EPOV

Emmett llego corriendo a la cafetería

-Edward, tu ropa, habitación-apenas pudo decir por falta de aire.

-¿Qué dices Emmett?, no te entiendo-

Él me tomo del suéter y prácticamente me arrastro fuera de la cafetería

-Suéltame, rayos Emmett, suéltame-

-Deber ver-

Cuando me soltó, le seguí.

No podía creer, la parte de mi habitación estaba desecha, mi ropa completamente destrozada fuera del armario, la cama desarreglada y las sabanas completamente teñidas de rojo intenso.

Mi hermosa guitarra, tenía una rosa y una I con letra elegante, que alguna vez había visto en los bocetos de Isabella.

Me enfurecí y vi todo rojo, salí de la habitación como alma que lleva el diablo

-Edward- escuche pero enfoque mi vista en mi objetivo “Ángela” que estaba en el pasillo.

-¿Dónde esta ella?- escupí como su fuera un improperio nombrarla.

-Jajaja- rio de buena gana- ¡UY QUE MACHO! – mi furia era tal que no  controlaba mis instintos, la tome del cuello de la chaqueta que llevaba puesta y la puse a mi altura.

Era una chica lo se, pero mi furia no me permitía pensar con claridad.

-¿Dónde esta Isabella?- deletree las palabras como si fuera una tonta.

Ángela se tenso, y su cara era de espanto.

-En.. en.. en- tartamudeo.

-Habla-rugí

-En su habitación-

La baje y medio la empuje a los casilleros, en realidad me tenían harto pero no me daría por vencido, nunca lo he hecho.

Abrí la puerta golpe, y ahí estaba Isabella, con un libro en sus manos, estaba tan tranquila que no parecía el demonio que es.

-Alice, ¿Qué olvidaste esta vez?- habló en tono burlón sin levantar de la vista de su lectura.

-NO SOY ALICE-

Levanto la vista de golpe y saco los ojos al verme.

-V-a-y-a, a que se debe el honor de tu visita- maldito tono sarcástico, se levanto su cama para enfrentarme dejando su libro a un lado, llevaba puesto una falda negra con el botón  altura de su obligo y una blusa roja de tela completamente ligera, tacones altos negros de unos 10cm aproximadamente.

Tenía la cabeza nublada  por la ira, acerque a ella, tome con mis manos el cuello de su blusa y si la rasgue, luego cogí el borde la falta y tire de ella con la tal fuerza en el botón reventó de su lugar

Ella se quedo frente a mí en un hermoso conjunto azul que le combinaba perfectamente con el color de su piel, su rostro era de estupefacción y creo que mi actitud no le permitía reaccionar.

-Escucha bien lo que te voy a decir, Isabella deja de meterte conmigo, estoy harto ti y tus niñerías, si no sabes como tratar a las personas no es mi problema-

-SAL DE MI HABITACIÓN- al fin reacciono

-Aun no he terminado, eres una bruja sin corazón, pareces de piedra o hielo, simplemente no sientes nada-

-TU NO ME CONOCES-

-ES LO QUE VEO-

Cuando me di cuenta nuestros cuerpos se rozaban, era terriblemente sexi y peligroso.

Nuestras respiraciones eran entrecortadas por los gritos, y pasó, me deje llevar la tome de cuello con rudeza y la bese de manera demandante, quería sentir que puedo derretir el hielo de su corazón, trato de apartarme pero no se lo permití.

No se por que lo hice, pero el fuego que se encendió dentro de mi me asustó, me aparte bruscamente.

Ella levanto su mano y me adelante a su reacción, la tome de la muñeca.

-NO TE ATREVAS A GOLPEARME, O TE JURO QUE NO RESPONDO DE MI-

-NO ME ASUSTAS ESTUPIDO NIÑATO-

-TU TAMPOCO ICEBER-

La volví a besar, y salí de la habitación diciendo una sarta de maldiciones, saque me celular e hice una llamada.