Capítulo 26.boda

El parto había sido la experiencia más dolorosa de mí vida, pero la repetiría un millón de veces más si era solo por ver a esta estampa, Edward y reneesme juntos, él estaba sentado en el sillón de la habitación del hospital, con ella en brazos dormidita aferrada a su camisa y el mirándola como si no hubiese más universo, era la imagen más hermosa del mundo, de vez en cuando Edward levantaba la mirada, llena de amor y fijaba la vista en mi sonriendo como un niño en navidad, y era así, para el reneesme era uno de los mayores regalos que le habían hecho, por no decir el mayor. Termine de recoger las cosas y puse a la niña en la cunita y la cogí por el asa junto a la maletita con la ropa de ambas, firme el acta de salida y nos fuimos al parcking a esperar a Edward que había ido a buscar el coche, al salir por la puerta estaba Edward apoyado en el coche esperándonos con un ramo enorme de flores de diferente colores, al verme se acercó a nosotras, me dio las floras mientras cogía la maleta y el moisés en el que iba reneesme y metía la maleta en el portabulto y a reneesme en la parte de atrás del coche, cuando termino vi cómo le hacía caras y después le daba un beso en la frente, saco la cabeza del coche y cerró la puerta. Me agarro del brazo y me acerco a él, apoyándose otra vez en el coche y besándome con fuerza.

-te quiero- fue lo único que dijo al separarnos para macharnos todos juntos a casa, como la familia que éramos.

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3 meses después…

Estos últimos 3 meses habían sido perfectos, Edward y yo nos quedábamos con reneesme ya que Carlisle le había dado unos meses libres a Edward aunque el  a veces trabajaba en casa, todo iba genial reneesme dormía en una cuna que teníamos al lado de la cama, aunque nada más llegar habíamos tenido una sorpresa, la habitación de invitados la que íbamos a hacer el cuarto de reneesme estaba totalmente reformado, con las paredes rosas, dibujitos de princesas, una camita y una cunita (esa es la que pusimos en nuestra habitación) además de montón de juguetes y ropita de bebe, pero ella dormía con nosotros por los horarios ya que  comía cada 3 , 4 horas y era una lata levantarse todo el tiempo, al mismo tiempo, estábamos preparando l boda que sería… mañana. Estaba más que nerviosa ya estaba todo preparado pero me había tenido que quedar en casa de los papas de Edward por orden expresa de Alice y como Edward me había suplicado tuve que dejarle a reneesme, dijo:

“casi no podré vivir si te vas una noche déjeme quedarme con Nessie (el ridículo nombre que le había dado Alice), ella se parece mucho a ti así no te alejaras tanto” termino de decir, y después de varios pucheros lo consiguió, pero ahora era yo la que los echaba de menos. Y no me gustaba así que decidí llamar. Tome el teléfono marqué el número de Edward y espere a que lo cogieran…

-hola amor- sonó la voz de Edward al otro lado del teléfono.

-hola amor ¿Cómo sabias que era yo?- pregunte divertida y alegre de oírlo.

-fue por mi tercer ojo, no porque lo mire el nombre de la agenda del móvil- respondió haciendo que me riera y tuviese más ganas de estar cerca de él.

-¿y Nessie?-

-aquí encima mío quedándose media dormida… y… dime ¿la futura novia está nerviosa?-

-por lo que veo tu tercer ojo no anda bien ya que no sabe la respuesta-  le dije haciendo que riera.

-puede ser tendré que mandarlo a reparar junto a mi  bola de cristal ¿te parece?, y mientras tanto ¿me dices que piensa la novia?-

-pues la novia está nerviosa y deseosa de ver a su hermoso prometido en poco marido y a su pequeña- le dije

-yo también te echo de menos amor, pero mañana estaremos todo el día juntos, ¿te parece?-

-sí, ¿ya se durmió?-

-casi, se ve que quiere escuchar la conversación, voy a llevarla a dormir adiós amor –

-adiós mañana nos vemos entonces, recuerda que soy la de blanco-

-vale lo apuntare si no me olvidaré, te quiero- me dijo antes de corta la llamada

Después de la llamada, estuvimos arreglando algunas cosas de la boda, y Alice me mando a acostarme pronto para no tener ojeras, así que me guía dormir a eso de las diez de la noche o así, y aunque me acosté no podía dormir bien, estaba demasiado nerviosa por lo que a la mañana siguiente Alice me echo una reprimenda antes de empezar a maquillarme, estuvo así más de una hora en lo que llegaban los invitados y terminaban de prepararlo todo mientras rose entraba y salía avisando y dándonos información  después de maquillarme mi madre y Esme se encargaron de peinarme, me sentía una Barbie, y cuando por fin terminaron de arreglarme me pusieron el vestido con sumo cuidado para no estropear ni el maquillaje   ni el peinado, después del traje me dieron los últimos retoques para así terminar de arreglarme y la verdad es que me veía realmente bien.

-bella estas hermosa- me dijo Esme llevándose las manos a la boca con la mirada ilusionada.- no puedo creer que mi Edward se case con una mujer tan hermosa como tú, bella- termino de decir ahora llena de orgullo.

-bella, hija estas hermosa- dijo mi madre mirando con los ojos llenos de lágrimas.

-cierto- dijo la voz de mi padre desde el marco de la puerta, habíamos decidido hacer la boda en casa de los padres de Edward en el jardín y allí también habíamos el banquete y todo, como era muy grande  .

-están todos esperando ya bella, es el momento, así que señoritas deberían salir, voy a llevar a mi hija al altar- pronuncio con orgullo y mirándome con mucho cariño, en lo que Alice, Rose Esme y mi mama salían de la habitación.

-¿nerviosa?- me preguntó mi padre  con una sonrisa mientras extendía la mano para ofrecérmela.

-sí, mucho y… ¿tú?-

-nervioso, triste de perder a mi princesa- dijo haciéndome recordar que Edward decía a reneesme princesita, ¿todo los papas llaman a sus hijas princesas? O solo los de mi familia.

-papa, no me vas a perder además con quien se va a quedar si no reneesme cuando Edward y  yo salgamos, con los abuelos, vosotros y Carlisle y Esme se tendrán que turnar – dije con una sonrisa.

-jajajaja, vamos, no querrás llegar tarde a tu propia boda ¿no?- a lo que respondí caminando más rápido haciendo que volviera a reírse, llegamos a la puerta y en lo que esperábamos pude ver a Edward que se movía de forma nerviosa, hasta que Esme puso cara rara y le dejo a reneesme y al instante se tranquilizó y empezó a jugar con ella, haciéndole caritas y agarrándole las manitas, y de repente sin darme cuenta empezó la marcha nupcial y Edward le devolvió a Esme a reneesme y se puso rígido para volver a mover la pierna nerviosamente, lo que hizo que me riera, poco a poco nos acercamos al marco de la puerta y todo el mundo se giró a vernos haciendo que me sonrojara.

-papa, no me dejes caer-

-nunca, princesa- respondió llevándome al altar, poco a poco íbamos llegando y podía ver a Edward tan hermoso como siempre con su traje, y con una gran sonrisa en la cara que se iba haciendo más hermoso y divertido ya que no paraba de mover el pie nervios llegamos al altar y mi padre me dio un beso en la mejilla antes de darle mi mano a Edward el cual cogió mi otra mano y las besó, nos pusimos delante del pastor y empezó la ceremonia.

La ceremonia era perfecta, cada uno habíamos dicho los votos, y cuando dijo que podía besar a la novia, nos besamos olvidando a todo el mundo

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Después de la ceremonia  todo iba de maravilla, estaba todo decorado y se veía precioso, en nuestra mesa estaba reneesme  dormidita a nuestro lado y todos reían y se lo pasaban bien.

Hasta cierto momento en el que vi a Tanya y me dirigí a ella ya que cuando la mire me hizo un gesto con la mano para ir, pero no quería ir sola así que cogí a Edward de la mano y lo “arrastre” conmigo.

-¿qué pasa?- me preguntó por el camino, yo abrace su brazo para acercarme a el.

-Tanya- fue lo único que dijo a lo que el pareció entender ya que beso mi mano y siguió caminando sin soltarme hasta que llegamos a donde estaba Tanya.

-hola, Tanya ¿qué quieres?- pregunte de forma fría.

-quiero pediros disculpas, necesitábamos dinero y Vladimir me ofreció mucho y no pude negarlo, pero me sentía mal a cada segundo de verdad lo lamento me siento fatal por todo lo que paso casi los separo por dinero, pero no fue así gracias a todo y no sé si servirá de mucho pero sé que tenéis una denuncia contra Vladimir así que fui  a la policía y relate lo que paso con Vladimir, el chantaje etc… espero que os ayude, y quiero pedirte aunque no lo merezca… tu perdón- termino de decir.

-estas perdonada, pero eso no quiere decir que confié en ti como antes- termine de decir mientras ella a medida que decía la frase comenzaba a sonreír para después dejar una mueca más triste en su rostro.

-pero quizás con el tiempo cambie- dije haciendo que la sonrisa volviera a pasar por su cara.

- bueno, me tengo que ir ya, bella, Edward de verdad lo siento y reneesme es preciosa-  nos dijo con una sonrisa sincera.

-eso lo tenía por seguro, al igual que mi esposa, ambas son más que hermosas- dijo lleno de orgullo mirándome con amor, a lo que Tanya asintió sonriendo y se marchó despidiéndose con la mano.

-señora Cullen ¿me concede un baile?- dijo Edward inclinándose imitando una reverencia.

-por supuesto mi príncipe- le respondí dándole mi mano mientras reía, entramos en la pista de baile, por segunda vez ya que ya lo habíamos hecho para abrir al baile, gracias a dios Edward bailaba bien, si no nos habríamos caído o algo parecido,  al llegar a la pista Edward le hizo una señal al DJ y al segundo cambio la canción por una lenta, era faithfully, de journey.

Esa canción era muy bonita me encantaba desde pequeña y ahora mismo sentía un pequeño dejavu y no sabía porque.

-¿recuerdas la canción?- me pregunto Edward como si me leyera la mente, a lo que le negué con la cabeza que descansaba en su duro cuerpo.

- jaja, la verdad es que fue la primera canción que bailamos juntos, en la fiesta de navidad cuando teníamos  unos 6 años así- al decirlo me quede realmente sorprendida.

-¿te acordabas?- pregunte muy extrañada pero alegre a la vez.

-si, después de ese baile empecé a molestarte, y ya sabes lo que se dice, los que se pelean se desean- termino de decir riendo mientras yo le acompañaba en la carcajada, después de un par de canciones más Alice me arrastró hacia la casa porque quería que me cambiara para ir de luna de miel, me puso un traje beige con un cinturón negro y eso si lencería blanca, baje y nos despedimos de los padres de Edward, los míos, los chicos y por ultimo reneesme que se quedaría con Carlisle y Esme y me costaba mucho despedirme de ella por casi un mes.

-venga amor, si no llegaremos tarde y perderemos el vuelo- me dijo Edward al oído acariciando mi brazo y la mejilla de nuestra princesa, para después darle un beso en la frente al igual que yo, nos metimos en el coche y nos fuimos al aeropuerto.

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El viaje se me había hecho corto ya que me había quedado dormida, cuando abrí los ojos fue porque Edward me despertó para avisar de que habíamos llegado, mire por la ventana y me queda maravillada, estábamos en Brasil, después de coger las maletas nos fuimos en taxi, aunque no sabía a dónde íbamos ya que Edward se lo dijo al taxista en portugués, lo cual por cierto fue muy sexy, el taxista nos llevó al puerto y allí Edward metió las maletas en un barquito blanco y me ayudo a subir para ir a la isla Esme de la cual me había dicho que le había regalado Carlisle a Esme por regalo de aniversario, al llegar a la isla me volvió a ayudar a bajar de la barca ya que con mi patosismo no queríamos acabar los dos en el aguay fuimos a la enorme casa que estaba cerca de la playa. Era preciosa, de madera con un aire tropical y sencillo aun siendo así de grande, Edward metió las maletas en la casa y cuando iba a entrar me cogió en brazos para pasar el marco de la puerta.

Llegamos a la habitación aun conmigo en brazos y allí al fin me soltó.

-Qué te parece- pregunto abrazándome por la espalada y  apoyando su cabeza en mi hombro.

-perfecta- le respondí girándome para besarle.

-¿me dejaras cambiarme?- le pregunte mientras pasaba mis brazos alrededor de su cuello.

-se va a cambiar por mi señora Cullen- respondió susurrándome el oído y haciendo que una descarga eléctrica recorriera mi espalda y que mi piel se erizara.

-sí, solo por ti- le respondí de la misma forma en la que me pregunto ganándome un suave jadeo de su parte.

-voy a buscar las maletas si no, no podrás cambiarte- dijo mientras se separaba del abrazo y me giraba para darme un beso en la frente, y salía por la puerta, lo que él no sabía era que en el bolso de mano tenía el camisón que Alice me había dejado, entre en el baño de la habitación, me quite el vestido y me puse el camisón blanco encima de la ropa interior, Salí y me escondí detrás de la puerta, cuando entro espere a que dejara las maletas a un lado y aun sin que pudiera verme salte detrás de él abrazándolo por detrás y asustándolo a la vez, se giró sin romper el abrazo y cuando termino de dar la vuelta se fijó en mi atuendo, de solo verlo sus ojos se abrieron como platos y sus ojos se oscurecieron.

-qué le parece señor Cullen- susurre sensualmente.

-la mujer… hermosa y el atuendo perfecto- y con eso empezó un beso que ahora nadie podría para, hacía tiempo que no hacíamos el amor el embarazo y todo eso… y lo deseaba demasiado en este instante.

Seguimos besándonos de forma desesperada, sus manos recorrían todo los centímetros de mi piel la cual se encendía al toque, me tumbo en la cama y siguió el camino de besos.

Mi respiración se profundizo. Solo Edward podía hacer eso, empezó a besar mi cuello, ligeramente succionando y mordiendo en el recorrido, sus manos recorrían de arriba abajo mis costados, ligeramente rozando mis pechos mientras lo hacía. Yo gemí levemente, su toque era tan cálido atreves de la seda de mi camisón, y mi piel solo deseaba encontrar la suya.

"Edward…" yo gemí, me estaba matando.

Sus manos ligeramente fueron a mis piernas, lentamente trayéndolas hacia arriba, bajando mi corto camisón hasta casi la cintura. Sus manos siguieron viajando arriba junto con el camisón, y sacándolo por mi cabeza causando que mi piel se erizara, oh dios, solo la sensación me hizo desear el clímax. Una vez llego a mi pecho  detuvo el ataque a mi cuello, ahora mirando cara a cara mi pecho. Me quito el sujetado dejándome desnudas de cintura para arriba mientras él estaba completamente vestido lo que me excitaba más.

"Bella… tan hermosa…" dijo él, pero lo que hizo después se inclinó y tomo uno de mis pechos en su boca, el otro en sus manos. Él lamio y succiono mi seno, haciéndome arquear la espalda en placer gemí el nombre de Edward muy alto, yo no podía detenerme, se sentía tan bien. Él jugó con el otro pellizcando el pezón ligeramente y luego masajeándolo. Su boca dejo mi seno y con un camino de besos llego al otro. Esta vez mordiéndolo ligeramente, haciéndome a gemir más fuerte.

No era justo que Edward pudiera darme tanto placer mientras que él no tenía nada. Le di la vuelta y empecé a desabotonarle la camisa para después pasarla por sus hombreo y dejarlo desnudo de cintura para arriba seguido volvió a lamer mis senos haciéndome el trabajo más difícil. Con cada onza de energía que aun tenia puse mis manos en el su pecho, acariciándolo mientras lentamente bajaba a sus abdominales. Lo podía sentir temblar, su boca succionando uno de mis pechos. Como pude le zafe del pantalón lentamente baje más la mano hasta que llegué a sus bóxers., ligeramente recorrí con mis manos la tela, lo que causo que Edward dejara de succionar y de tocar todo al mismo tiempo, mi mano ligeramente rozó su duro miembro, esto lo hizo gemir ruidosamente.

Sabía entonces que tenía el control. Lleve mis piernas alrededor de su cintura y nos gire. Mis caderas hicieron conexión con las suyas, yo empecé a frotar mis caderas contra las de el, sus manos ahora firmemente a cada lado de mis caderas, ayudándome con los movimientos, yo me mecí sobre él, y dios eso se sentía tan bien mientras nos besábamos.

Cuando el tiempo pasó rápido, así lo hicieron nuestras caderas. Edward se movía con mis caderas, sus ojos nunca dejaron los míos. Sus manos empezaron a viajar de nuevo arriba a mis costados, también empujándome hacia abajo más, más contacto. Yo podía evitarlo pero quería más contacto, más fricción, yo lo quería a él dentro de mí, yo lo quería ahora!

Como si Edward pudiera leer mi mente, nos giró. Él literalmente rasgo mis braguitas blancas. . No pude evitar empezar a empujar abajo sus bóxer por él, lo necesitaba, lo necesitaba ahora!

"Te amo…"me dijo, estrellando sus labios en uno de nuestro más apasionados besos. Él se posiciono sobre mí y con un solo movimiento, estaba dentro y embestía con fuerza pero a la vez dulcemente, con amor repitiendo palabras de amor en mi oído, poco a poco las embestidas se fueron haciendo más rápidas hasta que por fin llegamos al clímax los dos juntos. Salió de mi y se tumbó a mi lado atrayéndome por los hombros haciéndome apoyar mi cabeza en su pecho, beso  mi cabeza y me abrazo fuertemente tapándonos a su vez con las sabanas de la cama.

-la amo señora Cullen, más que a nada en el mundo, sin contar a nuestra princesa, eso si- rectifico haciéndome sonreír como una tonta enamorada, y en si eso es lo que era.

-y yo a ti señor Cullen, te amare siempre- le respondí sonriendo y acurrucándome más en su pecho y así, poco a poco caímos en los brazos de  Morfeo.

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