Hacienda Cullen (+18)

Autor: sachiko065
Género: Drama
Fecha Creación: 17/12/2012
Fecha Actualización: 07/05/2015
Finalizado: NO
Votos: 30
Comentarios: 93
Visitas: 83692
Capítulos: 35

Bella es hija del matrimonio Swan... Unos trabajadores de la Hacienda Cullen. Ella está enamorada de Edward Cullen, el hijo de los patrones. Él tiene un gemelo, llamado Anthony y una hermana menor que se llama Charlotte. Anthony es el mejor amigo de Bella. Los dos han sido casi como hermanos, pero un día ambos deciden hacerse pasar por novios, para poder estar con quien aman. Anthony está enamorado de Rosalie Hale y quiere estar a su lado, pero también quiere que su mejor amiga sea muy feliz...

¿Qué sucederá? ¿Bella y Anthony lograrán lo que quieren o se enamorarán? Y si es así...¿Bella se olvidará por completo del amor que le tiene a Edward? ¿Con quien se quedará ella? ¿Con Anthony? ¿Con Edward? ¿o con nadie? ¿Realmente tiene que elegir a alguien?

Este no es el primer FanFic que intento escribir, pero si es el primero que publicaré... espero que les guste.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 32: A salvo

 

POV Bella:

 

Lo primero que pensé al despertar fue en mi bebé. Ese pequeño que necesitaba de mí. Anthony me había puesto algo en la comida.

 

Me sobresalté al ver que Elizabeth estaba a mi lado. Me observaba sonriente.

 

-Tranquila pequeña- susurró. Sus palabras me dieron tranquilidad. Algo me decía que podía confiar en ella.

 

-¿Qué le pasó a mi bebé?- pregunté angustiada-. Anthony me dio…

 

-Yo sé bien lo que te dio… Te dio el extracto de una hierba que es abortiva

 

Mi pulso se aceleró… ¿Entonces mi bebé estaba muerto?

 

-No está muerto- contestó a la pregunta que no había llegado a hacer-. Tu bebé es especial…

 

Suspiré aliviada.

 

-Mi bebé está bien- dije acariciando mi vientre-. ¿A qué se refiere con especial?

 

-Mira Bella, no sé si vayas a creerme pero… Anthony tiene poderes

 

-Lo leí en el diario de Anthony pero realmente ¿Es cierto?

 

-Sí… Nosotros somos una clase llamada Zardpire…  Somos vampiros y a la vez magos… Hay muchas teorías acerca de su existencia pero… La más popular es la que habla de una historia de amor entre una maga y un vampiro… Como ella es en parte humana quedó embarazada del vampiro… El producto, fue un bebé humano… Después, cuando él fue mayor se casó con otra mujer que era humana y allí fue cuando apareció el primer Zardpire

 

-Dios, esto es increíble- dije un poco mareada.

 

-Sí, ya lo sé… Pero debes creerme, los Zardpire somos reales, yo soy una, Anthony es uno…

 

-¿Edward es…?

 

-No, él es humano… Solo se permite un bebé Zardpire por generación… Solo un bebé obtiene el poder y lo obtuvo Anthony… No sabemos la causa de esto, pero es así, por eso somos muy pocos los de esta especie y no somos conocidos debido a que a simple vista somos unos seres humanos normales, nuestra temperatura es igual, nuestros latidos son iguales, corre sangre por nuestras venas, nos alimentamos de manera normal…

 

-Pero entonces no son vampiros- susurré.

 

-Allí viene la parte donde si somos vampiros… Nosotros necesitamos alimentarnos de sangre una vez al mes por lo menos… Eso nos hace ver como humanos durante un buen tiempo… Cuando uno no bebe sangre se debilita y baja su temperatura corporal… Y ataca a los humanos cuando se lleva tres meses sin beber o sin inyectarse sangre

 

Ahora recordaba esa noche en la que creí que Edward y Anthony eran mis primos. Cuando Elizabeth me sostuvo antes de desmayarme la sentí muy fría.

 

-Cuando fui a la Hacienda a confesar la verdad, yo llevaba un mes y medio sin beber, tal vez me hayas sentido muy fría cuando…

 

-Sí, ahora ya entiendo todo…- murmuré interrumpiendo lo que iba a decir-. Lo que no entiendo es… ¿Qué tenemos que ver yo y Edward con esto?

 

-Tu bebé es el que tiene que ver en esto… Él es un Zardpire

 

-¿Qué?

 

-Sí, él lo es… No lo perdiste, esa es la primera señal, segunda señal… Te revisé… No tenías muestras de que fueses a abortar

 

-¿Me revisó?- pregunté ruborizada.

 

-Sí- confesó-. Pero para ver si no ibas a perder al bebé y si estabas en riesgo hacer algo… No quiero que mi nieto se muera

 

-Yo no quiero que a mi bebé le pase nada- gemí-. Tengo miedo, quiero ir con Edward…

 

-No puedes, has de quedarte con Anthony… Eres su compañera

 

-¿Qué?

 

-Esa es otra cosa rara de los Zardpires… Cuando un humano huele bien para ellos, se dice que es su compañero, este humano está técnicamente obligado a permanecer con el Zardpire porque habrá una especie de conexión entre los dos… Generalmente un Zardpire siempre elige a alguien de su familia porque corre la sangre de los zardpires, pero en este caso no sé qué ocurrió con Anthony… Te quiere a ti

-Entonces ¿A usted le pasó eso con Carlisle?

 

-Eres inteligente Bella- me sonrió-. Sí, me pasó con Carlisle, solo que en este caso, yo lo liberé… Nuestro amor era mal visto… Él, aunque ame a Esme, siempre estará unido a mí… No solo por nuestros hijos sino por la conexión que yo tengo con él… Siempre me amará de cierta manera y sufrirá cuando yo lo haga o me protegerá del peligro

 

-¿Cómo hizo para dejarlo libre?

 

-En primera Bella, dime Elizabeth- se rió. Se parecía mucho a Edward al hacer esa sonrisa-. Tutéame por favor y contestando a tu pregunta… Yo lo amo de verdad, independientemente de la conexión… Lo voy a dejar libre aunque eso me lastime… Lo amé antes de que mis poderes se desarrollaran completamente, sin saber que era mi hermano…  Lo dejé ir porque no soy egoísta, cuando uno ama deja ir, y lo mejor para él era quedarse junto a Esme y criar a mis hijos,  aunque bueno, a eso último me obligaron, me quitaron a mis bebés en cuanto nacieron y me dieron al hijo muerto de Esme, quien está vivo en realidad… Ese niño vivió y lo crie como mi hijo

 

-¡¿Qué?!

 

-Se llama Eleazar… Vive en Londres con su padre y conmigo, es un chico muy bueno y lo adoro

 

-Dios ¿Pero por qué no dijo nada? ¡Cuénteme todo!

 

-El niño según había nacido prematuramente lo cual fue cierto… La señora Cullen, mamá de Carlisle y Esme me quitó a mis bebés y me dio al bebé medio muerto… Ella creyó que no viviría… Quise impedir que se llevaran a mis hijos pero estaba muy débil… Llevaba dos meses sin probar sangre y además había tenido un parto, mi madre se indignó pero no pudo hacer nada… Pensé que lo mejor para mis niños era ser criados dentro de la familia Cullen, por eso no hice nada… Como pude, atendí a ese bebé… Me costó demasiado trabajo pero lo mantuve vivo… Me fui de la casa junto con mi madre… A los meses ella murió y me quedé sola con Eleazar, vivíamos en extrema pobreza hasta que conocí a Aro Vulturi, con él me casé e hice una familia con Eleazar y él… Mi niño es un amor, lo amo demasiado

 

-¿Por qué no está con él?

 

-Porque fui a buscar a mis verdaderos hijos, hablé con Aro, entendió todo perfectamente y sin alterarse… Realmente lo he llegado a amar, es el mejor hombre

 

-Supongo que omitió la parte de los Zardpire- dije seria.

 

-Si… Eso fue lo único que omití… Le conté la historia tal y como fue, me entendió, me dijo que me amaba así como yo era y que mis errores del pasado no le importaban, me dio la libertad de ir a conocer a mis hijos… Mientras estuviste desmayada discretamente le di el número a Anthony, por su aspecto supe que él era el de los poderes, después de irme me hospedé en un hotel… Al día siguiente me llamó Anthony para decirme que quería irse a Londres y que lo ayudara. No me pude negar, por eso al día siguiente nos fuimos rápidamente… En el camino me pidió que lo ayudara a desaparecer y pues lo hice…

 

-Dios mío… En la Hacienda todos estaban preocupados, se desapareció del mapa

 

-Yo y Aro lo ayudamos a esconderse muy bien… Los días que duró en mi casa no la pasó muy bien que digamos… Él y mis hijos se odiaron

 

-¿Hijos?

 

-Aro tiene una hija que se llama Bianca, ella tiene veintiún años, yo la quiero como si fuese mi hija, por eso le digo así…

 

-Ah, está bien- contesté-. Y… Si estaban en Londres, ¿Cómo fue que nos encontraron? ¿Cómo supieron que veníamos a Italia?

 

-Nosotros los Zardpire tenemos muchos poderes, entre esos, podemos ver lo que hace determinada persona

 

La miré confundida. No entendía.

 

-Mira, solo puedes observar a alguien a quien conozcas de cara… No importa si lo conoces en persona o no, solo debes imaginar su cara para poder ver que hace…

 

-¿Entonces me vigiló a mí?

 

-Sí…

 

-¿Pero por qué se fue entonces? Debió haber visto cuando me enteré de la verdad, que no somos familia

 

-No te vigilaba en ese tiempo… Él no supo de ningún conjuro hasta que llegamos a Londres, yo le enseñé eso… Y después él vio que te casabas con Edward, se quedó muy confundido… Allí supo que no eran primos, después te vio ir al aeropuerto de Francia, justo en el momento en que anunciaban su vuelo a Italia…Tomamos el jet privado de Aro y vinimos lo más rápido que se pudo para esperarte allí

 

-Entonces así fue como me encontraron- susurré para mí misma. El hecho de que este mundo fuese tan retorcido y sobrenatural, me mareaba.

 

-Sí, así fue

 

-¿Y me tengo que quedar aquí?- pregunté asustada-. No quiero, quiero ir con Edward

 

-Yo te llevaré con él, solo sé paciente, nena- me susurró en el oído y me dio un beso en la frente-. Frente a Anthony me haré pasar por tu enemiga, le haré creer que lo quiero ayudar, pero en verdad solo ganaremos su confianza para sacarte de aquí ¿De acuerdo?

 

Asentí.

 

-Volverás con Edward, lo juro

 

Le sonreí a Elizabeth.

 

-Gracias, Elizabeth

 

En ese momento entró Anthony en la habitación y sonrió al verme.

 

-Ya despertaste, mi amor- dijo y se acercó a mí. No me aparté, yo también tenía que poner de mi parte, hacerle creer que estaría bien. No quería que intentara nada en contra de mi bebé.

 

-Sí, ya lo hice- respondí.

 

-¿Te sientes bien?

 

-Perfectamente, gracias por preguntar

 

-Me alegra escuchar eso, nena, te prepararé algo de comer ¿Sí?

 

-Yo voy a ir- anunció Elizabeth-. Ya sé que puedo prepararle

 

Y se fue de la habitación, dejándome a solas con Anthony.  Me puse nerviosa pero no dejé que lo notara.

 

-Te amo, Bella- me dijo y besó mi mejilla-. Bésame por favor

 

-No puedo, soy esposa de tu hermano

 

-Pero no estás con él y ya nunca lo verás de nuevo

 

No dejé que esas palabras me afectaran. Mi corazón me decía que si lo volvería a ver.

 

-Lo sé- mentí-. Dame mi tiempo para que yo empiece a sentir algo por ti de nuevo…

 

La sonrisa de Anthony fue muy grande.

 

-¿Estás dispuesta a dejar que te enamore de nuevo?

 

-Claro, Anthony- sonreí falsamente-. Yo ya me resigné a que no puedo escapar de ti, me quedaré aquí siempre y cuando no intentes nada en contra de mi bebé y que me des mi tiempo para acostumbrarme a que tú estarás conmigo, además, tú y yo  tuvimos algo y no se puede olvidar tan fácilmente…

 

-Lo sé- suspiró-. Nuestro amor fue muy grande

 

-Sí, supongo que sí…

 

En ese momento entró Elizabeth con la comida. ¿Cómo demonios…?

 

-Los Zardpire somos bastante rápidos- contestó Elizabeth-. Digamos que no puedo aparecer los ingredientes pero sí que puedo saltarme el procedimiento

 

Sonreí ligeramente. Si no estuviese lejos de Edward quizás me habría reído mucho, pero ahora nada podía alegrarme.

 

Las dos semanas que siguieron fui muriendo lentamente. Me mataba el estar lejos de Edward, de no saber cómo estaba. Cada tarde, cuando Anthony tenía que salir de la casa para comprarme cosas u otra cosa, lloraba amargamente y era consolada por Elizabeth quien un día me dijo su plan al fin. Ambas éramos amigas ya. Quería mucho a Elizabeth porque ella me entendía y protegía, se comportaba como si fuese mi madre.

 

-Hoy se te han acabado tus pastillas de ácido fólico- cantó cuando entró a la habitación. Yo ya podía moverme por toda la casa pero, prefería quedarme en el cuarto.

 

-Hey, eso no es…

 

Vi como Elizabeth tomaba la caja de pastillas y de sus manos salía una enorme llama y quemó las pastillas. Sonreí al ver su plan.

 

-¡¿Qué fue eso?!- gritó Anthony entrando en el cuarto.

 

-Quería que quemara algo- dije con un puchero y Anthony me miró con ternura.

 

-Te entiendo, sé que tienes curiosidad de ver que hacen los Zardpire, si lo deseas yo te llevaré mañana a enseñarte unos trucos, ya pasado mañana nos iremos a Londres así que un paseo no te viene mal

 

-Me parece muy bien- sonreí.

 

-Hoy la quiero llevar de paseo- dijo Elizabeth-. Y quiero comprarle sus pastillas de ácido fólico

 

-Pero le compraste unas hace cuatro días- dijo Anthony.

 

-Es que Bella debe tomar más, ella tiene en el vientre a un Zardpire y debe estar nutrido, yo así hice cuando te iba a tener a ti y a Edward

 

-¿En serio?- Anthony alzó una ceja y yo temí que no se creyera ese cuento.

 

-Sí

 

Anthony se encogió de hombros.

 

-Yo no sé de esas cosas de mujeres, arreglen eso ustedes

 

-Eso haremos, hoy mismo- se rió Elizabeth y mi corazón comenzó a acelerarse. Quería volver a ver a Edward-. Ah, Anthony ya que tienes planes de salir, ¿Por qué no le compras a Bella unos helados? Es que se le han antojado mucho

 

-Sí- dije yo-. Sobre todo el de limón

 

-Muy bien, vayan a pasear mientras yo voy a resolver unos asuntos con unas personas e iré por los helados- sonrió Anthony. Por una fracción de segundo me sentí culpable por traicionarlo-. Mamá, por favor te pido que no dejes que Edward te encuentre, haz que Bella cambie de apariencia, las estaré vigilando

 

Elizabeth hizo un hechizo para cambiar mi apariencia. Varias veces que salí con ellos lo hacían. Sinceramente me divertía mucho hacer eso. Ahora me había convertido en una niña de ocho años, con cabello largo y rubio. Casi muero de risa al verme. Ahora era una niña embarazada.

 

Elizabeth cambió su apariencia a una chica de dieciocho años. Anthony  nos sonrió antes de irse. Elizabeth y yo salimos de la casa y nos dirigimos hacia el centro comercial, fuimos a ver la ropa de bebé. Todo esto lo hacíamos para engañar a Anthony quien en este momento nos vigilaba, Elizabeth me lo decía y se echaba a reír, haciéndole creer a Anthony que todo estaba bien. Cuando dejó de sentir la vigilancia por cuarta vez me dijo.

 

-Debemos ir a un restaurante que está cerca de aquí, allí cambiaremos nuestra forma, alguien tiene que encontrarnos y sé que lo harán, he investigado y hay un agente que te está buscando por toda Italia, hace rato lo he visto por aquí, así que rápido

 

Asentí emocionada y las dos nos dirigimos al restaurante. En el baño de este cambiamos nuestra forma y Elizabeth bloqueó la vigilancia. Ella tenía poderes demasiado desarrollados y podía hacer que Anthony dejara de vigilarnos a mí y a ella.

 

-Él todavía no intenta vigilarnos- me dijo seria-. Así que espero que el tipo entre aquí.

 

-Esperemos que si- contesté nerviosa. No podía tomarme el refresco a causa de los nervios.

 

-Cálmate, preciosa, todo saldrá bien

 

-¿Cómo sabes Eli?

 

-Acabo de vigilar a Anthony, está demasiado ocupado como para vernos

 

-¿Qué es lo que está haciendo?

 

-Está arreglando unos asuntos con unos conocidos

 

-¿Anthony está metido en problemas? ¿Fue con pandilleros o alguna cosa así?

 

-No- se rió-. No querida, no es eso… Él conoció a un grupo de chicos que son Zardpire, son tres, y todos están entrenando para mejorar sus poderes, y por suerte él no ha logrado avanzar en esto de vigilarnos, todavía no va en esa lección y no alcanzará a verla porque nos iremos a Londres supuestamente

 

-Oh, ya veo

 

-Ya está aquí- dijo Elizabeth.

 

-¿Quién?

 

-El agente que Edward contrató, mi hijo está ansioso por recuperarte

 

-Yo ya quiero verlo, no puedo esperar más- respondí mirando hacia la puerta de la entrada. Estaba entrando un señor con un traje gris. Cuando nuestras miradas se encontraron él se acercó a nosotras.

 

-¡¿Es usted Isabella Cullen?!- preguntó al llegar con nosotras-. ¿Y usted Elizabeth Cullen?

 

Ambas asentimos.

 

-Esperábamos que nos encontrara- dijo Elizabeth lanzándole una mirada enigmática.

 

-Tienen que venir conmigo inmediatamente, el señor Cullen ha estado buscando por dos semanas a su esposa

 

-¡¿Cómo está él?!- pregunté angustiada.   

 

-Sinceramente, él está mal, muy mal, está desesperado

 

En ese momento las lágrimas se me salieron. No soportaba que mi Edward estuviese mal por mí.

 

-Quiero verlo ahora mismo

 

-Pues acompáñenme

 

-Solo déjenos pagar la cuenta

 

Elizabeth dejó llamó a un mesero y pagó rápidamente. Ambas acompañamos al policía y nos subimos en su auto. Acaricié mi poco abultado vientre en el camino a la agencia, a donde él nos llevaba.

 

“Ya vamos a estar con tu papi, mi cielo” dije en mi mente. Mi pensamiento iba dirigido a mi hijo “Ya estaremos a salvo, bebé”

 

En la agencia nos hicieron mil preguntas y contestamos con la verdad, omitiendo por obviedad lo de los Zardpire. A Elizabeth la detuvieron cosa que a mí me afectó bastante.

 

-No te preocupes, mi niña- me dijo cuando estuvo en la celda-. Lo merezco por ayudar a Anthony con esto

 

-Pero no quiero que te metan a la cárcel- sollocé-. Tú eres buena

 

-Saldré, princesa, saldré… Ya lo verás, estaré allí cuando nazca mi nieto

 

-Te quiero mucho, Elizabeth

 

-Yo también te adoro, niña, te ganaste mi cariño en muy poco tiempo, ya puedo ver por qué Edward se enamoró tanto de ti y por qué Anthony también lo hizo, ahora hazle caso a Venturi y ve con Edward, que yo estaré bien

 

-Pero…

 

-Ve mi niña, ve, te prometo que si no me liberan me escapó- rió aunque también corrían lágrimas por sus ojos. Ambas nos queríamos y nos íbamos a extrañar, eso era seguro, pero… Tenía que volver con mi esposo, a él lo extrañaba mucho más-. Por favor, no le digas nada sobre nuestros poderes a Edward, es un secreto que no quiero compartir con él hasta que tu niño tenga nueve años

 

-¿Por qué?

 

-Tú solo hazme caso

 

-Está bien- musité.

 

Después de despedirme de Elizabeth me fui con Venturi en su auto. En el camino el corazón me latía a mil por hora y me dolía el estómago. Estaba ansiosa por volver a ver a mi hermoso Edward. Lo amaba con toda mi alma y no quería volverme a separar de él.

 

-El señor Cullen estará feliz de volverla a ver- comentó Venturi cuando estuvimos en un semáforo-. Él la ama demasiado, eso lo he notado

 

-Y yo lo amo a él, con toda mi alma- le confesé-. Quiero ir con él, lo extraño

 

-Ya estará con él en menos de dos minutos, ya vamos a llegar a donde está, no se preocupe

 

¿Dos minutos? El corazón me latió más rápido que nunca. Ya deseaba verlo, pero estaba nerviosa… ¿Y si él creía que me quise escapar con Anthony? El miedo comenzaba a invadirme.

 

De repente Venturi estacionó frente a una casa preciosa. Al bajarme del auto vi que Edward salía de aquella casa. Ambos nos miramos durante unos segundos. En mis ojos se habían formado lágrimas otra vez. Por fin veía a mi amado esposo. 

 

Edward corrió hacia mí y cuando me tuvo entre sus brazos ambos lloramos como dos niños pequeños. Nos habíamos necesitado demasiado. Con aspirar su delicioso aroma me sentía segura, a salvo. Sin duda alguna Edward Cullen era mi vida entera.

 

Mi esposo besó toda mi cara. Su respiración era bastante agitada.

 

 

 

 

 

 

-Bella, mi amor- sollozó.

 

-Aquí estoy Edward, nunca te abandoné, me llevaron… - le aseguré. No deseaba que pensara mal de mí.

 

-Lo sé, princesa, lo sé… Te amo Bella, te amo

 

Me aferré con todas mis fuerzas a él. No quería volverme a apartar de su lado.

 

-Yo más Edward, te juro que yo más…

 

-Eso es imposible… Bella, no sabes cuanta falta me hiciste

 

-A mí me hiciste más falta… Tuve mucho miedo

 

-¿Qué te hicieron mi amor?- preguntó con la voz rota-. ¿Cómo está el bebé?

 

-Está en perfecto estado ahora- gruñí al recordar lo que Anthony quiso hacer con mi bebé.

 

-¿Qué pasó?

 

-Casi lo pierdo por culpa de Anthony…

 

-¡Voy a matar al desgraciado ese!- gritó.

 

-No, no lo hagas, lo importante es que estamos juntos ahora

 

-Pero…

 

-Por ahora no hagas nada

 

-¿Qué pasó con nuestro hijo?- interrogó Carlisle al policía.

 

-No lo encontramos, a la que si encontramos fue a Elizabeth Cullen- contestó serio-. Está arrestada

 

Hice una expresión de dolor la cual oculté rápidamente. Deseaba que Elizabeth saliera de la cárcel. Dejé de pensar en eso cuando vi que Edward me observaba para percatarse de que no estuviese con ningún daño.

 

-No quiero que Elizabeth esté arrestada- dije-. Ella me ayudó a escapar

 

-Pero te secuestró- contestó irritado.

 

-Pero fue idea solamente de Anthony… Elizabeth se arrepintió al ver como sufría sin ti… Me cuidó y estuvo dispuesta a hacer un plan para escaparnos de Anthony, a este lo envió a comprarme unas cosas que necesitaba y aprovechamos que se fue para ir a dar un paseo… Un rato después en  un restaurante nos encontró él- dijo señalando a Venturi-. Nos llevaron a la agencia donde trabaja y después nos trajeron aquí… Por favor no metas a Elizabeth a la cárcel, la quiero… Se ganó mi cariño, por favor, por favor… Gracias a ella no sufrí daño alguno

 

-Está bien cariño- suspiró-. Haré que Elizabeth salga

 

-Gracias- respondí aliviada.

 

Desde ese rato Edward se negó a apartarse de mí y yo no me podía quejar ya que yo lo necesitaba más que él a mí. Deseaba demasiado estar entre sus brazos y no irme jamás de allí. Solo mi marido me soltó para que mis suegros pudiesen abrazarme y para que Carlisle me preguntara sobre mi bebé. Mientras hacia eso, Edward fue a agradecer a Venturi o eso creí.

 

En la noche Carlisle y Esme salieron a una cena después de sacar a Elizabeth de la cárcel. Mi esposo y yo nos quedamos solos en casa lo cual aprovechamos para recuperar el tiempo perdido. Hicimos el amor de una manera salvaje e intensa  y después de eso nos metimos al Jacuzzi a bañarnos.

 

-No quiero volverte a perder- me dijo mientras besaba mi cuello. En mi espalda podía sentir como  se ponía duro y eso sirvió para excitarme de nuevo.

 

-Ni yo tampoco

 

-Te amo princesa…- susurró.

 

-Yo más…

 

Se puso tenso. Seguramente en estos momentos estaba alzando una ceja.

 

-Eso no es cierto, sabes que yo te amo más a ti…

 

-No, ambos nos amamos igual…

 

-No- replicó-. Sufrí como nunca en la vida al creer que nunca iba a encontrarte- murmuró y me abrazó más.

 

-Sí, se nota que sufriste- fruncí el ceño-. Edward, estás en los huesos…  ¿Dónde quedó mi sexy marido?

 

-¿No me consideras guapo?- preguntó triste.

 

-Eres el hombre más guapo y lo sabes- gemí y me volteé hacia él-. Pero… No te ves muy bonito así de delgado, de ahora en adelante vas a comer o sufrirás mi irá

 

-No, te prometo que voy a comer- dijo asustado y yo reí.

 

-Eso espero- dije agarrando su miembro con mis manos lo cual arrancó un gemido de sus labios.

 

-Estás duro, mi amor- dije excitada.

 

-Dios, Bella… ¿Qué haces?- preguntó cuando comencé a mover a su amigo.

 

-¿No te gusta?- pregunté apenada y triste. Retiré mi mano de donde estaba.

 

Edward me acercó a él y me besó con mucha pasión y urgencia. Esa noche me entregué a él hasta que caímos rendidos.

 

Me quedé dormida, disfrutando de un sueño tranquilo por primera vez en semanas. Me sentía demasiado protegida y como si nada fuese a pasarme.

 

En todo eso pensaba mientras miraba por la ventanilla del auto. Edward y yo ya regresábamos a Forks. Por suerte nadie se había enterado de mi secuestro y todos creyeron que todo fue genial.

 

Al llegar a casa saludé a toda mi familia quien me recibió llena de alegría. Esme y Carlisle nos saludaron también ya que ellos habían venido aquí dos días antes que Edward y yo.

 

-Ya te creció la panza, Bella- dijo Jacob sorprendido cuando me vio. Alice le dio un golpe en la cabeza.

 

-Pero claro que sí, tarado, ya lleva bastante tiempo de embarazo

 

-Apenas son tres meses- les dije riendo-. No son tantos

 

-En realidad cielo, ya tienes más- me dijo Edward-. Nos quedamos bastante tiempo en Italia

 

-Eso significa que ya comenzaron las clases ¿No es así?

 

Eso era obvio, luego de que Edward me encontró nos quedamos en Italia tres semanas más. Me preguntaba porque Anthony aun no hacía nada, pero aun así me alegraba que no lo hiciera. Yo vivía muy feliz junto a Edward.

 

-Pero no irás a la escuela- dijo mi esposo-. No hasta que nazca el bebé, no quiero exponerte a ningún peligro

 

Puse los ojos en blanco.

 

-Voy a estar bien, pero bueno, el próximo año tendré que estudiar

 

-Exacto

 

-¿Y tú no deberías estar en la universidad?

 

-No, tampoco estudiará este año- intervino Carlisle-. Él va a trabajar aquí en lo que nace el bebé…

 

Edward asintió.

 

-Después de este año tú y yo nos iremos a vivir a Seattle, para estudiar y criar a nuestro bebé- susurró Edward en mi oído. Asentí, emocionada por la idea.

 

Desde ese día ya habían pasado cuatro semanas más. Comenzaba a notar mucho más abultado mi vientre. Me encantaba estar en este estado porque saber que tenía un ser dentro de mí era maravilloso. El día en que sentimos sus primeras pataditas, Edward se volvió loco de contento.

 

-Hoy sabremos cual es el sexo del bebé- nos dijo Carlisle mientras me hacía un ultrasonido. Como siempre, se me escaparon lágrimas de emoción.

 

-Es niño, joder- gruñó Alice. Ella siempre quería acompañarnos-. Yo lo sé todo

 

-Es niña- bromeé.

 

-¿Y si son dos?- preguntó Edward.  

 

-¿O tres?- dijo Carlisle. Me atraganté.

 

-¿Qué?- gritamos Edward, Alice y yo al mismo tiempo.

 

-Es broma- se carcajeó mi suegro-. Solo es uno

 

-Casi muero de un infarto- gruñó Edward.

 

-Yo igual- me quejé.

 

-Bueno, ya lo encontré, al fin sabemos el sexo de mi querido nieto

 

Era un niño, justo como decía Edward y mi hermana. Alice y Edward comenzaron a gritar emocionados y yo sollocé. Este momento me hacía feliz. Iba a tener un hermoso niño, un hijo que esperaba fuese igual a Edward. Un pequeño bebé que era mi mejor regalo y lo que más amaba en el mundo.

______________________________________________________________

 

Hehehe sé que no he subido capítulo desde hace mucho, pero es que estaba concentrada en un fanfic que se llama “El amor de mi vida” Para las que no lo han leído les invito a leerlo, y espero que les guste :D. Muchas gracias por todo su apoyo y mil disculpas por la demora. Realmente no tenía mucha imaginación para esta historia, pero ya volvió J  y pues trataré de actualizar más antes de volverme a desaparecer jajaja. No estoy diciendo que lo haré pero lo digo por si llega a pasar.

 

 Les mando Un beso y un abrazo a todas ustedes!! Espero que les guste este capítulo :D SALUDOS DESDE MÉXICO! 

Capítulo 31: NOTA Capítulo 33: Miedo

 
14439579 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10757 usuarios