspiro y doy media vuelta para entrar en el edificio pero cuando estoy por hacerlo alguien me llama. Es una voz sumamente familiar.

 

—   Bella— susurra de nuevo y yo me volteo para encararlo.

 

—   ¿Dimitri?— le pregunto—. ¿Qué haces aquí?

 

 

Sus ojos azules están llenos de tristeza.

 

—   Vengo… vengo a decirte algo— musita.

 

—   ¿Qué cosa?

 

 

—   Yo… yo ya no soporto verte con Edward, pero no me he metido porque no quiero problemas… él se irá, Bella y yo sé que tú estás enamorada de él, se te nota mucho y no quiero que sufras…

 

—   Dimitri, ¿de qué me hablas?

 

 

—   Bella— suspira—. Yo estoy enamorado de ti desde hace mucho

 

Lo observo muy seria.

 

—   Dime a lo que vienes, en serio— le exijo.

 

—   Isabella— gruñe—. Yo te quiero desde hace mucho tiempo, por eso te acosaba, pero… no lo he hecho últimamente debido a que me di cuenta de que solo me odiarías más

 

 

Lo miro atónita, sin saber que decir. Dimitri continúa.

 

—   Bella, Cullen solo te hará daño, él no se toma en serio a nadie

 

—   Tú tampoco— contesto a la defensiva.

 

Dimitri se ríe un poco.

 

—   Bueno, yo tampoco, pero eso es porque las demás mujeres no son tú contigo estoy dispuesto a tener una relación formal, ser tu novio y serte fiel

 

—   Dimitri… — estoy anonadada. Eso es todo lo que yo quiero con Edward—. Yo… yo solo quiero a Edward, lo siento

 

 

—   Lo sé, nena, lo sé— se apresura a decir—. Pero él se irá y yo pensé que tú y yo, podríamos… salir alguna vez

 

—   Dimitri, no lo creo, eres el hijo de mi jefe y…

 

 

—   Por eso no te preocupes— me interrumpe—. A mis padres les dará muchísimo gusto y Alice se volverá loca

 

De repente me toma de las manos y las sostiene fuertemente pero sin lastimarme. Me quiero apartar pero tampoco quiero ser descortés. Estaciona un auto frente al edificio pero lo ignoro.

 

—   Bueno, ya sé que no habría problema, pero… no puedo, yo quiero a Edward

 

—   ¡Pero puedes olvidarlo!— exclama—. Bella, yo te ofrezco ser una pareja estable, quererte, tomarte en serio ¿él que te da? ¿sexo?

 

 

—   ¡Dimitri!— le grito y aparto mis manos—. Yo amo a Edward y no voy a salir contigo solo porque él no me ama a mí

 

—   ¿Y quién dice que no te amo?— pregunta Edward a las espaldas de Dimitri. Suelto un grito ahogado y me aparto de Dimitri. Éste último se vuelve para mirar a Edward quien está observándolo con rabia—. Mira, Dimitri, no quiero problemas contigo, pero si no te alejas de Isabella, voy a asesinarte, ella es mía

 

—   Tú no la amas, la vas a dejar— replica Dimitri sin inmutarse por el tono siniestro de Edward.

 

 

—   Eso tú no lo sabes, así que aléjate de ella— Edward me mira—. Y tú, has hecho muy bien en rechazarlo, esa es mi chica— me sonríe y a mí se me corta la respiración. Quizá esté tratando de decir que me ama.

 

—   Espera, ¿ella es tu novia?— le pregunta Dimitri contrariado.

 

 

—   Sí, ella es mi novia y no la dejaré, así que aléjate de ella

 

—   Pero ella dice que no la amas— dice Dimitri cruzándose de brazos—. Así que no te creo

 

 

—   Bah… ella dijo eso porque hace un rato discutimos, Isabella sabe muy bien lo que siento por ella

 

Edward clava su mirada en mí y yo me ruborizo. Dimitri me mira.

 

—   ¿Eso es cierto, Isabella?— me cuestiona.

 

—   Sí… es cierto— suspiro.

 

 

—   Bien, entonces me voy— murmura antes de volver a mirar a Edward y decirle—. Créeme que si la dejas no dudaré en volverle a insistir

 

—   Eso no pasará— Edward pone los ojos en blanco.

 

Dimitri se marcha maldiciendo entre dientes. Edward se acerca y me abraza

 

—   ¿Vas a quedarte conmigo?— pregunto ilusionada—. ¿Me amas?

 

Edward me suelta.

 

—   No, Bella, no pienses mal, lo que dije fue para salvarte de ese tipo

 

—   Oh— trato de que la decepción no se me note pero no lo consigo. Edward sostiene mi rostro con una mano cuando bajo la mirada y me obliga a mirarlo.

 

 

—   Isabella… yo, yo me iré, necesito hacerlo, no puedo estar cerca de ti, no después de lo que descubrí

 

—   ¿Qué descubriste?

 

 

—   No puedo decírtelo ya que me jodería la vida, solo puedo decirte que realmente te aprecio y que me importas, he disfrutado mucho del sexo contigo, eres estupenda en la cama y fuera de ella, no quiero que pienses que no significas nada para mí

 

—   ¿Por qué regresaste?— le pregunto para cambiar de tema.

 

—   Porque se me olvidó darte algo— saca de su bolsillo un par de llaves y una tarjeta de crédito.

 

 

—   ¿Qué es esto?

 

—   Las llaves de tu departamento, de tu coche y tu tarjeta, no te preocupes, puedes gastar todo lo que tú quieras de ahí, yo me ocuparé de todo…

 

 

—   Tú, tú te volviste loco— mascullo.

 

—   Sí, pero por ti— esboza su sonrisa torcida pero esta vez no me produce ningún efecto ya que estoy bastante atónita.

 

 

—   No, no voy a aceptar eso— le digo con los ojos entrecerrados—. Ni me iré a vivir a otro lado

 

—   Bella, por favor, hazlo— me pide—. No me podré ir tranquilo si te dejo así

 

 

—   Eso lo hubieras pensado antes, Edward— respondo antes de besarlo en los labios—. Hasta mañana, nos vemos en la cena…

 

Me voy corriendo a mi departamento antes de que Edward pueda decir algo. No pienso aceptar lo que quiere darme si no va a quedarse conmigo. Yo lo quiero a él, no a los bienes materiales. Mi padre y mis hermanos me reciben como siempre cuando llego y yo trato de aparentar que no ha ocurrido nada y lo consigo ya que me siento animada. Tengo que hacer que Edward se quede a mi lado.

 

Al día siguiente, antes de marcharme al trabajo meto en una mochila un vestido que Alice me regaló en navidad y las zapatillas que me presto el lunes. Mi papá nota eso y me pregunta al respecto pero yo le miento y le digo que Jasper y Alice me han invitado a cenar.

 

—   Eso está bien, cariño— sonríe—. Te hará bien distraerte, mándale saludos a Alice y a Jasper de mi parte

 

Ese día en el trabajo me parece lento. Muero de ganas de que sean las ocho para salir del trabajo. Tanya nota mi ansiedad y a la hora del almuerzo me cuestiona.

 

—   Hoy cenaré con Edward— le cuento—. Será la despedida, pero pienso seducirlo para que se quede

 

—   ¡Qué bien!— dice Tanya con entusiasmo—. Yo estoy segura de que Edward se rendirá ante tus encantos, ¿en dónde cenarán?

 

 

—   En la suite de él— respondo.

 

—   Mucho mejor— se ríe maliciosamente—. Mira, a las ocho yo te ayudaré a arreglarte para que te veas más hermosa de lo que ya eres y me dejo de llamar Tanya Denali si Edward no cae…

 

 

—   Gracias, Tanya— le sonrío.

 

—   Para eso estamos las amigas— contesta mirándome con complicidad.

 

 

Después del almuerzo vuelvo al trabajo y limpio habitaciones. Eso me logra distraer un poco pero a las ocho estoy que me muero de nervios. Me he puesto el vestido y las zapatillas como era mi plan, en el baño. Tanya me ayuda a maquillarme como me ha prometido.

 

—   Te ves espectacular— dice ella cuando termina de arreglarme.

 

—   Creo que… te concedo la razón— me río nerviosamente. Me veo muy guapa, la verdad, solo espero que Edward opine lo mismo.

 

 

—   Edward quedará con la boca abierta— me asegura mi amiga y me guiña el ojo cuando nuestras miradas se encuentran en el espejo—. Vamos, a conquistarlo, nena

 

Me da una nalgada la cuál me hace ruborizar. Tanya se carcajea de forma escandalosa y yo no tardo demasiado en comenzar a reír también.

 

Cuando estoy ya en el elevador rumbo a la suite, Edward me manda un mensaje al celular.

 

“ Te estoy esperando, Bella”

 

Sonrío y el elevador llega hasta la suite en dónde Edward me está esperando. Cuando me ve, se queda boquiabierto y me mira de arriba a abajo. Él también se ve guapísimo con su traje gris y esa camisa rosada debajo del saco… y su colonia, mmm… simplemente exquisita.

 

—   Isabella, te ves hermosa— me dice acercándose. Me besa los nudillos de manera educada.

 

—   Gracias— respondo sonriente.

 

 

—   ¿Quieres tomar algo? La cena tardará un poco en llegar

 

—   Me parece bien— le digo tratando de emplear un tono seductor.

 

 

—   Oye, ya sé lo que intentas— gruñe molesto—. Sé que quieres seducirme, pero no, no vamos a tener sexo

 

—   Yo no vine a eso— contesto fingiendo estar ofendida.

 

 

—   Eso espero, no quiero que me pongas las cosas difíciles

 

—   Está bien, Edward, yo solo vine a cenar— digo con tono desenfadado y me encojo de hombros.

 

 

—   Me alegra, ven… vamos a tomar algo— me toma de la mano y me lleva hasta el bar donde abre una botella de vino tinto y nos sirve. Me tiende la copa y yo bebo un poco. Está muy bueno—. Vamos a tomarlo a la sala— me dice cuando él toma un trago también.

 

Edward y yo nos sentamos en la sala. Nos tomamos el vino en silencio y yo cruzo las piernas para ponerme cómoda pero Edward lo interpreta mal.

 

—   Bella— dice Edward casi atragantándose con el vino—. Dijiste que no venías a provocarme

 

—   No lo hago— susurro y Edward entorna los ojos.

 

 

—   ¿Ah no?

 

—   No, por supuesto que no

 

 

—   Creo que debes esconderte en mi habitación sino quieres que algún compañero te vea, la comida ya debe estar por llegar

 

—   Sí— no puedo evitar sonreír.

 

 

—   No te emociones— me advierte Edward.

 

Ya caerás, precioso, ya caerás, pienso mientras me dirijo hacia su habitación. Justo cuando Edward me encierra escucho que las puertas del ascensor se abren. Me muerdo los labios y corro hacia la cama para sentarme al borde. Me quito las zapatillas y me siento de una forma provocativa.  Luego de unos pocos minutos, Edward entra en la habitación. Su mirada me recorre todo el cuerpo con deseo.

 

—   Isabella… ven a cenar, te… te esperaré en la mesa

 

Cierra la puerta y yo me quedo boquiabierta. Edward no ha caído, algo anda mal, tal vez ya no me desea. La idea me parece tan insoportable que la desecho inmediatamente. No me puedo rendir tan rápido. Me pongo las zapatillas y me dirijo con paso decidido hacia el comedor donde Edward me espera de pie con mi silla apartada para que me siente. Durante la cena conversamos sobre sus libros y yo hago preguntas irrelevantes pero que a él no parecen molestarle. En este momento no puedo hacerle preguntas inteligentes debido a que estoy pensando en una manera de seducirlo. De pronto se me ocurre algo.

 

—   Y así es como me gustaría que hicieran la película— dice entusiasmado y comienzo a aplicar mi plan. Suelto un pequeño gemido y finjo que estoy disimulando dolor de estómago. Debo comenzar de manera sutil porque si no todo será muy obvio y mi plan se irá al carajo—. ¿Y tú que opinas?— me pregunta

 

—   O… opino que es perfecto— sonrío un poco y cierro los ojos. Luego, aprieto los párpados como si estuviera soportando dolor.

 

 

—   ¿Te pasa algo?— inquiere un tanto alarmado. Abro los ojos.

 

—   No, claro que no— respondo—. Ay— me quejo mientras me agarro la panza con ambas manos.

 

 

—   Bella, dime que te pasa— me pide preocupado.

 

—   Bueno, me duele el estómago, la comida debió caerme mal

 

 

—   Ven, vamos al baño— dice levantándose. Yo asiento y tomo su mano para que me ayude a levantarme.

 

De camino al baño finjo que tengo retortijones en el estómago y suelto grititos.

 

—   Bella, ¿quiéres alguna medicina o algo?— me pregunta cuando yo ya estoy encerrada en el baño. He abierto la taza del baño de forma ruidosa para hacer creíble mi mentira.

 

—   No, solo vete, voy a hacer mis necesidades— contesto.

 

 

—   Está bien, me sentaré en la cama— me informa.

 

—   Bien, pero no te asustes si escuchas cosas horribles

 

 

Edward se carcajea y escucho que se aleja así que supongo que ya está sentado en la cama. Fase uno completada, pienso con emoción mientras me quito las zapatillas y el vestido… ¿Y si aparezco desnuda? ¡Sí! Eso me dará más ventaja porque dudo que se resista viéndome como Dios me trajo al mundo. Me deshago de la ropa interior y camino hasta el espejo en donde intento infundirme valor. Tú puedes, Bella, tú puedes, me digo a mí misma. En el espejo observo a una Bella decidida, valiente y desnuda. Solo espero que Edward no me rechace, ya comprobé que es muy capaz de hacerlo.

 

No, me reprendo mentalmente, no va a rechazarme, aún tengo el recurso de morderme los labios y si no funciona… me jodí para siempre. Bah… tengo que ser positiva. Allá vamos, Bella.

 

Cuento hasta diez en voz baja y salgo de la habitación con pasos lentos y seductores o eso creo que estoy haciendo. Edward está sentado en la orilla de la cama y cuando me mira se queda con la mandíbula casi hasta el suelo. Avanzo a grandes zancadas y me siento a horcajadas sobre él antes de que se ponga a protestar.

 

—   Isabella—  dice él con la voz muy muy ronca. Puedo sentir como su miembro comienza a endurecerse y siento que el plan funcionó a la perfección.

 

—   ¿Qué?— le pregunto mientras me froto contra él. Me muerdo los labios para asegurarme del todo.

 

 

—   Oh, joder, me encantas, estás buenísima

 

Me aprieta el trasero con ambas manos y yo gimo. Después nos besamos apasionadamente y Edward rodea mi cintura con las manos antes de dejarse caer sobre el colchón. Después se gira para que yo quede debajo de él. Luego de unos segundos parece reaccionar y se incorpora de forma brusca.

 

—   ¡No puedo hacer esto!— exclama—. ¿Por qué me haces esto, Isabella?

 

—   Yo… yo soy tuya— jadeo. Aun estoy acostada,

 

 

—   No… no lo eres, vístete, yo… te espero en la sala

 

Sale corriendo de la habitación y cierra la puerta. Yo me siento sobre la cama sintiéndome conmocionada. Edward me ha rechazado y eso que me mordí los labios. Mi plan fracasó estrepitosamente.

 

Estoy por levantarme cuando escucho el grito de Edward.

 

—   ¡A la mierda, voy a cogerte!

 

A los pocos segundos entra en la habitación y se quita la ropa de forma frenética. Yo sonrío y me arrodillo en la cama para que me observe.

 

—   Acuéstate y abre las piernas— me ordena cuando está totalmente desnudo. Oh, por Dios, que visión, pienso excitada. Obedezco a Edward sin dudarlo y me abro lo más que puedo. Edward se coloca encima de mí.

 

—   Te deseo, no puedo resistirme— dice gimiendo antes de penetrarme lentamente.

 

 

—   Yo… yo también te deseo, Edward— respondo. Edward se mueve rápidamente, tal y como me encanta. Me arqueo y él restriega su rostro en mis pechos, después sus labios se cierran en torno a mi pezón izquierdo y yo gimo como loca cuando lo succiona. En este momento solo existimos él y yo, no existe nada más.

 

—   Me vuelves loco, nena— grita mientras me embiste una y otra vez de forma implacable—. Eres mía, eres mi mujer, cásate conmigo— gimotea.

 

 

—   ¡Sí, me caso contigo!— exclamo antes de que el orgasmo me tome por sorpresa. Comienzo a retorcerme—. ¡Edward!

 

—   ¡Isabella!— dice cuando alcanza el clímax y llena mi interior con su semen. Cuando termina de correrse yo me abrazo a él.

 

 

—   Te amo, Edward, te amo con todas mis fuerzas, quiero ser tu esposa

 

Edward se retuerce y yo lo suelto. Me mira horrorizado.

 

—   Te amo— repito—. Y sé que algún día, tú sentirás lo mismo por mí

—   ¡No!— brama y se levanta de forma violenta. Yo me siento y lo miro sin asustarme. Sé que es duro para él que le diga que lo amo.

 

—   No tengas miedo— le digo—. Te amo…

 

—   ¡Pero yo a ti no!— espeta—. ¡Lárgate!

 

Abro los ojos como platos. Sus palabras han sido como latigazos rápidos, crueles y muy dolorosos.

 

—   ¡Largo!— me ordena tomándome del brazo con tanta fuerza que me hace daño. Me levanta y yo corro al baño a cambiarme. Tengo miedo—. Vete Isabella, vete— me dice cuando estoy por tomar mis bragas. Es lo único que me falta ponerme. edward me saca del baño sin que yo me las pueda poner, pero al menos he tenido tiempo de tomar el Iphone.

 

Edward me lleva hasta las puertas del ascensor. Yo estoy demasiado aturdida como para llorar.

 

—   Me iré para siempre— anuncia. Las lágrimas bañan sus mejillas—. Olvídate de mí, ya no te daré el departamento ni las demás cosas… quiero que vuelvas a vivir de manera normal, será como si nunca hubiera existido

 

—   Edward…

 

Las puertas se abren y Edward me empuja al interior del ascensor. Lo miro sin dar crédito a lo que está ocurriendo antes de que se cierren las puertas. Lo último que veo antes de que se cierren por completo es a Edward quien cae de rodillas al suelo.

 

Esto es el fin.

 __________________________________________________

 

Niñassss!! No me maten, leí sus comentarios y creo que jajaja no les gustó que les hiciera creer que maté a Emmett. claro que no lo haría, yo no soy mala, soy algo cruel jeje pero no soy mala. Espero que les guste el capítulo. Ya se acerca el momento de que Eddy acepte de una vez por todas lo que siente por Bella jijijijij. KEIT mil gracias de nuevo por ayudarme a corregir mi capítulo. Te quiero hermana! Y

 

angelnegro: Holaaa! Muchas gracias por leer mi fanfic y dejar tu comentario!. Espero que te guste este capítulo y que Emmett no se matara. Yo no sería tan cruel como para hacer eso, yo amo al osito jajaja y no te preocupes, habrá final feliz para todos, bueno, bueno… eso quiero jajaja. Como dices, era una prueba para Rosalie, pero ya sabes, Emmett y Ed la cagaron un poco ya que a Rose le dio un patatús xDDDD. Y volviendo a los protas, pues ya no falta mucho para que el señorito (o sea Ed) admita sus sentimientos jijijiji, upsss, adelanto jajaj, discúlpame. Repito, muchas gracias por dejar tu comentario y leer n.n

 

gatablack: Tranquiii, el osito no murió, él está bien jejeje. Y al insensible de Ed le tocará arrastrarse por Bella en el siguiente cap. Aquí en este capi, muere el Edward no sentimental y no controlador para convertirse en… uy, solo puedo decirte que te agarres porque vas a extrañar al Eddy de ahora o quizá ames más al que se va a convertir, no lo sé jajaja. Que mal que no te gustara el cap pero te entiendo ya que yo también soy fanática de esta saga :D y estoy de acuerdo contigo en que es impensable que le pase algo a Emmett, porque es el osito, por Dios, como puede morir semejante hombre? Es imposible. No quiero que te vuelvas emooo,no lo hagas jajaja, Emmy no murió así que alégrate :D Awww me volé con eso que dijiste que mi fic es una buena lectura, estoy sonrojada n.n jjajaja.  Y toy triste, ocupo tus bendiciones, espero que esta vez sí me las mandeesss *haciendo un pucherito*

 

andrealice: Hola!!! Me alegra muchísimo que mi historia te guste. Como verás nuestro querido oso no se mató, jamás haría tal cosa jejeje… y sobre lo de Edward que no dijo nada en los mensajes, bueno, yo creo que si dijo algo, pero bueno, quizá me habré equivocado o tú leíste antes de que modificara el capítulo después de subirlo ya que a veces corrijo mis errores, no sé.. pero gracias por mencionarlo,  cualquier error que vean o cualquier duda que tengan no duden en decírmelo para corregir, es que como subo los capítulos de forma apresurada a veces no me fijo en mis errores. Bueno, dejando de lado eso, muchísimas gracias por leer mi fanfic y comentar!! No sabes lo contenta que me siento de que les guste mi historia y me apoyen.

 

gloriacullen: HOLAAA AMIGA!!! Jajaja sipi, tienes razón en haberme querido tirar jitomatasos, me pasé con mi pequeña bromita. Que bueno que no te dio un paro cardiaco para que así puedas leer la continuación y darte cuenta de que solo se trataba de darle una lección a Rosalie. Trataré de ya no volver a hacer esas bromass jajaja pero es que a veces ando en plan de “villana de telenovela” y hago maldades en mi fanfic  jajaja ok no. Espero que te guste este cap y que te alegres de que el osito está sano y salvo en los brazos de Rose jajaja. Muchísimas gracias por tus lindos comentarios y seguir en esta loca historia xD

 

Ingridcollen: Querida hermanita… QUITA ESA CARA DE WTF jijijijij que nuestro osito adorado del alma (próximamente oso mafioso ya sabes por qué jijijij)  no se murió. Qué bueno que tú si creyeras en mí y que supieras que todo era una invención de estos dos estúpidos y sensuales hermanos. Bueno… no son genios jajaja la idea era buena pero la cagaron porque casi matan a Rose del susto xD. No te preocupes, no patees a Eddy, ya la vida se encargará de eso jajajaj, estará como perro detrás de Bella ok no. Bueno, sí QUE SE JODA Eddy por andar de estupidin jejjejeje…. Y si, fuiste doctora junto con Eli…. Me tranquilizaron mucho la verdad  jajajam, ahora tomo pastillas anticonceptivas para regular mi periodo y cuando salí pensé AHORA A BUSCARME A UN ED Y TENER SEXO SALVAJE SIN CONDÓN JAJAJAJ no te creas, solo bromeo, yo soy así jajaja creo que ya te has dado cuenta XD. Te quiero mucho hermanita, muchas gracias por seguirme en esta historia y dejar siempre tus hermosos comentarios. Me encanta responder siempre a sus comentarios, de verdad que me animan mucho a seguir escribiendo :D

 

Stephiipattz:  Holaaaa bonitaaa Y hermosa FAN # 1 JIJIJi (recuerda, es mutuo, yo también soy tu fan 1 pero yo soy violenta y si no actualizas te patearé jajaja no te creas) que bueno que opinaras lo mismo que nuestra hermana, que todo era un truco de estos dos tarados . No te quedess sin uñas, eso no es bonito, creeme, yo no sé lo que son las uñas desde hace meses D: siempre se me caen o me las muerdo. Envidio a mi hermano, él tiene sus uñas largas, como de niña, pero bueno, todas sucias porque es niño D: y yo no tengo nadaaa!! Quelo lloraaar waaaa! Y jajaja mi amor por tu Eddy también es enfermizo ya que es sadomasoquista (lo quiero violar y torturar con diversos instrumentos jajaj) y sobre tu comentario a medias te PIDO PERDÓN DE RODILLAS ¡!! :C soy una tonta, tonta, tonta (fragmento tomado de la camarera, dialogo de Isabella Swan en el capítulo 14 jajaja) Bueno hermanis, mil gracias por todo tu apoyo y dejarme siempre un hermoso comentario. Te quiero mucho a ti y a nuestras locas hermanas jjijijij.

 

Pequeña_ vampiro_97: Holaaaaa!! Muchas gracias por tus buenos deseos. Estoy bien, como le dije a Ingrid, tomaré pastillas para regular a mis locas hormonas pfff… jajaja. Tendré que estar con el tratamiento 3 meses y después hacerme una ecografía si persisten los problemas (la doctora me dijo que podría estar embarazada pero que era muy poco probable jejeje así que me calmé aunque por los nervios que tengo aun ya ando sintiendo como si algo se moviera adentro de mi panza D:) Bah.. ya te atosigué con mis problemas, ahora hablemos de lo importante ¡DE LOS ESTÚPIDOS HERMANOS QUE CASI NOS MATAN A ROSE! Se pasaron, yo los mato en serio (bueno, primero  los violo jajaja no te creas) oh, Dios, yo soy la autora verdad? Upsss… no, entonces no los mataré, procederé a dejar el arma en el piso cual criminal que se entrega a la policía JAJAJA. Jajajaja dioss, tienes una mente más maligna que yo (jamás se me había ocurrido una pala, te admiroooo, eres mi ídolo) Y tienes razón, no podemos destrozar sus sexys rostros (porque como tú dices mi querida amiga, la carne es débil) espero que te guste el capítulo y que no sufras crisis nerviosas para que puedas continuar leyendo el resto de la historia :D

 

BUENO, BUENO, ESPERO QUE HAYAN DISFRUTADO DEL CAPÍTULO Y QUE NO ME QUIERAN MATAR POR EL FINAL DE ESTE…. PARA QUE NO ME MATEN LES DIGO QUE EL NOMBRE DEL SIGUIENTE CAPÍTULO SE LLAMA “TE AMO” ASÍ QUE NO ME MATEN A EDDY POR TODO LO QUE LE DICE A BELLA PORQUE SINO EL CAP NO SE LLAMARÁ ASÍ COMO DIJE SINO “EL FUNERAL DE EDWARD” Y DESPUÉS VENDRÁ EL EPILOGO Y DUDO QUE QUIERAN ESO JAJAJAA…. LAS QUIERO MUCHOOO NIÑAS, BESITOSS!!! 

Capítulo 13: El suicidio de Emmett Capítulo 15: Te amo

 
14439224 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios