Besando Ranas !!!

Autor: Nekbhet
Género: Romance
Fecha Creación: 01/04/2010
Fecha Actualización: 10/01/2011
Finalizado: SI
Votos: 23
Comentarios: 158
Visitas: 63174
Capítulos: 25

Quiero agradecerle al Sr. Banner que se equivocara de rana.

Quiero agradecerle a la rana que me escupiera.

Quiero agradecerle a los Quileute que te enseñaran sus costumbres.

Gracias a ellos comprendi que no puedo vivir sin ti. Te amo Bells.

 

GRACIAS POR LA PORTADA, NUEVA!!! HIJADEMIVIDAYDEMICORAZON !! XDDD

Historia terminada


 

Los personajes aqui descritos pertenecen a Stephenie Meyer.

Hola, este es mi primer Fic, asi que espero que os guste.

Gracias por las visitas!!

Besitos desde España!!

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Capítulo 10: El Experimento



Bella PoV

Llevaba mas de un mes sin apenas dormir. Parecía una zombie.
No era que antes del ataque "raneril" durmiera bien, para nada, pero si dormía mas. A partir de la muerte de mis padres, mis noches se convirtieron en un duermevela insoportable, pero al menos dormía casi 5 horas seguidas. Al parecer, las 24 horas que había dormido en el hospital, habían generado en mi cuerpo una especie de sed de venganza y a partir de ese día no había vuelto a dormir mas de 2 horas seguidas por noche.
Y Edward no estaba mejor que yo, por lo visto le pasaba lo mismo que a mi.
Una noche, me desperté sobre las 2:30 de la madrugada y viendo que no conciliaba el sueño de nuevo, baje a la cocina para tomar un vaso de leche caliente.
Me extraño un poco ver la luz encendida, así que entre con cautela.
Allí estaba Edward, sentado en el banco central de la cocina, dándome la espalda ... y que espalda, por favor ... Se le notaban todos los músculos bien tonificados a través de la camiseta de su pijama gris claro, de manga corta. Era lo único que podía ver desde mi posición.
Toque con los nudillos en la puerta para que notara mi presencia y se giro sobresaltado mientras me acercaba a el.
-¿Que haces aquí?- Le pregunte, mientras me apoyaba en el banco, entre sus piernas, que llevaban el pantalón corto de su pijama y me daba una buena vista de sus pantorrillas.
-No puedo dormir, ¿tu tampoco?- Dijo, tomando un sorbo del vaso de leche que tenia en las manos.
-Exacto. He bajado a tomar un vaso de leche caliente- Le dije mientras le quitaba el vaso y me bebía su contenido de un trago.
Le devolví el vaso vacío sonriéndole traviesa y alejándome un poco, mientras el abría la boca por la sorpresa.
-Ahora veras, prepárate a morir de risa- Me dijo bajándose del banco e intentando cogerme.
Salí corriendo de la cocina, dirección al salón, que estaba a oscuras, con la intención de esconderme y me agache detrás del sofá.
No podía ver nada, así que no me di cuenta de como se acerco a mi.
-No puedes esconderte de mi, Isabella- Me susurro al oído, provocando el estremecimiento y la tensión total de mi cuerpo.
En un movimiento rápido, me cogió con fuerza y precisión y me tumbo en el suelo, sentándose en mis piernas. Empezó a hacerme cosquillas por todo el cuerpo.
-Nononono, por favor para para !!!- Le gritaba mientras me retorcía bajo el, intentando soltarme.
-Por favor, por favor, hare lo que quieras pero para!!- Le seguía gritando.
-¿Lo que yo quiera- Me pregunto divertido y muy interesado en lo que le había dicho.
-Si si, lo que quieras, pero deja de torturarme por favor!!- Volví a gritar... ¡¡ ERROR !!
Sus ojos brillaron de un modo perverso, dejo de hacerme cosquillas, mientras sus labios se estiraban en una maravillosa y maléfica sonrisa.
-Bien bien, déjame pensar ...- Decía en un tono siniestro, mientras se ponía de pie y tiraba de mi para levantarme.
-Por el momento, te calentare otro vaso de leche para compensarte, ¿te apetece?- Le pregunte, arrastrándole a la cocina conmigo.
-Gracias, lo cierto es que necesito dormir, mañana empiezan los entrenamientos de hockey ... lo que me recuerda que aun debo cumplir mi parte del trato- Me dijo, sentándose en la mesa mientras yo le calentaba la leche en el micro.
-¿Tu parte del ...? Oh!!, se me había olvidado, las clases de patinaje!!-
-Pues vaya memoria la tuya, Bells!!- Me dijo riendo.
-Vale, cuando tenga el horario de los entrenamientos hablamos y reservamos un día para nosotros. Podríamos mirar de compaginarlo con las animadoras, para que veas como lo hacen ellas- Me explico.
-Ummm... ... Me parece bien, así las chicas podrán reírse de lo lindo- Dije sarcásticamente.
-No se reirán de ti- Dijo muy serio.
-Yo no las dejare-
-ahm .. ¿Y quien eres tu para impedir que eso ocurra?- Le pregunte.
-El capitán del equipo, por lo tanto, deben obedecerme- Dijo orgulloso.
-Hummm...! Voy a patinar con el capitán ... se morirán de envidia- susurre sonriendo.
-Pues que se mueran- Susurro el, acercándose a mi y nos pusimos a reír.
-Bien, tengo un problema- Le dije suspirando.
-Dime que te pasa, yo te ayudo- Dijo, cogiendo mi mano.
-No tengo sueño-
-Yo tampoco-
-Pues ¿que hacemos?-
-¿Vemos una peli?, a ver si así nos dormimos-
-Vamos!- Me levante de la mesa, recogí los vasos y nos dirigimos a la sala de estar.
-¿Que peli quieres ver?- Me pregunto, mirando la estantería de dvd's.
-No se, algo aburrido, a ver si nos entra sueño pronto- Le dije sentándome en el sofá.
-Ya se, esta te encantara, según Alice es muy bonita, la ha visto como unas 100 veces, las mismas que me la ha explicado con todo lujo de detalles. Me dijo mientras ponía la tele.
Se sentó a mi lado cogiendo el mando y puso la peli, Kate & Leopold.
Genial, una romántica, seguro que nos dormíamos enseguida.
Me recosté a su lado, intentado ponernos cómodos, el me rodeo los hombros con su brazo, acercándome a su pecho y nos pusimos a ver la peli.
Me desperté con el dulce olor de los muffins recién hechos de Esme.

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Carlisle PoV

Me preocupaba mucho la salud de mis hijos.
Edward y Bella no eran mis hijos biológicos, pero yo los quería como tal.
Llevaban ya mas de un mes sin dormir bien y eso no era bueno.
Todas las noches les oía levantarse y removerse en sus camas. No quería recetarles somníferos, demasiado jóvenes, pero algo tenia que hacer.
Me intrigaba mucho lo que había pasado en el hospital, el día que Bella se enveneno. Jamás, desde que vivían con nosotros, les había visto dormir tan placidamente.
Empezó a rondarme por la cabeza la idea de ingresarlos una noche en el hospital y probar así, si por casualidad el ambiente que había en la habitación les ayudaba.
Volví de mi turno de guardia con la intención de hablar con ellos por la mañana y comentarles mi plan.
Seguro que casi todos dormían en casa, así que me extraño un poco ver la luz de la sala de estar encendida cuando entre.
Me asome para ver quien había y la imagen que vi me sorprendió.
Edward y Bella dormían en el sofá.
Edward estaba debajo, tumbado boca arriba y Bella encima, estirada a todo lo largo, parecían encajados.
Tenían la cabeza girada hacia la televisión, que estaba encendida. Los brazos de Edward rodeaban el cuerpo de Bella, tapándole la espalda con sus manos y Bella reposaba la mano derecha sobre el pecho de Edward y la izquierda se estiraba hasta la nuca, donde tenia los dedos enredados en su pelo.
Una leve sonrisa adornaba la cara de ambos, igual que la mía, al contemplarlos.
-Que imagen mas dulce- Susurro Esme a mi lado.
-Encajan a la perfección, parecen hechos el uno para el otro- Le conteste, dándole un beso en los labios a mi esposa.
-No sabrás cuanto tiempo llevan aquí por casualidad-
-Escuche a Bella levantarse sobre las 2:30h y unos 20 minutos después, la televisión. No se cuanto llevaran durmiendo- Me contesto Esme.
-Bueno, déjalos dormir, lo necesitan, ya recuperaran las clases- Le dije, tomando una manta y tapándolos un poco.
-Avisa a los chicos, no quiero que los molesten. Que se despierten cuando ya no estén cansados-
-Tranquilo amor, yo me encargare-
Subí a mi habitación y me eche en la cama a descansar.
Me puse a pensar en lo que había visto.
¿Seria posible que, lo que en realidad les había ayudado a dormir, fuesen ellos mismos? ¿Tendrían ese poder el uno sobre el otro?.
Lo cierto es que durante el tiempo que llevaban juntos, los había estado observando. Tenían una relación muy diferente a la que tenían con sus hermanos, se completaban mutuamente.
Se notaba la química entre ellos, no necesitaban hablar para sentirse cómodos, así como no lo necesitaban para comunicarse. Con una mirada, un gesto o el simple roce de su piel, tenían suficiente para saber lo que sentían o lo que necesitaban.
En ese momento, un click sonó en mi cabeza.
Esa conexión significaba algo.
Ya la así visto anteriormente.
Es mas, yo la así experimentado, la sentía cada día con Esme.
Me levante a la hora del almuerzo y lo primero que hice fue asomarme a la sala. Seguían durmiendo, pero habían cambiado de posición.
Estaban de lado, Bella en la parte interna y Edward en la externa del sofá. Él seguía abrazándola y ella seguía aferrada a su pelo.
Salí al comedor y ya me esperaba mi familia sentada a la mesa para comer.
-¿Aun no se han despertado los tortolitos?- Pregunto Emmett con tono insinuante.
-No y no quiero que los molestéis. Llevan muchas noches sin dormir, necesitan descansar- Le conteste.
-Pero papa, Edward se perderá el primer entrenamiento de hockey y yo así quedado con Bella para estudiar en la biblioteca- Se quejo Alice.
-Pues disculpe señorita, pero la salud es lo primero, así que los dejáis dormir- Dije dulcemente, pero con autoridad.
Después de comer, Emmett y Alice se marcharon a casa de los hermanos Hale para pasar la tarde y así no caer en la tentación de molestar a sus hermanos, Esme salio al jardín para encargarse de sus flores y yo me subí al despacho para revisar informes.
Después de unos minutos pensándolo, decidí coger algunos expedientes y bajarme a la sala de estar, para poder controlar el sueño de los chicos.
Me despertó Esme con un suave beso en la frente.
-Es hora de irse a la cama, amor, si te quedas aquí, no descansaras- Me dijo sonriendo.
-¿Ya se han despertado? ¿Que hora es?- Pregunte un poco desorientado.
-Es medianoche y no, no se han despertado. Edward se levanto a las 5:00 de la tarde para ir al baño, pero volvió enseguida al sofá. Bella hizo lo mismo 3 horas después. Desde entonces no se han vuelto a mover- Me explico Esme.
Mire a los chicos. al parecer se habían ido moviendo poco a poco durante el día hasta quedar en la posición contraria a la que yo los así encontrado por la mañana.
Bella estaba tumbada boca arriba y abrazaba a Edward, que esta vez estaba sobre ella, descansando su cabeza en el hueco del cuello, con una mano colgando por el filo del sofá y la otra hundida en la base de la nuca de ella, en una caricia sin movimiento.
-Me alegra tanto que al fin hayan encontrado el amor- Me dijo Esme, mirándolos y suspirando.
-¿Quieres decir que estos dos ...?-
-Solo espero que se den cuenta pronto-
-¿Estas segura Esme? Quiero decir, se ven muy bien juntos, pero, ¿enamorados?-
-¿Acaso no te has dado cuenta de como se miran? Cuando están juntos, el mundo desaparece a su alrededor, no necesitan nada mas. Aun deben asumirlo, admitirlo y por ultimo, declararlo. De verdad espero que sea pronto, si no, tendré que idear un plan junto con Alice y Rose- Me explico Esme riéndose y mirando a los chicos con amor.
Me quede un momento pensando en lo que me así dicho mi esposa y me di cuenta de que tenia razón.
Bella y Edward se habían enamorado, pero ellos no lo veían o no querían verlo. Seguramente, el miedo al rechazo no les dejaba asimilarlo. Tal como decía Esme, iban a necesitar ayuda.
-Bien, vamos a dormir- Le dije a Esme.
-¿Los dejamos en el sofá?-
-Si, que disfruten de su momento- Le conteste riendo.
-Creo que ya se que tratamiento ponerles para el insomnio- Dije mientras nos dirigíamos a nuestra habitación.
-¿Ah si? ¿que tienes en mente?- Me pregunto Esme curiosa.
-Que duerman juntos- Le conteste soltando una sonora carcajada.

Capítulo 9: El hospital Capítulo 11: El gato Edward

 
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