Bella’s POV
El fin de semana se me hizo eterno, el viernes y el sábado presentamos nuestro nuevo show era la canción de Christina Aguilera “Keep Getting Better” y las tres íbamos vestidas de Wonder Woman con todo y pelucas negras (pueden ver atuendo en mi perfil).
El domingo me levante muy temprano, pero cual fue mi sorpresa al ver que tanto Alice como Rose que siempre dormían hasta tarde también se habían despertado ya, con la poca agilidad que tenia corrí a ganarles el baño, rápidamente tome mi shampoo de fresias y lave mi cabello con el, después de un rato de estar sobre el agua caliente me sentí relajada, me enrede en mi toalla y Salí a cambiarme a mi habitación.
“Bella que vas a hacer con Edward hoy?” pregunto Rose mientras Alice se bañaba había sido mas lista que ella.
“No estoy segura dijo que vistiera informal, así que creo que unos jeans y una blusa estarán bien, o tu que crees?” dije insegura de que ponerme.
“Mmm el clima esta realmente rico, yo creo que quizás unos shorts estarían mejor” dijo sacando unos shorts cuadrados blanco con azul que compre hace tiempo en Hollister, también abrió mi cajón y encontró una blusa sencilla azul con letras blancas también de Hollister.
“Esta lindo” admití mientras me quitaba la bata y me calzaba en los shorts y la blusa que Rosalie eligió para mi.
“Estoy nerviosa Emmett no me dijo a donde iríamos, solo dijo que me vistiera como yo quisiera y me sintiera cómoda, porque hoy seria un día extremo, que habrá querido decir?” me pregunto nerviosa Rose como pocas veces la había visto.
“así que extremo eh? Pues te recomiendo zapatos cómodos como los míos” dije señalando mis tenis súper cómodos.
“Hablas en serio? No tacones?” Rose vivía obsesionada por los zapatos y para ella era muy difícil no vestirlos siempre, casi se los ponía para ensayar pero Alice decía que era mas fácil primero con tenis y después con los zapatos.
“Rose no querrás quebrarte un tobillo o algo así? Recomiendo que saques tu short, una blusa así como esta y tus tenis, así estarás cómoda y lista para cualquier experiencia extrema” dije mientras me colocaba un poco de crema para peinar dejando que mi cabello se secara un poco.
“Pero y si no le gusto a Emmett así? Digo toda la semana me ha visto bien vestida… tengo miedo Bella”
“Rose tengo la impresión que podrías traer encima un costal de papas que cubriera todo tu cuerpo y aun así le gustarías a Emmett, se le nota cuando te ve, no es como los otros chicos, digo no te voy a negar que a veces te ve con lujuria pero la mayoría de las veces te mira diferente” Rosalie sonrío como pocas veces lo hacia.
“Eso es lo que me gusta de el, como me mira, como me trata no soy una muñeca de plástico para el, me trata como un ser humano inteligente, tan diferente a los demás” de nuevo un suspiro se escapo de su pecho.
“No puedo creer que esto nos este pasando, creo que nunca pensamos en enamorarnos así de fácil verdad?” en ese momento entro Alice a mi habitación vistiendo unos shorts y una blusa idénticos a los míos pero en color morado.
“así que lo admiten ya están enamoradas de Edward y Emmett? No habían dicho que era muy pronto y no se cuantas tonterías? Son unas farsantes” dijo Alice divertida lanzándose a mi cama.
“Por lo menos lo decimos una semana después de conocerlos no unas horas” dije a la defensiva.
“Da igual” insistió Alice no había nadie que pudiera ganarle, después de que Rose se dio su baño y busco su ropa igual a la nuestra pero en color rosa las 3 estábamos listas y esperando a que los chicos llegaran por nosotras.
El timbre sonó y casi desesperadas las 3 corrimos a abrir pero Alice era la mas veloz por lo que ella llego primero, tanto Rose como yo regresamos derrotadas al sillón.
Alice abrió la puerta y volteo hacia nosotros.
“Bella es para ti” mi corazón dio un salto dentro de mi pecho, me alise el cabello que había sujetado en una coleta y me acerque a la puerta, la visión ahí era la mas linda que jamás hubiera visto Edward se encontraba con unas bermudas en color caqui y una camiseta blanca sin mangas que dejaban al descubierto sus bien torneados brazos, en cuanto me vio sonrío.
“Buenos días Edward” me sentía como una tonta la manera en la que Edward me hacia sentir era muy vergonzosa a veces.
“Buenos días Bella, te ves muy linda esta mañana, nos vamos?”
“Claro deja tomo mi bolsa” entre por un pequeño bolso, metí mis llaves y mi celular a la bolsa y me despedí de las chicas, Edward y yo subimos a su volvo y vi como llegaba Emmett en un enorme Jeep.
“Sabes Bella te extrañe” dijo Edward cuando subimos al coche.
“Yo… también, pero tus mensajes lo hicieron mas llevadero” dije sonriendo y mostrándole mi celular.
“Para mi también pero no era lo mismo, el no poder verte, fue… malo” no respondí solo me sonroje, a los minutos de un extraño silencio le dije.
“Y vas a decirme a donde vamos?” pregunte para romper el silencio.
“Vamos a tener un día de campo” dijo señalándome hacia el asiento trasero donde se encontraban una enorme canasta, un mantel cuadrado y una cobija.
“Un día de campo? Aquí en New York?” pregunte incrédula.
“Claro chica neoyorkina, tenemos Central Park, el mejor lugar para un día de campo en esta enorme ciudad” sonreí ante la manera de hablarme de Edward siempre tan tierna.
Llegamos a Central Park, Edward eligió un hermoso lugar bajo un árbol con vista al lago, coloco la cobija, el mantel y comenzó a sacar comida de la canasta.
“No me digas que sabes cocinar?” dije algo incrédula, era muy raro encontrar a un hombre que cocinara.
“No soy experto pero me defiendo, además solo son unos sencillos sándwich, algo de fruta picada y limonada”
“Debo decir que me sorprendes Edward Cullen, la mayoría de los hombres no saben ni hervir agua” “Pues entonces tienes suerte porque yo no soy como todos los hombres” sonreí ante su comentario, nos sentamos en el pasto a comer, debo decir que sus sencillos sándwiches resultaron unos muy deliciosos cuernitos, de ensalada de atún, de pollo, y de jamón de pavo, muy lejos de unos simples sándwiches, la fruta picada, resulto toda una variedad de ensalada de fruta natural, y la limonada era limonada natural hecha por el mismo.
Después de habernos casi todos los manjares que Edward preparo, jugamos un poco de voleyball con una pelota playera, debo admitir que no era muy buena jugando pero me divertí muchísimo, después de un rato me sentía exhausta y me deje caer en el césped sobre la cobija que coloco Edward, retire la liga que sostenía mi cabello y lo deje suelto, pues ya comenzaba a apretarme un poco, Edward se recostó a mi lado recargado sobre su codo mientras yo estaba junto a el y nos mirábamos fijamente.
“Bella eres tan hermosa” me dijo mientras acariciaba mi mejilla con su mano, yo sentí como me sonrojaba ante su tacto, y el sonrío de nuevo.
“Gra…cias” dije mordiéndome el labio como respuesta.
“Sabes… me gustaste desde el momento en que te vi por primera vez, jamás lo voy a olvidar” sentí como mi corazón latía lo tenia tan cerca, ansiaba acortar la distancia entre nosotros y besarlo, pero aun quería seguir escuchando lo que tenia que decirme.
“Yo tampoco olvidare jamás como me salvaste la vida” dije mirándolo fijamente a los ojos.
“Yo tampoco lo olvidare, pero no me refería a eso, porque ahí no fue cuando te vi por primera vez” sentí como mi rostro se tenso un poco y confusión me invadió, sino me había visto ahí, donde mas me había visto?
“Si no fue en el estacionamiento donde me viste por primera vez?” pregunte y el sonrío.
“Fue una hora antes, en la biblioteca, yo estaba ahí solo en una mesa, aburrido esperando a Emmett, cuando voltee a la puerta y me encontré con el ángel mas hermoso que había visto jamás, tu… estabas en la puerta buscando donde sentarte, miraste para todos lados y te fuiste a sentar sola, y yo pase una hora viéndote como idiota, solo viendo como leías, entonces te levantaste y fue ahí cuando decidí que no podía dejarte ir, debía saber tu nombre, debía saberlo todo de ti, entonces Salí a buscarte y te encontré con Rose, ahí me encontré con Emmett que también seguía a tu amiga, y bueno los dos íbamos dispuestos a hablar con ustedes cuando paso lo del auto, y bueno el resto es historia, debes pensar que soy un acosador o algo así verdad?” dijo llevándose las manos a su cabello.
“Claro que no pienso eso, en realidad me parece muy… romántico” admití apenada, sus ojos verdes se clavaron en los míos, quemándome como el sol de verano.
“Bella…”
“Edward…”
Y con su mano en mi mejilla acorto la distancia entre nosotros, yo cerré los ojos dejándome guiar completamente por mis instintos, sus labios tocaron los míos con cuidado, se sentían ardientes sobre los míos, al principio el beso muy cuidadoso, demasiado, pero cuando mis manos se posaron en el cuello de Edward el inclino su cuerpo aun mas al mío y el beso fue subiendo de intensidad sin dejar de lado la dulzura y la ternura con que había iniciado.
“Te quiero Bella” dijo entre besos “se que parecerá una locura, apenas ha pasado una semana pero te quiero, te quiero como jamás había querido a nadie” lo mire fijamente a los ojos, que me había hecho, como había logrado que en una semana estuviera loca de amor por el.
“No me parece una locura, o mas bien si es una locura pero de amor, porque yo también te quiero Edward, te quiero, te quiero!!” dije riendo y abrazándolo de nuevo, volvimos a besarnos de nuevo, quien sabe cuanto tiempo paso, pudieron haber sido solo minutos, u horas, mientras estaba en los brazos de Edward no existía ni el tiempo ni el espacio.
Nos sentamos Edward estaba recargado en el árbol, mientras yo me sentaba entre sus piernas con mi espalda recargada en su pecho.
“Así que me seguiste” dije después de un rato.
“Culpable” dijo mientras recargaba su cabeza en mi hombro y besaba mi mejilla.
“Debería de sentir miedo de ti?” dije jugando, el comenzó a quitar mi cabello de mi cuello y a darme pequeños besos ahí.
“Oh si, no solo miedo, terror, eso es lo que debes de sentir”
“Es bueno saberlo” dije sintiendo como mi cuerpo se derretía ante los besos que Edward plantaba en mi cuello, definitivamente me sentía bien en sus brazos, como jamás me había sentido nunca, en realidad jamás había estado así con nadie, y la sensación de calor, de protección era maravillosa, pasamos el resto de la tarde abrazados, hablando de miles de cosas y besándonos, disfrutaba besando a Edward como nada en esta vida, sus besos tenían un sabor tan dulce, sus manos en mi rostro y en mi cintura, mis manos en su cabello despeinado, era lo máximo, cuando el ultimo rayo de sol se escondió, levantamos nuestro picnic y regresamos a mi casa, durante todo el camino Edward llevo mi mano entrelazada con la suya, me sentía en las nubes y no quería que nunca, nunca terminara.
Espero que comenten porfass.Sean buenas conmigo :D
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