Enséñame a ser feliz.

Autor: Bellatrix_Black
Género: Drama
Fecha Creación: 03/08/2012
Fecha Actualización: 19/04/2013
Finalizado: NO
Votos: 13
Comentarios: 48
Visitas: 40306
Capítulos: 24

Bella y Edward se conocen en su último año de universidad. Él un aplicado estudiante de Harvard, ella una estudiante con honores de Yale que cargaba con un triste pasado.

Podrá ese atractivo chico de ojos esmeralda ayudarla a superar el pasado y enseñarla a vivir su presente?

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 18: Adiós

Capitulo 16

Había sido una semana perfecta sin necesidad de ir a Paris, Roma o cualquier otra “ciudad romántica”. Se tuvieron el uno solo para el otro y ese fue su mejor regalo de bodas. Veían el atardecer a orillas del rio y más de una vez fueron sorprendidos por el amanecer aun amándose. Se consintieron una al otro de todas las formas posibles e hicieron el amor en toda superficie y de todas las formas, tal y como Bella había supuesto.
Pero todo lo bueno llegaba a su fin y en su caso eso sucedió con la llegada del lunes. Los esperaban para cenar en casa de los Cullen y Edward pidió a su madre que se asegurara de que todos estuvieran ahí. Era el momento de dar la noticia.
Edward se encontraba conduciendo en ese momento.

-              No quiero que compremos una casa aun, me sentiré muy sola. –explico Bella con un puchero involuntario.

-              Tienes razón mi amor, lo mejor será esperar a mi regreso.

-              Entonces podremos elegirla y amueblarla juntos. –se sonrieron y siguieron su viaje en silencio.
Edward quería comprar una casa para ellos, algo que sea solo de ellos. Pero entendía a Bella. Él se iría y ella se quedaría completamente sola en un lugar que no consideraría aun su hogar, lo mejor era que siguiera con Rosalie al menos por ese año. Aunque lo dejaría aun más tranquilo si se mudara con sus padres, después de todo ella ahora era una Cullen.
Llegaron a la casa un poco más tarde de lo que suponían, al aparcar vieron que ya todos los coches estaban ahí. La puerta se abrió antes de que llegaran a sacar los bolsos del auto y una muy triste Esme apareció.

-              Oh queridos ya han regresado! Como estuvo su semana?

-              Fantástica. –respondieron a la vez mientras intercambiaban una sonrisa cómplice.

-              Se ven tan bien –los abrazo a ambos-. Vengan, entren. Todos los están esperando.
Hicieron caso a Esme y se unieron con los demás en la sala, les contaron algunos detalles de su viaje, los que no eran privados o dejaban en evidencia su sorpresa. La mirada de Alice y Rosalie no demoro nada en centrarse en los anillos que adornaban las monos de la feliz pareja. Media hora después de su llegada la dueña de casa los invito a todos a pasar a la mesa. Comieron entre bromas, más que nada de parte de Emmett.

-              Quiero proponer un brindis –dijo Carlisle una vez terminaron de comer llamando la atención de todos-. Por mi hijo y su nueva aventura. Que todo te vaya bien en este año Edward. Veras como estarás de vuelta antes de lo que crees. –todos levantaron sus copas.

-              Yo también quiero proponer un brindis –el cobrizo los corto antes de que llegaran a beber. Apretó fuertemente la mano de Bella antes de ponerse de pie-. Por mi hermosa Bella, que me ha hecho el hombre más feliz del mundo con tan solo dos palabras.

-              Dos palabras? –pregunto Emmett sin entender.

-              Si acepto. –recordó la castaña que en esos momentos solo tenía ojos para su marido.

-              Ah! –Alice fue la primera en reaccionar- No puedo creer que me hicieras esto! –dijo sumamente ofendida.

-              No entiendo. –volvió a hablar Emmett.
Los dos levantaron la mano izquierda, para que todos vean las alianzas en el dedo corazón.

-              Nos casamos el martes. –dijo Bella para terminar con tanta intriga.
Esme corrió a abrazarlos.

-              Que fantástica noticia, aunque nunca les perdonare que no me hayan invitado a la boda de mi hijo. –dijo con un tierno puchero.

-              Lo siento mucho Esme, todo fue improvisado y mágico. –la mujer entendió a la castaña, por lo que solo pudo abrazarla aun más fuerte.

-              Bienvenida a la familia Bella. aunque ya te consideramos una hija desde el día que te conocimos. –dijo Carlisle antes de abrazarlos.

-              Ya eres legalmente mi hermanita! –Emmett tomo a Bella en brazos y comenzó a girar con ella, hasta que Edward lo obligo a bajarla-. Felicidades! –dijo a su hermano repitiendo el gesto.

-              Felicidades chicos, estoy muy feliz por ustedes. –Jasper también los abrazo, pero de una forma mas civilizada.
Alice y Rosalie seguían aun sentadas en el mismo lugar, no se habían movido ni un solo centímetro. Bella se acerco a su lado y se arrodillo entre medio de ambas.

-              Vamos, suéltenlo. –las dos chicas siguieron mirando al frente como si la castaña no estuviera ahí.

-              Chicas por favor traten de entenderme. –les pido esta vez en un susurro lastimero.

-              Es que no nos quieres? –la primera en rendirse fue Alice.

-              Son mis hermanas, como no las voy a querer?

-              Entonces porque nos haces algo así Bella. –ese fue el turno de Rosalie.

-              Es que acaso no lo entienden? –pregunto algo herida provocando que ambas chicas la miraran- No puedo perderlo. –dijo en un tono más bajo para que solo ellas la escucharan y con la mirada baja.
Alice no aguanto más y se lanzo a los brazos de su amiga. Se sentía tan mal por reclamarle.

-              Siempre soñé con ser yo quien organizara tu boda, ya tenía planeado el vestido.

-              Oye! –se quejo Rose mientras también abrazaba a Bella.

-              Las extrañe ese día. Pero no negare que fue perfecto, tan romántico y tan único. –dijo mientras una tonta sonrisa se dibujaba en su rostro.

-              Al menos dinos que tienes una foto.

-              Oh claro que si –se puso de pie llevando a las chicas con ella.

-              Amor pásame tu teléfono o el mío. –hasta ese momento se dio cuenta que toda la familia las observaba expectante.

-              Claro cielo. –el chico saco su teléfono del bolsillo del pantalón y se lo entrego. Bella solo tuvo que desbloquearlo ya que la foto del día de su boda estaba como fondo de pantalla.

-              No te vez como una princesa. –comento Alice decepcionada.

-              Pero me sentí como una.

-              Eso es lo más importante –comento Esme que se había acercado a ver la foto-. Yo quiero una copia, pero impresa. –dijo con ojos llenos de lagrimas.

-              Claro Esme. Te imprimiré una cuando vaya a imprimir la mía. –le aseguro.
El resto de la tarde fue tranquila. Luego de comer todos se juntaron en el salón a escuchar anécdotas de cuando Esme y Carlisle recién se habían casado y las locuras que él tuvo que hacer para enamorarla. Esa tarde todos se quedaron juntos, era el último día, en quien sabe cuánto tiempo, que tendrían para compartir con Edward.

Esa noche Bella se quedo a dormir en casa de los Cullen y ayudo a su marido a armar las valijas para el viaje. Fue muy tierno ver como lo más importante para él era asegurarse de que las fotos de ambos no se fueran a dañar. Una vez terminaron hicieron el amor toda la noche hasta ser atrapados por el amanecer, recién entonces se dedicaron a dormir solo tres horas antes de que el momento de partir al aeropuerto llegara.
antes de que el despertador sonara el cobrizo se levanto, apago la alarma y fue a la cocina para preparar el desayuno para su amada castaña.
En la planta baja se encontró a toda su familia reunida. Esme tenía lágrimas secas y unos muy hinchados ojos, eso no paso desapercibido para Edward que se acerco a su madre, la abrazo y beso ambas mejillas intentando borrar así su tristeza.

-              Nos harás tanta falta. –dijo con una frágil voz.

-              Tu también a mi mama, pero tienes que prometerme que cuidaras a Bella mientras no esté aquí.

-              Sabes que nunca podría dejarla sola, ella es mi hija. La más pequeña y frágil.

-              Todos cuidaremos de ella hermano. –Emmett palmeo su hombro. No era bueno demostrando sentimientos.

-              Gracias, no saben la tranquilidad que me transmiten.
Se dedico a preparar el desayuno para su hermosa esposa y luego se fue viendo como todos le sonreían. Llego a la habitación y no pudo evitar también sonreír al verla. Su espesa melena estaba completamente enmarañada tapando su dulce rostro, su cuerpo desnudo envuelto en la sabana y esos cálidos brazos rodeando la almohada que minutos antes él estaba usando.
Dejo la bandeja sobre la mesita y comenzó a despertarla con húmedos besos.

-              Mi amor, es hora de despertarse.

-              Mmm… solo un minuto más.

-              Vamos cariño, te hice un desayuno delicioso.

-              Los buenos esposos no despiertan a sus esposas. –dijo con un dulce puchero.

-              Recuerdo a mi hermosa esposa despertándome todos los días durante nuestra luna de miel. –una sonrisa juguetona se dibujo en el rostro de ambos.

-              No recuerdo que te quejaras.

-              Créeme que nunca podría quejarme teniendo tu cálido cuerpo sobre el mío.

-              El sexo por la mañana es el mejor. –agrego ella completamente desinhibida pero algo sonrojada.

-              El sexo contigo es perfecto a cualquier hora.
Y con esas palabras terminaron teniendo una buena dosis de sexo matutino. Para cuando fueron a tomar el desayuno este ya estaba frio, pero a ninguno de los dos les importo. Charlaron de cosas triviales fingiendo que se trataba de un día común y corriente en su rutina.
Ambos sabían que eso era negación.
Después de una ducha, juntos, y vestirse entre coqueteos y caricias fueron al encuentro de los demás.
Emmett y Jasper ya habían puesto las maletas de Edward en el auto de Carlisle, ya habían decidido ir solo en dos carros con el fin de sentirse más unidos y poder apoyarse unos a otros.

-              Es hora de irnos queridos o no llegaremos con el tránsito de medio día. –les dijo Esme cuando los vio aparecer. Nadie se había atrevido a ir a molestarlos a la habitación.

-              Claro Esme, ya estamos listos. –le aseguro Bella a pesar de sentirse como si acabara de pronunciar la más horrible de las mentiras.
Bella tomo su bolso y Edward la mochila que llevaría como equipaje de mano, se cercioro de llevar todos los documentos y salieron sintiéndose como un par de delincuentes camino a la horca.
Bella insistió en que Emmett, Esme y Carlisle fueran junto a Edward en un auto y ella junto a sus amigos en el auto de Jasper. Había tenido mucho tiempo junto a su cobrizo y debía darles algo de intimidad para poder despedirse en familia. Edward se negó en redondo, pero al ver la gratitud en los ojos de sus suegros, e incluso en los de Emmett, supo que hacia lo correcto.
Alice y Rosalie se sentaron en el asiento trasero dejando a Bella entre medio de ellas. Sabían que su amiga las necesitaba más que nunca aunque la muy cabezota nunca lo reconocería.

-              Tranquila Bells todo…

-              No Alice, si terminas esa frase todas las lagrimas que he aguantado por días se desbordaran y no puedo llorar aun. Mi deber es apoyar a Edward y si me ve sufrir solo le pondré las cosas más difíciles.
Las dos chicas miraron a la castaña con tristeza. Jasper en cambio se sintió orgulloso de poder llamarse amigo de una persona tan valiente y fuerte.
El resto del camino lo hicieron en silencio, sin si quiera encender el radio, los cuatro iban procesando la pena e intentando ser fuertes por Edward.
En el otro coche la situación no era muy distinta.

-              Prométeme que te vas a cuidar hijo, que no harás tonterías y aprovecharas esta oportunidad que se te ha brindado. –le decía Esme al menor de sus hijos.

-              Te lo juro mama.

-              Parece que fuera ayer cuando entraste a la universidad. Cuanto te esforzaste para llegar a Harvard, siempre dijiste que estudiarías ahí igual que tu padre y lo hiciste. –Edward no contesto nada, cuando una madre comenzaba una frase diciendo “parece que fue ayer…” lo mejor era guardar silencio, o ternarias escuchando toda tú biografía.

-              Ve a ver algún partido de futbol hermano. –le recordó Emmett dándole un puñetazo juguetón.

-              Visita el big bang. –agrego Carlisle.

-              Y el castillo de la reina. –se les unió Esme.

-              Y no olvides subir al London Eye y tomar una foto desde la parte más alta.

-              Lo entiendo, debo conocer todos los lugares turísticos y tomar fotos.

-              Eso no lo dudes Edward Cullen, quiero todo documentado. –lo amenazo su madre. Edward eso negó con la cabeza y echo un discreto vistazo al auto que venía detrás.

-              Ella estará bien, es una chica fuerte y te ama demasiado. –le dijo Carlisle observándolo por el espejo retrovisor.

-              Temo que está esforzándose por ser más fuerte de lo que realmente es.

-              Eso es parte de amar a una persona Edward, ella esta anteponiendo tus necesidades a las soyas.

-              Créeme que la entiendo mama, es solo que no quiero que sufra.

-              Ella va a sufrir, igual que tú, y no puedes pedirle o esperar que no sea así.

-              Pero ya ha sufrido tanto.

-              Si amor, todos lo sabemos. Pero hay una diferencia esta vez.

-              Cual?

-              Esta historia está destinada a tener un final feliz. –le dijo como si fuera algo obvio.

-              Solo espero que con el tiempo no se aburra de esperar.

-              Tú te aburriría? –intervino por primer vez Emmett.

-              Nunca. Por Bella puedo esperar hasta el fin de los días.

-              La situación es la misma. –Edward miro a su único hermano con cariño.

-              Estaremos con ella hijo.

-              Lo sé mama, es lo único que me da tranquilidad en este momento, créeme.

-              Todo estará bien Edward y cuando quieras darte cuenta estaremos yendo a buscarte al aeropuerto y todas estas caras tristes estarán adornadas con bellas sonrisas.
El viaje llego los tres bajaron del auto dejando a Carlisle ir a buscar un lugar para estacionar. Jasper se detuvo justo detrás espero a que las chicas bajaran y se puso en marcha detrás otra vez.
Edward fue directo al lado de Bella, le dio un fuerte abrazo y lleno su cara de besos.

-              Me creerías si te digo que, a pesar de todo lo que te estoy haciendo pasar, te amo más que a nada en el mundo.

-              No te amaría igual si fueras un cobarde que abandona sus sueños para seguir el camino fácil.

-              Te amo Bella, nunca lo olvides.
Una vez el grupo volvió a estar completo se adentraron al interior del edificio. Edward fue a registrar su equipaje y pedir su boleto en la ventanilla, nunca soltó la mano de su castaña.
Después de media hora dando vueltas por todo el lugar el momento llego, frente a la puerta A7 debían despedirse por tiempo indeterminado.
La primera en abrazar a Edward fue Esme, le susurro al oído cuanto lo amaba. El siguiente fue Carlisle, le dijo lo orgulloso que estaba de ser su padre y que lo esperaba con ansias como colega. Luego fue el turno de Rosalie, le dijo que lo extrañaría y que más le valía comportarse mientras estuviera lejos. Sin darle tiempo a respirar Alice se le tiro encima, le pidió que se acordara de traerle recuerdos y que no olvidara que tenía una esposa a la que responder. Jasper saco a su novia de encima de Edward, le dio un corto pero caluroso abrazo, le dijo que lo extrañaría y le aseguro que todo estaría bien. Emmett le dio uno de los famosos abrazos de oso y solo le susurro al oído “yo la cuidare”, eso significo muchísimo para Edward.
Para el último quedo Bella, que siempre estuvo agarrada de la mano derecha de Edward sin decir nada. Todos se alejaron un poco para darle espacio a la pareja.

-              Te voy a extrañar. –él rompió el silencio.

-              Yo también. Pero podemos superar esto, juntos.

-              Siempre juntos.

-              Te amo Edward Cullen, más que a nadie en este mundo.

-              Te amo Bella Cullen, más de lo que algún día llegare a demostrarte.
Se dieron un fuerte abrazo y un beso demasiado apasionado para estar en público.

-              Te estaré esperando mi amor.

-              Regresare antes de lo que crees y tendremos nuestro felices por siempre.
Se volvieron a abrazar, pero fueron interrumpidos por la voz que avisaba el último llamado para el vuelo de Edward.

-              Adiós.

Adiós. –con un casto beso el cobrizo salió corriendo a la puerta de embarque, choco con un par de personas ya que hasta el último momento sus ojos estuvieron fijos en la delgada figura de su Bella.
Cuando supo que ya no podía verla se derrumbo. Cayó de rodillas al piso y comenzó a llorar de forma audible. En menos de un minuto seis pares de manos la pusieron de pie y la abrazaron con fuerza.

 

hola a todos, aqui estoy de nuevo. mi divino hermano me presto su pc y me he pasado todo el dia escribiendo para cumplirles, espero les guste el capi y no haber desepcionado a nadie. gracias por estar ahi.

saludos.

Capítulo 17: no es cap Capítulo 19: Capitulo 17

 
14445867 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios