Narrador POV

A Isabella le dolió verlo marchar así, con el rostro desencajado y sin ese brillo en sus ojos azules. No puedo recordar cuando fue bueno. Momentos de felicidad en flor.

Tal vez solo malinterpreté Estuvo a punto de ir tras él, olvidarlo todo y abrirle las puertas de su corazón de su vida de nuevo pero el fantasma de Edward se volvió a interponer, ella lo había aceptado sin pensar la primera vez que la lastimo y no termino nada bien aquello además necesitaba pensar en tres personitas que dependían de ella.

Lo primero eran sus hijos. Así que lo dejo marchar sintiendo que su corazón se iba con él. Llamo a Alaric, necesitaba de algún modo, descargar todo su dolor y frustración.

Damon por su parte se subió a su auto e inmediatamente arranco. No le prestó atención a las miradas preocupadas de Elena y Jenna ni al puchero de Rose Mary, ahorita no era buena compañía para nadie. todo el amor que dejamos atrás mirando nuestros flash backs entrelazarse.

Condujo sin rumbo, solo necesitaba alejarse de Bella, la amaba profundamente pero en ese momento ese amor lo estaba destruyendo.

No podía hacer lo que en la época de Elena, cuando ella lo rechazaba y el salía a buscarse a otra, el simplemente ya no podía estar con nadie más, la simple idea le repugnaba. Así que tenia de dos: o recuperaba a Bella o se preparaba para una eternidad célibe.

Ella se llevó mi corazón, creo que ella tomó mi alma Con la luna corro Lejos de la carnicería del sol ardiente Se paró a un lado de la carretera a pensar, no podía seguir conduciendo sin rumbo fijo. En eso sonó su celular, esperanzado de que fuera Bella vio su celular, no reconoció el número.

-¿Quién habla?-muy pocos tenían su número y quienes lo tenían estaban registrados, esto era raro.

-¿Por qué tan osco corazón? ¿Acaso la abstinencia te pone de malas? ¿O son los gritos y berridos de los escuincles?-la voz de Katherine se burlo del otro lado de la línea.

-Primero que nada no les digas escuincles y segundo ¿Cómo tienes mi numero?-el estaba que hervía de rabia.

-Ya ves Damon, tengo mis contactos. Solo llamaba para decirte que es una pena que todos crean que Bella es una santa y tú estés sufriendo por ella mientras se ve a escondidas con tu único y mejor amigo.

-¿De qué demonios hablas?

-Ve a casa de los Gilbert, te llevaras una sorpresita-y diciendo esto colgó.

Damon volvió a la carretera y regreso hacia Mystic Falls, esto no era bueno. El sudor los empapaba a ambos, sus respiraciones eran jadeantes a causa de la actividad física. Bella estaba muy cansada pero Ric no le daba tregua y no la dejaba descansar, el también tenía problemas en casa con Jenna así que ambos habían encontrado una vía de escape en sus encuentros clandestinos.

Nadie sabía que ellos se veían, si lo supieran puff Bella no quería ni imaginarse, de seguro reprobarían su conducta. El arremetía contra ella fuertemente, como un toro, así se lo había pedido Bella, nada de gentilezas entre más duro mejor.

-Mas rápido Ric-le pedía ella entre jadeos-¿acaso ya no puedes viejito? Los ojos del aludido refulgieron de rabia ante el desafío y gruño.

-Tú lo pediste pequeña. Desde afuera, para un vampiro solo se oían sonidos sordos y el jadeo de su respiración junto con el palpitar acelerado de sus corazones.

Damon totalmente espantado entro a la casa y bajo al sótano de donde provenían los ruidos, casi se le salen los ojos ante lo que encontró.

-¿QUE DEMONIOS?-Grito. Ric y Bella voltearon asustados y sorprendidos hacia Damon que miraba iracundo desde las escaleras.

-¿Me pueden explicar qué rayos pasa aquí? Los dos humanos se separaron con el aliento entrecortado.

Ella se helo por un momento al ver la furia en sus ojos pero después se recordó que no tenia porque ser así y le respondió indiferente.

-Cazando cangrejos Damon-bufo-¿Qué no es obvio? Ric me está enseñando a pelear. (N/A: Daria lo que fuera por ver sus expresiones en este momento chicas, haber cuantas pensaron mal hahahahaha juego con sus mentes sucias muajajaja)

-Y ¿Por qué demonios te está enseñando a pelear? Los dos se fulminaban con la mirada. -Bueno no voy a esperar que un vampiro o ser sobrenatural de otro tipo me ataque a mi o a mis hijos. Estoy asegurándome de ser capaz de defender a mi familia.

-No es necesario Bella, no tienes porque… Ella lo interrumpió. -

Yo no estaría tan segura, nunca se sabe ¿no Damon? Cuando menos te lo imaginas te ataca quien menos piensas. Eso lo dejo callado, menudo golpe bajo. A pesar de lo que sea en que te convertiste, olvida esta imprudente cosa que se puso en marcha Ella paso por su lado sin verlo siquiera y abandono el sótano para después salir de la casa Gilbert.

El se volvió hacia la única persona en la que podía descargar su enojo.

-¿En qué demonios estabas pensando Saltzman? -Ella tiene razón Damon, lo que quiere es comprensible, no desea sentirse vulnerable, ella necesita saber defenderse. -Pero ella es tan frágil joder, parece que hasta el aire la puede lastimar.

-Pero no es así Damon, ella se creía frágil porque ustedes así se lo hicieron pensar, pero ella es de las personas más fuertes que he conocido jamás, créeme. Damon cayó sentado en un escalón y se llevo las manos a la cabeza totalmente frustrado. Siento que mi alma se esta desmoronando lejos. Cayendo. Cayendo contigo.

-No sé qué hacer Ric, no soporto la idea de perderla. El humano se sentó a su lado.

-Primero que nada tienes que darle tiempo y espacio Damon, es muy difícil que piense si andas pululando a su alrededor siempre. El interpelado no contesto.

Ambos hombres se fueron al Grill, como era su costumbre y se contaron mutuamente sus penas, ya no eran vampiro y cazador, solo dos amigos. Bella estaba nerviosa, tenía una semana que no veía a Damon, había sido lo más raro del mundo pues Elijah, Kol y Rebekah, hermanos de Klaus, habían llegado de repente y se habían ido con su hermano y Damon, nadie le explico a Bella porque pero era sumamente extraño.

Además extrañaba a Damon. Y voy a sentir que mi mundo se está desmoronando siento que mi vida se esta desmoronando ahora.

Nunca lo admitiría pero el hecho de verlo, de oler su esencia la hacía sentir mejor y sin el ahí estaba perdida. Trato de enfocarse en sus hijos, en Charlie y en las clases con Alaric, iba mejorando, ya podía neutralizar a un vampiro con éxito, claro en el caso de los fríos era más difícil porque eran de piedra literalmente pero habían descubierto que a ellos también les afectaba la verbena lo cual le servía a Bella si algún día se tenía que defender de Edward u otro frio. Ya estaban en diciembre y las mujeres Cullen andaban como locas haciendo las compras para navidad, en serio a veces no las entendía. Prefería refugiarse con sus bebes, los cuales ya no eran tan bebes, los tres tenían el tamaño de niños de seis años y eran hermosos.

Tenían una inteligencia que a veces la hacía sentir rebasada en serio, ellos eran brillantes. Alice la había sacado de la casa junto con Rose-Mary y Renesmee, a E.J.

lo convencieron sus tíos de quedarse, cosas de hombres dijeron. Alice, Rose y Elena junto con Caroline la habían hecho subir y bajar todo el día a Bella y a sus hijas, a Rose-Mary le encantaba todo eso, Bella ahora creía que fue contraproducente ponerle el nombre de sus tías. Por otro lado Nessie se quedo dormida y Caroline se ofreció a cargarla el resto del camino, la niña pesaba más de lo que ella, simple humana podía aguantar.

-Mami, quiero chocolate-le dijo Rose-Mary mirándola con sus grandes y hermosos ojos azules.

-Claro cariño, vamos por el-les dijo a las demás a dónde irían y agarro de la mano a su hija, le compro el chocolate caliente y se sentaron en una banca de un parque cercano a las tiendas donde las chicas compraban para que pudiera tomarlo.

Ella veía embelesada a su hija hasta que una voz fría la sobresalto.

-Volvemos a encontrarnos Isabella. Ahí estaba Edward, mirándola con sus ojos negros cargados de sed. Bella se puso en guardia.

-¿Qué quieres?-pego a la niña a su costado.

-Así que ella es tu hija-eso ultimo lo dijo en tono despectivo, la niña se aparto de su madre para ver al hombre que hablaba-veo que no salió a ti, es hermosa.

-Supongo que con eso querías ofenderme pero no me importa, no te tengo miedo. Los ojos de él refulgieron de ira, primero se andaba paseando con la hija de otro hombre y luego le contestaba así ¿Quién se creía?

-Ya me lo tendrás, ¿Qué te parecería que te arrebatara a tu hija y me bebiera su sangre? Bella se estremeció pero se preparo para defenderse.

-No te tengo miedo-le dijo la niña con voz segura y firme.

Obviamente la amenaza de Edward no le había pasado inadvertida.

Lo miro desafiante y Edward quedo prendado de una forma extraña de sus ojos, no sabía porque, claro no sabía que estaba amenazando a su propia hija.

-Aléjate de ellas-ordeno la voz iracunda de otra persona.