Capítulo 22. Regalo

Después de la petición de Edward y celebrarlo toda la noche nos quedamos en casa todo el domingo, era la mujer más feliz del mundo, la prometida culle, y dentro de poco la señora Cullen, bella Cullen, de solo pensarlo se formaba una enorme sonrisa en mi rostro. Al día siguiente antes de ir a trabajar me sentía un poco incomoda, algo agitada y…, provocada, en un principio pensé que sería porque me había caído mal algo de comida pero pensé que quizás era por lo de Vladimir.

-Bella, ¿qué pasa?- me pregunto bella, mientras me abrazaba por la espalda cariñosamente y me besaba el hombro.

-nada, solo me siento algo revuelta, un poco provocada.-

-¡qué!, vamos al médico, no quiero que te enfermes- me dijo Edward demasiado preocupado.

-no seas exagerado, solo estoy un poco revuelta, anda vamos al coche- le dije besándole fuertemente y cogiendo mis cosas, cuando lo tuvimos todo recogido, tan caballeroso como siempre abrió la puerta de casa para salir y lo mismo con la del coche para entrar y nos dirigimos a la empresa en la cual nos despedimos con un candente beso que me dejo con ganas de más, mucho más. Dentro de este me puse a terminar un nuevo proyecto, querían hacer una campaña de publicidad con un perro, un chihuahua llamado Jacob, así que tendría que llamar a Edward para hacerlo ya que su empresa se encargaba de todo lo que era publicidad, cogí el teléfono pero cuando estaba a punto de llamarle me entraron una fuertes ganas de vomitar y cori al baño de mi despacho, después de media hora allí dentro salí sin fuerzas y muy mareada.

Y así siguieron los días, cuando Edward se iba nos despedíamos de la misma forma, pero después yo volvía a vomitar, al mediodía por la tarde, así que por la noche intentaba comer ligero para que Edward no se diese cuenta.

Jueves por el mediodía…

Ese día iría al mediodía a casa de Esme y Carlisle, allí estaría Alice ya que el sábado era el cumpleaños de Edward, y queríamos prepararlo solo que yo no sabía que podía regalarle.

-Esme ¿Qué le vais a regalar a Edward?- le pregunté para intentar conseguir una idea.

-nosotros le vamos a regalar unos discos nuevos de música, cariño ¿no sabes que regalarle?- me pregunto Esme con el tono amoroso de siempre.

-la verdad es que no tengo ni idea- le dije de forma sincera

-he oído que  Alfred Brendel va a hacer un concierto, Edward siempre a querido ir a uno de sus conciertos de piano, ¿te consigo las entradas?-

-¿me harías el  favor?- le pregunte muy esperanzada.

-claro tontita.- y con esa respuesta tuve que salir corriendo al baño por que volvieron las náuseas, cuando me di cuenta Esme estaba detrás mío agarrándome el pelo y acariciándome el hombro mientras yo seguía vomitando, algo que se me estaba haciendo demasiado diario y muy pesado, no podía más, así que cuando pude levantarme me lave la cara pero de poco sirvió pues me puse a llorar como una magdalena a la vez que Esme me guiaba al sofá junto a Alice y me apoyaba sobre su hombro y yo lloraba sobre este, cuando sentí por detrás como las manos de Alice me acariciaban la espalda.

-Bella, cariño, ¿Qué pasa?- me pregunto Esme cuando por fin me había relajado un poco levantando mi mentón con su dedo índice para que la mirara a sus hermosos ojos verdes.

-no.., no ..se, llevo días así y no aguanto más, intento que Edward no se dé cuenta para que no se preocupe demasiado, pero esto va a mas, me siento muy mareada con nauseas, a veces estoy contentísima como ahora y de repente me da un bajón seguida de las náuseas, me siento cansada, ¿Esme no sé qué me pasa?- le termine de decir aliviada por contarle a alguien a lo que ella solo sonrió mucho como si supiese algo que nadie hiciera, pro la voz de Alice me saco de mis ensoñaciones.

-Bella, ¿has tenido el periodo?, ¿no estarás embarazada?- me pregunto haciendo que recordara mi periodo el cual no había llegado, como solía hacerlo siempre, ya que era como un reloj en ese sentido.

-la verdad es que se me ha retrasado, pero yo tomo la píldora no puede ser, ¿no?-

-los anticonceptivos tienen solo un 99% de probabilidades de que sea fiable, y tú puedes estar en ese 1%- me dijo Esme mas que contenta.

-no creo, pero de seguro voy al médico, ¿Esme me podrás conseguir un par de  entradas hoy mismo?-

-claro preciosa- dijo ahora con algo de tristeza en la voz.

-Bella, no descartes la opción ¿ok?- me dijo Alice dándome un beso en la mejilla.

-adiós- dije en voz alta besando la cabeza de Esme y cogiendo mi abrigo para volver a casa, llegue a la puerta del edificio, subí por el ascensor y al llegar me encontré a Edward acurrucado y dormido en el sofá, se veía tan lindo allí tumbado, con la corbata en la mesa y los primeros botones de la camisa desabrochados, era tarde, pero decidí no despertarle y prepararle la cena.

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Le prepare un poco de leche calentita con unas galletas caseras, sabía que le encantaban con trozos de chocolate y aroma vainilla, lo puse en una bandeja y lo llevé a nuestra habitación.

-Edward amor…- le dije acariciando su rostro.-venga despierta dormilón…, te hice galletas- poco a poco se fue removiendo en su sitio hasta abrir los ojos.

-hola hermosa, ¿llevo mucho tiempo dormido?- me pregunto restregando sus hermosos ojos verde; mi bebe tenía que tener los ojos verdes, Isabella no pienses en eso seguro no estas embarazada, después te ilusionas para decepcionarte.

- un poco amor, pero te veías tan lindo así que te deje dormir en lo que te hacia las galletas- al decirlo se le ilumino el rostro.

-¿de vainilla y chocolate?- se cercioró incorporándose del sofá para darme un fuerte abrazo y tirándome sobre el sofá para besarme.

-hoy tuviste un día muy ajetreado- le dije más en forma de afirmación que de respuesta aunque se veía que no le importaba mucho ya que solo asintió mientras soltaba un pequeño gemido y volvía a besarme mero de forma más insistente.

-te he echado de menos, no sabes cuánto- me dijo mientras yo me levantaba y él ponía un hermoso puchero que hizo que me derritiera, y si nuestro hijo ponía ese pucherito, sabía que no podría resistirme a hacer lo que nuestro pequeño quisiera, mierda bella ya estás de nuevo.

-no quieres tu galletas- dije mientras movía mis cejas sugerentemente y me iba a nuestra habitación, aunque no lo veía oí como se ponía en pie siguiéndome a esta. Cuando llegamos nos pusimos en la cama a hablar del día menos la parte del cumpleaños y el posible embarazo.

Después nos duchamos juntos e hicimos el amor en la ducha hasta acabar rendidos, nos pusimos el pijama, nos tumbamos con la cabeza de Edward sobre mi pecho, lo último que paso por mi mente fue que mañana mismo iría al ginecólogo.

A la mañana siguiente hicimos lo mismo de siempre y fuimos a la empresa, nos despedimos y subí a mi piso.

-Jane, ¿te puedo pedir un favor?- le pregunte algo nerviosa.

-¿qué pasa?- me preguntó esta.

- necesito que me consigas cita con el ginecólogo para dentro de un par de horas como mucho- le dije rápidamente y en voz baja solo para que ella lo oyera, poco a poco jane entendió el por qué se lo pedía y en su cara se formó una sonrisa.

-¿Bella, estas embarazada?-me dijo mientras se levantaba y me daba un fuerte abrazo.

-bueno, no sé, es una posibilidad, pero por ahora no digas nada, ¿vale?- le pregunte sonriente por la situación.-¿me podrías conseguir la cita con mi tío Eleazar Denali, el padre de…, de…, Tanya?-

-claro bella, ahora mismo, te aviso en diez minutos.- me respondió sentándose en su silla y tomando el teléfono y marcando el numero en lo que yo entraba a mi despacho y esperaba a que me avisara Jane, en menos de diez minutos ya estaba llamando a mi despacho.

-pasa, Jane- le dije mientras la puerta se abría presentando a la sonriente chica.

-tu tío dijo que vayas ahora, que tiene una hora libre- y con solo oírlo cogí mis llaves del coche le di un beso a jane en la mejilla y salí corriendo, la espera me estaba matando, necesitaba saber si me desilusionaba ya o si tenía que ir dando saltitos por la calle porque Edward y yo íbamos a ser papas, tome el coche y conduje lo más rápido posible para poder llegar a la consulta privada que tenía mi tío, subí por el ascensor ya que era el quinto piso, entre corriendo en la sala pera ver que estaba vacía y le pregunte a la recepcionista por mi tío.

-disculpe está el doctor Denali-

-si, ahora le llamo para que salga- me dijo la mujer que parecía muy simpática.

-¡bella!- se oyó una fuerte voz a mis espaldas.-entra en mi consulta, voy a buscar las cosas y empezamos- dijo Eleazar mientras me señalaba una puerta y el cogía un carrito con muchas cosas.

-bueno bella, ¿qué te trae por aquí?, la verdad es que tu secretaria no me conto mucho ya que hablaba muy rápido y por eso no me entere de mucho, solo que quería venir.-

-bueno, vine porque creo que puedo estar embarazada- le dije mientras el apuntaba en la receta médica y en la cartilla.

-¿qué síntomas tienes para creer eso?- me pregunto muy profesional.

-nauseas seguidas mareo cambios de humor repentinos, y se me retraso el periodo dos semanas, aunque no me había dado cuenta hasta que mi futura suegra me lo preguntó, pero había descartado esa posibilidad ya que yo tomo la píldora-

-Bueno, ese es un punto importante, pero… ¿te has enfermado recientemente?- me pregunto y yo solo asentí recordando el juego n casa de Edward y como enferme por el agua. – pues eso puede ser ya que tienes todos los síntomas principales además de que el uso de medicamento mediante ese tratamiento anticonceptivo puede provocar que la capacidad de este se anule, y ya no funciona, es como dejar el tratamiento de la píldora y cuando la vuelves a probar es como si empezaras de nuevo- me explico mientras tendía una manta de papel sobre la camilla.

-túmbate, súbete la camisa y desabróchate y baja un poco los pantalones- me mando mientras conectaba unos cables a una pantallita.

-¿me vas a hacer una ecografía?- le pregunté, aunque de su boca solio salió un suave sonido en forma de afirmación, estaba que moría de nervios, quería saberlo ya, estaba harta de no saber nada.

-¿preparada?- preguntó mientras cogía un bote de gel celeste claro con una mano y el ecógrafo con la otra.- la crema estará un poco frío, no te asustes- me dijo mientras sentía el gel muy frio sobre la piel caliente de mi estómago y como el ecógrafo comenzaba a esparcirla a la vez que Eleazar encendía el monitor del ecógrafo.

-a ver…. ¿qué tenemos por aquí?...- dijo en voz alta para que lo escuchara bien, estuvo un tiempo observando hasta que conecto otro cable y escuche algo que hizo que mis ojos se aguasen, al conectar el cable sonó el latido de un corazón que provenía de mi vientre.

-bueno señorita Swan, ¿usted qué cree, está o no embarazada?, porque yo veo aquí a un precioso bebe de seis semanas que ya tiene latido y todo- me dijo sonriendo mientras unas silenciosas lagrimas recorrían mis mejillas.

-felicidades bella, ¿quieres las ecografías y un video?- me pregunto Eleazar mientras yo asentía quitando las lágrimas de mis ojos, después de eso imprimió las ecografías, y gravo un DVD con el video y me los dio. Después de esto me limpió los restos de la crema etc.,   me vestí bien y me dio una receta con vitaminas junto con una cartilla para él bebe y organizamos las siguientes cuatro citas.

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Después de un rato conduciendo de camino a la empresa estuve pensando que quizás Edward no quería él bebe, y si no lo quería al bebe me haría abortar, o me dejaría se iría sin más y me dejaría a mi sola con su recuerdo en mi vientre el cual tendré siempre, pero a la vez pensaba que quizás sería el mejor regalo que le podría dar, que cuando se lo dijera me iba abrazar y besar toda la superficie de mi ahora plano vientre, pero la parte del rechazo ganaba y eso me comía la mente, tenía que contarle a alguien, que me dijera cosas buenas y me ayudara a pensar, así que se me ocurrió a quien llamar que además no se fuera de la lengua, marque el teléfono y recé para que lo cogiera.

-pi…pi…pi…pi.., ¿sí?- contesto una voz desde el otro lado del teléfono.

-hola rose, soy bella, puedes venir a mi despacho, necesito hablar con una amiga- le pregunte con la voz suplicante.

-claro, estoy cerca, ¿nos vemos en 10min?-

-si- le respondí con una sonrisa en mis labios. – ¡adiós!-

-¡adiós Bella! – después de cortar la llamada con rose ya había llegado al despacho, subí y aproveche que Jane no estaba en ese momento para que no me preguntara porque no le quería contar a nadie todavía, solo a rose, ya que necesitaba su ayuda.

Diez minutos después….

-hola Bella- dijo una cansada Rosalie cargada con un millón de bolsas, las dejo en el suelo y se vino a sentar en el sofá conmigo.

-hola Rose, gracias por venir, necesito ayuda y hablar con alguien- le explique mientras me acomodaba en el sofá para mirarla bien.- ¿por dónde empiezo?-

-por la ayuda- me respondió muy segura, por lo que me levante, metí la mano en mi bolso y cogí el sobre en el que estaban las ecografías.

-necesito que cambies los diseños para la línea que te voy a promocionar-

-¡que!, ¿no te gusta?, ¿porque has cambiado de idea tan tarde?- para responder simplemente le di el sobre el cual abrió y saco las fotos a la vez que le decía:

-necesito que hagas algunos diseños ligeramente más grandes-  nada más terminar la frase Rose abrió los ojos como platos sonrió y me miro antes de abrazarme, cuando lo hizo solo me dijo al oído: ”felicidades”.

-¿ya se lo dijiste a Edward?-

-todavía no, pero estoy muerta de miedo, y si no lo quiere, ¿Qué hare, me dejara, yo no quiero abortar…- pero no pude terminar la frase porque Rosalie me dio un coscorrón.

- Isabella Marie Swan ¿estas tonta o que se pasa por tu cabeza?,¿cómo no va a querer a vuestro bebe?, claro que lo va a amar tonta.-

-pero…-

-pero nada, ¡Dios lo que hacen las hormonas!, ¿cuándo se lo vas a decir a Edward?-

-no sé, podría aprovechar que mañana es su cumpleaños, ¿Qué le vais a regalar?- le pregunte ahora pensando en cómo le diría lo de que íbamos a ser papas.

-nosotros le vamos a regalar un laptop, ya que nos dijo que se le rompió- al oír a Rose se me encendió la bombilla.

-¿me harías otro  favor?- le pregunte con carita del gato con botas.

-¿que tengo cara de Cáritas*?- dijo riendo. – ¿qué es…?- después le explique mi idea a la cual accedió sin ningún tipo de vacilación.  Al rato de prepararlo todo Rose se fue a su casa y yo fu a casa recordando que no tenía que decirle nada, llegue al portar del edificio subí y cuando abrí la puerta vi a Edward en la cocina cocinando algo.

-¿se puede saber por qué intentas incendiar la cocina?- le pregunte mientras cerraba la puerta y colgaba mi pequeño maletín,  a la vez que él se giraba y me daba su hermosa sonrisa torcida.

-para hacerle una omelete a mi hermosa prometida- me respondió mientras se giraba y  me abrazaba ya que me había puesto detrás de él.

-pues rápido que tengo hambre-  le dije mientras este me  la servía en un plato y me lo ponía delante, mientras cenábamos nos pusimos a hablar, intentando no soltar en  ningún momento el gran pequeño secretito.

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E.POV

Comencé a sentir un pequeño roce en mi brazo junto a alguien que me llamaba, al oír la voz de bella me desperté lo más rápido posible.

-felicidades dormilón- me dijo besándome suavemente la comisura de los labios.- hoy mi hermoso prometido cumple 25 añitos, ¿lo sabias?- me pregunto divertida mientras yo me incorporaba y ella ponía sobre mí una bandeja con tortitas.

-algo había oído, si- bromee mientras me quitaba la bandeja de encima y me poni encima de bella sin que ella aguantase nada de mi peso.

-también he oído que ese prometido tuyo quiere besarte- seguí bromeando y riéndome hasta que ataco mis labios y me beso, quería seguir, pero ella me paro.

-ahora nada de sexo amor, tenemos que irnos- me tome las tortitas las cuales compartí con bella ya que se iba a ir a hacer su desayuno y hoy no se iba a ningún lado hoy, al menos no sin mí. Salimos de casa temprano debería haberme imaginado que Alice haría todo esto, y aunque lo había hecho Alice Bella parecía algo nerviosa.

-¿estás bien amor?- le pregunté algo preocupado.

-sí, espero que te guste, ¿Cómo lo adivinaste?- me pregunto aun sin entenderlo

-bella conozco a Alice desde el instituto, sabía que iba a hacer esto- llegamos a casa de mis papas y allí estaban todos incluyendo los papas de Bella, lo pasamos genial, aunque seguía viendo a bella algo nerviosa, después llegaron los regalos en los cuales espere a abrir para poner a bella encima de mí y que así se apoyase en mi mientras los abría.  Mis papas me regalaron discos de música, Alice y Jasper como no viniendo de Alice ropa, los papas de bella nos regalaron a Bella y a mí un viaje a donde quisiésemos para la luna de miel, Bella unas entradas al concierto de Alfred Brendel  un pianista que a mí me gustaba mucho y al que yo había querido ver desde que empecé a tocar el piano y Roe y Emmett un laptop, cosa que me hacía falta ya que el otro se había roto.

-Tienes que encenderlo, hay otro regalito- dijo Rosalie, a lo que todos quedaron algo sorprendidos incluyendo Emmett, abrí el laptop y espere a que se encendiera aun con Bella encima la cual no dejaba de mover la pierna, no sé en qué momento fue pero todos estaban en su mundo incluyendo Bella y yo que estábamos en nuestra burbuja mirando el ordenador, cuando por fin se terminó de encender vi que había un DVD en el portadiscos y me dejaba reproducirlo, le di a abrir video y este empezó, solo que no me imagine lo que iba a ver:

A mitad del video los ojos de bella estaban llenos de lágrimas pero metió la mano delante de mí para poder subir el volumen, al instante oí el latido de un corazón, el de un bebe, nuestro bebe, estaba que no cabía en mi asombro.

-Be…Be…Bella, es lo que yo…-

-sí, ¿estás contento, dime que si por favor, que lo quieres porque si no yo no sé qué…- no termino la frase porque la besé profundamente.

-Bella, claro que estoy contento, como no iba a estarlo te amo mas que a nada en el mundo y tienes a nuestro hijo en tu vientre, ¿Cómo quieres que no esté contento?- termine de hablar y ella limpio la última lagrima que quedaba en su rostro y yo baje mi cabeza para besarle el vientre mientras reía, era padre, y gracias a bella, este era el mejor cumpleaños de mi vida.

-¿Qué pasa preguntó mi madre…-

-Edward y yo tenemos algo que decir…- comenzó a decir Bella.

- Bella está embarazada- grite como si me hiciese falta creérmelo, al instante todos vinieron a felicitar, pero yo hacía caso omiso, ya que solo veía a mi hermosa prometida y a nuestro bebe en la pantalla del ordenador.

Hola que les pareció el capi, a nosotras nos encantó, creo que es uno de nuestros preferidos, ¿Cuál es vuestro preferido?, un beso enorme isa y carla, pliss dejen votitos y comentarios.

Cáritas: O.N.G organización no gubernamental, ayudan a los mas necesitados.