Besando Ranas !!!

Autor: Nekbhet
Género: Romance
Fecha Creación: 01/04/2010
Fecha Actualización: 10/01/2011
Finalizado: SI
Votos: 23
Comentarios: 158
Visitas: 63177
Capítulos: 25

Quiero agradecerle al Sr. Banner que se equivocara de rana.

Quiero agradecerle a la rana que me escupiera.

Quiero agradecerle a los Quileute que te enseñaran sus costumbres.

Gracias a ellos comprendi que no puedo vivir sin ti. Te amo Bells.

 

GRACIAS POR LA PORTADA, NUEVA!!! HIJADEMIVIDAYDEMICORAZON !! XDDD

Historia terminada


 

Los personajes aqui descritos pertenecen a Stephenie Meyer.

Hola, este es mi primer Fic, asi que espero que os guste.

Gracias por las visitas!!

Besitos desde España!!

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Capítulo 21: Hora de luchar!!

20º Hora de luchar!!
Bella PoV

Cuando llegue, la manada al completo y mis hermanos se habían sentado en el suelo, formando un círculo.
Salude con un aullido y todos se giraron para recibirme con una sonrisa.
Mis ojos se clavaron automáticamente en los de Edward sin apenas pensarlo y su sonrisa se ensanchó en cuanto él me enfoco en su retina.
No pude evitarlo, la sonrisa fue devuelta  con rapidez.
-Bien, ahora que estamos todos, podemos empezar el entrenamiento de los rostros pálidos- Dijo Sam.
-No debéis preocuparos, la lucha es más bien una coreografía ensayada. Solo tenéis que seguir algunos movimientos basicos- Les explique a mis hermanos.
-Adelantaos los tres en el círculo. Emmett, Jasper y Edward se pusieron de pie y se acercaron a donde yo estaba.
-De acuerdo, os enseñaré lo mas basico y después Seth, Embry y Quil practicaran con vosotros, para ellos también sera una buena oportunidad para entrenar- Estuve como una hora enseñando a mis hermanos movimientos y golpes que les ayudarían en el momento de la lucha, ante la atenta mirada del resto de la manada.
Los chicos me ayudaron después para que todos practicaran lo que habían aprendido.
Cuando note que estaban preparados, decidí darles un descanso.
-Creo que ha llegado el momento de relajarnos un poco- Les dije en voz alta, ya que la mayoría de chicos estaban hablando entre ellos.
-Estupendo, creo que podríamos ir a "lamernos las heridas"- Dijo Sam, poniéndose en pie y ayudando a Emily que se había sentado a su lado.
-Eso ha sonado realmente asqueroso- Comento Rose con cara de asco y toda la manada estalló en carcajadas.
-Salir con Emmett te está pasando factura, Rose. Tranquila, solo es una expresión. Ya veras, te va a gustar mucho lo que haremos ahora. En marcha, antes de que el sol se oculte- Le explique.
Nos encaminamos todos en dirección a la playa, hablando entre nosotros y riéndonos de comentarios tontos y chistes.
Una vez allí, nos paramos justo en la orilla del mar, formando una fila.
A mi lado izquierdo tenia a Edward y al derecho a Jasper y Alice.
-Muy bien chicos, tumbaos en la arena- Les dije, mientras yo lo hacia.  Enseguida estuvimos todos tumbados boca arriba, disfrutando de los últimos rayos de luz.
-Ahora, cerrad los ojos y relajaos- Les pedí de nuevo.
De pronto, mi mano izquierda se movió sin permiso sobre la arena hasta que halló su objetivo. La mano de Edward, la cual, ante el mas leve roce de mi piel sobre la suya, capturo mi mano como presa fácil y entrelazo nuestros dedos en un fuerte, pero dulce contacto.
Y allí tumbada, de la mano de mi dios personal, pude notar como las olas iban ganando terreno sobre la arena, bañando en su camino nuestros cuerpos, que yacían en calma, esperando la llegada del agua salada, notando como nos iba envolviendo poco a poco, a medida que la marea subía, dejándonos así una extraña sensación de frescor y tranquilidad sobre nuestras almas.
Una media hora después, nos encontrábamos empapados y cubiertos por el agua.
Nos fuimos levantando lentamente y en silencio.
-¿Te ha parecido asqueroso, Rose?- Le pregunte sonriendo.
-Ha sido increíble, que sensación mas extraña- Me contesto la belleza sobrehumana, bastante confusa.
-Es la hora, preparaos para luchar- Exclamo Sam.
Al rato, la hoguera ya estaba preparada, en unos minutos se encendería y comenzaría la ultima parte del ritual de unión.
Nos sentamos todos alrededor de la hoguera, en los troncos que habíamos dispuesto como bancos.
Entonces Sam se puso en pie y empezó a hablar.
-Esta es la ultima prueba que pasaréis. Si sois capaces de destruir a vuestro contrincante, os convertiréis en merecedores del corazón que pretendéis. Si sois destruidos, fracasaréis como Quileutes, aunque dependerá de ellas que os den una nueva oportunidad para conquistarlas. todo depende de lo fuerte que sea el amor que sentís el uno por el otro...- Tomo una pequeña antorcha que sostenía Emily a su lado.
-Que empiece la batalla- Dijo, arrojando la antorcha a la hoguera, haciéndola arder con los tipicos colores azulados que le daba la salitre a la madera varada en la playa.
Todos los Quileute aullamos para comenzar al ritual.
-Esta es una noche especial, tres rostros pálidos nos acompañan para luchar por las mujeres que los han elegido como compañeros eternos, así que el ritual sera un poco diferente- Contó Sam.
Se acercó a nosotros y siguió hablando, mirándome.
-Mi pecosa ha crecido, se ha hecho una hermosa mujer- Me dijo con nostalgia y cariño en la mirada.
-Has elegido a tu guerrero y este ha aceptado el desafío de merecer tu corazón- Fruncí el ceño ante sus palabras. ¿Qué estaba diciendo? Eso no era lo que debía decir. De hecho, esas eran las palabras que se usaban en el ritual original.
Le mire  interrogante y el simplemente me devolvió la mirada encogiéndose de hombros y sonriendo tenuemente.
Se dirigió a Edward y le pidió que se levantara. El me miro con su sonrisa única y se levantó, encarando a Sam.
-Hemos asignado a cada una de las chicas, un padrino Quileute para vuestro ritual. El de Isabella será Jacob, se encargara de proteger el corazón de la mujer por la que luchas. Si le ganas, podrás reclamarla como tuya. ¿Estás dispuesto?- Le pregunto.
-Estoy dispuesto a luchar por lo que es mío- Le contesto Edward, haciendo que mi respiración se acelerara hasta empezar a hiperventilar. "¿Sera posible que se lo tome tan serio como lo es? No, no puede ser que Edward sienta algo por mí..."
-Emmett, para igualar un poco tu nivel, yo seré el padrino de Rosalie ¿Estás dispuesto?- Sam me saco de mis pensamientos.
-Oh sí! Estoy más que dispuesto a luchar por mi mujer- Contesto entusiasmado.
-Bien. Jasper, tu contrincante sera Paul ¿Estás dispuesto?- Dijo Sam, encarando al rubio.
-Mas que dispuesto a luchar por mi amor- Contesto Jasper, mirando dulcemente a Alice, que le sonreía.
-El primero en luchar sera Emmett, Bella?- Me acerque a ellos, sabiendo lo que quería Sam y le pedí que se pusiera en pie, pero antes de decirle nada, me gire hacia Sam.
-Tengo una pregunta- Le dije. En menos de dos segundos, Jacob estaba a su lado, totalmente pálido. "Aquí está pasando algo" Pensé.
-¿Qué ocurre, pecosa?- Pregunto Sam, sonriendo nervioso.
Ya era oficial, me ocultaban algo, Sam no sabia ocultar nada, enseguida se ponía nervioso. Mire a Edward que seguía sentado en su tronco y nos miraba atento y después al resto de mis hermanos. Era obvio que no quería que descubrieran la discusión que estaba a punto de tener con Sam, así que opte por hablar en la lengua nativa.
QUILEUTE ON
-Bien, ¿que me estáis ocultando?- Pregunte. Edward se acercó de inmediato a mí, sabia que se avecinaba una discusión.
-Nada- Dijeron Sam y Jake al mismo tiempo nerviosos; levante una ceja y cruce mis brazos bajo mi pecho lentamente.
-¿En serio pensáis que no me doy cuenta? Hablad- Mi voz fue autoritaria, tal como Emily me había enseñado a tratarlos cuando hacían travesuras.
Ambos se miraron, me miraron a mí y se volvieron a mirar como entendiéndose entre ellos.
-Tenemos razones para creer que no solo tu corazón está implicado- Me contesto Jake.
Mire de inmediato a mi dios heleno, que permanecía atento a la conversación, él se mostró confuso y preocupado, esperando respuestas.
Me acerque a Jacob tensa y desafiante y enseguida note como Edward posaba sus manos en mi cintura, conteniéndome.
-Sabes lo que siento, no juegues así conmigo- Le gruñí
-No estamos jugando, si no me crees concéntrate en lo que está pasando en este instante. Está preparado para alejarte de nosotros en caso necesario. Te protege, te mira y te toca tal como yo lo hago con Emily, no te quiere como a una hermana. Hay mucho más, está imprimado- Me contesto Sam dejándome en shock momentáneamente.
QUILEUTE OFF

Los tres nos giramos a mirarlo y él me apretó más contra su pecho, mientras miraba amenazante a Sam y Jacob. Después, bajo su mirada hacia mí y me susurro preocupado.
-¿Ocurre algo malo, peque?- Puse mi mano sobre su mejilla y su rostro se suavizó un poco.
Lo mire durante un minuto escaso a los ojos, esperando encontrar la respuesta que necesitaba.
Y realmente la vi.
Allí estaba escrita, oculta pero aun así grabada a fuego, en aquellos profundos ojos de color azul grisáceo que tanto me absorbían.
Por unos segundos sus ojos centellearon y el sentimiento que yo anhelaba salio a la superficie golpeándome con fuerza.
Y apareció mi sonrisa, junto a la suya.
Las dos a la vez.
No fue una gran sonrisa, solo estirábamos los labios en una sonrisa dulce y tranquila.
Lo entendí todo.
Su preocupación, su apego hacia mí, sus miradas furtivas, su nerviosismo algunas veces... Todo lo que pasaba entre nosotros desde el ataque de la rana.
La esperanza ocupó mi ser y supe que debía hacer.
-No debes preocuparte amor, confundí algunos pasos del ritual- Me aventure a sacarle información llamándolo amor y resulto. Su sonrisa creció en cuanto oyó esa palabra salir de mis labios. No necesitaba más. Lo abrace con fuerza y deje varios besos cortos en la base de su garganta, haciéndolo estremecer ligeramente y soltar un suspiro involuntario ante el contacto, otra señal de lo que había descubierto.
-Siéntate gatito, debemos seguir- Le dije separándome de su cálido cuerpo y volviendo al centro del círculo.
Me acerque a Rose totalmente feliz por mi descubrimiento y ella me miro interrogante.
-Mas tarde os cuento- Le susurre para que nadie más me oyera.
-¿Estás bien linda?- Me pregunto Jacob con cautela.
-Esta todo en orden y tenéis razón, lo he visto- Le conteste sonriendo, a lo que me respondió también con una sonrisa.
-¿Seguimos entonces?- Me pregunto Sam. Asentí sonriente y me gire a Rose.
-Acepta a tu padrino permitiendo su abrazo- Le pedí y ella asintió con la cabeza levemente.
-Me ofrezco a ser tu padrino para defender tu honor y tu amor ¿me aceptas?- Le pregunto Sam en tono solemne.
-Sera un placer, Sam- Le contesto Rose.
Acto seguido, él se acercó y le dio un breve abrazo y un beso en la frente.
Después se acercó a Emmett y estrecho su mano.
-Suerte. Ahora, en posición!!- Le dijo, adoptando una posición de ataque.
pronto empezó su enfrentamiento. Emmett consiguió esquivar varios golpes pero también recibió bastantes.
Rose a mi lado temblaba y su mirada reflejaba el miedo que en ese momento sentía. La abrace por lo hombros y la arrastre hacia mí.
-Tranquila Rose, sabe como ganar- La consolé.
La lucha apenas duró 10 minutos. Cuando nos dimos cuenta, Sam tenia sobre su pecho a Emmett bloqueándolo y gritándole.
-Ríndete ya!!-
-Me rindo- Jadeo Sam con esfuerzo.
Todos estallamos en gritos y aplausos y Rose corrió hacia Emmett, quien la alzo en brazos y giro sobre su eje, dando vueltas con ella y riendo. Cuando la soltó, comenzó a hacer unos movimientos muy raros y ridículos a la vez que cantaba.
-He ganado!! He ganado!! He ganado!!- Todos nos reímos al contemplar su extraño baile de la victoria.
Nos acercamos a felicitarlo cuando dejo de hacer el tonto.
-Has sido un duro contrincante, te felicito, te has ganado el respeto de la tribu y el amor de mi ahijada postiza, Rosalie- Le dijo Sam.
-Gracias Sam, ha sido divertido- Le contesto Emmett riendo.
-Jasper, eres el siguiente- Le dijo Sam, aun cansado por el esfuerzo.
Jasper y Alice se pusieron en el centro y Paul se les acerco.
-Alice, me ofrezco para ser tu padrino y defender tu honor y tu amor ¿me aceptas?- Le pregunto Paul con una sonrisa tierna es su boca.
-Te acepto como padrino... Pero si te pasas con Jasper te arrepentirás- Le contesto Alice medio en serio medio en broma, con lo que nos pusimos a reír.
La lucha entre Jasper y Paul fue rapida.
Los movimientos de Jazz eran elegantes y fluidos y en un tiempo récord, acorralo a su contrario contra el suelo y le obligo a rendirse, pero Paul no se lo iba a poner fácil y  de un movimiento brusco se lo quito de encima.
Jasper se llevó algunos golpes en las costillas, causando que se encogiera un poco, Paul se confió y bajo la guardia, por lo que Jazz se aprovechó del momento para atraparle los brazos tras la espalda y acercarlo rápidamente a la hoguera.
-Me rindo! me rindo!!- Gritaba Paul al notar el calor en su rostro.
-Sí!!- Grito Alice, levantándose de un salto y corriendo hasta Jasper, mientras este alejaba a Paul de las llamas soltándolo.
Alice, de un rápido movimiento, se subió a la espalda de su novio y empezó a darle besos por las mejillas, mientras él reía.
-Creí que me dejarías caer al fuego- Le dijo agitado Paul.
-Eso nunca, solo pretendía tu rendición, jamas osaría dañar a los seres queridos de Bella, es muy importante para todos nosotros y sé que herirte a ti seria nefasto para mí, la habría perdido- Confeso Jazz, dejándome aturdida y emocionada con sus palabras.
Pero poco me duro aquella sensación.
Había llegado el turno de Edward y los nervios se hicieron un hueco en el fondo de mi estomago.
-Linda, me ofrezco para ser tu padrino y defender tu honor y tu amor ¿me aceptas?- Me pregunto Jacob.
-Sabes que si Jacob, no podría tener mejor padrino- Le conteste con una sonrisa.
Jake me abrazo y yo le correspondí con gran cariño. Dejo un beso en mi frente y antes de que se separara de mí, le hable.
-Jacob, si resulta malherido te arrancaré la cabeza- Le dije en un susurro.
Jake me miro durante unos segundos y comprendió enseguida que hablaba en serio, por lo que solo asintió con la cabeza. Entonces me dirigí a Edward y entrelace sus dedos con los míos mientras sonreíamos los dos.
-Ten mucho cuidado con Jake, no te fíes de ninguno de sus movimientos- Mientras hablaba con él, su sonrisa, lentamente, desaparecía.
-¿No confías en mí, peque?- Me susurro un tanto molesto. Me puse muy seria.
-En quien no confió es en Jacob. Le conozco. En una pelea es traicionero, juega sucio y no puedes confiar en él. Te lo digo por experiencia propia- Frunció el ceño en señal de preocupación al mencionar mi experiencia. Sabia que iba a replicar, así que hice lo que pude para esquivar el tema.
-Jacob, si lo considero oportuno, intervendré,¿lo has entendido?- Le pregunte seriamente.
-Relájate linda, no le romperé la cara a l colega- Me contesto riendo.
-Sabes que no estoy jugando- Le replique seriamente. Jake me miro a los ojos y lo comprendió, por lo que su risa se apagó y asintió en silencio.
Y la pelea comenzó.
Al principio solo tanteaban el terreno, pero a medida que pasaban los minutos, el ambiente se ponía mas tenso y los golpes adquirían mas fuerza.
Como había predicho, Jacob empezó a jugar sucio, dando golpes bajos. Intente varias veces intervenir, pero Sam me lo impidió.
-Debe ganarse tu cariño y tu corazón- Me susurro.
-Hace mucho tiempo que se ganó eso, no necesita llevarse una paliza- Le conteste al borde de la histeria.
-Es fuerte Bella, te ama, te aseguro que saldrá victorioso de esta-Me consoló Sam.
Poco a poco, Edward fue ganando terreno y en cuestión de minutos, consiguió vencer a Jacob, haciendo que se rindiera.
En ese momento, salte corriendo a sus brazos para felicitarlo por su victoria.
-¿Estás bien gatito? ¿Estás herido?- Le pregunte intentando inspeccionarlo mientras todos alrededor gritaban y reían.
-Nunca había estado mejor, mi vida- Me contesto con su genuina y torcida sonrisa, la cual sangraba ligeramente.
No pude evitar perderme entre sus ojos y sus labios que me llamaban.
No sé que paso, o como paso. Solo se que volvió a estrecharme entre sus brazos y sus labios se encontraron con los míos en un beso cargado de alegría y amor, que por supuesto, fue correspondido con la misma intensidad que su boca derrochaba.
En cuanto su lengua pidió permiso, mi boca, sin dudarlo un segundo, abrió las puertas para entrar de nuevo a nuestro paraíso, aquel que habíamos creado horas antes en el centro del mismísimo infierno.
De este modo tan descarado, nos llego a los dos con una fuerza insospechada, la declaración silenciosa del amor que sentíamos el uno por el otro.
Un beso que sabia a miel, fresas y sangre, debido a la herida que le sangraba, algo que lo hizo sentir más sensual de lo que ya se estaba sintiendo.

Capítulo 20: Discusión tonta Capítulo 22: Decidido

 
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