Capítulo 20. La gran mentira

B.POV

-Bella ¿estás con alguien el despacho?-me preguntó jane  por el telefonillo.

-no-

-bien pues le digo a Edward que pase, ¿vale?-

-vale- le dije a jane mientras me levantaba de la silla a la vez que la puerta se abría y aparecía Edward al que corrí a abrazar con fuerza.

-guau, creo que alguien me echaba de menos-me dijo Edward devolviéndome el abrazo y levantándome del suelo.- y eso que nos vimos esta mañana-

-pues claro que te echaba de menos tonto-le respondí dándole un beso.

-¿no tienes nada que hacer ahora?-le pregunte mientras nos guiaba al sofá de mi despacho.

-además de estar contigo nada, pero te tengo que decir algo-me dijo mientras acariciaba mi mejilla cosa que le encantaba ya que me sonrojaba, y él decía que me hacía ver más hermosa.

-¿qué pasa?-le pregunté algo preocupada.

-no es nada malo, solo que mi padre me ha dicho que tengo que ir de viaje dos días a Francia, el avión esta noche, y no te veré en dos días, ¿sabes lo malo que será estar separado se ti para mí?- me preguntó con un lindo puchero.

-todavía no, pregúntamelo dentro de dos días y te diré lo horrible que fueron mis dos días- le respondí sonriendo, y diciendo lo que en verdad pensaba, pues no quería pasar ni un segundo separada de él.

-¿recuerdas el contrato de los franceses del que hable con Jasper una vez?- me preguntó a lo que solo asentí en señal de respuesta.-pues vamos a cerrarlo.- me termino de decir.

-felicidades, por cierto no sabes lo sexy que te ves hablando en francés-. le dije con  una sonrisa pícara.

-no, no tengo ni idea, a lo mejor podrías mostrármelo siendo tu igual de sexy- dijo siguiéndome el juego.

-eres tonto-respondí acercándome a sus labios para tomarlos con fuerza, su lengua jugueteaba con la mía, sentía como nuestras respiraciones se unían a la vez que me sentaba a horcajadas sobre el y tiraba de su rebelde pelo cosa que me encantaba, puso sus manos alrededor de mi cintura la cual bailaba sobre la suya haciendo que un amigo empezara a despertarse, poco a poco fuimos suavizando el beso.

-tengo una reunión ahora, esta tarde hacemos tu maleta- le dije separándome y uniendo nuestras frentes intentando controlar la respiración.

-vale, te quiero- me dijo mientras me bajaba de su regazo, me sentaba en el sofá y se levantaba, no sin antes darme un beso en la frente.

Paso el resto de la mañana con miles y miles de reuniones sin descanso, aunque mi mente no estaba en ellas, estaba solo con Edward. Al ir al almuerzo, jane me aviso de que no iban a haber más reuniones por lo que decidí irme a casa y despedirme de jane  a la cual había permitido salir antes ya que tenía una comida en casa de los padres de su novio, un tal Demetri.

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Después de un par de horas en casa vino Edward que estaba diferente y yo sabía que estaba pensando y maquinando algo pero no me iba a decir nada por lo que preferí no preguntarle.

-ya tienes la ropa en la maleta- le pregunte mientras estaba en la cocina cogiendo un vaso de agua.

-si mama, y también metí la falda-m dijo con voz de niño pequeño, o algo parecido.

-muy bien pero no olvides el móvil y su cargador para llamar a tu novia que va a estar pendiente de él todo el tiempo.- le termine de decir y poniendo la oreja para escuchar su respuesta pero para mi sorpresa al girarme lo tenía detrás .

-yo estaré igual de pendiente que ella, la llamare cada tres minutos si hace falta para saber si esta bien-

-mama, ¿sabes qué?- me dijo Edward haciéndome reír.

-¿Qué?…-

-amo a mi novia- respondió besando mi cabeza.

-y ella a ti-le respondí besándolo.

-es normal, después de darle el mejor beso de su existencia que iba a hacer, tiene un novio, guapo inteligente…-

-fanfarrón- le interrumpí haciendo que ambos riéramos.

-bella, me tengo que ir ya- me dijo con una mueca triste.

-vale, ¿Te acompaño?- le pregunte.

-no, prefiero que no, cuando vuelvas será muy tarde y no quiero que conduzcas tu sola tan tarde.- me dijo acariciándome la mejilla y cogiendo su maleta.

-te voy a echar de menos, ¿lo sabes?-

-sí, lo mismo que yo a ti- le dije abriendo la puerta.

-te quiero, nunca olvides todas las veces que te lo he dicho, ¿vale?, y por favor cuida de mi corazón, lo he dejado contigo- me termino de decir besándome con fuerza, como si intentase quedarse con el sabor de mis labios en si boca, o a lo mejor era lo que yo creía porque era lo que intentaba hacer.

-te quiero-

-y yo más- me dijo saliendo por la puerta y abriendo la puerta del ascensor.

-adiós, amor- me termino decir mientras la puerta de este se cerraba, estaba sola y no sabía qué hacer, así que llame a  rose y a Alice para que se quedaran a dormir, también quería que viniera Tanya pero hoy venia Félix de un viaje que había hecho y sabía que preferirían estar solos, estuve genial con Alice y Rosalie, hablamos y hablamos, vimos una peli y después nos fuimos a la cama, solo que esta noche no me puse mi pijama si no una camisa de Edward ya que tenía su olor y dormí en su lado de la cama con su almohada muy pegada a mi agarrándola como si mi vida dependiera de ello, ya que era mi única forma de recordarlo.

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A las cinco de la mañana más o menos  sonó mi teléfono por lo que Alice rose y yo nos despertamos.

-bella que es eso- pregunto una soñolienta rose.

-bella como no cojas el teléfono rápido te juro que te tiro el sofá a la cabeza- me dijo una muy malhumorada Alice.

- ya voy- le respondí mientras lo cogía.

-si ¿quién es?- pregunte a la persona del otro lado de la línea.

- bella, soy Tanya te tengo que decir algo- dijo esta con voz preocupada.

-que pasa Tanya dime-

-hoy cuando fui a buscar a Félix al aeropuerto vi a Edward que iba a Francia entonces le dije que me iba al baño un segundo, pero cuando me di cuenta Edward estaba conmigo en el baño, intento besarme y me dijo que me amaba desde que estábamos en el instituto, que solo estaba contigo para estar más cerca mío y que por favor dejara a Félix para los dos estar juntos, lo siento bella, te lo tenía que decir, lo siento en serio y ahora tengo que colgar no se valla a despertar Félix, te quiero y lo siento por mucho por hacerte este daño, lo siento- fue lo último que dijo antes de que colgara y de que mi corazón se rompiera en mil pedazos, sin darme cuenta empecé a llorar, Edward no me amaba, todo fue una gran mentira, al verme Alice y Rosalie, corrieron a abrazarme y a preguntarme, les expliqué todo aunque había algo que no les cuadraba, al igual que a mí, pero como no creerla, era mi prima, ella me había ayudado con Edward, no sabía que creer, pero por mi mente solo pasaba lo que Edward me había dicho una vez.

Flashback

Edward me había dicho:

-bella te amo y si muriera en este mismo momento, no sufriría pues he sentido la felicidad de tener tu calor envolviendo mi cuerpo y he podido amar todas y cada una de tus respiraciones, por eso estaría podría morir feliz y espero que no te importe que te lo diga e palabras, pero…que maravillosa es la vida ahora que estas en mi mundo.- al terminar de decir eso yo lloraba en su hombro.

-lo siento, y tienes que saber que te amo de todas las formas humanas e inhumanas posible, lo siento.- le dije.

-no me importa, lo único que te voy a pedir es que cada vez que pase algo así, o sientas que no te quiero recuerda estas palabras, ¿vale?-

-vale- fue lo último que le dije.

Fin flashback

Y eso era lo que iba a hacer, tenía que ver lo que decía Edward.

-bella, no se, nunca había visto a Edward así, estoy segura de que aquí hay gato encerrado.

-yo también creo que hay algo raro, pero el dice que me ama, pero Tanya es mi prima, no se.

-pues yo si… -dijo una voz muy conocida a mis espaldas.

E.POV

Esta mañana mi padre me había dicho que tenía que ir de viaje, pues íbamos a cerrar un contrato, con uno franceses, pero yo no quería dejar a bella, y ella tampoco le gustaba la idea, por lo que se me ocurrió una idea.

-papa, ¿puedo pasar?- pregunte entreabriendo la puerta del despacho de mi padre.

-si hijo, pasa-entre en la habitación y me senté en la silla delante de su mesa.

-¿qué pasa?- me pregunto sentándose al otro lado de la mesa y cerrando una carpeta que tenía en la mano.

-papa, sé que tengo que ir a…-no me dejo terminar.

-al viaje pero no quieres dejar a bella ni un segundo, por favor ¿puedes mandar a otro?, y yo digo vale.- terminó de decir provocándome una gran sorpresa…

-como lo has…-otra vez me interrumpió.

-sabido, era exactamente lo que te iba a decir, Edward , yo también tuve tu edad, es más, con tu edad fue cuando conocí a tu madre, y estuve enamorado, y lo que menos quería era salir de viaje, y en esa época habría dado cualquier cosa por tener un padre que me dejase, así que es lo que estoy haciendo, pero antes quiero que me cuentes que más tienes pensado, no soy tonto, y por el brillo de tus ojos estoy seguro de que algo tramas.-

-papa, eres un genio, la verdad es que si me dabas permiso para no ir a Francia pensaba ir con Emmett y Jasper y comprar un anillo de compromiso, le voy a pedir que se case conmigo, lo tengo más que claro- le terminé de decir con bastante orgullo.

-Ven aquí- dijo mi padre levantándose, alzando los brazos y estirándolos hacia mí para abrazarnos, - de verdad me alegra que lo vayas a hacer, estoy seguro de que bella y tú estáis hechos el uno para el otro-

-gracias, pero no quiero que le digas a nadie, quiero que bella crea que voy a Francia para mañana darle la sorpresa, ¿ok?-

-vale, dile a Jasper que tiene el día libre y Emmett  también, yo lo arreglo todo con Charlie.-

-gracias papa, eres el mejor- le dije mientras cerraba la puerta, salí corriendo a mi despacho después de mandarle un mensaje a Emmett y a Jasper para quedar delante de mi coche en el parking, estaba nervioso, lo notaba, si esto salía mal el resto también y no  podía permitir eso, recogí mis cosas lo más rápido pero relajado posible para después encontrarme con Jasper y Emmett charlando animadamente apoyados sobre el portabultos de mi coche.

-tío ¿qué pasa?- Me preguntó Emmett.

-les tengo que pedir un gran favor, al menos para mi- les dije mientras estos se incorporaban prestando mucha más atención a la conversación y yo les explicaba todo.

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Llegamos a la joyería y nos pusimos a mirar anillos, hasta que vi uno que me di cuenta de que era perfecto para ella, era sencillo, pero resultaba realmente hermoso a la vista, con pequeños detalles que hacían que tuviera su propia gracia y lo que más me gusto era la piedra verde que poseía, ya que era del mismo color que mis ojos y sabía que a ella le encantaban.

Después llegue a casa como si nada pasara y recogí mi maleta para el “viaje”, para despedirme de mi novia-futura prometida, o eso esperaba, el resto de la noche la pasa en casa de Emmett, ya que rose iba para mi casa para acompañar a bella y  yo me puse con Emmett a preparar el resto de la sorpresa, a la mañana siguiente tenía pensado llevarla muy temprano al prado, allí tendría un par de sorpresitas, y después le haría la gran pregunta.

-tío, le has pedido la mano a Charlie, no sé si lo sabes pero él es muy tradicional-

-si “la tengo”, “me la dio sin yo pedírsela”-

Flashback

Estábamos comiendo en casa de los padres de bella, cuando bella se fue a ayudar a su madre con la comida mientras yo hablaba con Charlie.

-espero que si mi hija se quiere casar sea contigo, lo que significa que no me molestara.-al oir eso algo salto en mi cabeza.

-eso quiere decir que tengo su permiso y que ya no tengo que pedirle la mano, ¿cierto?-

-si hijo, solo con la condición de que me la cuides-

-con mi vida, eso lo tengo más que claro. Le respondí sonriente imaginándome a bella vestida de blanco a mi lado.

Fin del flashback

A la mañana siguiente  estaba nervioso a mas no poder, estaba inseguro, y si no le gustaba la sorpresa, y si no le gustaba el anillo, y si le precia muy pronto y si no se quería casar y si no me amaba y si las nubes son rosas, ya no sé qué decir, pero ya era hora de afrontar mis miedos, desayunamos Emmett y yo juntos, lo hablamos todo y le conté mis miedos y preocupaciones, los cuales intentó calmar con malos chistes y pequeñas bromas y después me fui a cas para ver a bella y poder darle la sorpresa. Abrí la puerta con cuidado para darle una sorpresa cuando comencé a oir sollozos, entre con cuidado al salón pero llamo Emmett, cogí el teléfono rápidamente y conteste hablando en voz baja.

-hola, primero ¿qué tal va?- me pregunto Emmett

-acabo de llegar, pero no sé qué le pasa a bella, está llorando.-le termine de decir.

-eso lo te lo respondo yo, te paso con jane.- Emmett me paso con jane la cual empezó a relatarme lo que le había ocurrido la noche anterior, y a medida que me lo iba contando mi rabia crecía, gracias a todo que jane me lo había explicado y podría hablarlo con bella, si no estaría todo perdido, pero sabía que la sorpresa no podría ser ahora. Cuando jane termino de contarme lo ocurrido subí pero antes de entrar oí lo que decían las chicas.

-bella, no sé, nunca había visto a Edward así, estoy segura de que aquí hay gato encerrado.- dijo Alice, como la quería, era como mi hermana y solo, esperaba que bella le hiciera caso

-yo también creo que hay algo raro, pero él dice que me ama, pero Tanya es mi prima, no se.- dijo mi princesa confundida, pero igualmente recordando lo que le pedí una vez, que recordara aquellas veces que le había dicho lo que la quería. Así que no aguante más y entre para poder responderle

-pues yo si… -dije a sus espaldas haciendo que se volteara.

Hola holita, que habrá pasado, Eddie hizo algo raro, que le habrá dicho jane, las nubes pueden ser rosas, no sabemos, bueno no si nosotras si, y si quieren saber tienen que seguir leyendo, pero alguien sabe que pudo pasar y por qué dijo Tanya eso, son muchas preguntas, si tienen alguna respuesta (nos extrañaría), dejen un comentario para hacérnoslo saber y pliss pásense por los recuerdos de mi intercambio, un beso enorme

Carla e isa, ¡canarias os saluda!

 :)