(Pov Paula)
-Señorita, donde quiere que dejemos las maletas-.
-En mi habitación, o la que vaya a ser mi habitación- dije al mayordomo-.
-Menos mal que usted ahora se encargará del joven Emmett-.
-¿Que?-.
-El joven Emmett, tiene pesadillas por la noche, últimamente no se encuentra bien y usted es su doctora, y me alegro que pronto el joven Emmett esté mejor-.
-Roberto, déjenos solos- dijo Emmett desde la puerta-.
El mayordomo obediente me sonrió y salió por la puerta.
-No le hagas caso-.
-¿Por que no debería hacerle caso?-.
-¿Por que quieres saber lo que pasa en todo momento? Eres cotilla-.
-Soy psicóloga y si me ocultas algo en las sesiones está bien que me lo digan otros-.
-Roberto me conoce muy bien-.
-Veo que es así- miré hacia un marco de fotos vacío- ¿No tienes fotos en casa?-.
-No me gustan las fotos-.
-¿Por que motivo?-.
-Por que “fotos” viene a ser lo mismo que “recuerdos” y es algo que no me gusta-.
-¿No te gusta recordar?-.
-No, me gustaría ser un pez-.
-Un pez...- murmuré-.
-Si, los peces tienen una memoria corta, solo recuerdan el presente, nada del pasado-.
-Si, y también nos los comemos-.
-¿Siempre es tan práctica señorita Hale?-.
-¿Siempre es tan remilgado señorito Cullen?-.
-Wow, señorito Cullen, no me llamaban así desde que iba al parvulario-.
-¿Por que no me hablas de tus padres?-.
-Mis padres son, padre y madre-.
-¿Que quieres decir con eso?-.
-Digamos que no tengo una relación demasiada extensa con ellos, ellos están en lo suyo y yo en lo mío-.
-No pareces el típico niño mimado-.
-No soy el típico niño mimado-.
-Tampoco el típico heredero-.
-No soy nada típico Paula-.
-¿Por que usas mi nombre ahora?-.
-Es así como te llamas ¿No?-.
-si ese es mi nombre, lo eligió mi abuela-.
-Creía que no conocías a nadie excepto a tu madre-.
Le miré fijamente y noté como tragó.
-¿Por que me miras así?-.
-Cuando le hablaste a mi madre, en mi casa, lo hiciste con total confianza-.
-Si, somos gente de negocios y entre nosotros hablamos así-.
-No me refiero a eso...-.
-¿Que quieres decir?-.
-Nada, estoy cansada y me encantaría darme una ducha-.
-En ese caso es mejor que me marche y te dejaré descansar, en dos horas servirán la cena-.
-Gracias, allí estaré-.
-No me las des, aún- se levantó con aires de niño rico y se fue por donde vino cerrando la puerta detrás de él-.
-Es fascinante- murmuré y tomé un cojín de la cama abrazándolo- y guapo...-.
“Es un paciente, así que mantente fresca imbécil!”
(Pov Emmett)
-¡Estás loca!- dije a Rosalie- ¿como se te ocurre presentarte aquí después de lo que le has echo?-.
-Supuse que si estaba contigo, un par de golpes no le parecerían malos-.
-Es tu hija...-.
-Si, es mi hija, y no entiendo como la metes en tu casa-.
-La estoy ayudando a empezar de nuevo-.
-¿Empezar de nuevo?, recuerdo cuando te contaba que no quería estar con mi madrido, y esa niña lloraba y lloraba y no te ofreciste a ayudarme-.
-No es lo mismo-.
-No es lo mismo por que tu la quieres a ella-.
-Es mi psicóloga, por amor de dios, relájate Rosalie-.
-No puedo relajarme, ¿por que ella si y yo no?-.
-Lo tuyo pasó hace mucho-.
-Yo te quería Emmett-.
-¿Quererme?-.
-Si, yo te amaba-.
-Wow, espera, vas demasiado rápido... demasiado...-.
-No puedo creer que brindes tu ayuda a alguien como ella ¿Ya te la has tirado? ¿Es eso?-.
-No he echo nada con ella, no todas son como tu Rosalie, ella se porta bien conmigo y merece que la ayude, y dado tu comportamiento con Edward la noche anterior, deberías avergonzarte-.
-Ese niño no sabe lo que quiere, le hice un favor a Paula-.
-¿Favor?, la humillaste en la debió ser su noche-.
-¿Ahora te vas a poner moralista conmigo?. Dime a cuantas jóvenes te has tirado, a cuantas y a cuantas madres, y esposas y tías y sobrinas... a cuantas, y han sido clinex para ti-.
-Ella no es así, merece respeto-.
-¿NO ES TU MISTREX?-.
-¡¡NI TU TAMPOCO LO ERES AHORA!!-.
-Me voy, es imposible hablar contigo- dijo saliendo del despacho- pero díle lo que tu y yo fuimos o me tocará decírselo a mi Emmett-.
-Lo haré en su momento-.
-dos días... -.
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