Enséñame a ser feliz.

Autor: Bellatrix_Black
Género: Drama
Fecha Creación: 03/08/2012
Fecha Actualización: 19/04/2013
Finalizado: NO
Votos: 13
Comentarios: 48
Visitas: 40295
Capítulos: 24

Bella y Edward se conocen en su último año de universidad. Él un aplicado estudiante de Harvard, ella una estudiante con honores de Yale que cargaba con un triste pasado.

Podrá ese atractivo chico de ojos esmeralda ayudarla a superar el pasado y enseñarla a vivir su presente?

 

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Capítulo 2: Amigas no, hermanas

-              Apresúrate Bella! –grito Alice en dirección a la habitación de su amiga.

-              Ya voy Al. –se escucho una débil respuesta.

-              No puedo creer que te quedaras dormida el primer día!

-              Todos los, desde primer grado, me pasa lo mismo. Que es lo que te sorprende? –inquirió la chica castaña de penetrantes ojos color chocolate.

-              Bella este es nuestro último año, no podrías hacer una excepción? –pregunto Alice haciendo un puchero lastimero, algo muy común en ella y a lo que su amiga ya era inmune.

-              Es como una cábala Al, quien sabe qué pasaría si justo en nuestro último año de universidad madrugara. –le desordeno el corto y puntiagudo pelo negro.

-              Muy graciosa! –la chica de tan solo un metro cincuenta de estatura uso todo su sarcasmo.

-              Vámonos antes de que te de un ataque y tenga que cargar con eso en mi conciencia el resto de mis días. –el gesto teatral de la castaña hizo reír a Alice.
Caminaron los cien metros que las separaban del campus hablando de todo lo que esperaban que sucediera ese año, bueno al menos Alice hablaba de lo que ella deseaba y Bella la escuchaba mientras en su interior rogaba que todos los sueños de su amiga se hicieran realidad.
Se separaron para ir a sus correspondientes edificios.
Bella entro a su clase, dos días antes había ido a buscar sus nuevos horarios, saludo a su amiga Ángela y a su novio Ben, compartían casi todas las clases desde el primer semestre. Saludo a un par de compañeros más de los que solo conocía sus nombres y siguió su camino hasta el fondo de la clase, el lugar en que se sentaba desde el primer día.
Alice por su parte entro a su salón de clases dando saltitos, saludando a todos los que pasaban a su lado, se sentó en la primera hilera de bancos y espero ansiosa la llegada del profesor mientras hablaba con su amiga Kate.
Esa mañana todos hablaron de los dos chicos nuevos que se unían a la carrera de medicina, todas las chicas los describían como sexys y era obvio que eso no hacía gracia a la población masculina del campus. Alice no podía esperar a la hora del almuerzo para verlos, a Bella los rumores la tenían si cuidado, solo eran tres alumnos que se unían a los miles de chicos del lugar.
La cuarta hora de clases llego a su fin, eso quería decir que las dos amigas podrían por fin encontrarse a almorzar y hablar de cómo iba su día hasta el momento.

-              Bella! ya escuchaste los rumores? –pregunto una emocionada Alice saltando alrededor de su amiga.

-              Cuales rumores Al? –pregunto su amiga mientras hacia la fila de la cafetería.

-              Por favor Bells! Hay dos chicos nuevos, todas dicen que son muy sexys, tienes que haber escuchado algo.

-              Si, es de lo único que hablan las mujeres de este lugar.

-              Y a ti no te interesa. –aventuro su amiga.

-              Porque debería de interesarme, hay más de mil hombres en esta universidad, al menos para una chica cada uno de ellos es sexy, en cambio a mi ninguno me llama la atención, estos dos chicos nuevos deben ser más de lo mismo, no veo porque tendría que emocionarme. –la lógica de Bella era algo molesto para la mayoría de la gente, para Alice era simplemente parte de su personalidad.

-              Qué te parece si comemos en los jardines hoy, aquí está muy concurrido este día? –propuso la castaña al verse frente al abarrotado comedor, todos estaban ahí para poder ver a los nuevos alumnos.

-              Claro amiga. –cualquiera creería que Alice preferiría quedarse para poder hacer lo mismo que los demás, pero un extraño presentimiento le decía que la idea de Bella sería mejor.
Se sentaron bajo uno de los arboles del campus, estaban algo alejada del bullicio de gente, eso le agrado mucho a Bella. Alice no tardo en comenzar a parlotear de cómo fue su primer día. Le hablo sobre el que sería su proyecto del año, tenía que diseñar un vertido de noche, uno de coctel, un traje de oficina y uno de día. Bella le conto también sobre su proyecto, ayudarían a un abogado ya recibido con un juicio, empezarían todo el proceso desde cero y asistirían a las audiencias. Las dos estaban felices por lo que les deparaba el año académico.

-              Ayer hable con mis padres. –comento Alice luego de unos minutos de silencio.

-              Siguen de viaje?

-              Si, están en Egipto, planean regresar dentro de una semana y tal vez hagas escala aquí para visitarnos. –los Sres. Brandon se vieron obligados a pasar ese verano lejos de su hija por cuestiones de negocio.

-              Eso es fantástico, este verano los viste tan poco tiempo.

-              Vienen a visitarnos a ambas. –a Bella le costaba aceptar que los padres de Alice la veían cono a una segunda hija, ella no tenía mucha experiencia con el cariño paternal.

-              Eso es obvio Al, vivimos juntas.

-              Bella, sabes de lo que estoy hablando.

-              Lo sé Al, y créeme. Tus padres han hecho tanto por mí, pagan nuestro apartamento, nuestros gastos, si tan solo me dejaran trabajar medio tiempo.

-              Bella hemos discutido esto por tres años ya, en serio quieres seguir? –en su primer semestre Bella quiso buscar un trabajo de medio tiempo por las tardes para pagar sus propios gastos, Mary y Yosef (los Sres. Brandon) lograron convencerla, con la ayuda de su hija, de que solo se preocupara por sus estudios, era la única forma que tendría de conservar su beca.

-              Solo espero poder pagárselos algún día.

-              Cuando seas una abogada reconocida mundialmente podrás pagar eso y más, aunque no creo que mis padres lo acepten. –lo ultimo lo dijo bajita y aunque su amiga lo escucho prefirió dejarlo pasar.

-              Disculpen señoritas. –las interrumpió una suave voz completamente desconocida. Las dos buscaron al propietario de esa voz y se encontraron con un chico alto, con pelo color miel y ojos celestes. El chico se veía imponente con su postura erguida y mirada penetrante, vestía un pantalón de jean oscuro y una remera azul marino, una ropa sencilla pero prolija y evidentemente costosa.

-              Hola. –fue todo lo que pudo decir Alice antes de sentirse como una tonta.

-              Hola, mi nombre es Jasper Hele y el es mi amigo Emmett –señalo a un chico que está parado a unos metros de distancia estudiando el plano de la universidad, sus músculos eran casi intimidante, eso fue lo primero que las chicas distinguieras, luego al observarlo mejor vieron que su pelo era negro, mucho más corto que el de Jasper, ojos marrón oscuro, tenía unos encantadores hoyuelos en su rostro infantil. Vestía de forma sencilla, al igual que su amigo, y también con ropas de marca-. Emmett, no seas bruto y ven a saludar! –Jasper sabía que eso de pedir indicaciones no era del agrado de su amigo, fue por eso que prefirió quedarse a cierta distancia, pero al haberlo llamado de esa forma no le quedo de otra que responder.

-              Buenas tardes señoritas, soy Emmett Cullen. –a pesar de la forma seria en que intento presentase su sonrisa lo hacía ver como alguien gracioso.

-              Hola yo soy Alice Brandon y ella es mi amiga Isabella Swan. –Bella solo les dedico un asentimiento de cabeza.

-              Estamos buscando una librería para comprar el material del curso, pero en el mapa no aparece ningún lugar con esas características. –confeso Jasper avergonzado.

-              Hay muchas librerías en los alrededores de la universidad, si salen a la calle solo tienes que doblar a la derecha, caminar treinta metros y se encontraran con una. –les sugirió Alice.

-              Si no temen perderse pueden ir a otra que es más económica, salen por la entrada principal van hacia la derecha dos calles, doblan a la izquierda, caminan unas cinco cuadras mas y la encontraran. –les sugirió Bella, a pesar de saber que en ese lugar nadie necesitaba caminar siete calles más solo por ahorrar unos dólares, ella conocía al dueño de la librería y era consciente de que un par de clientes extra no le vendrían nada mal.

-              Muchas gracias, pero creo que mejor vamos a la que está aquí al frente. –a Emmett no le hacía ninguna gracia caminar, así en la otra librería estuvieran regalando lo que el necesitaba.

-              Gracias de nuevo y disculpen la interrupción. –dijo Jasper a modo de despedida, las chicas dijeron un simple adiós y observaron como los chicos se alejaban.
Durante la tarde los rumores no cesaron entre clases, los alumnos estaban muy decepcionados por que los nuevos alumnos nunca llegaron al comedor, Alice se sintió feliz por haber ido a los jardines con su amiga, gracias a eso los pudo ver y conocer al hermoso muchacho de ojos color cielo.
Las clases de Bella terminaron una hora antes de que su amiga, tomo sus cosas y se dispuso a ir a su casa. Llevaba una semana aplazando la llamada a su padre, así que le pareció buena idea hacerlo en ese momento.
Marco el numero de la casa y pidió en su interior que nadie atendiera.

-              Hola. –respondió la voz de una mujer. Era Sue, la actual pareja de Charlie Swan, viuda de uno de sus mejores amigos. Eso le parecía un poco extraño a Bella, pero se dijo que no era asunto de ella.

-              Hola Sue, habla Bella. –la relación entre las dos mujeres era cordial, aunque solo por compromiso. La castaña sufrió la ausencia de una madre durante toda su niñez y a su padre recién ahora se le ocurría buscar novia.

-              Hola Bella, como estas? Como te fue en tu primer día de clases? –no le sorprendió que lo supiera, Seth, hijo de Sue, comenzaba hoy su primer año de universidad.

-              Muy bien, gracias. Charlie se encuentra? –fue directo al punto ya que sabía que sus temas de conversación acababan ahí.

-              Lo siento cariño, aun no llega de trabajar. Si quieres puedo pedirle que te llame en cuanto llegue.

-              Deja, no es necesario, yo lo llamo cuando tena otro momento libre.

-              Claro, como prefieras. Adiós. –la castaña respondió de la misma forma y corto la llamada.
Se había salvado de una incómoda “charla” con su padre, llena de incómodos silencios y palabras sin sentido. Bella amaba a Charlie y le agradecía todo lo que hizo para poder sacarla adelante solo, el problema es que le costaba perdonar el que su padre se haya encerrado en su dolor y no le diera a su hija el cariño y afecto que una niña de tan solo seis años necesitaba. Fue entonces cuando Mary, madre de Alice, se convirtió en su segunda madre, cuidándola cuando estaba enferma, encargándose del almuerzo para llevar a la escuela, reuniones con los profesores y a medida que fue creciente la aconsejo, consoló y escucho. Eran cosas sencillas pero que Charlie simplemente no hacía, él salía a trabajar a primera hora de la mañana y no volvía hasta ya entrada la noche. Bella lo necesitaba, necesitaba un padre, alguien más cercano a ella que la cuide pero su padre nunca estuvo para eso. No supo de sus calificaciones, a pesar de que ella se esforzaba para sorprenderlo, no supo de los actos escolares, en los que ella participaba para que la viera, no supo de su amistad con Alice hasta que la vio quedarse en su casa casi por un mes, no supo de sus problemas en el instituto, las niñas que se burlaban de ella por o tener madre, no supo de su primer beso, ni su primer decepción, ni de todas las universidades que estaban dispuestas a acoger a su hija, no sabía el porqué de la carrera que eligió, ni que durante estos tres años fue la primera de su clase y que si seguía así se graduaría con honores. Eran muchas cosas que ignoraba, cosas que lastimaron a su hija, llenándola de cicatrices que tal vez nunca sanarían.
Alice llega unas dos horas después, se encontró con Bella encerrada en su cuarto escuchando música clásica, eso significaba que su amiga estaba deprimida.

-              Que sucede Bellas? –pregunto con voz tranquila tratando de infundirle esa tranquilidad.

-              Llame a Charlie esta tarde. –Alice conocía de sobra toda la historia, incluyendo la decepción y necesidades de su amiga.

-              Oh, y que te dijo?

-              No estaba, hable con Sue.

-              No estés triste, él te quiere.

-              Pues lo ha disimulado muy bien durante más de veinte años. –le recordó amargamente.

-              Sh, tranquila –Alice abrazo a su amiga para consolarla-, yo estoy aquí y te quiero más que nadie.

-              Yo también te quiero Ally, eres la mejor hermana que alguien puede tener. –después de estar abrazadas unos minutos se separaron más tranquilas y con mejor humor por parte de Bella.

Capítulo 1: Prologo Capítulo 3: Nuevos amigos

 
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