Encuentro inesperado

Autor: emely282
Género: Romance
Fecha Creación: 31/03/2012
Fecha Actualización: 04/03/2013
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 19
Visitas: 27836
Capítulos: 25

Vivir en un lugar pequeño como este en donde lo más interesante seria un día enteramente soleado. Frustrante seria la palabra con la que definiría mi vida en este lugar. Estancada es como se encuentro, sin poder ver más allá de las montañas y el musgo verde, había nacido y crecido en este lugar siempre anhelando huir de este lugar, conocer todo aquello que los libros describían, no existía libro en la biblioteca de este pequeño y decadente lugar que ya no haya leído al menos diez veces ya.

En un día normal y decadente como siempre saliendo a la misma hora, como cada día una fina lluvia y una densa niebla cubría la carretera donde por primera vez en mis veinte años en este lugar sucedió algo mas interesante que un día soleado..
 

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Capítulo 24:

 

 HOLA MIS QUERIDAS NIÑAS AQUI LES TRAIGO LOS DOS ULTIMOS CAP'S FINALES DEL FIC. ANTES DE LEER ESTE CAP LES PEDIRE POR FAVOR QUE VALLAN A YOUTUBE Y DEJEN CARGANDO UNA CANCION LLAMADA "SANITARIOS" DE CARAMELOS DE CIANURO. PERO NO SE OLVIDEN DE ELLA XD LA MARCA PARA DARLE PLAY ESTA EN EL TRANSCURSO DEL CAPITULO.  ESPERO LO DISFRUTEN.


 

 

Un par de puertas de madera separaban el exterior de lo oculto en ese pequeño lugar alejado de la ciudad. Mis manos temblaban en sintonía con mis piernas delatando mi nerviosismo, Ángela coloco su mano en mi hombro con una sonrisa dándome fuerzas alteándome a ser valiente.

 

-todo saldrá bien- comento amable y paso a mi lado hasta entrar en aquel lugar, un minutos después las puertas se abrieron y un pasillo largo se descubrió ante  mis ojos, la decoración era sencilla tal cual se había pedido. Me sostuve fuerte al delicado ramo en mis manos como si de un ancla se tratara, al escuchar mi señal comencé a caminar en dirección a la pequeña capilla mientras observaba  a las pocas personas que habían asistido a tal evento. Pues así se había pedido algo privado, algo pequeño, algo  solo de dos.

 

Mientras caminaba intentaba sonreír de la mejor forma posible saludando a los rostros conocidos. -“solo faltan unos pasos, solo unos pocos pasos”- me repetía mentalmente concentrándome solo en esos pocos pasos ya casi llegaba, solo un poco mas y  ya. Entonces mi mente queda en blanco y  mucho mas que antes mis piernas  tambalearon, sus ojos se concentraban en mí. Me miraba sin ninguna intención de disimular, una ves mas despertaron aquellas mariposas psicópatas alterando mucho mas mis nervios como pude me obligue a voltear  y continuar mi camino, pues no solo el tiempo se había detenido por unos milisegundos si no yo también me había parado casi al final del pasillo solo por haber captado su mirada.

 

-¿estas bien?- susurro Alan cuando ya estuve a su lado, yo asentí con una sonrisa  y el  beso mis labios delicadamente aplacando de inmediato aquellas mariposas desenfrenadas, me sentía segura a su lado era como estar bajo el abrazo calido de Edward.

 

La marcha nupcial se hizo sonar  e instantáneamente mi madre apareció reluciente y perfecta, siempre había imaginado como se vería en un traje de novia  y ahora teniéndola frente a mis ojos supe que  mi imaginación  había estado corta  todos estos años. No solo era el vestido echo de delicada seda blanca lo que la hacia relucir como caída del cielo si no su rostro iluminado en una sonrisa llena de felicidad y el brillo en sus ojos que solo podía significar lo locamente enamorada que estaba.

 

Veloz mente todos los presentes se colocaron de pie, allí se encontraban emmett que era el padrino y también quien intentaba obligarme a decirle tío. Ángela, la nana de Edward el señor Carlisle y la señora esme, Rosalíe quien junto con mi madre se había encargado de organizar este pequeño evento  y  por ultimo Jacob era la segunda ves que lo veía desde la final en los Ángeles no habíamos cruzado ninguna palabra hasta el momento y esperaba que todo siguiera así hasta pasada  la recepción y  todos volvieran a los Ángeles al día siguiente aunque había escuchado algo que no debía  ser  verdad y era que se mudaría junto con Edward a Londres. Lo único que no me  parecía justo es que el si obtendría su departamento para el solo cuando yo tengo meses pidiendo uno. Claro que el estaría aquí  por que en los Ángeles  ya no quedaba nada para el o eso había escuchado decirle cosa que no sabia muy bien interpretar. Lo que si era seguro es que Alice se había mudado  a  Milán con su nuevo esposo  y  su nuevo bebe.

 

Todos los presentes se sentaron apenas mi madre tomo su lugar al lado de Edward quien relucía radiante en felicidad. La ceremonia comenzó y  todos volvieron a ocupar sus puestos. Mi madre en ningún momento aparto la mirada de Edward y este de ella tampoco, su voz no dudo al responder con un claro “acepto” y el silencio fue el único que domino la sala cuando se pregunto si existía persona alguna que estuviera en contra de tal unión.

 

La recepción se llevo a cabo en una casa de campo un poco lejos de la ciudad, el lugar de día era alucinante pero de noche; de noche era como un escenario salido de alguna película. El salón de aquel lugar era inmenso y los presentes se habían  multiplicado dándole más vida a la ocasión, llegaron personas de muchos lugares, personas de las que solo había escuchado hablar.

 

No sabia bien  si era la ocasión, el lugar o mis padres pero el romanticismo era completamente tangible solo un factor parecía no encajar en el ambiente  y era la constante mirada de Jacob  desde la mesa de junto. Solo a mi parecía  hacerle efecto tal mirada, pues Alan no se inmutaba de la situación, trataba de concentrarme en el y nada mas pero su mirada insistente y penetrante captaba mi atención de pequeños a largos plazos.

 

No podía creer lo débil que era ante el, aun así no podía dejar que esa debilidad me ganara.

 

Si algo es cierto es que el padrino de la boda tiene todo el derecho de sacar a la luz muchas experiencias vergonzosas. Emmett se tomo  su papel muy en serio, la vergüenza en los ojos de Edward al escuchar como emmett sacaba sus vergonzosas experiencias solo hacia que mi madre y todos los presentes disfrutaran de la situación.

 

-reneesme ¿estas conmigo?

-¿Qué?- mire a Alan y el sonrío acariciando mi mejilla con su mano

-estas distraída, ni siquiera has escuchado lo que te he dicho.

-discúlpame, es que este año han pasado muchas cosas

-cosas buenas me imagino- mire a Alan, sostuve su mirada comprensiva y tierna con ese pequeño brillo en sus ojos.

- algunas, aunque otras extrañas.- le sonreí entre lazando nuestras manos

-las experiencias extrañas somos las que dejamos los mejores recuerdos.

-por supuesto, su a los buenos recuerdos se les puede llamar traumas

-¡Ho!- intento hacerse el  ofendido pero la sonrisa que se dibujan en su rostro decía lo contrario- eso  me ha dolido….eres muy cruel.

-lo se – me levante de mi lugar sin soltar su  mano- a veces la sinceridad  es confundida con crueldad.- sonreí angelical y le indique ir a  bailar, el no dudo y  me siguió

 

Su mano se mantenía en mi cintura firme acercándome a el mientras con la otra sostenía mi mano, nuestros pies se movían juntos al compás de una alegre balada 

 

Los ojos los mantenían cerrados disfrutando el momento mientras mi cabeza descansaba sobre su hombro, el silencio no era obligatorio pero tampoco molestaba; ambos disfrutábamos ese silencio solo dejando que la música hablase y nuestros cuerpos  siguieran tales palabras como si fuesen una orden imposible de ignorar

 

De un momento a otro la tranquilidad se rompió y el DJ anuncio que el ambiente cambiaria a uno mas animado, Alan se detuvo y ambos nos miramos.

 

-¿te quieres sentar?- pregunto pero antes que pudiera contestar una voz cambio el tema e conversación

-¿me la prestas?- sus palabras a mis espaldas lograron tensar mis músculos con  debilidad logre mantener la calma mientras mis músculos de relajaban lentamente y  me colocaba al lado de Alan sin soltar su mano; aferrandome a ella como un ancla mientras mis ojos y los suyos hacían conexión, sintiendo instantáneamente como esas mariposas se activaban en mi estomago de nuevo

-¿te quieres sentar?- Alan miro a Jacob y luego a mí. Su pregunta era sin ninguna malicia podía verlo en su mirada, observe a Alan unos segundos y luego a Jacob quien nos miraba a ambos pero mas a Alan con recelo

- ve tu –respondí mirando a Jacob y luego volviendo la mirada a Alan

-siendo así es toda tuya- Jacob miro a Alan levantando ambas cejas- estaré en la mesa- acaricio mi mejilla como a una fina seda y beso mis labios unos segundos antes de irse. Jacob respiro hondo mientras Alan se marchaba y luego me sonrío amplio extendiendo su mano a mí.

 

{Colocar música}

 

Y como si todo estuviera coordinado la música empezó mucho mas ruidosa que la anterior, mire su mano una ves mas y la tome siendo halada hacia el inmediatamente. Ambos comenzamos a bailar muy juntos haciendo movimientos un poco mas atrevidos, acorde con la música sin llegar  a la obscenidad.

-debemos hablar- comencé. La conversación que tarde o temprano debía iniciar

-estamos bailando- respondió simplemente

-se pueden hacer ambas- sus ojos que estaban observando algún lugar a mis espaldas se fijaron en los míos

-hablemos pues… ¿Qué tal el clima?- respire profundo por su mal intento de ser gracioso, aunque en su rostro no había ningún rastro de una sonrisa

-no  seas payaso- respire profundo intentando no alterarme después de todo era la boda de nuestros padres y estaba casi o no estaba segura que todos los que conocían la situación nos observaban incluyendo a Alan.- ¡¡deja de hacer eso!!

-¿que? ¿Bailar?

-no, irte  por la tangente…sabes muy bien de que te hablo

-no tengo la mas minima idea

-yo se que tu sabes- Jacob sonrío por la combinación de palabras salidas de mi boca- Jacob eres un imbecil y te agradecería que ya me dejaras en paz estoy muy bien con Alan y eso no va a cambiar...Por….por que hallas aparecido ¡tu! – me detuve y lo mire con carácter. El se detuvo y me miro

-que tenga uso de razón no les e echo nada….a ti y…-busco la palabra adecuada mientras yo lo retaba con la mirada a que insultara a Alan- tu novio de estilete, me e mantenido al margen.

-se llaman Alan- lo corregí. De nuevo sentí su mano en mi espalda acercándome posesivo y con algo de brusquedad hacia el.

-no me interesa- susurro en mi nariz de una forma que solo decía bésame a gritos. Pero contuve los vanos impulsos, comenzó a moverse obligándome a bailar con el.- baila conmigo…No es ilegal además la canción ya casi termina- entonces en ese instante mi mente volvió a nuestro entorno.

Las luces eran tenues casi oscuro con luces de neon jugueteado entre la multitud que se había sumado a nosotros. Yal y como había dicho la canción termino y ambos nos detuvimos pero Jacob me apretó mas a el evitando que me fuera de inmediato.

-esas palabras…lo que me pides, lo dices mas para ti que para mi necesitas convencerte de que lo quieres. Jacob espiro en mi oído y delicadamente soltó el aire provocando que los bellos de todo mi cuerpo se erizaran.- es una lastima, aunque me alegra saber que con una mirada puedo hacer mucho- sus manos abandonaron mi espalda y subieron a mi rostro sosteniéndolo, observándonos fijo  a los ojos- vuelve con el y sigue convenciéndote…-susurro sobre mis labios haciendo que los suyos rozaran los míos- hermanita- dichas esas palabras sus manos abandonaron mi rostro y aprovechando la poca luz desapareció entre la multitud cual criatura fantasmal. Dejándome allí de pie sin aliento, entre la multitud que volvía a bailar animada ignorando el momento que acababa de pasar. Cuando mi mente por fin reacciono volví junto a Alan y este me recibió con el mismo cariño con el que me había dejado hacia tan solo unos minutos como si nada hubiera pasado mientras yo sentía mi corazón latir  con extrema fuerza aun.

-¿estas acalorada?

-¿por que lo dices?- pregunte a Alan mirándolo y este sonrió

-tus mejillas están sonrosadas...-acaricio mis mejillas y deposito un beso en mi mano antes de levantarse para ir a buscar una bebida. En mi mente repasaba la conversación con Jacob y no podía creer lo arrogante que era, había olvidado ese pequeño detalle suyo…ya estaba acostumbrada a Alan y que todo a su alrededor fuese relajado, calmado interesante e incluso divertido…pero jamás arrogante.

 Allí sentada mientras Alan iba por la bebida me pedí en mil y un recuerdos hasta que alguien se sentó a  mi lado, colocando su mano en mi hombro llamando mi atención.

-¿te encuentras bien cariño?-gire mi rostro en dirección a aquella voz que me hablaba y sonreí al darme cuenta que era mi madre. Radiante y perfecta en su día se sentó a mi lado; yo la conozco perfectamente y se cual es el sentido de aquella pregunta aunque el tema era lo que mas quería evitar quería dejar las cosas bien claras

-si, no fue nada

-¿estas segura cariño? sabes que podemos hablarlo- mi mama tomo mi mano, como quien es la persona mas comprensiva del mundo

-mama, hoy es tu día no te preocupes por nada, y menos por algo que no va a pasar- la mire a los ojos siendo firme en mis palabras

-eso sonó mas a que tratas de convencerte a ti misma- tuve que respirar profundo para no tener que gritar de exasperación ¿Qué rayos era lo que  las personas veían que yo no me daba cuenta? Odiaba las miradas fijas, clavadas en mi como asechando, imaginando y así fortalecer su ego al tener el placer de decirle a otro “te lo dije”

-no me quiero convencer de nada, la situación es esa y no cambiara el no hace ningún cambio en mi vida quizá en el pasado si, pero en el presente y futuro no lo lograra- mi mama me abrazo por encima de los hombros y beso  mi cabeza

-Edward te quiere decir algo, pero no sabe si es lo correcto-mire a mi mama confusa, la conversación había cambiado de una forma muy rara

-¿Cómo así? ¿Sucede algo?- pregunte curiosa de lo que pudiera decir

-ve con el – mi mama vio a la mesa donde estaba, y este sonrió de lado. Mire a mi mama, ella solo índico que lo hiciera; así que me levante de mi lugar y camine hacia el. Al llegar me senté a su lado mientras guardaba silencio

-¿de que quieres que hablemos?- se que mis palabras eran rusticas y secas para estar sentada hablando con el hombre que me engendro pero no podía evitarlo, no siempre nos regalábamos rosas y arcoíris  con cada palabra que decíamos. Caracteres muy similares, puntos de vistas muy diferentes y tercos como ningunos aun así me gustaba tener un padre con quien discutir a veces

- cariño se que no estuve gran parte de tu vida y apenas estamos comenzando a relacionarnos y conocernos- esta charla ya la había escuchado y es estresante volverlo  a hacer, no es por ser insensible ni nada de eso solo que se supone es su día, el día mas feliz de su vida y solo se le ocurre decirme algo así.

- Edward ve al grano- lo miraba a los ojos y el a mi, esa era una forma  entre nosotros de saber que nos decíamos la verdad.

- lo que te tengo que decir es acerca de Jacob-enarque una ceja mirándolo

-es que este ahora es el tema de conversación- Edward se desencajo  un poco e iba a hablar pero continúe yo- no quiero saber, no me interesa cual sea el motivo no quiero saber - me puse de pie y el hizo lo mismo

- es importante y creo que deberías saberlo.

-que no papa… no quiero- le dije exasperada observando un poco de sorpresa en sus ojos

-me dijiste papa- sonrió. Reexamine  mis palabras y si era cierto lo había echo- es la primera ves que me lo dices- Edward me abrazo con fuerza y beso mi frente

- si esta bien, tampoco hay que hacer tanto drama  no son mis primeras palabras-sonreí abrazándolo

-hoy soy doblemente feliz- me abrazo mucho mas fuerte

-pa…..no respiro- dije con dificultad y el me soltó con una sonrisa enorme en sus labios y volvió a sentarse acto que imite

-aun así, lo que te tengo que decir es importante

-de verdad que no quiero saber.

-¿Por qué?

-porque no cambiara nada

-como estas tan segura de esto reneesme- Edward me miraba completamente serio y yo a el también

-por que así lo decidí- Edward suspiro bajando la mirada unos segundos y luego me volvió a mirar

-¿estas segura que no quieres saber?- asentí como respuesta a pesar de que sentía curiosidad, me contuve y fui  firme en mi decisión

- oye Edward- el  me miro e hizo un puchero asiéndome sonreír-papa – me corregí y el sonrió satisfecho

-dime

-¿A dónde llevaras a mama de luna de miel?

-isabella te mando a preguntar verdad

-no

-dime la verdad

-no, ella no me envió a preguntarte nada- Edward me miro pensativo un momento antes de volver a hablar

-pues no te diré…y a ti tampoco- se cruzo de brazos, voltee para ver a quien se refería y era mi mama quien se acercaba

-¿el que?-pregunto confusa parada a mi lado

- no les diré a ninguna de las dos donde será la luna de miel. Que bajo has caído isabella- Edward tomo por la cintura a mi mama haciendo que esta se sentara sobre sus piernas.

-pero si  no le he dicho nada

- enviaste a mi hija a preguntar a donde te llevaría, casi caí pero no soy tan débil.- reí al escucharlo hablar estaba feliz por ellos, verlos juntos era la cosa mas dulce del mundo

-yo no lo hice-respondió mi mama inocente

-yo solo pregunte por curiosidad – Edward nos miro a ambas unos segundos y luego sonrió arrogante

-igual no les diré

- de todos modos nos enteraremos-respondí igual de arrogante

-pero no será ahora

-touche-ambos sonreímos y luego de mucho rato de conversar llego la hora de que ellos se fueran. Observaba a mi mama y Edward despedirse de todos envuelta en los brazos de Alan quien sonreía ampliamente imaginándonos en la misma situación aunque me parecía algo pronto para esa idea y mucho mas para imaginar esa pequeña fantasía, pues no llegaban a mi mente.

 

 

El salón estaba solo, únicamente Alan y yo nos movíamos bailando por todo el lugar con la suave música de un vals, salido de un antiguo toca discos que nos tropezamos por casualidad.

La imagen era de fantasía una fantasía hermosa y romántica.

 

-¿en que piensas?- su voz era suave y delicada, un susurro sutil y seductor acorde con la música que nos acompañaba.

-en que todo esto parece salido de una película romántica, y que seria un pésimo momento si  se llega a hundir el barco- Alan sonrió por mi comentario haciéndome girar y luego atrayéndome hacia el

-primero necesitaríamos un barco que hundir-sonreí

-sabes a que me refiero

-querida- acomodo mi cabello con delicadeza-nada se dañara a menos que así tu lo quieras

-entonces nunca se hundirá-continuamos bailando en silencio hasta que la pieza termino y el sueño decidió que era hora de descansar, toda la casa permanecía en silencio al parecer solo Alan y yo nos habíamos pasado de la hora.

 

Me movía de un lado al otro por toda la cama, abrazando las almohadas, soltándolas, quitando y  poniendo las sabanas sin poder conciliar el sueño. Después de una hora de lucha termine bajando a la cocina por un poco de agua, de regreso a la habitación me vi con un par de bocadillos y un vaso de agua, en silencio deje el vaso de agua en la mesa de noche junto a la cama y me senté recostada del espalar de la cama comiendo los bocadillos.

-¿no compartes?- mire a mi derecha y casi me ahogo con el bocadillo

-¿que haces en mi habitación?- Jacob estaba de pie, recostado en el marco de la puerta  del baño

- eso debería preguntarlo yo nees- arrugue el entre cejo mirando con algo de timidez la habitación, entonces me fije que mi maleta no estaba cerca del closet y que este estaba abierto y repleto de ropa  que claramente no era mía.

-emmmm….yo me voy, me equivoque-me levante inmediatamente de la cama  y camine, bueno mas bien casi corrí  a la puerta, no sabia que el seguía aquí pues en el resto de la fiesta no lo vi, había jurado que había vuelto a la ciudad pero no, aquí estaba

-segura que te equivocaste, y no fue intencional- me detuve en seco frente la puerta sin haber llegado a abrirla todavía

-¿Cómo dices?-lo mire comenzando a ponerme molesta

- pues me parece mucha coincidencia que hace horas hablamos de cómo te mientes a ti misma diciendo que amas a  tu “novio” de estilete y ahora estas aquí a las 4:00 am en mi cuarto, en mi cama

-eres un imbécil Jacob

- no mas que el- Jacob camino hacia mi con una maldita sonrisa arrogante dibujada en su cara, haciéndome enfurecer mucho mas.

-escúchame bien, tu arrogancia me enferma…eres un pobre niño inmaduro  y sabes que Alan es mucho, no le llegas ni a los talones me entiendes.- camine hacia el molesta quedando ya frente a frente. Jacob me miro a los ojos y enseguida que termine de hablar comenzó a reírse.- ¿de que te ríes?

- de cómo te mientes, y  la facilidad como crees tus propias mentiras- Jacob coloco su mano en mi mejilla acariciándola con delicadeza, estuve tentada a cerrar los ojos y dejarme llevar por la caricias de sus manos pero me mantuve firme.- eso no es saludable mi vida- susurro mientras su mano acariciaba mi mejilla, bajando con delicadeza a mi hombro.

-déjame Jacob…- di un par de pasos alejándome de su tacto. Jacob me miro y ladeo la cabeza un poco sin apartar su mirada de mí

- ¿nees es mi idea o te has ruborizado?- aparte mi vista de la suya-puedes decir lo que quieras de el nees- Jacob camino hacia mi haciéndome retroceder por instinto- pero yo se como te hago sentir- el siguió avanzando y por ende yo retrocedía, hasta que la puerta de la habitación impidió que continuara- físicamente, te pongo nerviosa…no lo puedes negar- mi respiración comenzó a acelerarse, mucho mas cuando dio un ultimo paso quedando ya a solo un centímetro de mi, sus manos se  apoyaron a cada lado de mi rostro.- ¿no tienes nada que decirme?

- no puedes hacerme esto Jacob, sabes que no es correcto.

-¿por que? Desde cuando amar a alguien esta prohibido

- desde que….los une un lazo de…- y entonces no pude completar la frase pues sus labios atacaron los míos y solo eso hizo falta para que mis palabras y pensamientos quedaran en segundo plano.

 

Su beso demandaba una respuesta a la que no me negué, mis manos cobraron vida y fueron directo a su cuello atrayéndolo mas a mi como si la cercanía no fuese suficiente, sus manos fueron a mi cintura pegando mi cuerpo al suyo sintiendo su piel y la mía juntas. El beso subió cada vez más su tono, desenfrenados apasionados completamente sexuales.

 

Sin darme cuenta ya estaba acostada en la cama con Jacob sobre mi besando mi cuello, hombros y pecho, poco a poco me descubrí quitando su camisa acariciando su espalda y pecho. Entre tanto beso caricia y deseo terminamos completamente desnudos. Mi respiración estaba echa nada entre jadeos  no  sabia y tampoco me importaba si a mis pulmones les llegaba el suficiente aire solo quería estar con el.

 

-Jacob- susurre apenas, el me miro, sus ojos brillaban su respiración era agitada y no se por que pero la imagen se me hizo completamente sensual y tierna.-te amo – entonces al escucharme sonrió amplio y beso mis labios

- no sabes cuanto tiempo soñé con escuchar esas palabras, de nuevo- susurro sobre mis labios- te amo…-beso mis labios de nuevo- te amo….te amo…te amo-sonreí escuchándolo decirme te amo, a medida que besaba mis labios. Entonces sentí como su sexo rosaba el mío  provocando una sensación muy nueva, algo que no sabría como describir pero que sin duda era placentera y excitante. Jacob volvió a besar mi cuello hasta comenzar a jugar con mis senos, mientras poco a poco su sexo entraba en el mío, no me había dado cuenta en el momento que mis jadeos habían aumentado convirtiéndose en gemidos agudos que intentaba reprimir mas por vergüenza que por el ruido.

 

Tome el rostro de Jacob es en mis manos y el al mirarme me di cuenta que tal gesto lo preocupo, así que sonreí para que supiera que no había por que preocuparse.

-quiero mirarte…- coloque mis manos en sus brazos y el subió con movimientos que no se si eran alucinaciones mías pero parecían completamente felinos, sensuales y lentos. Sus ojos y  los míos se mantenían unidos a medida que entraba en mi lentamente. Mordí mis labios cuando encontró algo en su camino.

-¿en serio quieres que lo haga?-pregunto inseguro al notar que aun seguía siendo virgen, yo solo me limite a asentir sin dejar de morder mis labios, su mano paso por mis labios liberándolos de la presión de mis dientes.- no te hare daño y tampoco quiero que tu te lo hagas.- sonrió delicadamente y beso mis labios empujando mas consiguiendo que gimiera de dolor- lo siento- susurro en mi oído

-esta bien…-respondí con un hilo de mi voz. Jacob beso mis mejillas, mi frente y de ultimo mi nariz

- te amo-susurro

-te amo- respondí de vuelta con una sonrisa, entonces los movimientos comenzaron entrando y saliendo, primero lento y luego mas y mas rápidos hasta que se perdió total ritmo. Sus gruñidos y mis gemidos se llenaban por completo la habitación mientras el continuaba entrando en mi  y  yo por  instinto intentaba seguir sus movimientos.

 

Sin previo aviso mi cuerpo comenzó a tener pequeños espasmos que luego se convirtieron en oleadas llenando todo mi cuerpo de placer, mis ojos se cerraron disfrutando de esta sensación nueva para mí. Jacob junto su frente con la mía, rosando ambas narices logrando que sonriera por tal acción, su cuerpo temblaba y su respiración al igual que la mía era agitada entonces fue que caí en la cuenta que el también había logrado tocar el cielo con la puntas de los dedos junto conmigo.

 

Bese los labios de Jacob y este  sonrió amplio, sonrisa que hace tanto no veía  siempre cálida, siempre alegre perfecta a mis ojos. Descanso su cabeza en mi pecho y en ese momento  en donde dos cuerpos intentaban calmar sus respiraciones el sueño llego a mi volviendo mis parpados pesados imposibles de mantener abiertos, llevándome a la tranquilidad del  subconsciente.

 

 

Un pequeño hilo de luz  en mi rostro fue suficiente para despertarme, bostecé en intente  volver a conciliar el sueño pero la luz en mi rostro me lo impedía. Había tenido un sueño muy interesante. Me removí un poco en la cama huyendo de la luz del día. Un sueño muy interesante, Jacob y yo…Jacob, sonreí con los ojos cerrados recordando aquel sueño cuando una leve brisa cálida golpeo mi rostro, entonces abrí mis ojos  y frente a mi estaba la realidad lo que había pasado no era un sueño. Jacob yacía dormido a mi lado con su cuerpo desnudo y su brazo alrededor de mi cintura manteniéndome junto a el.

 

-¡rayos!- dije en voz baja evitando despertarlo tome su pesado brazo deslizándome por la cama cuidadosamente, cuando ya estuve fuera de la cama coloque su brazo en una de las almohadas y rápidamente busque mi ropa vistiéndome con una velocidad que no sabia que poseía. Tome el pomo de la puerta y  la abrí saliendo no sin antes mirar de nuevo a Jacob dormido  en una cama que fue testigo de un momento de pasión y  lujuria.

 Cerré la puerta con cuidado e igualmente volví a mi habitación completamente en shock me senté en la cama guardando silencio por quizás minutos o tan solo segundos, en estos momentos el tiempo me era totalmente relativo.

-¿¿¿QUE DIABLOS HICISTE RENEESME???? ERA LA NOCHE DE BODAS DE TUS PADRES NO ¡TUYA!-tape mi cara con mis manos- MALDICION….MALDICION….MALDICION RENEESME ¿POR QUE? ¿POR QUE?-lagrimas salieron de mis ojos corriendo por mi rostro-por que eres tan débil….o es que jamás entenderás que es tu medio hermano. Eres una tonta, débil que no pudo resistir a sus deseos vánales.- me permití llorar como hace mucho no lo hacia, una ves mas lloraba por el…lloraba por que lo amaba, lloraba por que me entregue a el a Jacob el hombre que tanto a amaba y que de la noche a la mañana se había convertido en mi medio hermano. Lloraba de dolor y rabia, dolor por que había sido hermoso…perfecto algo que jamás imagine y  rabia por haber sido tan débil. Por caer ante sus carias, sus besos y palabras dulces. Lo amaba no podía negarlo lo amaba con toda mi alma pero hasta el amor se ve restringido cuando la sangre a trazado su rumbo.

 

El sueño no volvió a mi luego de despertar en la habitación de Jacob, me duche, acomode la habitación dejando todo en completo orden termine de acomodar mi maleta. Hasta que sentí a alguien tocar mi puerta.

-¿quien es?-pregunte con algo de miedo; miedo a que fuera Jacob y tener que tocar una conversación que esperaba evitar.

-soy yo cariño, ¿puedo entrar?

-Alan- susurre para mí- si, si puedes pasar- la puerta se abrió mostrando a Alan radiante, con una sonrisa enorme en sus labios.

-buenos días...-camino hacia mi y me tomo por la cintura besando mis labios, cosa que respondí con demasiada emoción

-buenos días- susurre sobre sus labios y los volví a besar

-me alegra saber que amaneces de buen humor cariño- Alan acaricio mis mejillas delicadamente con una sonrisa perfecta dibujada en su rostro.- ¿quieres ir a desayunar?

-si, me vendría muy bien- le sonreí, Alan iba a decir algo pero continúe yo sabia lo que diría y no me arriesgaría- pero en la ciudad

-¿ya quieres volver?

-si…hay que volver, este lugar es hermoso pero extraño los ruidos de la ciudad.

-sus deseos son ordenes madame.- Alan y yo esa misma mañana volvimos a la ciudad, me sentía sucia, me sentía la peor persona del mundo pero las cosas debían ser así…o al menos así lo veía yo, no encontraba otra solución a eso. No imaginaba la cara de Jacob al despertar aquella mañana y no verme a su lado…al preguntar por mí y que le dijesen que me había marchado aquella mañana con Alan.

Capítulo 23: Capítulo 25:

 
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