(Pov Marta)

Estaba muy nerviosa, caminaba de un lado para otro esperando a que llegase y fueron tocar en punto en el reloj cuando entró por la puerta. Miré que llevaba llaves.

“¿Tiene llaves de la casa? Clarooo es tu casaaa tranquilo, puedes hacer lo que quierasss hasta follarte a la dueña...”

-Hola- dijo totalmente serio-.

-Hola- murmuré y le miré fijamente, su pelo, su ropa, sus ojos... tragué en seco al acordarme de lo que pasó la otra noche-.

-Esto será así, cuando yo llegue tu me estarás esperando en tu habitación, sin ropa en la cama ¿lo has entendido?-.

-Si lo entiendo... amo- dije en un hilo de voz-.

-Mi móvil- dijo alargando su mano-.

Le di su móvil sacándolo de mi bolsillo del pantalón.

-¿Puedo hacerle una pregunta... amo?-.

“¡¡Callate, imbécil!!”

Pero como no, tuve que abrir la boca.

-¿Cuantas chicas... como yo posee?-.

-No son objetos... y hoy mismo las llamabas “putas” algo que para mi no son-.

-¿Cuantas?-.

-Me sorprende que me exijas, no entiendes que aquí el papel lo tengo yo-.

-Tendrás que tener paciencia conmigo, nunca he echo esto-.

-Lo se e intento ser paciente-.

-Pues no lo estás siendo Jacob-.

-¿Me estás llamando por mi nombre?-.

-Si, lo estoy haciendo-.

-Te enseñaré lo que pasa cuando me llamas por mi nombre-.

Rápidamente me tomó de la cintura, intenté soltarme pero no pude, me llevó hasta la habitación donde ahora dormía, la habitación de mis padres.

-¡Para!-.

-No lo dices de verdad... lo sé-.

“¡¡Claro que no lo dice de verdad, maldita sea quiero lo de anoche!!”

-Shhh- dijo y me tumbó en la cama- la ropa-.

No tenía opción, me quité la ropa y la tiré de mala gana al suelo, me crucé de brazos.

-Estás tan bella así-.

-No me has respondido-.

-¿Por que te empeñas en hablar de ellas? ¿Por que no mejor me hablas tu de ese niño?-.

-¿Que?-.

-El hermano de Leah, Seth-.

-Si el hermano de otra de tus “amantes/sumisas”-.

-Si esa misma-.

Parecía tan natural hablando del tema, así que se lo cobraría, si el no quería que Seth estuviese conmigo, sin duda, me inventaría algo para darle su merecido.

-La verdad es que Seth es tan guapo y tan... tan... pasional, cuando besa lo hace de una manera... como nadie antes me ha besado y cuando me toca, hace que mi cuerpo tiemble- le miré fijamente mientras hablaba-.

Él no dijo nada solo me miró fijamente inexpresivo.

“Ok ¿puedo tener miedo ya?”

(Pov Jacob)

“Ahora es el jodido momento, esa maldito momento en que le demuestras quien eres y por que estás aquí... hazlo... deseas a esa mujer... ahora”

-Túmbate- dije mirándola fijamente-.

Ella obedeció y se tumbó, sus ojos estaban cristalinos, estaba asustada.

-No voy a hacerte daño-.

Pero ella no pareció relajarse.

-Joder no soy un monstruo ¿vale?-.

Pasé las manos por mi pelo suelto y lo retiré de mi cara.

Ella se relajó un poco más.

-Te voy a demostrar que no hay otro excepto yo y si es verdad que Seth te ha tocado antes que yo de esa manera... no volverá a verme jamás, nunca-.

-Yo...- comenzó a decir-.

Tenía una norma muy clara “nada de besar en los labios”, pero con ella haría una excepción, le demostraría como besaba Jacob Black.

La besé en los labios con furia, con todos esos celos... maldita sea, si eran celos lo podía sentir por mi cuerpo, jamás lo había sentido así. Ella relajó sus labios. Introduje mi lengua en su boja y comencé a jugar con su lengua incontrolablemente. Cuando la falta de oxígeno hizo que nos separasemos. La tomé de la cintura e hice que se tumbase en esa cama. Rasgué su ropa en firmes tirones y volví a besarla. Hacía tanto tiempo que no besaba a alguien... pero para ella era la primera vez... se notaba.

-¿Él te besa así?- dije jadeante-.

Ella negó con la cabeza y volvió a besarme con ímpetu, ella tomó el control de la situación, del beso, explorando mi boca con su lengua.

Mis manos fueron ábiles rompiendo su ropa interior. Acaricié su piel ella jadeó sobre mi boca. Metí mis dedo suavemente en su interior y ya estaba húmeda, caliente y lista para mi... santo infierno como deseaba a esta mujer.

Mi erección se hizo patente hasta que dolió.

“Pídele que te la chupe como haces con todas las demás, no... no se lo pidas, exigeselo”-.

-No...- dije casi sin respiración-.

-¿Que?- dijo ella-.

-Shhh- volví a besarla sin parar hasta que una vez tumbados y enredados en la cama, fue ella la que desabrochó mi pantalón- ¿El te provoca esto?- dije y metí con mas rudeza mis dedos dentro de ella- responde-.

-No...- dijo en un gemido ahogado- Fue mentira...-.

-¿Y por que lo has echo?-.

-No lo se- dijo corriéndose incontrolablemente mientras me sujetaba con fuerza, abrazándome-.

“¿Desde cuando dejas que te abracen?”-.

-Tengo que irme...- dije y me levanté de la cama-.

-No te vayas... Jacob...-.

-Basta... no quiero verte... esto no me puede pasar... adiós-.

Bajé las escaleras y salí de la casa.