Chicas y chicos, si es que hay, borré el capitulo que decía ¡¡Atención!! No se confundan.

Me desperté, hoy era sábado, y escuché a Bella vomitando en el baño, casi siempre vomitaba en las mañanas. Fui hacia el baño y sostuve su pelo.

- No mires, es asqueroso…

- No me importa ¿Y Edward?

- No quise despertarlo. - Dijo mientras se sentaba en el inodoro y tiraba la cadena. - ¿Por qué no estás con Jasper?

- Él está con su hijo. – Sofocó un grito. – Es una larga historia.

- ¿Bella? ¿Dónde estás? – Dijo Edward desde la pieza de mi hermana.

- Acá estoy.

- Hola Alice. – Dijo cuando entró.

- Ho…

- ¿Sabías que tu hermano tiene un hijo?

- ¿Te engaño? Lo voy a matar.

- El niño debe tener cuatros años Edward, no nos conocíamos…

- ¿Cómo se enteraron Alice? – Dijo Bella después de lavarse la boca.

- Yo… - Pero justo empezó a sonar mi celular en la pieza y corrí para atender antes de que cortaran.

- Hola.

- ¿Ali?

- Emmett ¿Qué pasó?

- No sabemos Alice, Jasper está encerrado en su pieza desde ayer y hay un niño rubio que no para de llorar ¿Qué pasó ayer Alice?

- Después te explico, voy para allá. – Dije y coté sin darle la posibilidad de decirme nada. Mire la pantalla ¡¡40 llamadas perdidas de Emmett!! Si que está desesperado.

Me puse un vestido bordado gris, calzas negras, zapatillas sin tacón, una campera liviana negra y salí para la casa de los Cullen. Cuando llegué era un caos,  Rose trataba de darle de comer al niño mientras  que este lloraba. Emmett alzó al niño y este lloraba más fuerte mientras que Emmett le hacía caras. Le quité al niño de los brazos y le pegué en la nuca para que se alejara, funcionó, ya que el niño se calmó un poco.

- Hola nene  ¿Qué pasa que lloras?

- Ido, mami sa ido. Papi no querer.

- Tu mamá se fue de viaje y tu papa es obvio que te quiere, solo está triste.

- ¿Po que tiste?

- Ya le vamos a preguntar ¿Cómo te llamas bonito? – Para entonces Emmett y Rosalie me miraban con la boca abierta.

- Mami dice Jack.

- Bueno Jack ¿Cuántos años tenés?

- Atí. - Dijo mostrándome tres dedos.

- ¿Tenés hambre Jack?

- Ti, muta muta.

- ¿Y por qué no comías lo que te daban?

- Tico gande gande, dame medo a mi.

- No da miedo, es como un oso tonto.

- Oso malo, dame medo.

- Bueno, por ahora no te preocupes. Vamos a comer. ¿Rose, le podés dar de comer mientras despierto a tu hermano?

- Claro Alice. – Subí las escaleras y fui hasta la pieza de Jasper. Estaba tirado de cualquier manera sobre la cama,  con la ropa que tenía puesta ayer y con un montón de botellas vacías. Nunca lo había visto tomar tanto. Agarré una botella de tequila, fui al baño, la enjuague, la llené de agua y se la vacié en la cabeza. Se despertó sobresaltado, se sentó en la cama y reparó en mi.

- ¡¡Alice!! - Exclamó, pero después su expresión se entristeció. – Vienes a terminar conmigo.

- No, no quiero terminar. Vengo a decirte que no seas estúpido y cuides de tu hijo.

- ¡Jackson!

- Sí, él.

- ¿No me odias?

- ¿Por tener un hijo? Por supuesto que no ¿Cómo te voy a odiar?

- Ali sos le mejor.

- Ya lo sé. – Corrió y me abrazó levantándome del suelo. – Jasper querido, yo también te amo pero tienes un olor espantoso. Ándate a bañar.

- Sí señora. - Dijo haciendo un saludo militar y corrió al baño. Me puse  a ordenar, tire las botellas vacías, puse la ropa en el canasto, saqué las sábanas de la cama y puse otras limpias. Entonces salió de baño con una toalla en la cintura y con gotitas de aguas por todo el cuerpo. Con solo verlo me mojaba. Salió corriendo y me abrazó por la cintura, manteniéndome pegada a su cuerpo. Sentí su enorme erección, cada vez estaba más mojada.

- Jasper, se me moja la ropa.

- ¿En qué sentido?

- En los dos.

- Aprovechemos. – Dijo y me empezó a besar con pasión, parecía que no nos habíamos visto hace días en vez de en horas. Me alzó y me llevó hasta sentarme en la cama. Terminó el beso para empezar a bajarme las calzas lentamente, dejando un camino de besos. Llegó a los pies y me sacó las zapatillas y las calzas a la vez. Empezó a subir haciendo el mismo camino con la lengua. Gimió cuando llegó a las bragas y me fue subiendo el vestido con los dientes. Cuando termino se puso sobre mi mientras me sacaba el sujetador. Me lamía y pellizcaba los pechos mientras yo controlaba los gemidos, ya que nos podían escuchar desde abajo. Me puse sobre él y le saque la toalla y  rocé su polla, que estaba más que dura, con mis manos, para después pasarle la lengua. Me metí su polla completa, aunque casi no me entraba, empezó a envestirme la boca hasta que se corrió. Me tragué todo su semen y lo besé.

- Te necesito, ahora. – Le dije y sentí su polla ponerse dura abajo mío.

Giramos y me embistió despacio, torturándome, Después empezó más rápido, estaba a punto de correrme...

-Chicos, nos pueden explicar que... – Carlisle se quedo inmóvil en la puerta. – Perdón los dejo. – Y se fue. Jasper salió de mi. Y se acostó a mi lado mientras yo me abrazaba a él, ocultando mi cabeza en su pecho.

- ¿Ahora cómo lo miro a la cara? – Nos vestimos y bajamos tomados de la mano.

- ¡Ya bajó el par de conejos! - Gritó Emmett, ganándose un golpe de Rosalie.

- ¿Ahora nos pueden decir quién es ese niño?

- Ese niño... Es mi hijo...

No me odien, es que no me pude aguantar terminarlo ahí. Pero lo bueno es que Jasper y Alice se reconciliaron. ¡Wiiii! Me di cuenta de algo que me pone muy triste, 724 personas leyeron este fic, pero solo tengo 2 votos y 9 comentarios, entonces no puedo saber si les gusta o no. Así que voy a haceresto

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Besitos, no me odien.