El pequeño y delicado sonido de  mi reloj sonaba sin perdón a nadie, me removí con cuidado en la cama y apague el pequeño aparato a un lado de la cama. Eran las 6:30 exactamente,  mi vuelo salía a las 9:00 si no perdía este vuelo llegaría a los ángeles a

Tiempo.

 A mi lado isabella dormía plácidamente, boca abajo con su rostro escondido en la almohada mientas su hermoso cabello caía a un lado, delicadamente volví a  abrazarla escondiendo  mi rostro en su cuello, aspirando en inhalaciones largas el aroma de su piel, ligado al de su cabello. Tenerla a mi lado era una forma de despertar muy diferente a como acostumbraba ¿Cuántas veces había imaginado yo este  momento? ¡Miles de veces lo había echo! Aun así no se comparaba mi imaginación con la realidad. Era millones de veces más perfecto.

-         Despierta.-susurre en su oído, recibiendo gemidos de negación por su parte.- es hora de despertar.- volví a susurrar acariciando su espalda delicada con mis manos

-         Es muy temprano ¡es domingo!-sonreí escuchando su voz adormilada no podía negar que me tenia embobado

-         Mi vuelo sale a las 9:00 levántate.

-          No quiero…-sonreí y bese su cuello con dedicación antes de levantarme e ir a ducharme. El agua fría me despertó completamente a medida que me duchaba, cuando salí isabella se encontraba sentada en la cama con las sabanas cubriendo su cuerpo, se notaba que aun luchaba por despertar. Me incline frente a ella y bese sus labios respuesta que recibí con unos segundos de retraso- hay que dormir un poco mas- susurro cuando me aleje. Observándome con total ternura.

-          No

-         Eres muy cruel

-         Así es.- sonreí y pasando enérgicamente mi mano por el cabello mojado le eche varias gotitas de agua en la cara

-         No hagas eso.- hizo un tierno puchero pasando su mano por la cara, creando una imagen eternamente tierna

-         Tenemos mucho que hacer antes de que me valla

-         ¿Cómo que?

-         Te diré cuando te vallas a duchar

-         Eres una molestia.- mantuvo el puchero arrugando esta vez el entre cejo

-         Lo se.- reí arrogante, levantándome al igual que ella. Tomo las sabanas de la cama tapando su cuerpo, llevándolas a rastra. Pise las sabanas haciendo que se le cayeran del cuerpo

-         ¡Edward!

-         Lo siento..- la mire inocente- ¿una toalla no es mas adecuado?

-         Si, pero la estas usando y las demás estas en el baño.- me miro colocando sus manos en sus  caderas haciéndome detallar todo su cuerpo desnudo frente a mi.

-         Pero si es asi yo te la doy no hay problema.- respondí ausente, observándola de pies a cabeza

-         No te preocupes.- sonrió y dio media vuelta para ir al baño ganándose una pequeña patadita en los glúteos. Volteo y me miro feo a lo que sonreí de una forma traviesa. Finalmente ambos nos vestimos y salimos a desayunar a un pequeño restaurante.

-         Que buscamos en específico…-luego de desayunar fuimos a un pequeño centro comercial a comprar algo, para un evento importante que no tenía idea de cual seria el detalle adecuado.

-         No tengo idea…tiene que ser lindo.- respondí a bella mientras observábamos las vitrinas de una joyería

-         ¿Para quién es?

-         Emmmm ¿Qué?

-         Pregunte que para quien es…el obsequio

-         Emmmmmm…es para…..rose

-         Ok.- bella sonrió y volvió a concentrarse en las vitrinas y yo igual hasta que encontré algo lindo que llamo mi atención lo suficiente como para que me alejara en silencio  de bella y lo comprara sin que si diera cuenta, el objeto era una hermoso collar de plata con una flor como dije y dentro de la flor una pequeña zirconia.

En silencio y con el collar en mis manos camine hacia ella mientras estaba de espaldas a mí y pasando el collar por encima de su cabeza lo coloque delicadamente en su cuello sorprendiéndola

-¿Qué es esto?

-un obsequio…- termine  de colocar la prenda. Luego ella volteo observándola

-pensé que regalo era para Rosalíe.

-y lo es- sonreí acomodando su cabello- es solo que vi este antes y me gusto para ti- Isabella observo el collar y luego a mi con una sonrisa.

-gracias- con delicadeza paso sus manos por mi cuello atrayéndome hacia ella y besando mis labios.

-es un placer...- susurre sobre sus labios antes de separarnos

-pues yo encontré, esta linda gargantilla y me pareció muy bonita ¿tu que crees?- mire el objeto y tenia razón era perfecto con hilo de plata que se enlazaban entre si creando un diseño delicado y único.

-es el adecuado- bese de nuevo sus labios y luego de salir de la joyería nos     separamos pues se hacia tarde para tomar el vuelo y bella debía pasar buscando a reneesme.

Al llegar a los Ángeles, luego de un largo viaje tome un taxi directo a casad onde sabia iba a encontrar a mi familia.

-         Hola cielo.- me saludo Alice apenas llegue a la casa

-         Hola cariño- salude de vuelta dejando las maletas a un lado

-         ¿Cómo estuvo el viaje?- Alice se acerco a mi y beso mis labios acto que respondí de inmediato

-         Trabajo y mas trabajo

-         Que mal cariño- acaricio mi rostro y volvió a besarme.- ¿Cómo esta reneesme?

-         Esta muy bien

-         ¿y bella?

-         No lo se, no nos vimos…reneesme y yo salimos a cenar a restaurantes- camine hacia uno de los muebles y me senté.

-         Ok – Alice se paro detrás de mi frotando con delicadeza mis hombros

-         Por cierto- metí la mano en el bolsillo interno de mi abrigo y saque la delicada caja con la gargantilla.- feliz aniversario cariño.- Alice tomo y por su expresión supe que le había fascinado.

-         Gracias cariño…es perfecto.- Alice sonrió ampliamente antes de besarme con intensidad y deseo.

A la mañana siguiente desperté muy temprano, con Alice acostada a un lado de la cama completamente relajada. La noche anterior había sido el aniversario mas común que habíamos tenido en años, solo una simple cena y ¡ya! Solo eso. .

Me levante de la cama cuidando de no despertarla y me aliste para ir a la oficina, al bajar a la cocina mi nana  ya estaba  allí yendo de un lado a otro, sentía en mi nariz ese suave y dulce  perfume del café recién echo y junto con el olor al desayuno que le despertaba el apetito a cualquiera, por un momento mi mente viajo a un pequeño lugar lluvioso aunque cálido para mi.

-buenos días mi niño- nana sonrió colocando mi desayuno en el mesón para que comiera.

- hola nana…buenos días.- le sonreí mientras observaba el plato frente a mi.

- nana, me conoces tan bien…-suspire antes de darle un sorbo a mi taza de café

-¿dime que te sucede mi niño?

- ciento que mi matrimonio se esta yendo a la basura

-por que sientes eso mi niño, yo veo todo muy bien

-una cosa es como se ve y otra como es nana…ya no me siento a gusto con Alice es como si todo estuviera mal.

- y que quieres hacer… ¿divorciarte?- mire mi comida suspirando

- te mentiría si dijera que no lo he pensado.- levante poco la mirada y por su expresión supe  que no estaba de acuerdo conmigo- no me mires así nana…

- Y como quieres te mire, si planeas destruir algo tan sagrado.

- lo se nana

- ¿Qué es lo que sabes?- voltee y  parada en el marco de la puerta a mi espalda estaba Alice, vestida con su pijama aun

-que nana es la mejor cocinera…- Alice me miro lista para reclamar en contra.- de desayunos- sonreí a Alice quien devolvió la sonrisa entrando a la cocina. Mire a nana y esta solo volvió  a sus que áceres.

-Edward, en un dos semanas es el aniversario de tus padres, debemos pensar que obsequiarles- Alice se sentó a mi lado mientras tomaba un poco de jugo

- que tal un viaje

-todo menos eso.

-¿Por qué?

-esta familia se volvió alérgica a los viajes

- y como harás con tu trabajo

- viajes de placer..-Alice rio mirándome- déjame terminar de hablar- reí mirándola y me levante de mi lugar.

-luego del trabajo seguimos pensando- bese su frente

- te amor- Alice me miro con una sonrisa, acaricie su delicado cabello buscando las palabras adecuadas.

-volveré temprano lo prometo.- bese nuevamente su frente y salí de la cocina tomando mis cosas y yendo directo a mi oficina. Pasadas las dos semanas Alice y yo optamos por hacerles una pequeña fiesta para mis padres, Alice se encargaría de acomodar la casa y yo de los invitados.

Finalmente el gran día llego y todo parecía estar perfecto. Mis padres emanaban amor el uno por el otro empapando a  todos en el lugar, la lluvia de felicitaciones no tardo  en llegar, en el lugar solo existía un comentario con el que todos estaban de acuerdo. “así debe ser un matrimonio”

Mi relación con mis padres no estaba mal, pero tampoco bien completamente, ellos habían echo cosas de las que no estoy orgulloso, ambos estaban equivocados completamente pero aunque quisiera las cosas ya se habían echo, no ahí vuelta atrás, asi que no les guardo rencor después de todo son mis padres y se que son excelentes personas solo tomaron malas decisiones pensando en que quizás hacían un bien.

-disculpen caballeros, les voy a robar a mi marido un segundo.- Alice sonrió a mi y el circulo de amigos de mi padre con quien me encontraba hablando. Me disculpe igualmente antes de alejarme.

- ¿sucede algo?- mire a Alice un poco preocupado, pero tal preocupación desapareció cuando ella sonrió con completa naturalidad

- no cariño, solo quiero que conozcas a alguien…

-¿a quien?

- recuerdas que te dije que cambie de ginecólogo, por que quería otra opinión acerca de…lo que ya tu sabes.- asentí de acuerdo con lo que decía- pues esta aquí esta noche y quiero que  presentártelo.

 -Esta bien.- la seguí entre la multitud de personas hasta que nos detuvimos frente a un hombre, vestido de traje como la mayoría, rubio y apariencia serena

-Edward, quiero que conozcas a mi nuevo doctor…- el hombre sonrió mirándonos a ambos apenas Alice hablo

-mucho gusto, soy Edward – estreche mi mano y el la recibió de inmediato.

- es un placer conocerlo, yo soy jasper whitlock

- el placer es todo mio.- las siguiente hora y media estuve completamente enfrascado hablando con jasper, de todo un poco desde asuntos de trabajo hasta la familia. Era un hombre totalmente agradable  pero el momento de partida llego y  me tuve que despedir de el al igual que de el resto de los invitados.

Caminaba en silencio por el pasillo  en dirección a mi habitación para darme una ducha relajante y luego dormir cuando pasando por la habitación de Jacob escuche algo peculiar.

-         ¿Estas seguro que era ella?

-         Si, ¿que otra reneesme hay?- la puerta de la habitación de Jacob estaba entre abierta y se podía ver que estaba hablando con alguien por la computadora.

-         Imagino que mas ninguna- mi hijo suspiro antes de continuar a hablar- por lo menos se que esta feliz

-         Si, eso parece…aunque aun se ve que trata de superar las cosas.- hubo un minuto de silencio y luego la persona en la computadora volvió a hablar- ¿piensas hacer algo?

-         No, claro que ¡no!

-         Y entonces ¿por que te tomas la molestia de hacer tantas preguntar sobre ella?

-         Se que es tonto…pero solo quería saber como estaba

-         ¿Aun sigues sin poder dormir?

-         Tu que crees.- lentamente y en silencio me aleje de la puerta volviendo por donde venia hasta llegar a mi oficina y sentarme cerca de la ventana abierta, sintiendo la brisa fría contra mi cara y un panorama de estrellas dibujadas en el cielo.

-         Edward amor que haces…-Alice entro y al mirarnos a los ojos sus palabras salieron lentas y casi pausadas de sus labios- pensé…que….ibas a dormir. ¿sucede algo?

-         No puedo seguir así Alice

-         ¿que sucede?

-         Hay que decirle a Jacob

-         No

-         Alice, en algún momento se tienen que enterar…

-         No, Edward…no quiero que lo sepa….¡no seguirás destruyendo esta familia!.

-         Alice, de todos modos esta familia se destruye cada vez mas

-         Claro que si, solo que te niegas a verlo.

-         No, seguiré con esta discusión Edward.

-         De todos modos se lo diré.

-         QUE ¡NO!

-         MERECE SABERLO ALICE POR AMOR ADIOS…JACOB MERECE SABER LA VERDAD

-         ¿Saber que?- Alice  y yo dirigimos nuestra vista a la puerta de mi oficina y allí de pie, observándonos estaba Jacob.

-         Nada. – Alice me miro fijo pidiendo con sus enormes ojos  negros que me callara.

-         Eso no pareció un nada, estaban gritando.-Jacob nos miro a ambos serio y temeroso al mismo tiempo, mientras Alice nos miraba ambos de forma alternada, nerviosa por lo que pudiera suceder o mas bien por lo que pudiera yo decir.

-         Eres adoptado.- las palabras salieron de mi boca como una tapa de corcho luego de destapar una botella de champan, disparadas y completamente claras. Los ojos de Jacob se abrieron por completo, esa era claramente una noticia que no quería ni esperaba escuchar. Alice simplemente cerró los suyos y apretando su mandíbula intento calmarse.