Hacienda Cullen (+18)

Autor: sachiko065
Género: Drama
Fecha Creación: 17/12/2012
Fecha Actualización: 07/05/2015
Finalizado: NO
Votos: 30
Comentarios: 93
Visitas: 83687
Capítulos: 35

Bella es hija del matrimonio Swan... Unos trabajadores de la Hacienda Cullen. Ella está enamorada de Edward Cullen, el hijo de los patrones. Él tiene un gemelo, llamado Anthony y una hermana menor que se llama Charlotte. Anthony es el mejor amigo de Bella. Los dos han sido casi como hermanos, pero un día ambos deciden hacerse pasar por novios, para poder estar con quien aman. Anthony está enamorado de Rosalie Hale y quiere estar a su lado, pero también quiere que su mejor amiga sea muy feliz...

¿Qué sucederá? ¿Bella y Anthony lograrán lo que quieren o se enamorarán? Y si es así...¿Bella se olvidará por completo del amor que le tiene a Edward? ¿Con quien se quedará ella? ¿Con Anthony? ¿Con Edward? ¿o con nadie? ¿Realmente tiene que elegir a alguien?

Este no es el primer FanFic que intento escribir, pero si es el primero que publicaré... espero que les guste.

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Capítulo 7: Déjame olvidarte

No le dí tiempo ni de responder porque lo besé. No sé porque tuve este impulso. Iba a cortar el beso pero Anthony me tomó por la cintura para acercarme a él y me correspondió.

Él me soltó cuando a ambos nos faltó el aire. Este beso había sido genial. Simplemente Anthony besaba de maravilla.

-wow, este fue nuestro primer beso- musitó juntando su frente a la mía y yo inexplicablemente me quedé atontada. Esto era muy rómantico.

Me separé un poco de Anthony para mirarlo a los ojos. Tenía lágrimas aun. Sin avisarle, le quité los lentes y pasé mis manos por sus mejillas y le limpié las lágrimas.

-no vuelvas a llorar por ella- le dije poniendole los lentes de nuevo- no mereces sufrir

-tú tampoco Bella- me respondió él tomando mi rostro entre sus manos. También limpió mis mejillas- el plan para enamorar a Edward y a Rosalie debe quedar cancelado, debemos aceptar que ellos dos se casarán, aunque no queramos, aunque nos parezca injusto... si ellos no quieren luchar por su verdadera felicidad nosotros si lo haremos o al menos intentaremos

-me parece bien

-bueno, te llevo a casa Bella

-no es necesario, tienes que volver con tu familia

-no me interesa, además, ¿qué clase de novio sería si no te dejara en la puerta de tu casa?

-ok- me reí

Anthony y yo nos dirigimos a mi casa. Antes de meterme él depositó un beso en mis labios y se fue. Suspiré. Anthony era demasiado lindo para ser real.

Mi madre y mi hermana estaban esperandome para preguntarme si era cierto que Edward se casaba.

-si, Edward se casa ¿qué no lo oyeron cuando servían la cena?

Me fui a mi cuarto y pude echarme a llorar. Por suerte mamá no había notado que la noticia de la boda de Edward  me partía el alma pero quien si lo sabía era Alice. Por eso pude llorar frente a ella.

-ya son dos personas que veo ahora llorando por lo mismo - me dijo con tristeza- Emmett también se puso mal, tú sabes, él la quería...

-lo sé- gemí- pobre de mi hermano y de Anthony

Seguí un rato lamentandome hasta quedarme dormida. A la mañana siguiente me desperté horrorizada de saber que dormí con el vestido puesto. Me lo quité y me fui a bañar inmediatamente. Al terminar mi ducha me miré en el espejo. Lucía algo demacrada así que decidí ponerme un poco de maquillaje.

Cuando estuve cambiada y lista me fui a desayunar sin importarme que aun fuera muy temprano. Solo mi padre quien era guardia de la casa se levantaba a esta hora.

-buenos días hija- me saludó- ¿qué haces levantada tan temprano?

-quería salir de la rutina- me encogí de hombros- además necesito terminar algunas tareas

-wow Bella, tú no eres así- dijo mientras ponía un plato en mi mesa. Me sirvió huevo con tocino

-es que ayer fui de compras, no sé si te enteraste- contesté mientras lo veía servirse- además estuve en la cena de los Cullen y los Hale

-si, tú madre me contó todo, sobre todo la parte de tu cambio de apariencia... realmente luces muy bien querida- me sonrió

-gracias papá

Comimos en silencio lo cual no era bueno para mi. No podía permitirme perderme en mis pensamientos y deprimirme.

Charlie se levantó de la mesa y llevo su plato al fregadero. Yo me quedé sentada con mi comida casi intacta pero mi padre no notó nada. Él estaba apurado. Se despidió de mi y se fue.

Comí un poco más y después levanté mi plato. Tiré las sobras y lavé todos los trastes. Ví en el reloj de la cocina que aun era temprano así que aproveché e hice la tarea que me faltaba. La terminé a la hora en que mis hermanos desayunaban. Guardé mis cosas y fui con ellos.

-Bella, ¿por qué estabas despierta desde temprano?- me preguntó Jacob- se supone que debiste acostarte tarde por lo de la cena

-esa cena no duró mucho- le contesté mientras ayudaba a mamá a servir el desayuno de mis hermanos- solo era una pedida de mano y un brindis

-¡¿querrían dejar de hablar de eso?!- bramó Emmett. Me daba tristeza que una persona tan alegre como él estuviera deprimido

-lo siento hermano- le dije

-perdón, no debí gritar- musitó él mirando su plato. Se levantó sin siquiera comer un poco- lo siento mamá, no tengo hambre

Mis hermanos, Renné y yo lo miramos sorprendidos. Realmente mi hermano debía estarla pasando muy mal. Si rechazaba la comida... Sinceramente el asunto le afectaba demasiado.

Un rato después yo y Alice salimos de la casa para irnos a la escuela.

-esperen- nos gritó Anthony y volteamos a verlo. Le sonreí.

-buenos días Anthony- le dije

-Bella... yo las llevo

-no te molestes...

-no es molestia, tú eres mi novia y ella mi cuñada

Alice se echó a reír.

-bien- dijo ella- hay que aceptar

Y así fue como me subí por segunda vez al auto que Anthony utilizaba. Embry nos miraba divertido antes de encender el auto. Llegamos a la escuela en quince minutos.

La clases fueron normales a excepción de que casi todos me miraban impresionados. La mirada de Ben, mi compañero de biología fue la que más me incomodó. Incluso trató de invitarme a salir pero le dije que yo ya tenía novio lo cual era más que cierto. La cara de decepción de mi compañero fue más que evidente.

Cuando por fin salí al descanso me sentí aliviada. Al fin pasaría sola unos minutos. Intenté no toparme con Anthony. Ni siquiera con él quería estar. Quise ir al sitio de la escuela menos visitado. La biblioteca. Pero para ellos tendría que pasar el jardín el lugar donde más estudiantes se reunían además de la cafetería. Con cuidado fui por el jardín asegurandome de que nadie conocido me viera pero no tuve suerte. Para colmo no era Anthony, Alice o Jessica sino Edward. Al principio pensé que voltearía hacía otro lado tal como hacía siempre que nos encontrabamos en la escuela pero no fue así. Esta vez me seguía. Intenté llegar a la seguridad de la biblioteca pero él me alcanzó antes de que eso sucediera.

-Isabella, necesitamos hablar

-¿me hablas a mi?- pregunté con el corazón acelerado

-deja de hacerte la tonta, no te queda bien interpretar algo que no eres

-wow, al fin me haces un cumplido- dije sarcástica- bueno, yo me voy

Hice el intento de irme pero Edward me sujetó por el brazo tal y como había pasado en su auto.

-¿podrías soltarme?- mascullé

-no quiero, vayamos a otro lugar, tenemos que hablar

-ah, ¿de lo que ha pasado en tu auto? Cielos Edward, ya lo olvidé, estás perdonado- mentí

-precisamente iremos a ese lugar- murmuró antes de jalarme y obligarme a ir con él- no te atrevas a gritar porque tendrás problemas, que bueno que tienes tu mochila, nos iremos, tienes que poner cara de enferma

Asentí. Me daba miedo la expresión que Edward tenía en el rostro. Era mejor obedecerlo. Hice mi mayor esfuerzo y puse mi mejor cara de enferma. Edward fue con una prefecta de la escuela. Le dijo que yo tenía mareos y que él me llevaría a casa. A pesar de rezar para que Edward no lograra su intención logré convencer a la prefecta de que me sentía mal. Incluso después de quitar mi cara de enferma siguió observandome preocupada. Supuse que tal vez, realmente debía verme terrible. Pero no era por enfermedad sino por miedo. Miedo de Edward.

-no sé de que quieres hablar conmigo- le dije a Edward cuando nos subimos al auto y nos fuimos de la escuela

-de lo que viste ayer en la cena

-ah, ¿tu compromiso?

-si, de eso, te veías afectada- detuvo el auto y volteó a verme con una mirada intensa- y hermosa

Mi pulso se aceleró. Edward nunca me había dicho nada así.

-¿quieres que te agradezca el cumplido?- pregunté usando de nuevo a mi amigo el sarcasmo

-no, quiero que digas cuales son tus sentimientos hacía mi

-odio y desprecio- murmuré

-no lo creo, eso no lo decía tu mirada ¡Estabas sufriendo!

-si sufría o no ¿a ti que te importa?- grité enfadada

-mucho- sonrió- eso significa que me quieres

-¿yo quererte? ¡jamás!

-admitelo, estás enamorada de mi desde siempre

-no es cierto

-no me mientas Isabella

Gruñí. Tenía que decirle toda la verdad para acabar con esto de una buena vez.

-bueno si... Siempre te he amado, por eso no dudé nada en entregarme a ti pero tú te burlaste- dije con amargura

-¿entonces por qué estás con mi hermano?

-porque te voy a olvidar, él también olvidará a Rosalie

-eso va a ser imposible

-déjame intentarlo por lo menos, te juro que lo intentaré

-¿y si no quiero que lo hagas?

-entonces eres un egoísta...

-Bella por favor no dejes de amarme, yo...

-no Edward, no me pidas eso, tú... ¡te casaras con la señorita Hale!

-pero yo no quiero, es solo porque la empresa de mi familia necesita unirse con la de los Hale

-a mi no me tienes que dar esas explicaciones, de nada sirve ya. El compromiso ya está hecho y no se va a romper... de verdad no entiendo porque me trajiste a hablar ¿qué? ¿quieres seguir burlandote de mi?

-no Bella, escuchame, yo no me burlé de ti, te estaba demostrando que era mejor que mi hermano, que te conviene más estar conmigo

-solo me hiciste sufrir con eso, no sirvió de nada que me demostraras según tú, ser mejor que Anthony, no voy a poder estar contigo nunca aunque quisiera

-si quieres...

-Edward- suspiré- te amo pero... Yo no quiero nada contigo. Me quedó muy claro ese día que te comprometiste. Yo quiero estar con tu hermano, intentar ser feliz de otra manera...

-pero yo no quiero que eso pase- dijo desesperado- tú eres mía y de nadie más

No podía ser cierto. ¿Acaso él estaba enamorado de mi?.  Bueno, si en realidad era así, prefería no saberlo. Ya no quería sufrir más.

-no soy tuya- repliqué- seré de Anthony cuando él se enamore de mi y yo de él

-eso no va a pasar, tú vas a ser mía y te lo voy a demostrar

Tomó mi rostro entre sus manos y casi me obliga a besarlo pero no sé de donde saqué la fuerza- emocional y física- para librarme de su agarre.

-a mi no me vuelves a tocar- le dije- yo no voy a engañar nunca a tu hermano

-pero te has entregado a mi

-el día que lo hice contigo todavía no era su novia

-¿qué?

-no te lo voy a explicar, ahora llevame a casa o si no me bajo de aquí y me voy sola

-Isabella, necesitamos hablar

-ya no- pedí- por favor déjame olvidarte

Capítulo 6: Enamorate de mi Capítulo 8: Mis sentimientos están cambiando

 
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