El Amor Duele

Autor: MaikaCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 23/10/2012
Fecha Actualización: 25/03/2013
Finalizado: SI
Votos: 3
Comentarios: 32
Visitas: 32555
Capítulos: 25

Alice sueña con que algún día llegue su príncipe y vivan felices, pero la vida no es un cuento de hadas. No existen príncipes que rescatan princesas, hadas madrinas, finales felices y castillos. Se entera de eso de las peores maneras posibles cuando llega un nuevo estudiante ¿Qué pasará cuando llegue Jasper a su escuela y a su vida?

 

 Esta historia se me ocurrió cuando leía todos los fanfics que se trataban básicamente de Bella y Edward, los amo pero pienso que debe haber más historias sobre los otros, ya que tienen personalidades geniales y se pueden hacer grandes historias. Espero que les guste.

 Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia a mi cabecita.

Secuela: Encontrándote de Nuevo http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3689

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 5: La casa de los Cullen

Pov Alice

¡No lo puedo creer! Después de toda la tarde soportando estar al lado de él, encuentro alguien con quien entretenerme y llega y lo arruina... ¡Como lo detesto! Y como lo amo... Listo Alice, él no te quiere, solo estaba ¿Celoso? No, debe haber estado cansado de esperar ¿Por qué va a estar celoso, si no siente nada? ¿O si? No Alice, no te ilusiones. Salí del probador furiosa.

- ¡No me digas nada, que ya estoy muy enojada! – Le dije a Emmett.

- Tranquila – Me dijo -, son tus decisiones. –

Me empezó a sonar el celular. Bella.

- Hola Bells –

- Hola Ali ¿Cómo te fue? –

- No me preguntes a mi ¿Cómo estuvo tu día con Edward? ¿Lo llevaste al prado? ¿Se besaron? ¿Besa bien? Cuéntamelo todo... – Dije emocionada.

- Estamos en el estacionamiento, vengan. –

- Ahora vamos – Colgué.

- Oso, Rose... – Dije Para que me prestaran atención, ya que estaban mirándose como tontos. – Bells y Ed están en el estacionamiento.

Nos fuimos para allá y, cuando llegamos, estaban besándose muy pegados contra la puerta del volvo de Ed.

-¿Podrían dejar de besarse mientras estoy yo? – Dijo Emmett - No me gusta que mi hermana haga esta clase de espectáculos.

- Por favor, como si tú no hubieras hecho cosas peores en público. – Dijo Bells separándose enojada de un Edward divertido.

- ¿Cómo que? - Dijo Rose mirando a Emmett.

- Una vez fue al cine solo, se encontró con una “amiga” y vieron una película, aunque no la vieron tanto – Dijo riéndose.

- Sí, - Agregé – fue gracioso tener que irlo a buscar y hablar con el dueño del cine porque ellos estaban “más que solo besándose” – Para entonces Rose estaba enojadísima y Emmett nos miraba como si quisiera matarnos.

- Bueno – Dijo Emm cambiando de tema - ¿Cómo nos vamos a ir?

- No te enojes osito – Dije -. Tengo que llevar estas bolsas a casa, bella ¿Me acompañas? – Dije haciendo un pucherito al estilo Alice.

- Esta bien, vamos en tu Porche.

Después de que nos explicaran como llegar a su casa, fuimos hasta mi auto con Bella y Emm se fue con Edward y Rosalie. Puse mis muchas bolsas, aunque no tantas como siempre gracias al “accidente”, en el auto. En el camino no hablamos, pero me conoce muy bien como para esperar a que no le pregunte.

Llegamos y subimos a mi pieza, deje las bolsas en una esquina y nos sentamos en mi cama.

- ¿Cómo estuvo tu día con Edward? ¿Lo llevaste al prado? ¿Cuándo me vas a mostrar el prado? ¿Cómo fue su primer beso? ¿Besa bien? ¿Qué sientes por él? ¿Él qué siente? – Dije casi sin respirar.

- Estuvo... perfecto – Dijo suspirando – Fuimos charlando en su auto todo el camino al prado, le gusta la música clásica, pero también otras bandas como Linkin Park, Paramore, Muse, Aerosmith...  – Hubiera seguido pero la interrumpí.

- Bueno, ya sé, las mismas que vos, seguí contando.

- Está bien, también toca el piano, dijo que bien pero yo creo que lo debe hacer genial ¡No hace nada mal! También le gusta leer mucho, cosas como Jane Austen, Shakespeare, entre otras, y aunque no le guste Cumbres Borrascosas yo sé que va a cambiar de opinión.

- El punto es que...

- Nos gustan casi las mismas cosas.

- ¿Cómo fue el primer beso?

- Fue mágico, estábamos hablando de que si le gustaba la poesía y me dijo que si, que uno que le gustaba era de Pablo Neruda, el poema XV de “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, algo que me sé de memoria, y me dijo una parte  que decía:

“Me gusta cuando callas

Porque estás como ausente,

Y me oyes desde lejos y mi voz no te toca.

Parece que los ojos se te hubieran volado

Y parece que un beso te cerrara la boca”

Entonces, me dijo:”ya sé que nos conocemos hace poco per quiero decirte que te amo como jamás he amado a alguien ¿Quieres ser mi novia?” y yo le susurré que si y nos besamos ¡Hay Ali, fue tan tierno!

- Si Bella, encontraste a tu príncipe azul...

- Vos también lo encontraste.

- No, el mío fue al revés, encontré a un príncipe y se convirtió en sapo... – Dije triste

- ¿Qué pasó Ali?

- Bueno fue que justo cuando estaba teniendo un excelente sexo con un chico en el probador vino a ver que pasaba y a gritarme el muy hipócrita.

- Seguro estaba celoso.

- No Bella, no puede haber estado celoso ¿¡Cómo se le ocurre gritarme por haber estado con alguien cuando él debe haber hecho lo mismo!? – Dije casi gritando.

- No sé Al. Vamos, que nos deben estar esperando.

- Dale, vamos

En el camino casi nos perdemos, ya que la casa tomaba un camino sin pavimentar por el bosque. No estaba señalizado y en unos pocos kilómetros llegamos a una pequeña pradera. La casa, de unos cien años de edad, era  atemporal y elegante. Estaba pintado de un blanco suave y desvaído. Tenía tres pisos de altura y era rectangular y bien proporcionada. El porche era el único coche a la vista. Podía escuchar fluir el río cerca de allí, oculto en la penumbra del bosque. (NdeA: Me parece que lo mejor es describir la casa como lo hiso Stephenie Meyer)

Bajamos del auto y tocamos la puerta, nos abrió Emm.

-Hermanas no saben lo que es esta casa. Creo que voy a mudarme.

- Y nos abandonas – Dijo Bells.

- No, tú te puedes venir a vivir con Edward – Dije, haciendo que se pusiera colorada.

El interior era muy luminoso, muy espacioso y muy grande. Lo más posible es que originalmente hubiera estado dividido en varias habitaciones, pero habían hecho desaparecer los tabiques para conseguir un espacio más amplio. El muro trasero, orientado al sur, había sido totalmente remplazado por una vidriera y más allá de los cedros, el jardín, desprovisto de árboles se estiraba hasta alcanzar el ancho río. Una maciza escalera de caracol dominaba la parte oriental de la estancia. Las paredes, el techo de vigas, los suelos de madera y las gruesas alfombras eran todos de diferentes tonalidades de blanco.

Jasper, que estaba leyendo sobre uno de los sillones que había allí, cuando entramos dejo el libro, se levantó y se fue. Rose se fue enojada detrás de él ¡No puedo creer que ahora me evite! Bueno, fue algo incomodo cuando nos encontró con Jacob ¡Pero no me tiene que evitar!

Emm, Bella y Ed fueron a la cocina a preparar algo, según me dijeron sus padres fueron de vacaciones a ¿La isla Esme? Debo haber escuchado mal, le iba a decir a Rose sobre sus padres, ya que ella no sabía.

Subí las escaleras, vi una pieza que supongo era de Rose, otra en la que había un escritorio y libros, otra que tenía la puerta cerrado y la última que también estaba cerrada. Me estaba por volver cuando escuche algo.

- ¡No me importa, tienes que bajar ahora!

- ¡Rose tu no eres mi madre y no puedo bajar!

- ¡Ahora que te pasa!

- ¡Tú no entiendes no puedo estar con ella allí!

- ¡No me importa lo que te pase con Alice, bajas conmigo! – Así que era yo el problema...

Se abrió la puerta y solo pude dar unos pasos hacia atrás, ya que me había quedado dura por lo que acababa de escuchar. Jasper casi salió corriendo de la pieza, por lo que me chocó caí al suelo, por reflejo, me agarré de él, que quedo sobre mí, besándonos. Fue un roce, pero me sentí en las nubes. De repente me encontré con todos los que estaban en la casa mirándonos. Rápidamente me pare, mi cara debe de haber sido como un tomate. Él se levantó, me dijo un perdón, fulmino con la mirada a Rose, que estaba tirada en el suelo partiéndose de las risa, y se metió en su cuarto. Bajamos a la cocina y empezamos a comer los sándwiches que prepararon.

-Alice que suerte tuviste en resbalarte – Dijo mi querido hermano, nótese el sarcasmo.

- Si, y que suerte tuviste vos en que Rosalie quería un vestido rojo. – Le dije y fue el turno de Rose de sonrojarse.

- ¿Qué tiene que ver el vestido rojo? – Dijo Ed.

- Digamos que Rose necesitaba ayuda con el cierre y el oso sexi este fue tan amable de ayudarla. – Dijo Emmett.

- Si, - Dije matándome de la risa – y después Rose lo tuvo que ayudar con el cierren del pantalón al osito sexi. – Con cada palabra Rosalie estaba cada vez más roja.

- Pero no nos desviemos del tema ¿Cómo besa Jazzi? – Dijo Emmet haciéndose el gracioso.

- Eso no cuenta como beso, solo nos rosamos. – Dije encogiendo los hombros.

- Bueno, entonces... – Dijo Emm – ¡Jasper! – Apareció mi príncipe en la cocina ¿¿Dije mi príncipe?? Por dios algo te pasa Alice...

- ¿Qué pasa? – No...

- Te doy diez dólares si besas a Alice. – No no no no

- ¿Por qué la besaría?

- Porque queremos saber como besas y Ali es la única soltera – Jasper lo miro con cara rara, quien no con lo que dijo – Te doy cincuenta dólares.

- Damelos - ¿¿¿¿¿Qué?????

- Primero la besas. - Se acercó y me dio un rose en los labios.

- Quiero mis cincuenta dólares

- Eso no fue un beso – Esa fue Rose ¿Eso era una venganza?

- ¿Yo no tengo palabra?

- No – Dijo ¿Bella?

- Bueno, te daré cincuenta.

- Que sean cien Emmett – Abrió los ojos - ¿Qué? Yo les tengo que decir si besa bien.

- Está bien, cien – Dijo – Pongan cincuenta ustedes dos – Dijo señalando a Ed y a Bella

- ¿Por qué Rose no pone nada? – Dijo Bella

- Porque yo lo digo.

Pusieron cincuenta cada uno y Jasper se acerco, me agarró de la cintura y me beso. No sabía que hacer, me quedé congelada, después le respondí el beso y puse mis manos en su cuello. Agarré de su cabello mientras el me apretaba más contra el de la cintura, como si eso fuera posible. Me olvidé que nos estaban mirando, solo podía pensar en el beso. Nos interrumpió un carraspeo. Emmett.

- Chicos vallan a un hotel.

- Vos nos pagaste, dame mis cien dólares.

- Primero nos dices como besa.

Justo sonó el teléfono, atendió Rose.

- Hola, Familia Cullen ¿Quién habla?

- Ah hola señor Swan. – Mire la ventana, no se veía nada, era más tarde de lo que pensé.

- Bueno Charlie ¿Se pueden quedar a dormir?

- No es problema, mis padres están de vacaciones.

- Nos acomodamos, hay lugar

- Gracias, Chau. – Nos miró – Está decidido, vamos a tener una pijamada.

 

 

 

¿Qué creen que pasará en la pijamada? ¿Qué creen que hará Alice? ¿Y Jasper? Bueno, como ven no los veo mucho separados a estos dos, pero recién empieza esto. Espero que nos sigamos leyendo. Besitos

Capítulo 4: Jacob Black Capítulo 6: Pijamada

 
14456756 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10769 usuarios