Enséñame a ser feliz.

Autor: Bellatrix_Black
Género: Drama
Fecha Creación: 03/08/2012
Fecha Actualización: 19/04/2013
Finalizado: NO
Votos: 13
Comentarios: 48
Visitas: 40292
Capítulos: 24

Bella y Edward se conocen en su último año de universidad. Él un aplicado estudiante de Harvard, ella una estudiante con honores de Yale que cargaba con un triste pasado.

Podrá ese atractivo chico de ojos esmeralda ayudarla a superar el pasado y enseñarla a vivir su presente?

 

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Capítulo 10: Capitulo 9

Capitulo 9

Edward y Bella se levantaron cuando a esta ultima le dio hambre, mientras preparaban merienda para todos se levantaron Jasper y Alice de su siesta, Jasper los ayudo mientras Alice ponía algo de música y observaba.

-              Ahora cuéntanos cómo fue que incendio la cocina. –le pidió Jasper a su amiga, le había preguntado a Alice pero no obtuvo nada.

-              Fue la primera vez que me quede a dormir en casa de Alice, a la mañana de siguiente era domingo por lo que la señora que la cuidaba no estaba, ella quiso hacer el desayuno para todos, me pareció buena idea. Le deje por cinco minutos mientras iba al baña, solo tenía que calentar el chocolate, cuando regrese todos los trapos de cocina estaban incendiados encima de la hornalla. Yosef se despertó por nuestros gritos y se hizo cargo. Mary casi me mata por haberla dejado entrar a la cocina. –Bella lo contaba abatida y hasta algo temeroso al recordar lo sucedido, Jasper y Edward reían.

-              Bella! Cómo pudiste contárselos? –Alice ya estaba haciendo su clásico puchero.

-              Me siento en la obligación de prevenirlos, en especial a Jasper.

-              Claro, todos búrlense de la pobre e indefensa Alice. De mí que siempre estoy ahí para todos y que siempre los asesoro a la hora de vestirse.

-              En serio espera que te agradezca el discutir todos las mañanas al menos media hora?

-              Como si algún día me hicieras caso. –las dos se fulminaron con la mirada mientras los chicos se partían de risa.
Emmett y Rosalie regresaron al departamento de las chicas luego de disfrutar de un par de horas a solas. Cuando entraron se encontraron a sus cuatro amigos riendo en la sala.

-              Que nos perdimos? –pregunto Emmett mientras tomaba una galleta de la mesa.

-              Anécdotas de Alice y Bella.

-              No me digas que me perdí la historia del incendio. –los dos chicos asintieron y Alice lo fulmino con la mirada.

-              Por favor Bellita cuéntame después, cuando no esté la bruja. –la última parte lo dijo sin bajar la voz pero cubriéndose la boca. Bella solo asintió sonriente.
Siguieron conversando e intercambiando anécdotas. Luego miraron una película. Hasta que se hicieron las siete y era tiempo de partir para Rosalie y Edward, los dos comenzaron a despedirse de sus respectivas parejas.

-              Veámonos en la semana? –casi rogo el chico de ojos verdes.

-              No podemos, los parciales comienzan la próxima semana.

-              Solo una hora.

-              Tendrás cuatro de viaje. No quiero ser una distracción.

-              Cariño estas en mi mente las horas del día.

-              Tu también estas en la mía. –Edward la abrazo, discutir era inútil.

-              Entonces el sábado, nuestra primera cita. Prometo traer mis libros y estudiar toda la noche en casa de Emmett. –Bella rio.

-              El sábado entonces. Oh Dios ya me siento nerviosa. –fue el turno de Edward para reír.

-              Juro tratarte como a la reina que eres –se dieron un corto beso en los labios-. Prométeme que te cuidaras.

-              Claro que sí. Tú prométeme avisar cuando llegues, es un viaje largo para hacer en la noche.

-              Es tan extraño que te preocupes por mí, pero me encanta.

-              A mí me haces sentir segura.

-              Lo estas hermosa, no dejare que nada te pase.

-              Lo sé. Llámame o escríbeme en la semana por favor. Te extrañare mucho.

-              Como yo a ti, es por eso que tengo planeado llamarte todos los días. –se sonrieron por última vez antes de dirigirse a la puerta tomados de la mano.
Rosalie y Emmett ya los esperaban al lado de Jasper, los chicos bajarían con ellos y se irían a sus casas para dejar descansar a las muchachas.
Alice y Bella se despidieron de todos, de algunos con un simple hasta mañana y de otros por algo más de tiempo.

-              Cuídate y nos vemos el sábado. –se dieron un último beso y luego ella lo observo subir al ascensor acompañado de los demás de los demás.
En cuanto se quedaron solas se pusieron al corriente de toso lo que había sucedido y como se sentían al respecto. Bella estaba muy feliz y miraba su teléfono cada dos segundos como toda una adolescente, Alice se burlaba de ella, solo para molestarla un poco, estaba feliz de su cambio, se veía tan llena de vida.
Prepararon un par de sándwiches para la cena y comieron delante de la televisión viendo uno de los programas de moda de Alice. luego se despidieron y fueron cada una a su habitación.
La mañana del lunes las dos amigas se despertaron, como de costumbre Alice muy temprano y Bella muy tarde, pero también como de costumbre llegaron temprano al campus. Ahí ya las esperaban Emmett y Jasper, estuvieron hablando un par de tonterías, la mayoría del tiempo Emmett se burlaba de los jugadores de futbol y Alice de sus porristas, o como ella las llamaba, perritas falderas.
Como todos los días se separaron cinco minutos antes de las ocho para ir cada uno a su clase. Bella se convirtió en el centro de atención en cuanto entro al salón de clases, los moretones de su cara se encontraban de un color violeta poco discreto. De inmediato sus compañeras comenzaron a cotillear y formular hipótesis, a ella no le importo no que pudieran decir, así que continúo caminando con la frente en alto.
El profesor al entrar también le dedico una mirada, solo que, a diferencia de los alumnos, este sabia del incidente ya que Sam lo llamo al salir del hospital el sábado. La clase fue dictada con normalidad se hablo del próximo parcial, temas fundamentales y características de la prueba. Al sonar la campana todos abandonaron el salón en estampida, como de costumbre, Bella se quedo unos minutos más a pedido del profesor.

-              Gracias por aguardar un momento Srta. Swan. –el hombre de unos cincuenta años siempre era muy respetuoso con ella.

-              No hay de que profesor. En que lo puedo ayudar?

-              El Dr. Ulley me llamo el sábado por la tarde para comunicarme lo sucedido, me gustaría saber cómo se encuentra y disculparme. –se veía verdaderamente apenado.

-              Estoy perfectamente, no se apene, y no veo porque deba disculparse, usted no tuvo nada que ver y ese hombre ya no hará daño a nadie.

-              Yo le asigne el caso.

-              Insisto, no es su culpa. Además mi cabeza es muy dura. –el profesor sonrió en agradecimiento.

-              El resto de mis colegas sabe de lo sucedido, si se siente mal puede ir a la enfermería o retirarse a su casa.

-              Muchas gracias, pero no quiero perder esta última semana antes de las pruebas. Ahora si me disculpa debo irme o llegare tarde. –así dieron fin a la conversación.
El resto de la mañana transcurrió con normalidad. Los cuatro amigos volvieron a juntarse para el almuerzo en la mesa que usaban normalmente.

-              Oye Bellita escuche por ahí que tienes un novio que te golpea. –comento Emmett cuando las dos chicas tomaron asiento.

-              Yo escuche que estas metida en drogas y te peleaste con tu distribuidor. –comento Jasper.

-              A mi me llego el rumor de que te gusta el sadomasoquismo y que esos moretones te los hizo tu pareja mientras tenían sexo –dijo Alice como si nada-. Ya sabes lo que dicen de las tímidas. –Emmett y Jasper se partían de risa mientras Bella rezaba porque la tierra se abriera debajo de ella.

-              Así que mi hermanito se ha llevado el premio gordo.

-              Emmett! –lo regaño cada vez mas avergonzada.

-              En solo un fin de semana mi hermano te contagio todo su mal humor. –se quejo con un puchero.

-              No creo que se haya contagiado de él, si le llegas a hacer esos comentarios a Edward no vivirás para contarlo. –intervino Jasper.
El teléfono de Bella vibro en su bolsillo, justo se trataba de un mensaje de Edward así que se desentendió por completo de la conversación.
“Como amaneció la mujer mas hermosa del mundo? Sigue bien esa cabecita.”
Sonrió como una tonta al leerlo.
“Yo estoy muy bien, al igual que mi cabeza, la mujer hermosa no lo se. Como estas tu y como ha estado tu mañana?”
Se concentro en la manzana que tenia entre sus manos mientras esperaba la respuesta, sus amigos seguían hablando pero ella no tenía ni idea sobre qué. Poco después de transcurrido un minuto su teléfono volvió a vibrar.
“Muy chistosa. Sabes que para mi no hay mujer que se compare a ti en belleza. Yo estoy bien, extrañándote como un demente. Esta mañana me he dado cuenta de una cosa, soy un orgulloso estudiante de Harvard que sale con una orgullosa estudiante de Yale, eso se considera traición?”
“Yo también te extraño, me siento como si no te viera hace un mes. Respecto a la traición, no lo se. Siempre puedes trasladarte en el segundo semestre para aquí, así tu hermano y Jasper dejarían de ser los mas odiados del lugar. Hablando de tu hermano no ha parado de gastarme bromas en todo el almuerzo, resulta que el cuerpo de alumnos no es muy imaginativo por aquí e inventan cualquier historia tonta para explicar los moretones de mi cara.”
“Es tan extraño, llevamos tan poco tiempo de conocernos y tu ya ejerces en mi mas atracción que la gravedad, no me mal interpretes, me encanta, pero como nunca antes me había pasado me resulta extraño. Dile a los idiotas de por ahí  que solo yo puedo mirarte, podrían dejar de cotillear y tratar de tener una vida propia.”
“Ya se aburrirán para mañana, no te preocupes. Como ya sabes jamás he tenido novio, así que todos estos sentimientos son nuevo para mi. Siempre pensé que las relaciones eran algo sobrevalorado.”
“Jajaja, eres hermosa. Te llamare por la tarde, debo regresar a clases.”
“En ese caso espero tu llamada. Te mando un beso.”
Cuando regreso a la realidad sus amigos se estaban alistando para regresar a clases también.

-              Ya regresaste de Eddylandia? –pregunto Emmett burlándose.

-              También te quiero. –dijo con sarcasmo.
Continuaron las clases de la tarde y luego, a medida que iban terminando, se reunieron a estudiar en la biblioteca. Los parciales estaban muy cerca así que una gran cantidad de alumnos se había quedado después de hora. Lo único bueno, al menos para la mayoría, era que luego de esas dos semanas de prueba comenzaba el receso para por navidad, o sea dos semanas de vacaciones.
A las cinco salieron los cuatro en camino al supermercado, Bella prepararía la cena para todos en el departamento de las chicas. Esme ya le había agradecido el gesto a través de Jasper un par de veces, de no ser por ella su hijo solo comería chatarra. Compraron lo necesario para hacer lasaña, uno de los platillos favoritos de Bella y Emmett.
Al llegar a casa las chicas se cambiaron de ropa mientras Emmett y Jasper se encargaban de poner algo de música. Cocinaron todos juntos, hablando y bromeando, cenaron temprano y luego los chicos se fueron a su departamento a estudiar.

La semana siguió avanzando, cada día mas estresante que el anterior, a medida que se acercaban al fin de semana los alumnos enloquecían por la cantidad de material aun sin estudiar. Bella se encontraba nerviosa, como de costumbre, pero ya tenía todo mas que estudiado, Alice estaba confiada, al igual que Emmett y Jasper.
El viernes Emmett partió directo a casa, al encuentro con su novia. Jasper y Alice tendrían una cita esa noche así que él se iría en la mañana del sábado. Alice por su parte tenia planeado un sábado de tortura para Bella, se aseguraría de dejarla perfecta para su primera cita. Edward le había dicho que pasaría por ella a las seis así que la morocha comenzaría los preparativos desde temprano.

-              Despierta! –grito Alice desde la puerta de la habitación de Bella- Es tardísimo y tenemos muchísimo que hacer. –la castaña abrió un ojo, su amiga ya estaba vestida y arreglada.

-              Media hora mas Al, es sábado.

-              Nada de eso Isabela. Hoy es tu cita con Edward y debes estar perfecta. –una parte de su cerebro le dijo que debía sentirse nerviosa por la cita pero las ganas de seguir durmiendo eran mas fuertes en ese momento.

-              Diez minutos.

-              Tienes lo que demoro en ir a buscar un vaso con agua para arrojarte encima. –abrió los ojos de golpe, solo una vez había usado esa amenaza y la cumplió.

-              Esta bien, me levantare. Conste que te odiare el resto del día.

-              Cuando termine contigo me amaras.

-              Lo dudo. –se levanto de la cama y fue directo a la ducha, el agua que corría por su cuerpo termino de despertarla, el olor a fresas inundo el baño, se quedo unos minutos más de lo normal bajo el agua. Una vez seca se vistió de forma cómoda y fue al encuentro de Alice que se encontraba esperando en la cocina.

-              Desayunaste? –le pregunto cuando la vio sentada en el desayunador.

-              Estaba esperándote. –Bella se encargo de prepararlo sin dar importancia al parloteo de Alice.
Llevo todo a la esa y se sentó al lado de su amiga, se sirvió café y trato de poner algo de atención al discurso.

-              Pienso que deberías usar ese bonito vestido negro que te regale para el día del amigo, con unos tacones rojos quedaría de infarto. –el vestido era realmente botito con cuello palabra de honor, ceñido hasta la cintura, para dar paso a una falda de tela de encaje.

-              No quiero usar taco alto, no me gustaría terminar mi primera cita en una sala de urgencias.

-              Por favor Bella, los tacones te estilizan las piernas y levantan tu cola. –eso fue suficiente para que se sonrojara como tomate.

-              Estoy conforme con mi cola Alice. los tacos no serán de mas de cinco centímetros.

-              Cinco centímetros?! Parecerás una pitufa al lado de Edward! –Alice se sentía indignada, como podría dejarla perfecta si no cooperaba.

-              Es mi última palabra Al.
El resto de la mañana Alice se la paso defendiendo a sus zapatos de tacón alto y Bella tratando de ignorarla. Así estuvieron mientras se encargaban del aseo semanal y luego de las compras.
Almorzaron fuera, daba pereza seguir trabajando luego de todo lo que habían hecho.
Regresaron a la casa y Alice se puso manos a la obra con la sesión de belleza. Lo primero fue un baño de burbujas con sales naturales y pétalos de rosas blancas, algo exagerado a criterio de Bella, de todas formas no la contradijo. Siguió con una serie de productos para el cabello, después fue el turno de las cremas para el rostro, mientras estas hacían su trabajo le practico una perfecta manicure y pedicure.
De regreso en la habitación y vistiendo solo una bata, fue el turno del peinado. Alice aliso el pelo de su amiga, de esa forma le llegaba hasta el final de la espalda. Luego comenzó a aplicarle el maquillaje, eligió una sombra en tonos bronce que combinaba a la perfección con sus ojos chocolate, un deliñado grueso y un labial rojo que resaltaba sus labios haciéndolos ver carnosos.
Cuando solo faltaban quince minutos para las seis, hora en la que Edward pasaría por ella, se vistió con el hermoso vestido y un par de zapatos de taco, no muy altos, color rojo.

-              Te vez hermosa. –Alice estaba que daba brincos de la felicidad. Bella pensó que así se comportaría una madre antes del baile de graduación de su hija.

-              Gracias Al, es todo gracias a ti. –se miro al espejo nuevamente, casi no se reconocía ella misma.

-              De eso nada, tenía una estupenda materia prima. Edward va a caer de espalda cuando te vea.

-              En realidad crees que le guste? –se sintió una tonta al preguntarlo en voz alta.

-              Así vistieras con bolsas de basura él te vería hermosa. –en ese momento sonó el timbre dando la conversación por terminada.

-              Yo voy! Así el impacto será aun mas fuerte. –Alice salió corriendo de la habitación dejando a Bella aun mas nerviosa, lo que la hizo sentir todo una tonta.

-              Bella! Llego Edward! –grito Alice desde la sala fingiendo sorpresa. La castaña tomo el abrigo y bolso y se encamino a lo desconocido.
Edward veía a Alice parlotear sobre lo hermosa que estaba Bella, pero para él siempre se veía hermosa. No presto mucha atención mientras esperaba que su chica apareciera.
Entonces, como si de un ángel se tratara, la vio caminar hacia él por el pasillo. Realmente estaba mas hermosa que de costumbre, si es que tanta belleza se podía definir con esa palabra. Su vestido negro de ajustaba a sus perfectos senos, haciéndolos ver tentadores, la suave tela se adhería a su estrecha cintura y la visión de la suave piel de sus piernas era una constante tentación para su auto control, esa noche sería difícil sin duda.
Bella también estudio su apariencia. Vestía con un jean recto de color oscuro, una remera blanca que se ajustaba a su cuerpo casi como una segunda piel y un saco negro, se veía tentador y sus labios pedían a gritos sus besos.

-              Te vez bellísima. –él fue quien rompió el silencios cuando la vio detenerse a unos pasos de distancia.

-              Tú no estás nada mal. –le parecieron muy graciosa la situación. Por lo general las mujeres lo describían casi como un modelo, Bella en cambio lo veía tal cual era.

-              No soy nada si se me compara contigo –acorto la distancia que los separaba, tomo su mano izquierda y la hizo girar para él. Si que soy masoquista, pensó-. No hay palabra que describa tanta belleza. –Bella se ruborizo.

-              Mejor nos vamos, o se nos hará tarde. –fue la única excusa que se le ocurrió para salir de ahí, los halagos de Edward eran mas llevaderos en privado.

-              Como ordene mi princesa. –le pidió el abrigo que colgaba de su brazo derecho y lo deslizo por sus brazos en un gesto muy de caballeros, luego le ofreció su brazo y una vez se despidieron de Alice salieron del departamento.
En el ascensor ninguno de los dos dijo una palabra. Ella estaba algo incomoda y el podía notarlo. Salieron a la calle y un par de jóvenes que pasaban se fijaron en ella, esa noche tendría que estar muy atento para que ningún idiota intente acercarse a su mujer.
Le abrió la puerta del auto y la ayudo a subir, se apresuro en llegar al otro lado para estar cerca de ella nuevamente. La volvió a estudiar con la mirada, hermosa.

-              Creo que aun no nos saludamos como corresponde. –tomo su suave rostro entre sus manos, la acerco lentamente a él y devoro sus labios con una necesidad increíble. Los dos se dejaron llevar acercándose al cuerpo del otro cuanto les fue posible.

-              Hola. –dijo ella con voz débil por causa de la falta de aire cuando se separaron.

-              Hola hermosa –esa sonrisa de tonto, estaba seguro, no se le borraría jamás-. Ahora si estamos listos para nuestra primera cita.

 

Les dejo los links para que puedan ver lo que uno Bella en su primera cita, se que no soy muy buena para describir ropa.

http://www.modademujer.net/files/2011/07/vestidos-de-noche-3.jpg

http://www.calzado-mujer.es/files/2011/12/Zapato%20mujer%20rojo%20tacon%20bajo.jpg

Capítulo 9: Conociéndote Capítulo 11: Primera cita

 
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