Me levante temprano hoy era lunes, tocaba el ingreso a ese internado, abrace a mis padre de mala gana, estaba tan enojado con ellos.

Tome mis maletas y las metí en mi hermoso bebé un Volvo plateado C3o, me encantaba, sabia que no me dejarían utilizarla durante la semana, pero ni me importaba no quería ir con mis padres pues tendría que soportar los lloriqueos de Esme y las miradas entristecidas de Carlisle.

Estaba ya en el carretero, mientras veía el por el parabrisas, todo era verde, pero me gustaba mucho el clima, no se por que me dio la sensación de que hoy esta más obscuro que otros días.

Cuando llegue al internado, las puertas grandes eran de un verde que parecía algo podrido, se hizo igual que una cárcel de máxima seguridad, solo había al lado de conductor una especie caja ploma y una camarita, seguramente era para ver quien era, pues no se permitía entrar a cualquier persona. Tome un respiro y timbre.

-Internado de Forks en que podemos ayudarlo?-  una voz masculina atravez del parlante de la puerta.

-Soy Edward Anthony Cullen Plat, me están esperando-  casi me reí, me estaba burlando un poco del todo el hombre al otro lado de la bocina.

-Sr. Cullen, adelante-

Y las puertas verdes comenzaron a abrirse, lentamente.

Tamborileaba con mis dedos sobre el volante nunca fui chico paciente y tenía un carácter del demonio a veces.

Cuando al fin las puertas se abrieron me guíe por un letrero que decía “Parqueado para Estudiantes”, era una casa completa, muy amplia, pude ver ahí Jeep Wrangler negro, un Centurion580,  un descapotable BMW 335i, Ferrari 458 Italia Spyder azul, Porsche amarillo 911 turbo, una Harley amarilla con tonalidades rojas y una moto de Cross MTK 450 SX, todos los autos y motos, era de buena marcas.

Deje ahí mi Volvo, por suerte no desentonaba.

Puse mi guitarra al hombro, tome mi maleta y la cargue por el parqueadero hasta llegar la entrada principal.

Busque la oficina de información,  cuando entre detrás de un escritorio estaba una chica, de tez blanca, cabellos castaño lacio y largo, ojos cafés, no tenia un cuerpo de infarto pero si bien formado y parecía pequeña aunque no podría saber por que estaba sentada, no parecía mayor de 26 años, muy sonriente por cierto.

-Buenos días, mi nombre es Edward Cullen- hable con uan voz suave pero firme.

-Bueno días, mi nombre Gaby, te estábamos esperando, llamare a uno de tus compañeros de cuarto para que te ayude con tus cosas y te muestre el lugar, puedes tomarte el día libre para que te instales-

Gaby  tomo el micrófono de alto parlante para llamar a quien sería mi “compañero” tendría que compartir “genial”.

-Emmett Makcarthy, por favor acercarse a la oficina de información- me miro y me sonrió- Puedes esperan en una de las sillas de pasillo-

-¿Cómo sabré quien es?- la mire preocupado, por no darme más información

-Te aseguro que los sabrás- dijo mientras movía la cabeza y sonreía, como acordandose de algún tipo de broma- Suerte- finalizó

Tome mis cosa y salí de la oficina, me senté en una de las sillas, observé el lugar, las paredes eran de un color, café barroco se notaba en el edificio era algo antiguo, estaba decorado con varias fotos y pinturas de personas seguramente eran alumnos o profesores del Internado. Estaba en mis cavilaciones cuando escuche pasos y unas risas.

Por el  venía cuatro chicos de diferentes aspectos, el primero era musculoso, alto, cabello castaño rizado, daba miedo el muchacho, el segundo era un rubio, alto también pero no tan musculoso, como el anterior, tenia casi mi mismo cuerpo, el tercero era un chico de piel rojiza, de cabello negro y tenia unas cejasas, casi me rio de mi comentario pero sería una mala carta de presentación, el ultimo tenia el cabello rojizo obscuro, su piel era blanca, al igual que los anteriores tenia sus músculos.

-¡Llego la niñera!-  grito alegremente, el más alto y musculoso de todos seguramente ese era Emmett, ellos se empezaron a reír.

Se acercaron a mí rodeándome.

- ¿Que hay cobrizo?- un chico de tez rojiza con una sonrisa, me hizo recordar a “ese idiota”.

-Hola, soy Edward-

-Hola soy Emmett, tu niñera y estos son la pandilla- me tiro un beso, me reí.

-Jasper, Jacob y Alec- los presentó señalando a cada uno con la mano.

-Hale, Jasper Hale- haciendo una mala imitación de James Bond y todos nos reímos.

El chico de piel rojiza, extendió su mano y luego me dijo algo en un idioma que no entendí, lo quede mirando con cara de “tradúcelo”.

Y Jasper le dio un puñetazo en el hombro.

-Indio, deja esas patrañas para cuando estés en la reserva- le dio un puñete en el brazo.

-Auch- quejo- Esta bien, Jacob Black-  yo me reí.

- Ciao bello, io sono Alec Vulturi- me extendiendió la mano y me guiño un ojo- !Benvenuto¡-

- Grazie bello- le segui el juego y todo reiron, me caia muy bien.

-Bueno, mucho amor- Emmett- vamos a tu habitación, bueno, nuestra habitación, esperen un momento- entro al oficina de información, para luego salir una Gaby muy sonrojada, diciendo.

-No Emmett ya se ha saltado muchas clases-

-Vamos es para ayudar a Edward- decía Emmett.

-No-

-Anda no seas asi, tu eres hemosa y buena, por eso nos darás el permiso a mi y a la pandilla, verdad?- hizo un puchero que me parecio gracioso.

-Ash, esta bien, pero que sea la ultima vez-  lo miro- y deja chanteajerme- apunto con el dedo como si estuviera regañando a un niño pequeño.

-Gracias eres la mejor- Emmett le dio un beso en la mejilla y ella se sonrojo “que gracioso”.

Despues de esa escena nos dirijimos a las habitaciones.