(Pov Alexia)
Esa cena parecía tranquila, agradable. Dos amigos del doctor de más o menos su misma edad junto a sus esposas y dos niños pequeños que llevaban ambas.
-Pues nosotros nos conocemos desde la universidad- dijo mientras cenábamos uno de los hombres-.
-Jacob y Emmett son grandes conocidos- me aclaró el doctor- y sus esposas, Rosalie y Esme también-.
Asentí y los miré con una gran sonrisa. En realidad no estaba fingiendo, me gustaba este plan informal, esta cena. Era un soplo de aire fresco después de las intenciones con el doctor con esa mujer... Alice.
Cuan voluble podía ser el doctor, un pervertido sádico y sexy y a la vez un hombre formal con amigos.
Uno de los niños se le subió en las piernas y le dijo algo al odio. El doctor mostró una enorme sonrisa y una carcajada que para mi era muy sexy a la par que tierna.
Quizás me estaba empezando a enamorar de este hombre.
Intenté ser racional pero me costaba, era tan tierno con los niños y eso era tan atractivo en un hombre.
Un padre de familia y un pervertido en la cama ¿que más se podía pedir?.
-¿Y como os llevais?- preguntó Jacob-.
-Bastente bien, Alexia es un cielo- dijo y esta vez sabía que estaba actuando, así que le seguí el royo-.
-Si, él es todo lo que quiero- tomé su mano para darle más dramatismo y antes de que me diese cuenta el doctor me besó-.
“TE HA BESADO TE HA BESADO”-.
Me imaginaba dando botes de alegría pero en realidad mantuve las formas y sostuve su mano como una buena esposa.
-¿Y para cuando el bebé?- dijo esta vez Esme-.
-Pues ella es muy joven, nos gustaría esperar un par de años antes del bebe- dijo el doctor-.
Un mini doctor correteando por el pasillo... AWWWWWWWWWW!
“¿desde cuando te importan a ti los bebés?”-.
Estaba perdiendo la cabeza por este hombre.
(Pov Carlisle)
-¿Que te han parecido?- le pregunté cuando me tumbé en la cama a su lado-.
-Me han caido muy bien-.
-Pensé que actuabas todo el tiempo-
-No era una actuación, de verdad me han caido muy bien-.
-Pues me alegro-.
Cerré mis ojos, y chasqueé mis dedos.
-¿Quieres follar?-.
Ella no respondió y tuve que mirarla para saber cual era su expresión.
-No juegues conmigo-.
Tuve que reirme.
-Me gusta jugar-.
-Se que te gusta jugar, pero no quiero que lo hagas conmigo, juegas con mis emociones-.
-Wow, ese papel de víctima...-.
-¿Puedes dejar de pensar en actuar por un momento? Verdaderamente me gustas, he dejado a mi novio de años por ti, y si me encantaría follar contigo, mataría por ello, si quieres hacerlo hagamoslo pero si no quieres hacerlo, dejame tranquila-.
Vaya, me quedé sin palabras.
-Te dije que tendrías recompensa-.
-La estoy esperando-.
La miré fijamente.
-Te contaré algo, a mi me gusta el control, me encanta someter y valgo para ello, tu premio es saber que me gusta ser un masoquista y saber que en cualquier momento serás sometida-.
Me giré de lado y cerré mis ojos intentando dormir.
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