(Pov Marta)

Cuando terminamos la cena le miré fijamente y esperé a que hiciese algo, a que me dijese algo pero no lo hizo solo miraba una y otra vez esa copa de vino tinto casi vacía que tenía en su mano y que una y otra vez llevaba a sus labios.

-No quiero dañarte-.

-No quiero que lo hagas-.

-No se si voy a ser capaz de serte fiel-.

-Si no vas a ser capaz de respetarme es mejor que salgas de aquí y no vuelvas a verme nunca- dije con total seriedad-.

Él no respondió nada solo me miró dejó la copa al lado de su plato, se levantó haciendo un sonido sordo con la madera de la silla en el suelo del mismo material. Caminó hacia donde estaba y suspiré involuntariamente, no me moví.

-Sigueme-.

Me levanté sin dejar de mirarle fijamente y caminé tras él hasta la habitación de mis padres, se sentó en el borde de la cama y me sentó a su lado.

-Quiero que esto salga bien por que me gustas y creo que es de las pocas veces que he echo esto, pero de verdad me gustaría que esto funcionara-.

-Por favor, no me hagas daño Jacob- murmuré-.

-No quiero hacer eso- me besó en los labios castamente- pero yo no soy del tipo de hombres que hacen el amor y regalan chocolates para el día de san valentín-.

-Se que no eres así- cerré mis ojos cuando me besó-.

-También debes saber que yo no soy de ese tipo de hombres que hace el amor, yo tengo sexo duro, del que duele y gusta por que duele- dijo en voz baja y me besó esta vez con más intensidad-.

-Se que haces eso- mantuve mis ojos cerrados y correspondí el beso-.

-Y sabes que no soy el tipo de hombres que da explicación de sus actos así que tendrás que confiar en mi-.

-Confío en ti- entre abrí mis labios dándole cabida a su lengua que se introdujo en mi boca explorándola por completo-.

Mis manos fueron a su camisa desabrochandola uno a uno esos botones. Su espalda tocó el colchón y en un visto y no visto me sentó casi sin esfuerzo encima de sus caderas. Sostuvo mis piernas abriéndolas y rompiendo mi ropa interior. Gemí involuntariamente sintiendo ese calor dentro de mi, ese calor que solo Jacob Black podía provocarme. Sentí mi interior contraerse , lo tomé del cabello y le besé con fuerza y ganas. Su sabor, era el único que conocía y no quería conocer ningún otro.

Desabrochó mi vestido y quitó su cinturón, ató mis manos con el mismo detrás de mi cabeza.

Cerré mis ojos y sentí su lengua por mis pechos incansable, sus manos recorriendo me entera completamente desnuda. Su torso era suave, sobre todo cuando posaba mis labios en el .

(Pov Jacob)

Sujeté sus pechos con mis manos y los pellizqué viendo como se enrojecían, mordí su viente y ella gimió nuevamente. Metí mis dedos en su interior y comencé a moverlos sin parar.

-Por favor...- gimió de nuevo y retiré mis dedos de su interior-.

La tumbé sobre la cama y besé sus labios. Desabroché mis pantalones con urgencia y bajé mi boxer. Sujeté mi miembro con mi mano, puse un preservativo y lo conduje hasta el interior de ella. La abracé penetrándola con fuerza sin pausa. Gruñí cuando se contrajo su interior al rededor de mi y la tomé del cabello. Cerré mis ojos mordiendo su cuello sintiendo su sabor y sus ganas en mi.

Tras dos veces desfallecer llegando al clímax debajo de mi llegué a mi orgasmo.

Era la primera vez que tenía sexo de una manera tan simple, sin juguetes ni salas.

Me tumbé a su lado con la respiración jadeante. Quité de sus muñecas el cinturón que dejo leves marcas en sus muñecas, marcas que no dudé en besar.

Sentí su rostro en mi torso y sus dedos en el centro del mismo.

-Quiero que esto salga bien- dije mirándola-.

-Saldrá bien- sus ojos se cerraron poco a poco- tendremos que trabajar tu resistencia- murmuré-.

-Mmm...- me abrazó y suspiró quedándose dormida-.

Mi móvil sonó y rapidamente lo tomé leyendo el mensaje.

“Estoy en tu casa, llevo dos horas aquí ¿Donde está amo?. Leah”

Suspiré al ver el mensaje y dejé el móvil a un lado, abracé a Marta.

De verdad quería poder complacerla, poder estar con ella y solo con ella. Mañana hablaría con las sumisas, dejaría claro que solo iba a estar con Marta.