(Pov Alexia)
Mi reflejo en el espejo llegaba a asutarme, no parecía yo. Estaba vestida con ese enorme vestido blanco. Mi tia revoloteaba a mi alrededor arreglando mi cabello.
-Ya estás lista- dijo finalmente colocando un collar algo exageardo para mi gusto-.
Me levanté y suspiré al verme. No me imaginaba vestida de novia y aquí estaba.
Caminé hacia la puerta, mi padre me esperaba. Tomé su brazo sin mediar palabra. Jasper me miraba bastante serio, bastante bastante serio. Él no era así y no entendía por que tenía esa actitud conmigo.
No perdí tiempo y bajé las escaleras con mi padre. La casa estaba llena de gente que ni conocía pero no borré mi sonrisa. Suspiré al ver de nuevo a la madre de mi futuro esposo o ya casi enminente esposo.
Caminé por enmedio de la gente y les sonreí estúpidamente como si estuviese verdaderamente feliz por lo que iba a hacer.
Me iban a casar con un viejo decrépito y maricón. No sabía donde estaba lo bueno en todo esto.
“El dinero que supondrá tu unión”-.
Bueno si... el dinero...
Y cuando pensé que todo estaba resuelto... ahí estaba el. Maldita sea... ahí estaba.
“¿Viejo decrépito?, seguramente estás alucinando no puede tratarse de Carlisle Cullen ese... hombre”-.
Caminé sin escuchar nada a mi alrededor. No había nada. Solo ese hombre que se mantenía serio vestido con un traje blanco. Su cabello era cobrizo y sus ojos... dios sus ojos eran imponentes, decían muchas cosas sin decir nada. Era alto, muy alto y de espaldas anchas, compensado sin duda. Se vería genial sin camisa. Y se conservaba bien para ser tan mayor.
Noté que mi padre puso mi mano junto a la de él pero yo no podía dejar de mirarle...
(Pov Carlisle)
Después de la ceremonia los invitados fueron al banquete, Alexia era tal y como me imaginé. Una niña malcriada y que sin duda tenía como amante a su tio postizo.
No dejaba de mirarla y ella por alguna razón no dejaba de mirarme a mi. Me sentía algo observado por su familia. Su padre estaba algo borracho, pero lo disimulaba bien, estabamos hablando sobre su empresa y sobre la mia.
Una típica conversación entre hombres de negocios.
-Es momento de que subais a la limusina, os están esperando en el aeropuerto- dijo su tía abrazando al joven Jasper-.
Contuve la risa al verle, estaba celoso, sería un juego divertido.
-Que tengais un buen viaje- dijo su padre con una sonrisa-.
Aún no había escuchado la voz de Alexia, pero tampoco es que me importase.
Caminé con ella hacia la limusina bajo la mirada de los invitados.
-Que lo pases bien hijo- dijo mi madre algo emocionada-.
-Lo harémos- dije con mi mejor sonrisa-.
Entré en la limusina después de ella y respiré hondo. Cerré los ojos y me apoyé en el respaldo de la limusina.
-No nos han presentado- dijo ella-.
-No, no lo han echo, soy Carlisle Cullen-.
-Yo soy Alexia New... bueno Cullen-.
-Ricura puedes llamarte como quieras- la miré- todos sabemos por que estamos aquí-.
-¿Que?-.
-Que puedes seguir haciendo lo que has echo hasta ahora, intentaremos llevar esto lo mejor posible, tu a tus cosas y yo a las mias, puedes seguir follandote a jasper-.
Ella no dijo nada parecía enfadada.
-Se supone que soy tu esposa y me pides que me folle a otro-.
-No querida, ya lo estás haciendo-.
-Eso es men...-.
-Que ni se te pase por la cabeza tacharme de mentiroso... porque sabes perfectamente a lo que me refiero, todo esto es por dinero niña malcriada, y me importa una mierda lo que pienses o lo que hagas, tenemos que guardar las apariencias-.
-Si llego a saber como eres en realidad...-.
-¿No te hubieses casado conmigo?- comencé a reirme- eres una hipócrita sin talento-.
El silencio reinó de nuevo, no la dejaría actuar... no lo haría.
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