(Pov Leah)
-Los acabo de ver- dijo Bella sentada en uno de los taburetes en la cafetería- dejará de ser un dominante por una alumna-.
-¿Que...? No, Jacob no nos haría esto-.
-Claro que si, Jacob Black no tiene corazón-.
-Eso es algo que ya sabía, pero pensaba que tenía algo de respeto por nosotras-.
-No lo tiene, somo como clinex para él-.
-Y sobre todo me sorprende que tu en particular te pongas de este modo, ¿No te has casado?-.
-Si, hace dos semanas que me casé, pero yo nunca amé a Edward, por dios, tan recatado, tan... no se... a mi me va lo salvaje, como Jacob-.
-Pues es mejor que te apartes de su camino, por que cuando termine con él no va a tener energía para verte esa cara de niña pija que tienes- dije entre dientes-.
Pensé que se enfadaría pero no lo hizo.
Lo cierto es que hace dos semanas Jacob vino a hablarme... y que hace dos semanas que intento contactar con él pero al parecer cambió de móvil.
¿Tan ciega estaba que no le veía con otra que no fuese yo o Bella.?
Nosotras éramos sus sumisas pedilectas, casi dos años con él, habíamos echo sesiones conjuntas entre los tres y nos llevábamos “bien”.
-Creía que era un farol, cuando dijo que todo había acabado- dijo Bella-.
-Yo también lo pensaba-.
-Debemos pensar algo para que él... vuelva-.
-Si... y creo que se que debemos hacer...-.
(Pov Marta)
Llevábamos dos semanas saliendo, dos semanas de sexo incomparable y palabras dulces. Bueno, todo lo dulce que podía ser Jacob.
Estaba feliz, y hacía mucho tiempo que no me sentía de esta manera, cerré mis ojos tumbada sobre la cama y senté ese calor sofocante por todo mi cuerpo. Jaco dormía abrazado a mi. Su cabello negro y medio largo era una maraña de mechas finas y definidas sobre mis pechos desnudos. Y su cuerpo firme y rubosto se sujetaba al mío quedando en perfecta armonía sobre mi piel mas clara que la suya.
Era perfecto, todo era perfecto y no me creía que hubiese tenido tanta suerte al encontrarle.
Pasé mis dedos por su pelo y él me abrazó más fuerte.
Sonreí con los ojos aún cerrados y suspiré levemente. Hoy era sábado, y justo hoy habíamos quedado para conocer a sus padres.
Jacob me dijo que no me hiciese ilusiones, que eran bastante recatados y que les gustaría por ser tan dulce, pero que mantuviésemos en secreto que yo era alumna suya en la universidad.
Y es que Jacob, había conseguido su puesto como profesor debido a que su padre tenía buena relación con Charlie Swan, el padre de Bella Swan, antigua sumisa y casada con un amigo de Jacob.
La verdad era que eso me ponía celosa. Todavía recordaba la mirada acusatoria de Bella cuando me vio llegar a su boda de la mano de Jacob.
Pero me sentí tan bien cuando él me besó delante de ella de esa manera tan suya, tan posesiva.
Le amaba y todavía no se lo había dicho, era demasiado pronto como para preocuparle de esa manera... a Jacob le asustaba esa palabra y yo lo sabía.
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