(Pov Marta)

Lunes, diez de la mañana, primera hora de clase con el profesor Jacob Black. Después de haber salido así por la puerta de su casa, no volví a verle hasta hoy.

“Ya le has dado todo lo que quería, que más puede querer”-.

-Hola buenos días-.

Entró en la clase vistiendo unos jeans oscuros y una camisa de manga larga color crema algo ancha, su pelo recogido en una perfecta coleta.

Suspiré involuntariamente.

Miré a mi lado y Seth no estaba a mi lado. ¿Que le habría pasado?.

-Examen oral sorpresa sobre la clase anterior todos fuera en el pasillo, iré preguntado temas sueltos de la materia por orden de lista- dijo sin mirar hacia nadie en particular-.

Todos salimos por la puerta y esperamos, tal y como dijo, miré mis apuntes aún que sabía de sobra que no se iba a fijar demasiado en como le diría o no le diría el temario.

Suspiré y miré mis manos nerviosa, tragué en seco y recliné mi cabeza en la pared del pasillo viendo a la gente venir e irse de un lado a otro por la facultad.

Esto era casi de chiste.

¿De verdad me podía llegar a afectar tanto alguien como Jacob Black?. Desde un principio había dejado muy claro las restricciones, esto se trataba de un cobro, nada más, y él solo iba a acostarse conmigo. Pero no esperaba que lo hiciese de una manera tan condenadamente bien, la verdad era que, lo esperaba, esperaba que al entrar a esa sala me quitase la ropa de esa manera y me hiciese suya justo encima de la mesa de cualquier alumno. Pero también sabía que él era el que mandaba, aún que estuviese enfadada con él, sabía que él era el que tenía el mando, el dominante absolutamente en todo y que mi función era aceptar o no, de una manera u otra las propuestas que me diese.

Suspiré cuando sabía que me iba a tocar pero no sonó mi nombre, me saltó en la lista. Poco a poco los alumnos iban pasando y saliendo hasta que quedé yo, la última por entrar después de dos horas.

Dijo mi nombre con voz severa y entré cerrando la puerta detrás de mi.

-Quiero que cierres detrás de ti la puerta-.

Me giré y cerré la puerta apoyándome en ella, le miré con algo de miedo y sin saber que decir. Estaba furiosa con él y sabia que él no sabía como actuar al respecto.

(Pov Jacob)

Me senté en la silla del profesor y la miré sin decir nada, su actitud era sumisa, pero no sabía como se tomaría el echo de que me acostase con otra mujer. Y la verdad era que me importaba y demasiado.

Tuve a Alice desnuda y atada en mi cama y no pude hacer absolutamente nada.

-No me tiré a Alice- dije intentando parecer natural-.

-¿No?-.

-No, ya sabes, hubo preliminares pero nada que lamentar-.

-¿Lamentar?-.

-Se que no te tengo que guardar fidelidad pero también se que eras virgen y...-.

-No me pongas como excusa, no lo has echo por que no has querido-.

-¿Y si te dijese que solo quiero ser tu dom?-.

Y esa era la triste realidad, solo quería ser el dom de esa joven, por loco que pareciese.

-¿Podrías mantener una relación monógama?-.

-No lo se, pero podría intentarlo-.

-¿Te gusto?-.

-Claro que me gustas-.

-Pero te gusto como te gustan las otras, y yo no quiero eso-.

-No conozco otra manera de hacerlo-.

-Pero yo te puedo enseñar si me juras que se acabaron los juegos con las otras sumisas-.

-Miranos, parecemos pareja-.

-Es lo que quiero que seamos- dijo-.

La miré por un largo momento en silencio sin saber que responder.

-Está claro que tu no- musitó-.

-Yo no he dicho que no, pero me resulta raro... nunca he tenido algo más que compañeras, alguna novia siendo más joven pero no salió bien y tu me estás proponiendo eso y yo...-.

-Mira, esta noche quedamos en mi casa, y lo hablamos mientras cenamos-.

-¿Me estás invitando a cenar?- dije sorprendido-.

-Si, te estoy invitando a cenar ya que tu no lo haces- se giró y salió por la puerta-.

Esta chica tiene la facultad de dejarme con la palabra en la boca, y una erección.