(Pov Marta)
Me desperté crispada con los apuntes pegados en la cara, me había quedado dormida mientras estudiaba. Le tenía que dejar a Jacob bien claro que tenía cosas que hacer además de... acostarnos y estar en la cama sin hacer nada.
Suspiré y caminé hasta el baño, me metí en la ducha y cuando estaba en mitad de una ducha reparador sonó el timbre.
Era por la mañana así que supuse que sería Jacob para ir a la universidad. Me puse el albornoz y bajé las escaleras. Al abrir no había nadie solo una pequeña caja y una nota en la que ponía “abrela, necesitas saberlo”.
Tomé la caja y cerré la puerta, caminé hacia el salón. La puse sobre mis piernas y rasgué el papel marrón claro con la que estaba envuelta, abrí la tapa y ahí estaban, fotos... miré las fotos una a una, Jacob hablando con una mujer rubia, Jacob besando a una muejer rubia...
Había desde lejos, desde cerca...
Así que esto es lo que tenía que hacer con sus amigos...
Mis ojos se inundaron de lágrimas, la puerta sonó y fui a abrir.
-Tu...- dije y di u paso hacia atrás-.
Como había sido tan tonta en confiar en alguien como Jacob... en alguien como él... dios, me daba asco a mi misma... por haberme ofrecido de esa manera. ¿Quien es ella, desde cuando me está poniendo los cuernos, por que ha jugado conmigo?.
-Eh por que estás llorando- intentó tocarme pero me alejé-.
-No quiero volver a verte- le cerré la puerta en las narices y me volví a meter en la cama con las luces totalmente apagadas-.
Esto es lo que había conseguido Jacob Black, destrozarme de todas las maneras posibles, y esta era una de ellas, me había anulado, se había reido de mi. El movil no paraba de sonar pero no le hice caso, no dejé de llorara hasta que quedé agotada, durmiendo.
(Pov Bella)
Llamé desde la cabina a Leah.
-Ya está echo, voy para la casa de Jacob-.
-Está bien, espérame allí y le montamos un número-.
-Claro que si-.
Colgué y vi como Jacob se sentó en el coche y echo una furia se puso rumbo a la ciudad.
Monté en mi coche y fui camino a casa de Jacob, intentando llegar antes que él. No llevaba ropa bajo esa gabardina y subí las escaleras junto a Leah, que me esperaba. Forzamos la cerradura y entramos. Comenzamos a calentarnos entre nosotras, con besos y caricias. No me consideraba lesbiana pero, de vez en cuando no estaba mal jugar con el mismo sexo. Jacob nos enseñó.
-¿Que estais haciendo en mi casa?- a los pocos minutos Jacob apareció estaba furioso-.
-Quermos jugar contigo señor- dijo Leah mientras me quitaba el sujetador-.
-Por favor- dije suplicante y eché mi pelo hacia un lado de mi rostro-.
-No- dijo firme y señaló la puerta- fuera quiero estar solo-.
-¿Que?- dije- Jacob... te debes a nosotras-.
-No, he dicho fuera o le diré a Edward lo puta que eres-.
No podía creerlo.
-¿De verdad nos estás rechazando por una niña?-.
-Si...- dijo serio- ahora largo-.
Nos vestimos rápidamente y salimos de allí.
-Tranquila- dijo Leah- en unos días se le pasará-.
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