Capítulo 24. Momento

 3 meses después…

Estos últimos meses habían ido de maravilla, no sabía como pero cada día amaba más a Edward y a la vez a nuestra pequeñina, Edward todo los días besaba mi barriga ya de un gran tamaño y le contaba cosas, incluso a veces solo tocaba el piano para que el bebe lo ollera, todo desde aquel día…

FLASHBACK: 

3 meses antes…

Acabábamos de volver de casa de los padres de Edward, Esme quería celebrar el sexo del bebe y empezar a decirnos sus ideas para la habitación del bebe, aunque Alice no se quedaba atrás, lo tenían todo más que montado, incluso ya habían encargado las pinturas aun sin saber el sexo de nuestra pequeña, solo de pensarlo me alegraba, y más a Edward, que moría por tener a su “princesita”, como él decía, en bazos, en casa me puse el pijama de embarazada, el cual era muy suelto y me tumbe con Edward en la cama y este me abrazó mientras acariciaba mi barriga.

-Edward, ¿puedes tocar un ratito?- le pregunte poniendo cara de angelito mientras señalaba con la cabeza al piano que habíamos traído de casa de Edward.

-si mimosa- me respondió besándome la cabeza, se dirigió al banquito del piano, se sentó y al simple roce de sus dedos por las teclas comenzó a sonar la música más hermosa del mundo, aun cuando fuimos al concierto de piano de aquel pianista Edward era el mejor de todos , al menos para mí, y aunque nunca me cansaba de escuchar como tocaba hoy me extrañe pues tocaba una que no había escuchado nunca.

- ¿cuál tocas amor?- le pregunte incorporándome un poco.

-es nueva, la escribí por…- paro se sonrojó, había algo que le daba vergüenza.- por nuestra princesa- término de decir lo que hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas, mientras él seguía tocando y que mi corazón latiese tan fuerte que lo podía notar en el estómago…

Al instante me di cuenta de que no era mi corazón el que me daba golpecitos en la barriga.

-Edward- le llame muy ilusionado por lo que paro de tocar y los golpecitos cesaron- espera no dejes de tocar- le termine de decir y al volver a escuchar la música los golpecitos volvieron, al instante me levante y me puse al lado de Edward y cogí una de sus manos y la puse sobre mi barriga, al momento salto por qué había ocurrido rodo  muy rápido y no se había dado cuenta de lo que le estaba enseñando.

- ¿Qué pasa amor?- me pregunto girándose hacia mí.

-toca alguna nota, con una mano solo- al decírselo se quedó muy extrañado pero lo hizo, toca una melodía más lenta ya que solo tocaba con una mano y así volvieron los golpecitos, a nuestra pequeña le gustaba la música de su papa, cogí una de las manos de Edward y la puse sobre mi barriga, justo donde sentí las pataditas, cuando Edward las noto paro de tocar y se extrañó porque habían parado.

-vuelve a tocar- le respondí, volvió a hacerlo sin quitar la mano de mi tripa al instante las patadas volvieron y Edward quedo maravillado.

-le, le gusta mi música- dijo mirándome a los ojos.

-claro que si amor, como no- dejo de tocar para besarme a mí con fuerza y cuando nos separamos se rio bien alto.

-a nuestra princesa también le emociona que nos besemos- dijo después besando mi barriga y justo a su vez en el mismo lugar hubo otra patadita Edward sonrió aun con los labrios sobre mi vientre  y cuando levanto la cabeza pude ver que sus ojos estaba brillantes y… húmedos y no tarde en darme cuenta de porque era eso ya que una solitaria lagrima rodo por su mejilla cuando se la quite me abrazo fuerte pero dulcemente.

-te amo, os amo, demasiado- me respondió mientras continuábamos abrazados…

Fin flashback:

Y por esa razón siempre que estábamos en casa tocaba el piano para ver si se movía, aunque fuese un poco, pero como estaba de tantos meses el movimiento era escaso.

-Bella amor, ¿tenemos que coger algo de tu despacho?- me pregunto Edward que bajaba las escaleras vestido tan guapo como siempre con su traje de corbata.

-sí, un par de cosas- le respondí, la verdad es que ya me habían dado la baja a los 8 meses de embarazo, pero yo sola en casa me aburría así que mi padre me permitió trabajar pero desde casa.

-Bella, seguro que quieres trabajar en casa amor no quiero que hagas tantas cosas, ahora tienes que estar…- no le deje terminar, lo bese con todo el amor que pude y le respondí cuando nos separamos.

-estaré perfectamente- y le volví a dar ahora un casto beso, y tire de el para dirigirnos a la puerta y coger el coche e ir a la empresa.

-amor yo subo, me quiero despedir de jane y eso y ver bien lo que tengo que coger, ¿te espero en el coche?- le pregunte a Edward mientras apoyaba mi cabeza en su hombro, él tenía que hablar con su padre y después nos quedaríamos los dos juntos en casa.

- ¿seguro no quieres que te ayude?-

-segura, don protector- le respondí con una sonrisa mientras llegábamos al estacionamiento, Edward aparco y tan caballeroso como siempre dio la vuelta alrededor del coche para abrirme la puerta y ayudarme a salir ya que estaba enorme y me costaban ese tipo de cosas, levantarme subir escaleras etc…

Después de salir del coche fuimos a mi despacho Edward se empeñó en acompañarme hasta el piso.

-adiós amor- le dije dándole un casto beso en los labios.

-adiós princesas- me respondió después de besarnos dedicándome su hermosa sonrisa ladina, que tanto amaba, y por lo que se ve mi bebe también, porque empezó a moverse más de lo normal, seguí todo el camino de escritorios pero pare porque estaba Emmett esperándome, un poco antes de llegar a mi despacho.

- ¡primita!- grito haciendo que la gente que ya me miraba bastante por el tripón que llevaba por delante, nos hiciera mas caso, solo que Emmett pretendió abrazarme pero lo detuve antes de que hiciera una tontería.

-Emmett Swan ¿estas tonto?, tienes que tener más cuidado con una mujer embarazada- le dije mientras él ponía una mueca de culpa.-si me das un abrazo hazlo con cuidado-

-vale bellita- dijo sonriente mientras me abrazaba cuidadosamente, y otra vez él bebe comenzó a moverse, ¡sí que estaba emocionada!

- ¿cómo sabias que vendría?- le pregunte mientras caminábamos hacia mi despacho.

-Eddie- fue lo único que me respondió.- bueno primita, me tengo que ir  hablamos más tarde- me termino de decir mientras se marchaba a su despacho.

-Bella- reconocí esa voz al instante.

-hola jane, ¿Qué te parece?- le pregunte refiriéndome a mi enorme barriga.

-dios Bella, te ves hermosa en serio- me dijo acercándose a mi abrazándome con delicadeza no como Emmett y tocándome la barriga donde él bebe volvió a moverse.

-haaaa, Bella, se está moviendo- dijo muy ilusionada.

-sí, jaja, lleva todo el día extrañamente contenta, no sé qué le pasara, voy a recoger un par de cosas para trabajar en casa ¿vale?-

-si Bella, ¿te hace falta ayuda para recoger las cosas?- me pregunto jane siguiéndome hasta el interior del despacho.

-no gracias, cojo un par de cosas y salgo, esta Edward esperándome fuera- le respondí cerrando la puerta tras ella marcharse, lo primero que hice fue coger un disco duro y guardar todos los documentos en él, recogí unas cuantas carpetas con los datos de varios clientes y un par de cosas más, las metí en un maletín y cuando me disponía a salir, me fije en todo lo que había pasado en este último año y poco, y todo había empezado en este despacho, ese día que estaba hablando con Emmett, y aunque fuese un cabeza hueca, dio en el clavo con Edward y yo, como siempre que miraba a la ventana de Edward lo veía con alguna mujer y mis venas hervían, pensaba que era por su trabajo, o no sabía muy bien porque, y ahora si lo sabía, y era porque lo había amado siempre aun siendo pequeños y no nos “soportábamos”, siempre, el fuera y será el amor de mi vida- él bebe volvió a moverse bastante, en este momento infringiendo algo de dolor- después ese mismo día después de hablar con Emmett cuando discutimos y me atrajo hacia el la verdad fue extraño, pero en ese instante me sentí diferente, completa, querida, y esa misma tarde, cuando un simple roce inocente nos llevó a besarnos, y como él decía, fue el mejor beso de mi vida y será el mejor beso que me han dado, aunque todos mis besos con Edward eran así , y cada día me sentía más querida y le amaba más y más y a nuestra pequeña “princesita” como Edward le decía siempre que podía, lo que me hacía darme cuenta de lo buen padre que sería, y al final ese proyecto nos llevó a todo esto, después de pensar en todo esto mire por la ventana, allí estaba el despacho de Edward estaba recogiendo sus cosas por lo que salí para esperarlo al lado del coche, deje mi maletín al lado en el suelo y cerré los ojos durante un instante, volvía a sentir ese dolor en el vientre, pero no era como una patada como yo pensaba, era una presión en la parte baja de la barriga, lo que me confundía mucho, al instante alguien me agarro de la muñeca lo que me alarmo y abrí los ojos para ver que Vladimir era el que me estaba agarrando:

-¡qué haces!- pregunté asustada.

-hola bellita, ¿por lo que veo te lo pasaste bien con Cullen?- pregunto señalando a mi barriga aun sin soltarme.

-Vladimir, ¿Qué quieres?, déjame, por favor- le dije ahora asustada con lágrimas en los ojos.

-te quiero a ti hermosa- respondió acercándose a mí y acariciándome el brazo.

-Vladimir, por favor, no hagas tonterías, por favor, mírame estoy embrazada- le implore aun con lágrimas en los ojos.

-no, no hermosa, tú te vendrás conmigo, serás mía, siempre- dijo con una sonrisa macabra.

-quiero sentir lo que le hiciste sentir al imbécil de Cullen, y a darte un verdadero hijo no este bastardo que llevas en el vientre- seguí diciendo haciendo que mi enfado superara al miedo.

-no hables así de ellos- le respondí con enfado esperando que Edward llegara pronto, y en ese instante volvió esa presión que sentía en la parte baja del vientre.

-yo digo lo q me dé la gana perra, es más te llevare conmigo y cuando nazca, lo venderemos o nos desharemos del puto bebe- termino de decir, intentando llevarme a algún sitio.

-no…, no… por…- le estaba diciendo pero me la voz aterciopelada que tanto esperaba me interrumpió.

-qué coño has dicho imbécil- vocifero Edward haciendo que Vladimir me soltara girándose y soltándome, me separe rápido y me fui cerca de Edward, el cual me abrazo y beso mi cabeza.

-he dicho que cuando me lleve a bella, y nazca él bebe bastardo que espera, me desharé de él y me llevare a bella lejos del bebe de ti y de todo lo que me la aleje, ¿contento?- dijo Vladimir con un tono desafiante, y al segundo estaba Edward en el suelo pegando a Vladimir otra vez, note por detrás que alguien me tocaba la espalda, me gire saltando y para mi tranquilidad vi que era Jasper.

-¿estás bien bella?- me pregunto preocupado yo solo asentí, y con eso fuera intentar separar a Edward de Vladimir, el que para mi punto de vista estaba algo más pálido que de costumbre, y ahí estaba el dolor otra vez, pero ahora mucho más fuerte, me agarre la tripa intentando aguantarlo un poco, pero no podía.

-hay- dije, en alto. –Edward…- pero no conseguí respuesta alguna, el seguía pegando a Vladimir como si la vida le fuese en ello.

-¿bella que pasa?- me pegunto Jasper

-pero no le pude responder, otra vez sentí ese dolor - hay, ¡¡Edward!!- pero este seguía sin hacer caso, mientras Jasper seguía empujando de el para separarlo de Vladimir.

-¡hay, hay, hay, mierda!- no podía ser, no ahora, y Edward así, pegando a Vladimir, sin hacer caso, y otra vez el maldito dolor.

-¡mierda Edward!- grite haciendo que por fin  se separara de Vladimir y se puso de pie al ver mi expresión de dolor, se acercó a mí.

-bella, amor, ¿Qué pasa?- me pregunto u muy preocupado Edward.- ¿te hizo algo ese imbécil?- pregunto mirando con rabia a Vladimir quien estaba sujetado por Jasper.

-no Edward, es el momento…-

Hola;), ¿qué les pareció el capi? ¿Nos merecemos o no comentarios y votitos?, que imbécil Vladimir ¿no? , tenemos que deciros una cosa, dentro de poco de acaba el fic, habrán 3, 4 capis más, quizás algún outtake, no sabemos pero se está acabandoL, pero bueno, al menos les está gustando ¿no?, si les está gustando déjennos comentarios porfi un beso enorme

Isa y carla