Besando Ranas !!!

Autor: Nekbhet
Género: Romance
Fecha Creación: 01/04/2010
Fecha Actualización: 10/01/2011
Finalizado: SI
Votos: 23
Comentarios: 158
Visitas: 63172
Capítulos: 25

Quiero agradecerle al Sr. Banner que se equivocara de rana.

Quiero agradecerle a la rana que me escupiera.

Quiero agradecerle a los Quileute que te enseñaran sus costumbres.

Gracias a ellos comprendi que no puedo vivir sin ti. Te amo Bells.

 

GRACIAS POR LA PORTADA, NUEVA!!! HIJADEMIVIDAYDEMICORAZON !! XDDD

Historia terminada


 

Los personajes aqui descritos pertenecen a Stephenie Meyer.

Hola, este es mi primer Fic, asi que espero que os guste.

Gracias por las visitas!!

Besitos desde España!!

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Capítulo 25: De aqui a la eternidad

24ª De aqui a la eternidad

Bella PoV

No podia dejar de sonreir ante aquel recuerdo, al mismo tiempo que mis lagrimas recorrian mi rostro. Habia sido uno de los más felices de mi vida.
-¡Isabella Marie! Ni se te ocurra llorar- Me grito Alice, sacandome de mis recuerdos.
-Estropearas tu maquillaje- Me dijo enfurruñada.
-Lilí apenas llevo maquillaje y mis pinturas de guerra no se borran facilmente- Le conteste, soltando una risilla y recordando lo mucho que se habia enfadado cuando nos vio aparecer a Edward y a mí con nuestras marcas Quileute.
-Alice, gracias por organizar todo esto... Y por mi vestido, no podria ser mas adecuado- Le dije algo más seria.
-Gracias a ti por dejarme diseñarlo, la verdad es que me hizo mucha ilusion hacerlo- Me contesto ella con una sonrisa.
-Ahora, preparate, es la hora- Me dijo dandome un abrazo.
Me mire por ultima vez en el espejo, admirando el buen trabajo de Alice y Rosalie, que me habia peinado.
El vestido era de ante sintetico, de color blanco. Dejaba mis hombros descubiertos, permitiendo asi que se vieran mis tatuajes. El bonito corse se ceñía a mi cuerpo hasta la cintura, donde empezaba la falda evase, corto por delante hasta la mitad de los muslos y largo por detras, sin llegar al suelo y acabado en pico. Tenia un precioso bordado en tonos negros que abarcaba practicamente toda la tela y representaba el simbolo de linaje, la cabeza de un lobo.
Rose peino mi cabello con infinitas trenzas, mezclandolo con cintas negras y blancas, a juego con mi vestido pero recogiendolo con exquisita sencillez.
Como complementos, llevaba el collar con mi insignia de lobo, al cual, Emily y Leah le habian agregado una pulsera y unos pendientes largos, todo hecho a mano.
Estaba preparada, habia llegado el momento.
Carlisle se acerco a mí ofreciendome su brazo, donde me colgue sonriente y nos encaminamos a la playa con mi sequito de damas abriendo paso.
-No veo a Esme- Comente intentando encontrarla.
-Esta con Edward, le mando un mensaje hace un rato, estaba muy nervioso- Me contesto Carlisle.
-Tranquila, estara bien- Me clamo Carlisle riendo, al ver la mueca de preocupacion que se instalo en mi rostro.
-Llegamos- Me dijo, mirando al frente e invitandome a que yo tambien lo hiciera.
Al ver el lugar, mi respiracion se atoro de golpe. Todo estaba precioso.

Edward PoV

Panico.
Eso es lo que sentia en este preciso instante.
Incluso me costaba respirar.
-Tio, yo creia que solo las mujeres hacian eso de hiperventilar- Se rio Emmett. Lo fulmine con la mirada, en mi estado no tenia ganas de bromas.
-Calmate colega, o te desmayaras por falta de aire- Me dijo Jacob algo preocupado.
-¿Y si se lo piensa y me rechaza?- Pregunte con un hilo de voz.
-¡No digas tonterias!- Gritaron a la vez Jacob, Emmett, Jasper y Seth.
-No dejes que el miedo te domine, Edward- Me dijo Jazz, dandome un apreton en el hombro a modo de apoyo.
-Jamas crei que mi mejor amigo fuese tan miedica- Se quejo Seth.
A él tambien lo fulmine con la mirada, aunque en mi estado, no fue muy fulminante, la verdad.
-Tendrias que oir los grititos que emite con las pelis de miedo- Emmett, como siempre, arreglando las cosas... Ahora, los cuatro se partían de la risa.
Le mande un SMS a mi madre, la segunda persona en el mundo capaz de calmar mis nervios. La primera era Bells. Desde que la conoci, era la unica que con su sola presencia era capaz de calmar mi alma. Desgraciadamente, hoy no podia acudir a ella.
Unos golpes en la puerta hicieron que mi corazon saltase en mi pecho, presa del panico.
-¡Vaya!- Exclamo mi madre al entrar y vernos a todos.
-¿Esto es una fiesta o un desfile de moda masculina? Menudos ejemplares- Dijo riendo.
Su risa ceso de golpe en cuanto sus ojos se posaron en mi persona.
-¿Qué tienes cielo?- Se preocupo enseguida.
-¿Esme, que pasa si se echa atras?- Le pregunte con mis ojos ya inundados.
-¡Oh cariño! No seas tonto, todo saldra bien, ya veras- Me contesto mientras me rodeaba con sus brazos amorosamente.
-Dios mio! Cuando la veas te caeras de culo, ¡esta hermosisima!- Dijo entusiasmada.
-Siempre esta hermosisima, madre- Le dije entre dientes y separandome un poco de su abrazo.
-¿Esta...? ¿Ella esta segura? ¿Esta bien?- Le pregunte sin poder evitar el temblor en mi voz. Esme sonrio como solo una madre puede sonreirle a un hijo para infundirle valor, mientras pasaba sus dedos por mi pelo, en un intento inutil de peinarlo.
-Edward, hijo, te estas preocupando demasiado. Relajate un poco, todo saldra bien y tranquilo, ella esta mejor que bien, esta feliz y eso es solo gracias a ti- Y ahi lo tienen, señoras y señores, mi panico, mi miedo, mi respiracion, todo fue disminuyendo poco a poco, hasta quedar en un minimo recuerdo.
-Bueno hermano, creo que va siendo hora de que termines de arreglarte- Me dijo Emmett, extendiendo ante mí una caja de madera tallada.
-Yo lo hare, me ha dicho Emily que no puedes tocar el Tilka con las manos hasta que no estes purificado- Contesto Esme quitandome la caja.
-Esme, jamas me he quitado el Tilka, desde que Bells me lo puso- Le replique.
-Lo sé, pero si te pones tu solo el simbolo corres el riesgo de tocarlo y contaminarlo- Me contesto ella mientras ataba a mi cuello la cinta de cuero y en mis brazos los brazaletes.
-Bien, ahora deja que te vea- Me puse de pie delante del espejo y pude verme reflejado por primera vez desde que habia llegado esa mañana a casa de Seth.
Llevaba el traje ceremonial que habia diseñado Alice.
Consistia en un pantalon de ante sintetico de color blanco, bordado con el simbolo de linaje, la cabeza de un lobo. Lo cierto es que los bordados llenaban gran parte de la tela, ya que iban en espiral desde la cadera hasta el tobillo, envolviendo la pierna en todo el largo. Mi torso estaba cubierto por una camisa sin mangas, tambien blanca, pero de una gasa tan fina, que parecia transparente, pudiendo apreciar el tatuaje de guerra.
Llevaba tambien los ornamentos nativos, el collar de cuero con la cabeza de lobo y el Tilka, el corazon de cristal que albergaba la sangre de mi pequeña y la mia, uniendolas por siempre.
Los testigos vestian igual que yo, con la diferencia en el color del pantalon y el simbolo de linaje.
-Edward, toma aire y calmate, ha llegado la hora- Me dijo Esme con sus manos en los hombros, dandome animo.
Yo cerre los ojos y respire profundamente varias veces, apaciguando un poco mis miedos.
Una vez más tranquilo, le dedique una sonrisa a mi madre y le ofreci mi brazo, para salir direccion a la playa.
Los hombres de la manada y de la familia Cullen nos encargamos de construir el altar en la playa, al pie del Acantilado del Colmillo.
A base de madera varada, construimos un arco en forma de Tipi, el cual las mujeres se encargaron de adornar con flores silvestres para que se viera bonito.
Para que los invitados no se quedaran en pie, trajimos de la zona de la hoguera los troncos que usabamos a modo de asientos y los tapamos con telas blancas y negras para no manchar la ropa con la humedad y la salitre. Estaba todo preparado y precioso, tan sencillo como a Bells le gustaba.
Los invitados empezaron a llegar y ocupar su lugar, mientras yo me paseaba entre ellos, saludando y recibiendo felicitaciones, hasta que todos estuvieron sentados y yo me dirigi al frente.
Fue entonces cuando los nervios volvieron a mí. La novia llegaba 10 minutos tarde y mi corazon empezaba a encogerse. No podia parar de dar vueltas de un lado a otro consumiendome.
-Edward mira alli- Susurro Jasper, que se encontraba a mi lado.
Pare mi paseo y mire hacia el frente, para ver llegar al sequito de damas, que por cierto, estaban todas muy guapas.
Y entonces ocurrio.
La luz llego a mis ojos, con un resplandor unico.
Justo delante de mí, al otro lado del pasillo de nuestra capilla improvisada, estaba ella.
Mi angel guardian, mi princesa del bosque, mi pequeña Quileute palida.
Más hermosa que nunca, con aquel vestido blanco, que la abrazaba sensualmente, con sus pies de cenicienta descalzos, al igual que yo.
En cuanto alzo la mirada y clavo sus preciosos ojos en los mios, todo a mí alrededor desaparecio. El altar, los invitados, la playa... Cuando su boca de fresa se estiro en una sonrisa dirigida a mí, todos mis miedos, mis nervios y mi panico se disipo en el aire. Solo quedamos ella y yo.
No me di cuenta de que la tenia a mi lado hasta que Carlisle hablo.
-Cumplid vuestro sueño- Dijo, entregandome la mano de mí hermosa mujer.
-Has venido- Le susurre, sin poder creermelo aun.
-No me lo perderia jamas- Me respondio ella sonriendo.
Nos tomamos de las manos, sin dejar de mirarnos y el parroco empezo la ceremonia.
-Hoy, todos los que estamos aqui presentes, somos testigos de vuestro amor. Vuestras vidas se uniran, una vez más, en un compromiso eterno, que os llenará de amor y felicidad, hasta que vuestros corazones se apaguen.
Por lo tanto, y antes de hacerlo oficial, quiero preguntaros algo- Bells y yo miramos al parroco para demostrarle que prestabamos atencion a sus palabras.
-¿Estais seguros de querer hacer esto?- Nos pregunto, haciendo que todos los invitados se echaran a reir.
-Sí, estamos seguros- Le contestamos, mi mujer y yo al mismo tiempo.
-¿Estais dispuestos a pasar vuestra vida juntos?- Volvio a preguntar.
-Sí, estamos dispuestos- Contestamos los dos.
-Edward, Isabella, con el poder que me otorga la iglesia catolica, os declaro marido y mujer, puedes besar a la novia- Tome a Bells por la cintura, pegandola a mi pecho para fundirnos en un dulce y apasionado beso. Una vez que nos separamos, el parroco volvio a hablar.
-Ha llegado el momento de pasar vuestra primera prueba de fuego y purificar asi vuestra union- Nos dijo, girando un poco, invitandonos con su mano estirada hacia las rocas a dar un paso adelante.
Tome a mi pequeña de la mano y nos encaminamos hacia el acantilado, mientras todos nos miraban sin entender.
Sin dificultad, trepamos la pared de piedra hasta la cima. Una vez alli, miramos hacia abajo y vimos el altar improvisado, con todos nuestros invitados observandonos, expectantes.
Bells y yo retrocedimos unos pasos, nos miramos a los ojos sonriendo y despues, con gran decision, saltamos al vacio, cayendo al mar.
Fue impresionante.
Cuando llegamos a la orilla, todos nos esperaban nerviosos.
-¿Pero que habeis hecho? ¿Estais locos?- Nos grito Alice. Nosotros no pudimos reprimir la risa.
-Lilí, estamos bien, lo teniamos planeado- Le contesto mi mujer sonriendo.
-¿Que estais bien?¡Mira tu vestido Bella! ¡Esta empapado!- Le grito horrorizada. Nos pusimos a reir todos por su berrinche.
-Ahora entiendo porque pediste que te peinara de forma sencilla. Fue para esto- Repuso Esme con una sonrisa, que mi princesa del bosque devolvio.
Después de un rato más de charlas y risas, nos dirigimos a la pradera, donde el banquete habia sido preparado.
La comida, a base de carnes y pescados, estuvo deliciosa. Nos pasamos la sobremesa riendo, hablando, contando anecdotas de cuando eramos pequeños y leyendas Quileute, hasta que de pronto, Emmett y Jacob se pusieron de pie y llamaron la atencion de los comensales, que callaron al momento.
Yo por mi parte, tome a mi mujer por la cintura, con poco esfuerzo la sente en mis rodillas y enterre mi rostro en su cuello, donde no pude evitar dejar un camino de besos hasta su hombro.
-Damas y caballos... Digooooo caballeros- Empezo a hablar Emmett, ganandose unas risas.
-Hemos preparado un pequeño discurso- Le siguio Jacob.
-Estamos realmente emocionados por compartir este dia con todos vosotros- Dijo Emmett.
-Y eso que no somos los recien casados- Dijo Jacob, apoyandose en el hombro de Emmett con un gesto muy, pero que muy afeminado. Más risas se escucharon. La piel de Bells se erizo cuando la risa salio de mi garganta, estrellandose en su cuello.
-Es un orgullo para mí, tener a Edward y a bella como hermanos- Dijo de pronto Emmett.
-No mientas Emmett, a ti lo que te enorgulleces poder gastarles bromas constantemente- Rebatio Jacob entre risas. Yo levante la miraba de mi escondite para verlos, mientras Bells reia sin parar.
-Eso tambien, pero, de verdad que me siento orgulloso de ser parte de vuestra vida. Habeis sufrido mucho durante mucho tiempo, pero la tragica perdida que sufristeis, os ha traido al dia de hoy, al amor que os teneis y eso es digno de admiracion- Dijo Emmett, mientras nos miraba con semblante serio.
Jamas habia visto a Emmett hablar de esa manera y eso nos emociono a los dos. mi pequeña me miro y supe que habia pensado lo mismo que yo. acerque mi boca a la suya y le robe un beso, sonriendole.
-Ahora empezais una vida juntos, os vais a vivir un poco lejos de nosotros, asi que para compensar ese vacio, Emmett y yo hemos pensado que queremos ser tios, cuanto antes mejor, asi que ya os estais metiendo en el baño...- Dijo Jacob moviendo las cejas sugestivamente, mientras todos silbaban y aullaban con diversion. Mire a Bells y vi como se sonrojaba ligeramente y se mordía el labio nerviosa. ¿Que le pasaba por la mente a esta pequeña diablilla?
-Bueno Jake, realmente me encantaria tener entre mis brazos a una Mini-Bells en este preciso instante, pero lamentablemente, tendras que esperar un tiempo- Le conteste a Jacob, mientras acariciaba con devocion el vientre de mi mujer.
-Si... Al menos 6 meses más, para poder tenerlo en brazos- Dijo Bells con una preciosa sonrisa.
-¿6meses?- Preguntaron los dos amigos a la vez.
-Yo creia que un embarazo duraba 9 meses...- Dijo Emmett en tono pensativo.
Me quede estatico.
Sin reaccionar.
6 meses.
¿6 meses?
-¡¡6 meses!!- Exclame de pronto levantandome y levantando a mi mujer en el proceso. Ella se puso a reir mientras los invitados nos miraban intrigados y sin entender aun.
-¿Estas segura?- Le pregunte esperanzado. Bells se limito a asentir aun con su sonrisa en los labios, contagiandome en su alegria.
-Edward...¿De qué hablais?- Pregunto Carlisle con cautela.
-¡¡vamos a ser padres!!- Grite yo, alzando a mi preciosa princesa en brazos y girando con ella, mientras reiamos y llorabamos al mismo tiempo.
Entonces todos entendieron y sorprendidos se apresuraron a felicitarnos.
-Acabas de hacerme el hombre más feliz del universo. No  solo te has convertido en mi esposa, sino que ademas, me has dado la noticia más dulce de mi vida. Un bebe, tuyo y mio, me daras una pequeña parte de nosotros. Te amo Isabella Cullen, te amaré eternamente- Le dije con todo mi amor, mientras le llenaba la cara y el cuello de besos.
-Yo tambien te amo, Edward Cullen y el pequeño ser que crece en mi vientre es solo la confirmacion de ese hecho- Me contesto mi pequeña.
Nos miramos unos segundos a los ojos, viendo todo el amor que nos recorria por las venas, para despues fundirnos en un beso lleno de amor, de pasion y deseo, de respeto, devocion e ilusion.
Y con tantos sentimientos, empezamos nuestra andadura por la vida, juntos, llena de buenos y malos momentos, llena de risas y abrazos, de niños y buenos amigos, con una buena familia que con el tiempo fue creciendo pero por sobre todo eso, llena de amor y felicidad.
Una felicidad que duro hasta la eternidad, por los siglos de los siglos...

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Y llego el final.
Gracias a todas por leerme, por estar conmigo a cada paso de este camino y por el apoyo que me habeis brindado.
Gracias por perder vuestro tiempo para dedicarselo a esta historia.
Espero que no sea la ultima, ya que rondan mi cabeza una serie de ideas para ONE-SHOTS que espero poder plasmar pronto.
Y bueno, no sé que mas decir, que os estoy realmente agradecida por darme esta oportunidad.
simplemente... GRACIAS.
Besitos desde España!!


Capítulo 24: Rdo. de una noche de verano

 
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