(Pov Emmett)

-Quiero toda la información sobre Edward Black- dije a Jasper, mi hombre de confianza-.

-Si señor Cullen-.

Me senté en el sofá y respiré hondo... ¿por que me sentía así?. A lo mejor era su novio... o a lo mejor su amante...

“No te engañes, esta chica, no es de esas”-.

Llamaron a la puerta de mi despacho.

-Adelante- dije mirando los contratos que me acababan de traer hace pocos minutos-.

-Soy yo...-.

-Ross, adelante sientate-.

Ella caminó con esos andares tan suyos, hasta la mesa y se sentó sobre la misma.

-Vaya... al parecer quieres jugar-.

-Si pero antes quiero que me prometas algo-.

-¿El que?-.

-No quiero que ella te siga tratando-.

-¿Ella?-.

-Si, Paula, mi hija... no quiero que siga tratándote, nunca más-.

-¿Por?-.

-Ella te parece especial...-.

-¿Me quieres decir que estás celosa de tu hija?-.

-No quiero que la dañes-.

-Mientes, yo soy egoísta, egocéntrico... pero tu me ganas y estoy muy seguro de que no lo haces por ella, lo haces por que no soportas que ella sea mejor que tu ¿Verdad?-.

Ella no dijo nada solo me miró fijamente.

-Ella no es mejor que yo y lo sabes-.

-Ella es mejor que tu en muchos aspectos, ella me interesa y voy a seguir hablando con ella, es una terapeuta excepcional, limpia la mierda que tu me hiciste-.

-De eso hace mucho tiempo, no quería perderte, te lo he explicado muchas veces-.

-Dime como se sentiría ella al saber que fue su madre la que prácticamente me jodió la vida-.

-¿Joderte la vida? Yo fui quien te enseñó esto... yo fui la que hizo posible que alguien como tu, Emmett Cullen, sintiese algo parecido a lo que es el verdadero placer-.

-No te voy a recriminar algo que pasó hace mucho, es más, te agradecí en tu día que así fuese-.

-Ahora te exijo...-.

-Ei, te estás confundiendo, tu ahora no me exiges nada. ¿Quieres que ella deje de tratarme?, cuéntale la verdad, cuéntale que...-.

-Tu no la conoces... ella es capaz de cualquier cosa-.

-Es tu hija, por amor a dios... es tu hija-.

-No la quiero como hija, fue un error-.

-Mejor vete de aquí... no quiero verte-.

Ella se levantó y se fue.

(Pov Paula)

-Hola chica guapa- dijo Edward detrás de mi-.

Sonreí un poco, Edward era “el chico”. Hacía poco menos de un mes que nos conocíamos. Amigos, nada más.

Eso era algo que dolía por que a mi no me desagradaba del todo.

Él y su hermano Jacob llevaban el negocio de su padre... mejor no preguntar. Pero eran buenos chicos sin ninguna otra salida.

-Hola Ed ¿como estas?-.

-Pues bien, ocupado en asuntos ya sabes... nada que quieras saber linda-.

-¿Te apetece si salimos a comer?-.

-Si, vamos-.

Cuando fumos a uno de los restaurantes cercanos me senté en la mesa junto a él, era muy guapo, hacía que me sonrojase, miré mis manos y suspiré.

-¿Que te pasa peque?-.

-Estaba algo pensando, ya sabes, tengo un nuevo paciente-.

-¿Y de quien se trata?-.

-Pues es Emmett Cullen-.

-No me jodas... Emmett Cullen, vaya, debe de pagar bien-.

-Si, paga bien, y bueno es curioso su caso-.

-¿Me contaras?-.

-No no lo hare, es un un paciente-.

-Sabía lo que harías, eres muy profesional con lo tuyo-.

Una sonrisa torcida cortesía de Edward y no podía pensar con claridad.

-Esta noche hacemos una fiesta en uno de los clubs de la ciudad, podrías venir, ya que no has venido a ninguna por tus examenes-.

-Claro... y a que hora será-.

-Sobre las diez en el coimbra-.

-Está bien allí estaré-.

-Y si no me equivoco... tu paciente también estará-.

-¿Que?-.

-Si... él y mi hermano tienen negocios ya sabes-.

-¿De verdad?-.

-Si, comparten negocios, nada que ver conmigo-.

-Entiendo- murmuré-.

Esta noche entonces... sería la noche para poder pasar de patito feo a cisne, quería una oportunidad con Edward y esta era la noche.