Encuentro inesperado

Autor: emely282
Género: Romance
Fecha Creación: 31/03/2012
Fecha Actualización: 04/03/2013
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 19
Visitas: 27848
Capítulos: 25

Vivir en un lugar pequeño como este en donde lo más interesante seria un día enteramente soleado. Frustrante seria la palabra con la que definiría mi vida en este lugar. Estancada es como se encuentro, sin poder ver más allá de las montañas y el musgo verde, había nacido y crecido en este lugar siempre anhelando huir de este lugar, conocer todo aquello que los libros describían, no existía libro en la biblioteca de este pequeño y decadente lugar que ya no haya leído al menos diez veces ya.

En un día normal y decadente como siempre saliendo a la misma hora, como cada día una fina lluvia y una densa niebla cubría la carretera donde por primera vez en mis veinte años en este lugar sucedió algo mas interesante que un día soleado..
 

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Capítulo 25:

Jacob pov.

 

 

5 años después.

 

El despertador sonó igual que todas las mañanas recordándome que debía comenzar con  mi día o más bien que el día ya había comenzado y me llevaba la delantera. Me levante con toda la pereza posible  y  luego de una ducha fría y refrescante corrí a la universidad  dejando pasar allí la mañana de aquel día. Cuando por fin la jornada termino subí a mi moto recorriendo la ciudad sin mucho que hacer. Me detuve en una cafetería la misma de todos los días donde almorzaba antes de volver a mi departamento y planear el paso siguiente para el resto del día.

 

Saque las llaves del departamento cuando ya estuve en el edificio mientras el ascensor subía a mi piso ya tenia una idea de que hacer esta noche, era viernes así que podría hacer una llamada quizás un par e ir a un buen club con alguna chica de la universidad pasarla bien y luego borrar ese numero de mi celular. Al entrar al departamento todo estaba exactamente igual, incluso la correspondencia descansaba en su lugar tome las diferentes cartas  y les eche un vistazo sin mucha atención hasta que una en especial hizo que mi corazón se detuviera al menos un segundo para volver a latir con total furia.

 

 

 

 

Reneesme Cullen & Alan Jones

Tienen el placer de comunicarte que estas cordialmente invitado a su boda un evento muy importante para ambos al cual no puedes faltar.

Esperamos tu importante asistencia.

 

-así que todavía sigue con el- susurre y  coloque la  tarjeta en una mesa junto con el resto del correo; la tarjeta me había tomado en realidad  por sorpresa luego de aquel día, cuando le demostré mi amor y después desperté  solo en  una cama con únicamente recuerdos que me han acompañado durante estos años . Es una real hipócrita al enviar la invitación. No asistiría y  eso no era necesario discutirlo

-Jacob….Jacob ábreme olvide mis llaves…de nuevo.- y aquí venia la pequeña Leah como siempre causando alboroto. Fui a la puerta y  la abrí mirando un par de piernas y una montaña de libros. No puede evitar reír al mirarla-¿ya abriste? ¿Esta abierta? Jacob respóndeme no quiero estrellarme como la ultima ves.- al escucharla decir eso no pude evitar soltar una carcajada tome sus libros y entonces si pude ver a una linda morena de ojos almendras.

-leah ¿por quien me tomas?

-si fuiste capaz de hacerlo una ves, que lo hagas dos no quiere decir nada.- paso a mi lado y  la  seguí cerrando la puerta con el pie

-di lo que quieras, pero te pondré las llaves como aretes a ver su así no se te olvidan. -coloque  los libros donde siempre

-¿y crees que se me verían lindos?- tomo las llaves de la repisa y se los midió como si de verdad fueran aretes

-dime por que las olvidaste esta vez- coloco las llaves en la misma repisa  y me miro con una sonrisa traviesa

-bueno…yo….es que se me hizo tarde y cuando te iba a pedir un aventó resulto que ya te habías ido

-eres muy despistada

-y  tu un mal compañero, te tenias que quedar dormido igual que yo.-reí a carcajadas al escucharla, leah era una de las chicas mas inteligentes que e conocido, con la habilidad de hacerme reír sin ningún problema, sin contar que era la mejor compañera del departamento que ha existido . Leah llego a mi vida por simple casualidad y desde hay no a salido.- ¿desde cuando tu Jacob Black es tan puntual los viernes?

- no lo se Leah quizá solo sea ya rutina.

-y  hablando de rutinas ¿a que club y  con quien iremos hoy?

-oye  pues no lo se….aun no…es temprano y ya sabes lo que dicen.- la mire y ella sonrío sabiendo que le diría.- La noche es joven- le guiñe el ojo y camine a mi habitación  acostándome en  la cama intentando olvidar el asunto de  la invitación

- oye Jacob…- leah  grito en algún lugar del departamento y luego apareció en mi habitación - tu  papa  al  teléfono- me levante de la cama y  tome  el  teléfono

-¿no sabes que quiere?- le susurre  tapando con mis manos el móvil.

-ni idea…quizá se entero que sobre giraste su tarjeta de crédito.

-shhhhh…leah- le tape la boca con la mano y esta solo sonrío marchándose, negué mirándola y con un respiro hable.

-hola

-Jacob ¿por que tardas tanto para responder?

-es que leah tenia el telefono cautivo

-eso no es cierto- grito a lo que cerré la puerta de la habitación

-bueno el punto aquí no es ese, quería  sabes si vendrás mañana

-no lo creo.

- Jacob eres mi hijo…y quiero  pasar tiempo contigo

- legalmente no lo soy

-¿Quién paga la universidad?

- monetariamente ganas

-¿vendrás si o no?

-  no lo se, tengo que estudiar y….quizá no lo se…por que mejor bella y  tu  no vienen

- Jacob, reneesme…

- papa hablamos luego están tocando la puerta y no se donde se metió leah, hablamos luego- corte la llamada y  volví a acostarme no iría a casa de mi papa y  bella, no  si  ella y  el están allí cosa que no dudo. Ella me quería fuera de su vida y así me mantendría, lo había estado haciendo desde hace ya cinco años, desde aquel día y eso no iba a cambiar.

 

No se cuanto tiempo paso, pero me había quedado dormido. Era entrada la noche y en mi celular había cerca de quince mensajes de chicas diferentes preguntando que  haríamos hoy.

En cinco años había tenido novias muchas, amigas, buenas amigas  y excelentes amigas sobre todo cuando si esta aburrido a las tres de la mañana y  necesitas un  buen revolcón para despejar la mente. Y eso exactamente era lo que necesitaba.

Tome mi celular respondiendo el primer mensaje, me di  una larga ducha  y  luego me fui.

El club estaba genial igual que siempre y  la compañía también, disfrutar  de un par de tragos y bailar toda la noche con una despampanante rubia, sin duda era una buena forma de aclarar la mente.

 

La noche paso y yo ni me había dado cuenta, solo se que desperté en un departamento que no era el mío al lado de una chica que no era la de anoche. Aparte las sabanas sin despertarla y recogí mi ropa esparcida por la habitación, vistiéndome y volviendo a casa.

 

Al llegar fui directo a mi habitación lanzándome a la cama no sin antes borrar el número de la chica con la que fui al  club. En mi celular las chicas ocasionales no las guardaba con su nombre solo el numero y una foto, así no tenia que adivinar quien era quien y no anotaba el nombre, por que para ser franco jamás me los aprendía. Apenas mi cuerpo  toco mi cama el sueño hizo su voluntad en mi.

 

-Jacob….levántate.

-leah déjame en paz.- respondí tapando mi cara con una almohada

-levántate…tu papa esta aquí.

-no digas mentiras leah, no voy a matar ninguna araña si es lo que quieres- aparte la almohada miándola  parada al pie de la cama

-es en serio, esta en la sala esperándote-leah me miraba seria, se veía que no había dormido muy bien

-nos fuimos de fiesta anoche también ¡he!- dije sentándome en la cama

-oye no eres el único con derecho ¿a que hora llegaste? Por que yo llegue a las cinco y no estabas.- mire  el  reloj  al  lado de la cama y  eran exactamente las  8:00 AM

-hace una hora llegue…-leah bostezo asintiendo.

-cool, pero ya levántate que te están esperando – leah agarro  una almohada del piso y me la lanzo dándome en el pecho.

-no inicies algo que luego no vallas a terminas- dije con una sonrisa, refiriéndome a  una guerra de almohadas.

- solo levántate y  deja las tonterías.

-que odiosa eres…- la moleste un poco levantándome de la cama

-sabes como soy cuando no duermo bien- leah volvió a bostezar y  salio  de la habitación arrastrando los pies, yo  me duche rápidamente y salí de la habitación encontrándome con mi papa sentado en la sala como leah había dicho.

-hola - mi papa volteo y me miro

-buenos días Jacob

-¿pasa algo? –pregunte acercándome a el

-reneesme volvió de los estados unidos….-mi papa iba a continuar hablando  pero lo interrumpí

- ¿reneesme estaba en los estados unidos?- mi papa me miro y sonrío. Era obvio que no sabia absolutamente nada de ella en estos últimos años, pero si me sorprendía saber que  no había estado en el país durante todo este tiempo y lo mas seguro se había ido con el…payaso de Alan. Por un momento los celos me atacaron pero luego los deseche.

- si  - el silencio se hizo por un momento entonces mi padre volvió a hablar-se va a casar Jacob – me miro serio y yo suspire deseando que la noche no hubiera terminado pero no era así. Me incline un poco a la mesa de centro tomando la tarjeta y mostrándosela.

-ya lo se.- mi papa tomo la tarjeta examinándola con detenimiento. Ignore sus acciones y  me recosté en el mueble echando mi cabeza a tras mirando el techo- igual no iré, debió ahorrarse el teatro y el papel.

-¿llamaras?

-¿llamar? ¿A quien?

-aquí hay un numero- mire a mi papa y este me extendió una tarjetilla de presentación, le había tomado tan poca importancia que no note que estaba dentro del sobre. Tome la pequeña tarjeta y  la leí -“por favor llama es importante”- eso decía la tarjeta junto con  un numero

-no llamare- lance la tarjeta a la mesa de centro y  volví a mi posición anterior

-Jacob en serio ¿te quedaras sin hacer nada?

-si…realmente no entiendo por que te importa tanto, ya tu eres feliz con bella, tu vida esta completa.

-¿y la tuya que? ¿Eres feliz?

-si

-no me mientas

-¿tengo obligatoriamente  que estar con ella para ser feliz? Puedo ser feliz con cualquiera - así como ella podía ser feliz con su prometido de estilete. Nadie podía negarme que no fuera así, esa invitación era la prueba de todo-

-Jacob – mire a mi padre y el a mi

-no iré y tampoco llamare, no me interesa- la conversación ya me estaba molestando, realmente me estaba molestando- ¿a eso viniste?

- en realidad no…quería verte y  bella te envió pie - mi papa señalo la mesa de la cocina

-¡hu! ¡Pie! – me levante enseguida  hacia la cocina buscando un cubierto y sentándome a comer el pie.

-isabella quiere saber cuando te volverá a ver.- mi papa se acerco a donde yo estaba sentándose frente a mi.

-cuando pueda.

-con eso te refieres a cuando dejes de esconderte

-no me escondo papa, solo……evito momentos incómodos.- mi papa me miro  fijo y luego suspiro negando levemente

-por que no se lo has dicho…sabes que cambiaria la situación completamente. ¿Que esperas? Esta es tu ultima oportunidad- mi papa coloco frente a mi la tarjetilla.

-¿y  por que no lo has hecho tu?

-por que…rehúye la conversación  y  dice que no quiere saber.

- hay lo tienes, lo mismo me pasa.

- fuiste insistente

- lo intente lo suficiente…y ahora  mas que ante se que no le interesa. Que jamás le intereso escuchar lo que tenia para decirle.

-Jacob yo creo que…

-papa solo dejemos las cosas así…eso no era lo que tu y bella querían desde un principio, pues ya lo tienen. Reneesme tiene una vida y yo tengo otra, ninguno a muerto por  no estar con el otro y estoy muy seguro que no sucederá.- mi papa me miro resignado dejando allí la conversación. Luego de que se marcho yo aun seguía sentado en la mesa mirando la pequeña tarjeta, mientras que mi cubierto juagaba con lo que quedaba del pie.

Puede que mi papa tenga razón…pero yo si lo había intentado, claro que su actitud no ayudaba en nada, más bien empeoraba la situación  solo hacia que me comportara como un patán, y decirle que en realidad no había ningún impedimento para estar juntos se volvía difícil. ¿Llamo o no lo hago?  No, para que llamaría. Pero y si lo hago ¿Qué le diría? Y que me garantizaría que ella escucharía….aunque la tarjeta diciendo llámame lo hacia. De todos modos no tenía nada que decirle. Así que volvía a mi idea inicial, no llamaría.

 

Los días pasaron normales y el tema quedo olvidado al menos para mi todo estaba como antes.

 

Era miércoles en la tarde y yo estaba regresando de la universidad cuando me encontré con una enorme caja sellada que doblaba mi estatura frente la puerta de mi departamento, suspire profundo  y entre al departamento dejando mis cosas allí y  luego  hice lo que pude para meter la enorme caja al departamento, no tenia que adivinar su contenido pues a uno de los lados  decía “Milán” así que solo podía ser de una persona. Luego de media hora haciendo que la caja entrara por la puerta la deje aun lado de la sala  y  fui directo a la habitación de leah y  toque la puerta.

-leah ya llego….es mas grande que la de la temporada pasada y  es toda tuya.- dije en la puerta consiguiendo que esta se abriera inmediatamente y una leah corriera directo a la sala. Suspire y la seguí con flojera

-¡Ho mi dios!- leah veía la enorme caja como si de un diamante se tratara. Abrió la casa y  entonces todo fue como si un  volcán hubiera echo erupción. Había ropa por todos lados, zapatos, bolsos, vestidos etc.- amo a tus padres sabias eso… ¿ellos no querrán adoptarme?

-créeme no quieres estar en mi familia- la mire mientras tomaba un poco de agua. Ella  tomo poca importancia a lo que dije y continúo con su festín de ropa. Cada temporada mi mama enviaba parte de su colección. No podía permitir que su hijo no estuviera a la moda. Eso decía ella, pero la verdad es que muy poco la usaba y mucha de esa ropa terminaba para caridad, aunque la caridad ya no tiene ropa de alta costura desde que mi mama se entero que tenía una compañera de departamento que la idolatra así que tenía eso como excusa para enviar  mucha mas ropa.

 

Personalmente pienso que es una forma de sentirse buena madre, por haberse ido luego del divorcio. Realmente no me importaba ella era feliz y yo también, nunca fui muy dependiente de mis padres así que no me incomodaba, cada uno había tomado un camino y era feliz, ami solo me quedaba  pues elegir un camino y  ser feliz también  o no.

 

Leah parecía una niña en un parque de diversiones, mucho más cuando encontró la colección de joyas, los zapatos quedaron en segundo plano para ella.

 

-leah cuando termines…metes lo que sea para mi  en la caja, voy a salir.

-esta bien, lo dejare en tu  habitación.- respondió sin mirarme sus ojos solo se concentraban en una diadema de diamantes que dudaba que algún día se pusiera. Tome las llaves de la moto y cuando abrí la puerta di un paso atrás sorprendido al ver quien estaba en la puerta de pie con el puño levantando. Al parecer había abierto la puerta antes de que la tocara.

-Jacob.- le mire fijamente  preguntándome ¿que rayos hacia aquí? y ¿como demonios sabia donde vivía?

- Alan – mi mirada era fija y cautelosa, ¿Qué querrá? ¿Acaso le paso algo a reneesme? Y si es así ¿por que vendría a mí?

- al parecer llegue con suerte.- me miro dándose cuenta que tenia intenciones de salir

-¿te puedo ayudar en algo?

- necesito hablarte ¿puedo pasar?- lo mire unos segundos mas y luego mire a dentro y el desastre que era la sala, sin contar que leah parecía ser  gollun en  estos momentos.

- mejor hablemos en otro lugar. Hay un café cerca de aquí si no te molesta

- no, en lo absoluto me parece muy conveniente además….

-si, si esta bien- le interrumpí cerrando la puerta y caminando al elevador, no es por ser mal educado, bueno quizá un poco el tipo no me caía bien pero su parloteo me agradaba mucho menos aun.

En el trayecto, mientras salíamos del edificio hasta que llegamos al café ninguno pronuncio palabra. Al llegar nos sentamos en una mesa, pedí un café y  el silencio volvió a reinar entre nosotros, jamás había vivido un momento mas extraño como este. El no hablaba y yo  no tenia muchas ganas de escuchar tampoco….pero algo me decía que si seguía así la situación jamás saldríamos de allí y pasar tiempo con el era lo que yo menos quería.

-          así que…Alan ¿me querías decir algo?- el me miro y pareció pensar una ves mas si decir lo que tenia que decir o no.

-          Es solo que….no se como comenzar- y es que era gay el tipo, que hombre en su sano juicio le dice a otro algo como eso ¡rayos! Ira a decirme que esta enamorado de mi o algo como eso….por un momento entre en pánico, pero era totalmente absurdo pensar eso.

-          Por el principio quizá- lo mire moviendo mi pie debajo de la mesa de forma insistente.

-          Pues…-respiro profundo y me miro de nuevo, que no me diga que me ama, que no me diga que me ama.- quería pedir tu aprobación para casarme con reneesme.- lo mire frunciendo el seño y  mi pie debajo de la mesa pareció quedar muerto pues deje de moverlo instantáneamente, el pareció notar la sorpresa en mi y continuo hablando- yo envíe la tarjeta de invitación, aunque reneesme no quiso, realmente no sabe que lo hice, y también deje la tarjetilla con mi numero esperando que llamaras pero no lo hiciste, así que tuve que venir aquí.- así que reneesme no tenia en sus planes invitarme a su boda, eso de alguna forma me había dolido un poco.

-          ¿Por que quieres mi permiso? El que importa es el de Edward no.

-          Si, pero…yo se que eres una parte importante en la vida de reneesme, así que me gustaría que me dieras tu aprobación y asistieras a nuestra boda también.- estuve apunto de partirme a carcajadas pero  no lo hice pues al parecer hablaba en serio.

-          ¿Parte importante en la vida de reneesme?- bufe - por favor  no me quería invitar a su boda y crees que soy una parte importante en su vida- dije sarcástico, este tipo si que era un idiota y no se daba cuenta que era lo peor.

-          Se que ella y tu están molestos – lo miraba y el ami con completa atención- no se cual es la causa pero mi  tarea es hacerla feliz y me gustaría que asistieras a la boda….como….el  padrino.

-          ¿Qué? ¡Ja! Y ¿tu crees que eso hará feliz a reneesme? No la conoces entonces.- lo mire serio esta ves era mi turno de hablar.- escúchame bien Alan a reneesme no le interesa tenerme en su vida y a mi no me interesa formar parte de ella, van a casarse y los felicito pero no voy a asistir y mucho menos seré el padrino. Espero que sean muy felices y si quieres mi permiso pues ya lo tienes. Estoy seguro que la harás muy feliz, pero un concejo si….cuando ella dice que no quiere algo o a alguien, mas  si  se trata de mi hazle caso, no hay nada peor que los secretos en una relación.- me levante de la mesa dejando  algo de dinero notando que venia una chica con mi café y me marche, dejándolo allí sentado impactado por mis palabras. Volví a mi departamento y  todo estaba en completo orden agradecí eso por que no tenia intenciones de tener que explicarle nada a nadie.- el padrino, por dios si el supiera la verdad estoy seguro que jamas en su vida se le hubiera ocurrido tal tontería.- dije en voz alta en mi habitación mientras me acostaba en la cama, era obvio que reneesme quería a ese tipo, no solo por que se iban a casar si no por que lo protegía, lo mantenía ingenuo alejado del caos que formábamos ella y  yo juntos.

 

Las semanas y  meses tuvieron que  pasar  para que todo volviera a su ritmo, incluso leah encontró la bendita invitación y se armo con toda su necedad intentando convencerme de ir pero no lo logro. Estuve apunto de gritarle la verdad  pero por el poco autocontrol que tengo y  reconozco que es así, no lo hice.

Leah y yo éramos excelentes amigos muy buenos realmente nadie me entendía como ella pero hasta los mejores amigos del mundo tienen sus secretos, es parte de quienes somos y  del  por que  somos como somos.

 

-          ¿seguro no iras?

-          Leah estoy comiendo, hace tres meses te lo deje claro nooooooooo- la mire ya cansado de el tema-

-          Es la próxima semana.

-          Dije que no- respondí seco comiendo mi pasta, leah dejo la tarjeta de invitación frente a mi y se marcho- creí haber dicho que la botaras – leah se hizo de oídos sordos  y salio ignorándome- bueno si ella no quiere, entonces tu y yo podemos jugar encestadas.- deje el cubierto a un lado y  tome la invitación volviéndola una pequeña pelota de papel, observe fijamente el bote de basura frente a mi y haciendo un movimiento de baloncesto lance la pequeña bola de papel metiéndola en la basura.- heeeeeeeeeee – decía con la voz grave casi inaudible colocando mis manos alrededor de mi boca simulando el barullo de la multitud.- Jacob Black el mejor encestador del mundo heeeeee- me aplaudí e hice reverencias a un publico inexistente  para luego terminar de mi comida y salir corriendo a la universidad  hoy terminaba los examenes finales, solo un par de exámenes mas y listo, dos meses de vacaciones que estoy seguro pasaría lejos de Londres sin contar que la temporada de béisbol comenzaba pronto y tenia que ir a apoyar a mi equipo. Con entradas gratis toda la temporada era lo de menos.

 

Luego de dos horas enteras resolviendo un examen casi imposible de matemática salí victorioso. Mire mi reloj y tenia cuatro horas mas hasta el examen de lingüística  iba ya camino a casa cuando, por mi mente pasó si yo tenía el libro de lingüística en mi morral, yo estaba casi seguro que si, pero la duda seguía allí así que me vi obligado a estacionar la moto para poder verificar, que no…el libro no estaba allí. Fui directo a casa y  puse literalmente todo el departamento de cabeza buscado el libro pero no estaba, no podía perder mi tiempo en un libro, había estudiado si, pero estamos hablando de lingüística no era mi fuerte y  tenia que repasar.

 

Entonces solo hice lo que me pareció más lógico, ir a la biblioteca.

 

La ultima biblioteca en la que había estado sin duda era la de mi padre en los estados unidos, había olvidado por completo como rayos funcionaba una, tuve que solicitar un carnet y rogarle a la encargada que me lo entregara el mismo día, solo necesitaba un maldito libro de lingüística que tan difícil es decir  “están por allí pasa”. Al parecer era mucho, muy difícil. Luego de dos horas perdidas en un libro pude sentarme y leer tranquilamente para estudiar, pasar el examen y luego olvidarme de los estudios al menos por dos meses.

 

Estaba apunto de quedarme dormido luego de leer una y otra ves el mismo capitulo, cuando el silencio de la biblioteca fue roto por un ruido fuerte. Como el de dos carros al chocar. Intente espabilarme y seguir con mi lectura cuando el ruido aumento, algo había pasado eso era seguro. Deje el libro a un lado y  salí a mirar que nada hubiera chocado mi moto estacionada al otro lado de la acera. Pero la situación era otra, un pequeño convertible había chocado de frente contra un camión y que choque, sentía pena por el dueño del convertible el auto estaba casi destruido. Impactado por la magnitud del choque solo me limite a observar, hasta que dos personas; dos hombres ayudaron a sacar al conductor del convertible y entonces fue cuando mis manos y pies cobraron vida, corrí bajando las numerosas escaleras de la entrada de la biblioteca y me hice paso entre la multitud que observaba.

-llamen a una ambulancia- grite abriéndome paso hasta llegar a los dos hombres que colocaban en el piso a la victima del accidente. Me arrodille a su lado quitando mi chaqueta y colocándola en su cabeza.

-¿Jacob?- su voz apenas si fue audible, la sangre salía de su sien  y su frente en cantidades que jama había visto en mi vida.

- me puedes decir que rayos haces…- lo mire con los nervios de punta- Alan el matrimonio no debe ser tan malo, al menos no para buscar matarte.

-Jacob…-sus ojos casi se cerraban.

-no te duermas Alan….demonios que llamen a una maldita ambulancia- demande  sosteniendo a Alan en mi regazo, mientras su respiración era casi imperceptible  y su vista no se enfocaba en ningún lugar.

-ya  esta cerca una señor- me dijo alguien con  la vos llena de lastima.

-Alan escúchame… no puedes cerrar los ojos, no cierres tus malditos ojos.

-Jacob….cuídala.

-no, no digas eso. ¡Es que acaso no la amas! No cierres tus ojos  por ella.

-cuídala.

-eres un imbecil Alan….tu...Su estupido prometido de estilete, no la mereces; no mereces a reneesme, si la quisieras lucharías y vivirás por ella, no me dirías que la cuidara.- lo miraba sosteniéndolo con algo de fuerza, con los nervios de punta y la rabia corriendo por mis venas. Mientras el  estaba allí en mi regazo pálido respirando poco y  para alterar mas mis nervios cubierto de sangre,  por su sien y  por las costillas, maldito tipo, mal conductor idiota hasta en el ultimo momento, como podía hacerle algo así a reneesme. Ahora más que antes me molestaba su presencia. El ruido de una ambulancia acercándose llego a mis oídos. De un momento a otro cuatro pares de manos aparecieron colocando a Alan en una camilla y alejándome para poder realizar su trabajo.

-¿conoce al hombre?- pregunto uno de los paramédicos mientras yo recogía mi chaqueta manchada de sangre del suelo.

-emmmm…algo- dude al responder

-acompáñenos por favor, para que llene la documentación requerida.- mire al hombre y lo seguí a  la ambulancia sentándome al lado de uno que conectaba aparatos a Alan mientras el otro le colocaba una mascarilla para respirar.

-¿estará bien?- me atreví  a preguntar

- al parecer un vidrio del parabrisas esta cerca de su corazón, esta débil debemos llegar al hospital cuando antes.- respondió uno de los hombres sin siquiera mirarme y yo guarde silencio mientras  la ambulancia echaba a andar encendiendo su molesta y escandalosa  sirena.

- Jacob…-Alan levanto poco su cabeza apartando con su mano débil y temblorosa la mascarilla- mi destino no es estar con ella……cuídala, yo la amo pero se y ahora estoy muy seguro que solo tu puedes darle todo el amor y quizás mas del que yo estaba dispuesto.- volvió a recostar su cabeza cayendo desmayado. Dejándome impresionado por sus palabra, completamente en shock. Maldito londinense siempre tan propio incluso  batallando entre la vida y la muerte.

- debemos ir de prisa lo perdemos…- dijo uno de los paramédicos por una ventanilla haciendo que la ambulancia andará  mucho mas rápido que antes. Al llegar al hospital yo fui completamente invisible. Los paramédicos se encargaron de Alan llevándolo de inmediato a terapia intensiva.

 

Di un par de vueltas por  toda la sala de espera luego de llenar los documentos requeridos, sin  poder decidirme que hacer. Después de todo termine llamando a mi padre y contándole la situación, odiaba ser el mensajero de malas noticias.

 

-Jacob.- la voz de mi padre hizo que le me levantara de inmediato de mi lugar mirándolo con alivio.

- ¡TU!- y el alivio se fue completamente al ver  reneesme acompañada de Isabella y echa una furia.- ¿TU QUE LE HICISTE?

- yo no e echo nada reneesme- la mire mientras ella se acercaba a mi hasta impactar sus puños contra mi pecho mientras sus lagrimas no tardaban en salir de sus ojos.

- TU DEBES SER EL RESPONDABLE DE TODO ESTO…QUE LE HICISTE A ALAN.

- que no le e echo nada reneesme.

-  es mi prometido…nos vamos a casar en una semana…todo iba perfecto y tenias que aparecer tu…que le hiciste- reneesme golpeaba mi pecho con sus pequeños puños mientras lloraba, no pude evitar abrazarla me partía el alma verla a así.- no me toques, no me abraces- se alejo de mi bruscamente- todo esto es tu  culpa. TU CULPA JACOB ESTOY  SEGURA  QUE  TU  PLANEASTE  TODO ESTO Y AHORA CREES QUE PUEDES HACERTE EL BUENO…LARGATE DE AQUÍ  JACOB TU ERES EL ¡¡CULPABLE!!- reneesme me gritaba con miles de lagrimas corriendo por sus mejillas, mi padre se acerco a ella y la abrazo intentando calmarla y ella solo lo acepto escondiendo su rostro en su pecho  sin parar de llorar.

-ven Jacob, salgamos un momento de aquí- bella llego a mi  y sonrío delicadamente tomando mi mano y guiándome fuera de la sala de espera.

-yo no  fui bella….

-lo se, reneesme solo esta en shock necesita culpar a alguien.- bella suspiro- y creo que tu has estado en el momento y  el lugar menos indicado.

-yo solo fui a la biblioteca.-  dije en un suspiro, bella me sonrío un poco

-es una suerte que estuviese allí, no imagino como nos enteraríamos de lo sucedido sin ti.

-créeme bella que no es un placer, dar malas noticias.

- estoy segura que no.- bella y  yo nos quedamos en silencio allí parados  a un lado de la puerta de emergencia.- Jacob, creo que deberías volver a casa y cambiar un poco tu aspecto.- la mire y luego mi ropa.

-pareces salido de una escena del crimen.- bella  me miro y sonrío delicadamente. Tenia toda la razón mi camisa y mi chaqueta estaban manchadas de sangre- te mantendré informado si algo sucede.

-¿pero y  reneesme?

- estará bien, Edward y yo la cuidaremos además creo que debes descansar un poco de este drama.

-bella como crees que me iré…en un momento así-  mire a bella completamente serio

-solo ve, descansa un poco, aclara tu mente y  vuelve luego.

-pero…

-hazlo. No te preocupes por ella

- como me pides que no me preocupe por ella bella es algo que no puedo evitar, no me quiero marchar.

- yo se que no, pero reneesme tiene los nervios de punta. Y si no queremos un asesinato real aquí me harás caso.- mire a bella con intenciones de protestar pero guarde silencio y termine llamando un taxi para volver a casa. En todo el trayecto no podía sacar de mi mente la imagen de las últimas horas el choque, las palabras de Alan, la reacción de reneesme sus lágrimas y el dolor que eso me causaba a mí con solo verla.

- ¡Jacob por dios! ¿Qué te sucedió? ¿Estas bien?- leah se levanto de un salto al verme entrar en el estado que estaba.

-no quiero hablar.

-pero por dios Jacob ¿estas bien?

-leah si no estuviera bien, no estaría aquí. No quiero hablar si- le pase por un lado y me encerré en mi habitación. Me di una larga ducha y luego me recosté en la cama no conseguía pensar solo quería saber como estaba reneesme, ella nada mas me importaba en este momento. En mi mente no podía imaginar que sucedería con reneesme si Alan no se recuperaba.

 

El sueño reino en mí de repente y no pude hacer más que ceder ante su poder. Cuando pude despertar eran ya  de madrugada no podía creer que me halla quedado dormido. Me levante y vestí rápidamente, pedí un taxi y  fui  a buscar mi moto, daba gracias que siguiera allí cuando llegue y que no me habían multado.

 

-Jacob.

-papa.- me acerque a mi padre sentado en la sala de espera con reneesme acostada en su regazo totalmente dormida.- ¿a cambiado algo?

- esta en el quirófano…al parecer  uno de los vidrios con el impacto llego casi al corazón o  eso mas o menos entendí yo cuando hablamos con el doctor.- camine hacia el  y me senté a su lado.

- ¿y bella?

- le pedí que fuera a casa

-Y reneesme por que no ha ido

- es muy terca no se a querido mover de aquí para nada.-mire a reneesme dormida en el regazo de mi padre y  mi corazón se enterneció completamente, no recordaba la ultima ves que la vi dormir estando tan hermosa. Sabia que la situación no era adecuada para pensar aquellas cosas pero no podía evitarlo.

- ¿y el tipo que no deja de vernos?- mi papa me miro y luego al hombre sentado  a unos pocos asientos de nosotros

- es el conductor del camión, esta aquí por que se siente un tanto responsable por haberse pasado el  semáforo en rojo, aunque yo creo que esta mas preocupado por que reneesme le a gritado en la cara que soy abogado y que lo demandaría apenas Alan se recupere.- sonreí un poco si, ero es algo que podría esperar de reneesme estando molesta.

- ¿crees que se recupere?

-no hay muchas esperanzas de ello…al menos los doctores no la dan.

- me preocupa.- mire a mi papa y luego a reneesme- no quiero que sufra y menos por un imbecil que no me cae bien

-Jacob respeta  un poco si

- es la verdad.- mi papa negó y suspiro estaba demasiado cansado como para discutir, las horas pasaron y pasaron  hasta que llego un nuevo día, mientras mi padre y yo seguíamos sin tener ningún tipo de noticia. Los padres de Alan llegaron al hospital  volviendo la situación mas privada que nunca, logrando que me sintiera desplazado no solo por la forma tan monumental en que reneesme me ignoraba si no por que realmente era un asunto privado.

 

Alan sobrevivió a la operación pero seguía en terapia intensiva. Eso me había dicho bella  pues yo había dejado de ir a hospital, realmente no tenia nada que hacer allí.

 

Hasta que bella me dijo lo que yo no esperaba el doctor había ido a decirles solo malas noticias. Jamás pensé sentirme tan mal al escuchar las palabras “hicieron todo lo posible pero su corazón no lo  resistió”.

 

El día de su funeral, estuve y no estuve como tal, mientras todos lloraban vestidos de negro escuchando a un sacerdote pedir por que su alma fuera recibida en el cielo. Yo observaba todo de lejos, deseando estar allí al lado de reneesme para poder abrazarla pero aun así solo me limite a observar y marcharme antes de que todo terminara. Con los días intente concentrarme en otras  cosas pero no podía al menos había podido realizar el examen  de lingüística que perdí, pero mi idea de disfrutar las vacaciones estaba ahora muy, muy lejos.

 

La preocupación me ganaba y  no  resistí mucho para ir a casa de mi papa a ver como se encontraba.

 

-Jacob- bella fue quien me recibió, con una sonrisa triste en su rostro

- ¿Cómo han estado por aquí?- bella suspiro dejándome entrar, era una pregunta tonta la mía.

- deprimidos

-¿y reneesme?

- en su habitación…puedes ir a verla si quieres.

-¿crees que quiera verme?

- no quiere ver a nadie, pero yo creo que el hará bien hablar con alguien mas aparte de conmigo y Edward.

- ¿y  mi papa?

- esta en la oficina, seguro no tardara en llegar…no soporta estar tan lejos de reneesme en estos momentos.- asentí  escuchando a bella mientras caminábamos  a la habitación de reneesme. Cuando llegamos  bella abrió la puerta, en silencio entre y la habitación estaba en completa oscuridad ecepto por una pequeña lámpara de noche que brillaba cerca de la cama, mostrando vagamente  un vestido largo y blanco tendido sobre una silla y en la orilla de la cama acostada cubierta hasta los hombros por la sabana se podía ver a mi pequeña Ness, con una mano saliendo de la cama rozando con la punta de sus dedos el suelo.

- dije que no quería hablar con nadie.- su voz era casi inaudible…triste sin vida.

- a mi no me lo dijiste.- el silencio reino por unos minutos antes de que volviera a hablar

- lárgate…no tienes nada que hacer aquí- lentamente me acerque a su cama quedando arrodillado frente a ella

- estoy preocupado, por ti- hable suave, mientras su rostro reposaba en las almohadas con el cabello cayéndole a los lados.

-lárgate – respondió sin mirarme, sus ojos se clavaban en algún lugar dentro de  su oscura habitación

- no lo are.

- lárgate

- no lo are.

-Jacob, esto no tiene nada que ver contigo…lárgate, déjame ser miserable.

- si tiene que ver conmigo, por que el explícitamente me pidió que te cuidara.

- no hables en su nombre, no tienes ningún derecho- sus ojos me miraron fijo tristes,  llenos de lagrimas a punto de ser liberadas

- Ness – intente acariciar su mejilla pero ella aparto su rostro escondiéndolo en la almohada. Aquello me dolió más que miles de palabras que pudiera llegar a decirme.  Me levante y acerque un poco mas besando su cabeza y salí de la habitación escuchando como comenzaba a llorar.

 

A lo largo de seis meses no deje de ir un solo día a verla su estado no parecía mejorar con el pasar de los días, cosa que solo aumentaba mi preocupación, no hablábamos en lo absoluto solo me quedaba allí en la oscuridad de su cuarto a su lado obligándola a comer, a pesar que se negaba y decía que no quería no discutía como tal, no tenia fuerzas y su tristeza era mayor.

 

Pasaban semanas enteras en las que yo no volvía a mi departamento solo por quedarme a su lado y ella con el tiempo dejo de pedirme que me largara. Incluso había días en los que tenía que llevar mis libros  para estudiar y fue así que poco a poco comenzó a hablar, comenzó a moverse y por fin salía de su  habitación, dejo que entrara la luz a si cuarto y se le podía ver sonreír de ves en cuando pero no reír.

 

-Jacob me alegra mucho que hallas estado con reneesme todo este tiempo.

- no pude evitarlo- me encogí de hombros sonriéndole, mientras reneesme estaba sentada al lado de mi padre, habíamos organizado un día  de campo. Bueno  reneesme lo había echo.

- Jacob  vamos por un algodón de azúcar- reneesme me miro y yo asentí con una sonrisa

-¿del rosado o del azul?

-mitad y mitad.- Ness me miro con una sonrisa enorme

- y como crees que lograre hacer eso

- ese es tu problema- respondió reneesme encogiéndose de hombros

- eres una niña malcriada- le dije a tono de juego. Y ella hizo puchero escondiendo su cara en el pecho de mi papa sollozando. – no, Ness era juego…no es cierto te conseguiré uno de todos colores si quieres.- me apresure a arreglar un poco las cosas.

- ¡ja! – Levanto la cara mirándome con una sonrisa- págame pa. – mi papa saco de su bolsillo cierta cantidad de dinero y se lo entrego. Yo mire a bella y ella a mi negando con una leve sonrisa.

- jamás crecerán.

 

El tiempo pasó y poco a poco las cosas se arreglaron reneesme y yo teníamos una relación de amigos, nuestros padres estaban felices aunque con cada mirada que me daban en el fondo preguntaban ¿Cuándo le dirás? Termine mis estudios  en la universidad así que leah, reneesme y yo nos fuimos de fiesta ese día. Mágicamente leah y reneesme se llevaban de maravilla cosa que me asusto un  poco pero mi Ness era feliz y yo lo era por eso.

-          Ness, ven acá – nos llamo bella en la sala mientras mi padre y yo mirábamos un partido de fútbol en la TV

-          Ya voy.

-          Apúrate por favor. 

-          Hay voy, hay voy...- reneesme apareció en la sala de estar mientras mi papa y yo continuábamos mirando el partido, eran los últimos segundos ambos equipos empatados, solo faltaba un gol y nuestro  equipo seria campeón del mundo.

-          Edward y yo queremos decirles algo- hablo bella pero mi papa y yo continuábamos concentrados mirando el partido. Uno de los jugadores hizo su movida, se encontraba ya parado frente al arco dispara el balón de una patada, el portero se lanza en el aire para agarrara…………y entonces la TV se apago.

-          ¡¡¡¡Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!-gritamos mi papa y yo.

-          Bella no… por que préndelo, préndelo.- le rogábamos mientras ella solo nos miraba seria

-          No, me escucharan y luego verán los resultados.

-          Bella amor solo un momentito, vemos la repetición y podrás decir todo lo que quieras-  le dijo mi papa y ella no cambio su postura. Mi padre me miro y yo a el y suspiramos.-tu ganas.

-          Reneesme siéntate por favor.- Ness se sentó a mi lado y yo pase mi mano por encima de su hombro mirando a bella.-Edward y yo, creemos que ya es tiempo.- Ness y yo nos miramos  sin entender, ¿tiempo de que?

-          Ha si. creemos que deberían tener esto.- mi papa se levanto y  busco sus llaves entregándonos un par a nosotros.

-          ¿Unas llaves?

-          Si Ness unas llaves

-          Wao….es una gran herencia una llave.

-          Reneesme, deja el sarcasmo y escucha.-demando bella.- esas llaves son las llaves de la casa que esta en forks- al escuchar el nombre nada  vino a mi cabeza, pero luego fui recordando, la pequeña casa…el pueblo.

-          ¿Por que?-pregunte extrañado

-          Por que….-bella miro a Edward y este la abrazo por la cintura- por que creo que es tiempo de que alguien le de vida. Es cuestión de ustedes decidir quien lo hará.

-          Ma, esto es algo muy importante.

-          Lo se chicos.- bella sonrío y salio del lugar.

 

 

 

 Reneesme y yo no hablamos nunca acerca de eso, por un tiempo nos separamos yo viaje a los Ángeles para estar con mis abuelos un tiempo, dejándola a ella en Londres. Hasta que un día encontré la pequeña llave en mi llavero y  recordando viejos tiempos me encontré parado frente la puerta de aquella pequeña y  acogedora casa. Lentamente llegue a la puerta e introduje la llave abriéndola. Todo seguía exactamente igual a la ultima vez que estuve aquí, entre en la sala observando todo como la primera ves.

 

 

-es sorprendente que todo este igual verdad.- al escuchar su voz me voltee de inmediato mirándola parada detrás de mi

-¿Qué haces aquí?- ella se encogió de hombros acercándose a mi

- recordando supongo.- sonreí pues yo estaba haciendo exactamente lo mismo

- la ultima ves que estuvimos ambos aquí…casi nos quedamos huérfanos.- me senté en el sofá. Reneesme sonrío al escucharme y se sentó a mi lado

- es verdad, que mejor forma de quitarle la rebeldía a un par de adolescentes que esa.- asentí riendo

- ninguna.- reneesme me miro y yo a ella, nuestros ojos se concentraban en los del otro completamente como adsorbidos, poco a poco me acerque a ella hasta que mis labios y los de ella estuvieron juntos, dejando un beso. Lentamente me aleje  y al mirarla  sus ojos estaban cerrados.- te amo – susurre

-Jacob…no

- ¿aun lo amas?- pregunte algo triste- lo amabas de verdad.- reneesme me miro unos segundos antes de responder

- al principio no, pero  aprendí a hacerlo.- aparte mi mirada de la suya

- no estaré mucho aquí, solo pase nada mas.

- no te vallas….yo ame a Alan es cierto. Pero más te amo a ti siempre a sido así- reneesme suspiro- luego de lo que paso, pensé que había perdido por completo mi vida.- la mire- sentía que no merecía ser feliz con nadie. Ni contigo….ni con el- una lagrima escapo de sus ojos, ella la limpio bajando la mirada - vine aquí para recordar cuando fue la ultima ves que fui feliz.

-Ness no tiene que ser así.- levante su rostro con mi mano- aun podemos ser felices juntos.

- Jacob sabes que no es así.- sus ojos me miraban tristes

- sabes hay algo que no te he dicho. Que nunca dejaste que te dijera en realidad

- ¿el que?

- Edward y Alice no son mis padres biológicos.- los ojos de reneesme parpadearon sorprendidos. Espere unos segundos a que dijera algo pero no fue así- mis padres biológicos murieron en un accidente…Alice y Edward me adoptaron.- la miraba esperando alguna reacción pero  no hacia nada.- reneesme, ya no soy un Cullen. Soy Jacob Black, ese era el apellido de mis padres y quiero conservarlo. Reneesme por el amor de dios dime algo.- ya me estaba comenzando a preocuparme que no dijera nada. Entonces, la situación cambio sus manos tocaron mi rostro  y sus labios rozaron los míos besándome como hace tanto no lo hacia. Besarla de nuevo era como probar el dulce más rico del mundo, era la gloria para mí. Ella se separo sin aliento mirándome con los ojos brillantes.

-¿sabes lo mucho que habría cambiado si hubiera sabido eso?- asentí mirándola con una sonrisa. Ella sonrío también y volvió a besarme- te amo… y esta  ves ni por que te lleven los extraterrestres me separare de ti.- reí al escucharla y la bese.- te amo- susurro en mis labios.

- Te amo- respondí. Gustoso sabiendo que todo a partir de ahora seria perfecto.

 

 

 

 

 

FIN.

 


  Y aqui estoy yo trayendoles el final del fic u.u lamento tardarme toda una eternidad, no tengo excusa solo puedo agradecerles por tomarse el tiempo de leerme. muchas gracias de nuevo y nos leeremos pronto. att:emely282

Capítulo 24:

 
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