7 meses después:

Bella Pov:

Al final todo fue bueno, cuando me recupere del todo nos fuimos a casa de los cullen Edward pensó que ahora que estaba embarazada sería mejor no quedarme sola en caso de que algo se presentara a mí me pareció exagerado pero el no dio su brazo a torcer al final termino convenciéndome, aún continuaba ayudando a Edward con los asuntos de la empresa seguía siendo su asistente él decía que nunca encontraría otra tan eficiente como yo y por un lado yo prefería que fuera así.

Edward no pudo resistir para casarse conmigo ya que habíamos acordado hacerlo luego del nacimiento del bebe, me llevo en un viaje exprés a las vegas donde dijimos nuestros votos frente a Elvis, nunca pensé que Edward haría algo como eso igual la boda se haría pero yo ya era la señora cullen, eso hace 5 meses.

Tanya al final confeso que él bebe que esperaba no era de Edward, la noticia de la muerte de James pareció afectarla más de lo que ella misma esperaba al parecer se había enamorado de James sin darse cuenta lo cual fue un duro golpe para ella, aunque era imposible dudar de la paternidad de ese niño puesto que al nacer era el vivo retrato de su padre, los padres de Edward decidieron no dejarlo y ayudaban a Tanya con los gastos del pequeño, con la condición de que no molestara nunca a Edward y buscara un empleo, ella acepto de inmediato y no la veíamos nunca por la casa, solo venia el pequeño con su nana.

Irina fue condenada a cadena perpetua por el asesinato de James y de su esposo y por el intento de asesinato contra mí lo cual se agravo al yo estar embarazada, Edward me conto que la vio en el hospital y que había cerrado por fin ese capítulo de su vida, yo me sentía tranquila al saber que el ya no le dolía lo que ella le había hecho.

Por otro lado a raíz de mi secuestro Jacob se acercó a Victoria  y le dijo que no había podido olvidar la noche que paso con ella y que quería que lo intentaran, luego de muchos ruegos ella por fin acepto ahora eran una linda pareja y se querían mucho, Jacob y yo nos reconciliamos y ahora éramos más amigos que antes hasta se llevaba bien con Edward, el seria el padrino de nuestro bebe.

Hoy me encontraba en el centro comercial esperando a mi cuñada Alice para comprar cosa para él bebe, ella estaba súper emocionada porque iba a ser tía y para sorpresa de todos ahora estaba saliendo con el detective Jasper withlock quien fue quien llevo mi caso llevaban solo unos meses pero ella estaba súper enamorada y no cabía de lo contenta, aun no sabíamos el sexo del bebe así que ella sugería que compráramos de todo en colores neutros aunque siempre colaba alguna que otra cosa color rosa ya que ella estaba convencida que iba a ser niña.

- Bella perdón por la demora estaba con Jas, nos iba a acompañar pero lo llamaron del trabajo.- dijo mi cuñada al llegar sacándome de mis pensamientos con un lindo puchero que solo ella sabía hacer.

- una lástima, me hubiese encantado ver la cara de Jasper al ver lo compulsiva que eres al comprar.- le dije riéndome, lo cual hiso que ella agrandara su puchero.

- eres mala Bella, pero así te quiero cuñadita, andando tenemos muchas tiendas por recorrer.- y me tomo de la mano guiándome a la primera tienda.

Una hora más tarde llevábamos un total de 15 tiendas de bebe recorridas  y un montón de bolsas y paquetes que un muchacho del centro comercial nos ayudaba a llevar, Alice se volvió loca comprando todo lo que veía que le gustaba, ahora nos dirigíamos a la zona de comidas para tomarnos un refresco cuando sentí una fuerte punzada en el vientre.

- ¡ahhh!.- grite y pare de caminar

- Bella que te pasa.- dijo Alice quien me sostuvo con preocupación.

- Alice me duele mucho el vientre, ¡ahhh!.- grite cuando me volvió una fuerte punzada, de pronto sentí un líquido caliente bajarme por las piernas y vi la cara de Alice que se encontraba entre el miedo y la confusión.

- oh por dios Bella rompiste fuente.- dijo con tono de alarma.

- que!, no mi bebe no puede nacer en un centro comercial.- empecé a sollozar, las contracciones eran cada vez más fuertes.

- Bella debemos ir al hospital.- dijo Alice.- ¡porfavor que alguien nos ayude mi cuñada rompió fuente! .- unas personas vinieron hacia donde estábamos nosotras y me ayudaron a encontrar donde  sentarme, pronto estábamos rodeados de un montón de gente que observaban el espectáculo, busque a Alice y la vi hablando por teléfono, luego se dirigió a mí.

- Bella ya viene la ambulancia.- me dijo acariciando mi cabello.

- Alice y Edward llamaste a Edward.- dije antes que otra contracción me atravesara.

- no lo olvide, respira Bella respira.- me decía ella, me entro el desespero quería a Edward aquí conmigo y no estaba, ni siquiera sabía que yo estaría dando a luz pronto.

- Alice.- dije en un hilo de voz.- mi teléfono dámelo.

- Bella tranquila pronto estaremos en el hospital.

- Alice mi teléfono ya!.- le grite, su expresión fue de sorpresa al principio pero luego sonrió dándome mi teléfono, le di una mirada de disculpa y marque el número de Edward, contesto al instante.

- hola cariño como van las compras.

- Edward.- dije entre un sollozo.- él bebe va a nacer.

- como dices, demonios Isabella donde estas.- dijo casi gritando, sentí la preocupación en su voz.

- en el centro comercial ya viene la ambulancia.

- estaré ahí en menos de nada.- me dijo sentí como corría por la agitación en su voz.

- no ve directo al hospital lleva las cosas para él bebe.- le dije mordiendo mi labio para frenar las ganas de gritar cuando me dio otra contracción.

 - pero Bella.- me dijo y sentí el motor de su auto al encenderlo.

- Edward hazme caso.- le suplique.

- Bella llego la ambulancia.- dijo Alice, vi a los paramédicos que venían con una silla de ruedas hacia donde yo me encontraba.

- Edward ya llegó la ambulancia apresúrate por las cosas y nos vemos allá, te amo.

- pero be…- no lo deje terminar pues colgué el teléfono al sentir otra punzada de dolor, me subieron a la ambulancia y nos dirigimos al hospital, me pusieron una inyección para calmar el dolor de las contracciones, pronto estuvimos en el hospital, al llegar vi a Edward junto con Esme que me esperaban en la entrada de urgencias.

- Bella, Bella, cariño estas bien?.- me pregunto Edward muy preocupado.

- tan bien como se puede estar al encontrarse a punto de traer un bebe al mundo.- ironice, me habían dicho que los dolores me pondrían histérica y con ganas de matar a Edward por dejarme embarazada y juro que me estaba conteniendo para no decírselo.

- Bella te juro que si los hombres pudiéramos quedar embarzados no te haría pasar por esto.- me dijo Edward con una sonrisa en su rostro su padre le había dicho que Esme se puso histérica y le grito muchas cosas cuando nacieron sus hijos, él había pasado por eso tres veces, así que Edward estaba preparado para lo que yo le diría.

- muy gracioso Edward, ahhh!.- dije mientras me conducían en una camilla a la sala de partos, me entraron y no dejaron pasar a Edward.

- déjenlo entrar.- le dije al doctor.

- tranquila señora cullen el vendrá solo fue a cambiarse no podía entrar aquí sin esterilizar.

-está bien.- respondí, el doctor me paso a otra camilla y me examino.

- perfecto esta lista para dar a luz señora cullen ya ha dilatado lo suficiente.- me dijo el doctor al terminar su revisión.- pronto conocerá a su bebe.- en ese momento Edward entro y se dirigió de inmediato a mí, me dio un beso en la frente y tomo mi mano, el doctor se puso entre mis piernas y me pidió que pujara, así lo hice una, dos, tres veces y nada.

- puje Isabella ya está cerca.- dijo el doctor.- puje de nuevo.

- oh Bella cariño tu puedes, te juro que no te vuelvo a dejar embarazada.- Edward estaba pálido y tomaba mi mano fuertemente o no sé si era yo la que lo agarraba fuerte, volví a pujar.

- nunca más dejo que me pongas un dedo encima Edward cullen!.- grite y volví a pujar.

- ya asomo la cabeza, puje de nuevo con más fuerza.- y así lo hice, puje muy fuerte y supe que mi bebe ya había nacido al escuchar su llanto.

- es una linda niña.- dijo el doctor entregándole mi bebita a una enfermera, la cual me la trajo a mí, Edward la miraba embelesado, todo el color se había ido de su rostro.

- Alice tenía razón.- dije al tener en mis brazos a mi pequeña.- Edward es hermosa.- él no decía nada, solo miraba nuestra bebita, de pronto  vi lagrimas rodar de sus ojos y una bella y radiante sonrisa se extendió por su rostro.

- es hermosísima Bella, tan pequeñita, tan frágil, se parece a ti.- la bebe tenía el cabello marrón como el mío y una pielecita tan blanca como la leche, se removió en mis brazos y abrió los ojos por un momento para volverlos a cerrar, el tiempo justo para ver unos hermosos ojos verdes iguales a los de su padre.

- Edward tiene tus ojos.- le dije mientras lágrimas de felicidad brotaban de mis ojos.

- Isabella necesitamos limpiar a la bebe, la pasaran a su habitación y se la llevaremos enseguida.- dijo el doctor sacándonos a Edward y a mí del hechizo en que nos tenia nuestra pequeña, la enfermera se la llevo y a mí me trasladaron a una habitación.

Al poco rato me trajeron a mi pequeña que ya estaba bañada y vestida de rosa en uno de los conjuntos que le había comprado Alice, poco a poco fueron entrando todos mis seres queridos a ver a mi niña, todos quedaron encantados con ella, Victoria le dijo a jake que quería un bebe por lo que él empezó a ahogarse con su café, Victoria se rio y luego le dijo que era broma, todos nos reímos de las ocurrencias de mi amiga, después de que todas las visitas  se fueran Edward se quedó conmigo y la bebe, la tenía en sus brazos y la miraba fijamente.

- Bella que nombre le pondremos a nuestra hija.- me dijo sin quitar los ojos de la niña.

- Renesme.- le dije.

- Renesme?.- repitió Edward mirándome.

- una combinación con los nombres de nuestras madres, Renne y Esme, Renesme.- Edward sonrió y miro nuevamente a su hija.

- entonces Renesme.- se levantó y la puso en la cunita al lado de mi cama, luego le hice espacio a mi lado y me recosté contra él, empezó a acariciarme la espalda.

- gracias Bella.- me dijo.

- porque?.- le pregunte.

- por todo, me diste todo lo que nunca pensé que tendría.

- qué cosa?.- le dije aunque ya sabía la respuesta.

- mi propia familia, tú y nuestra pequeña son mi felicidad.- yo solo sonreí.

En ese momento me di cuenta que estaba justo donde quería estar, con mi querido esposo y mi hija los cuales ahora eran todo lo que le daban sentido a mi vida, quien iba a pensar que mi trabajo como asistente me llevaría a encontrar la  felicidad.

                 FIN………          

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GRACIAS POR ACOMPAÑARME EN ESTA HISTORIA SUS COMENTARIOS SIEMPRE ME ANIMARON A SEGUIR ESCRIBIENDO ESPERO LES HALLA GUSTADO Y POR AQUI ESTARE CON UN NUEVO RELATO SE LES QUIERE!!!!