(Pov Emmett)
Durante dos semanas no dejé que Paula saliese de la cama. Yo me encargaba de darle de comer, de bañanarla, de vestira, no quería que hiciese ningún esfuerzo innecesario estando yo.
Jacob se había portado bien con nosotros, venía regularmente a visitar a Paula, intentaba molestar lo menos posible.
Denuncié a Ross y a Edward por lo que hicieron, pero sabía que Jacob no dejaría a su hermano por mucho tiempo en ese lugar así que le avisé de que se fuese lejos, o me iría yo con Paula, la verdad era que no me importaba.
Edward confesó que hizo lo que hizo, y que lo hizo porque Ross se lo pidió. Esa mujer finalmente tuvo lo que merecía.
Se inventó que Paula era mi hija cuando las pruebas dijeron que no era verdad.
La miré dormir, era algo que me gustaba hacer. Paseé mis dedos por su cuerpo, el verano estaba cerca y hacía calor, así que dormía desnuda y sobre las sábanas de lino.
Aprendió a no tener vergüenza de mi, algo que agradecía dadas las circunsatancias.
Quería estar con ella, me pertenecía como jamás me había pertenecido una personad. Toda la mierda que hice con Ross, todo lo que había estado haciendo con mujeres que ni conocía, no tenía importancia, todo fue para llegar hasta ella.
(Pov Paula)
Pasó un año desde que Emmett y yo empezamos a salir seriamente, después de lo que nos pasó a ambos, teníamos que hacerlo.
Paseavamos por la avenida hasta que un hombre nos paró.
-Señorita... Hale- dijo el hombre de gafas-.
-¿Si?-.
-Tendría un momento con ¿usted?-.
-Si- dije y miré a Emmett que asintió con la cabeza y se sentó en uno de los bancos que había en la calle-.
-Digame-.
-Su madre falleció recientemente en la carcel de mujeres-.
-¿Como?-.
-Si, falleció, se suicidó, su entierro es esta tarde-.
No sabía que decir.
-La estaba buscando para decirle que usted es la heredera de su empresa-.
-¿Yo?-.
-Si, es su única hija y ella no dejó echo testamento, así que todo es para usted-.
Miré a Emmett y este se acercó abrazándome.
-¿Que pasa?-.
-Ross a muerto y tengo la herencia-.
Él no dijo nada solo esperó a que hablase.
-Quiero que se venda todo y que se done a algún órgano de caridad, no quiero nada que tenga que ver con esa mujer-.
Aquel hombre asintió.
-Este lunes pueden pasarse por mi despacho- le dio una tarjeta a Emmett-.
-Sin problema-.
Abracé a Emmett.
-pensarás que soy idiota-.
-No, pienso que has echo lo correcto como siempre-.
-Gracia por todo-.
-Gracias a ti- me besó en los labios, beso que correspondí-.
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