Hacienda Cullen (+18)

Autor: sachiko065
Género: Drama
Fecha Creación: 17/12/2012
Fecha Actualización: 07/05/2015
Finalizado: NO
Votos: 30
Comentarios: 93
Visitas: 83684
Capítulos: 35

Bella es hija del matrimonio Swan... Unos trabajadores de la Hacienda Cullen. Ella está enamorada de Edward Cullen, el hijo de los patrones. Él tiene un gemelo, llamado Anthony y una hermana menor que se llama Charlotte. Anthony es el mejor amigo de Bella. Los dos han sido casi como hermanos, pero un día ambos deciden hacerse pasar por novios, para poder estar con quien aman. Anthony está enamorado de Rosalie Hale y quiere estar a su lado, pero también quiere que su mejor amiga sea muy feliz...

¿Qué sucederá? ¿Bella y Anthony lograrán lo que quieren o se enamorarán? Y si es así...¿Bella se olvidará por completo del amor que le tiene a Edward? ¿Con quien se quedará ella? ¿Con Anthony? ¿Con Edward? ¿o con nadie? ¿Realmente tiene que elegir a alguien?

Este no es el primer FanFic que intento escribir, pero si es el primero que publicaré... espero que les guste.

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Capítulo 22: La verdad

POV Bella:

Casi toda la noche recé para que nada malo le ocurriera a mi bebé. Lo amaba más que a mi propia vida. Era un pedazo mío y de... Edward. Me quedé dormida ya entrada la madrugada y cuando desperté oí a dos personas que discutían. Eran mis padres.


-¿Podrías bajar la voz?- preguntó mi mamá- Bella se va a despertar

-No me importa, ella tiene que saber la verdad, Reneé, no seas egoísta, dile la verdad para que ya no sufra, me duele ver todo lo que ayer le pasó...¡Casi perdemos a nuestro nieto también!

Sonreí. No pude evitarlo. Charlie ya quería a mi bebito.

-Si le decimos ahorita lo más seguro es que si lo perdamos, esperemos unos días

-Está bien- gruñó Charlie-. Pero por lo pronto ve y habla con Esme, ella todavía cree que Bella...

-Después me encargo de eso- lo cortó mi madre.

-Bien, como quieras, si luego ocurre algo malo después no te quejes

-No tiene por qué ocurrir nada malo
-Claro que si, Bella puede perder a su novio... Es eso lo que va a pasar, también perderá la posibilidad de que ese niño tenga una familia ¿No lo entiendes?

-Si, pero lo prefiero, lo prefiero mil veces a que nos odie por ocultárselo

-Pues yo prefiero que me odie a verla destrozada- dijo Charlie cerrando de un portazo la casa. Oí que mamá se acercaba y me hice la dormida. Ella entró al cuarto. Al ver que estaba "dormida" suspiró aliviada y cerró la puerta con cuidado.

Yo ya no podía más con la intriga pero no por eso me iba a levantar y a poner en riesgo a mi criatura. Carlisle me dijo que necesitaba descanso y eso iba a hacer. Descansar.

Pasé la mañana fingiendo que no había escuchado nada. Mi madre estuvo conmigo y me atendía. Yo no le quería decir nada. No iba a servir... Quería hablar con mi padre. Él si me diría la verdad.

A medio día mi mamá salió y vino Edward a verme. No se separó de mi en todo el día y se encargó de que comiera bien.

-Pronto te vas a poner bien y nuestro bebé ya no estará en peligro- me prometió.

-Espero que si- sonreí levemente. Aun estaba pensando en su hermano. Yo estaba destrozada pero no quería demostrárselo.

-Bella... ¿Puedo tocarlo?- me preguntó con timidez. Se veía tan tierno. Me recordaba a Anthony.

Los ojos se me llenaron de lágrimas al pronunciar su nombre en mi mente. Asentí para responderle a Edward.

Él tocó mi vientre segundos después. Lo miré emocionada. Nadie había tocado a mi bebé más que yo. Ahora Edward estaba acariciando a su hijo o hija. A Edward se le salieron las lágrimas y le habló a nuestro bebé.

-Hola mi amor, soy tu papá... Tú mamá y yo te amamos aunque no vengas en el mejor momento

Se me escapó otra lágrima y esta no era por Anthony, esta era por la ternura que Edward me provocaba en este momento.

-Vas a estar bien, mi cielo- siguió susurrándole-. Nacerás sano...

-O sana- dije limpiándome las lágrimas.

-Yo creo que será niño- se rió y dejó de tocarme el vientre-. Pero me encantaría una niña... Sería hermosa como tú

-Y el niño guapo como tú- contesté.

-¿Cómo lo llamaremos?

-Si es un niño... Quiero que se llame como tu hermano- admití.

-¿Anthony?- preguntó serio. Luego sonrió-. Está bien

-Gracias- le sonreí-. Y... ¿Cómo está él?

-Eh...

-¿Qué sucede?- pregunté nerviosa.

-Nada...

-¡Dime!

-Bella... No te quería decir nada porque no deseaba que te alteraras, pero... Está bien, te lo diré, tú lo amas ¿No es así?

-Si Edward, lo amo y me duele todo lo que está pasando, no soporto estar separada de él

-Ni él de ti- dijo haciendo una mueca de dolor-. Pero... Quiere poner distancia de por medio

-¿A qué te refieres?- cuestioné con el pulso acelerado. Ya lo sabía. Anthony me lo había dicho anoche pero pensé que no cumpliría.

-Esta noche se va a Londres... Se va a un colegio, no quiere regresar...
Esas palabras me destrozaron por completo. No pude evitar echarme a llorar. Edward me abrazó.

-No debí decirte- gruñó. Lo solté y lo miré mal.

-No, que bueno que me lo has dicho, me iba a enterar tarde o temprano

-Bella, te juro que quise hacerlo desistir de esa tontería, se que sufrirán si están lejos uno del otro... No te quiero ver sufrir, te amo demasiado

Quise responderle que yo de cierta manera aun lo hacía pero no era prudente. Eso solo lo dejaría confundido y pensaría que soy una niña indecisa. Además, con quien yo quería estar era con Anthony.

-Vamos a detenerlo- me propuso.

-No, tenemos que dejarlo ir... Es mi primo, no puedo estar con él ni contigo

-Conmigo no estás- me recordó-. Mierda, está situación es horrible

-Ya lo creo- dije sollozando-. Quiero estar con Anthony, pero... No puedo

-Lo sé- dijo con pena-. Créeme que si pudiera te ayudaría, pero no puedo, me siento impotente

-Tú no tienes la culpa, la tienen nuestros padres por no decirnos que eramos primos desde el principio

-Tienes razón

De pronto recordé esa discusión que tuvieron mis padres por la mañana. La verdad de la que hablaba Charlie.

-Edward, creo que hay algo- le dije emocionada.

-¿Qué?

-¿Está mi mamá en la casa?

-No, ella... Me pidió que te cuidara porque estaría ausente todo el día

-Trae a Charlie por favor- supliqué.

-¿Qué?

-Trae a mi papá, te lo ruego

-Está bien, pero no te muevas de aquí- me advirtió.

-No, jamás pondría en peligro la vida de nuestro bebé, lo amo

Él me sonrió. Su mirada estaba iluminada.

-Anda, ve por mi padre- le sonreí también. Él me hizo caso y salió del cuarto. Esos minutos a solas me sirvieron para pensar en que podía ser esa verdad. Si mi padre quería decírmela era porque tal vez me ayudara a estar con Anthony.

De repente la puerta se abrió, eran Charlie y Edward.

-Papá...

-¿Cómo estás cariño?- me preguntó preocupado. Se acercó a mi y me besó la frente-.¿Te sientes bien

Asentí.

-Si papá, pero quiero que me expliques unas cuantas cosas, en primera, ¿Donde está mamá?

-Fue a Port Angels... A visitar a alguien

-¿A quien?

-Eh...

-¿A quien?- repetí.

-Es una historia larga...

-¿Es la verdad que estabas mencionando esta mañana?- inquirí. Los ojos de mi padre se abrieron por la sorpresa.

-¿Escuchaste?

-Si, pero nunca supe cual era esa tal verdad, mamá al parecer no quiere que me entere por eso he esperado para que me digas que sucede

-Has salido prudente, al igual que tu padre...

Sonreí.

-Si papá, soy igual a ti

-No mi amor- dijo y comenzó a derramar lágrimas. Se sentó a mi lado-. No eres igual a mi, eres mejor que yo, al igual que James, mi hermano menor

-¿Tienes un hermano?- pregunté sorprendida.

-Eh... Creo que saldré- anunció Edward pero mi padre lo detuvo.

-No, eres mi sobrino, mereces escuchar esto también, de verdad necesito que me escuchen

-Bueno, me quedaré- respondió.

-¿Cuál es esa verdad papá?- insistí.

-Nena, espero que me perdones algún día, pero fue lo mejor para ti... Recuerda que tus padres te aman como no tienes una idea

-Si, lo sé papá

-Por eso te alejaron de ellos

-¿Qué?- exclamamos Edward y yo al mismo tiempo.

-Hija... Yo ni Reneé somos tus padres biológicos

Me quedé boquiabierta. Esa verdad me dejaba impactada. Era imposible. Yo no era idéntica a Charlie.

-Eso... No puede ser- sollocé-. Tú eres mi papi, soy igual a ti

-Si, casi, pero no eres mi hija al menos no biológicamente pero te amo como a una

-Eso no contesta lo que quiero saber- gruñí e intenté levantarme de la cama. Edward me lo impidió.

-Te pareces a mi porque somos familia, mi amor, eres hija de mi hermano James y de su esposa Victoria, sigues siendo una Swan

-¿Ellos están vivos?- pregunté contrariada.

-Si

-¡¿Entonces por qué me abandonaron?!- bramé.

-Cálmate Bella- me ordenó Edward y yo respiré profundo. Si, debía hacerle caso.

Charlie sollozó.

-Victoria es hija de uno de los mafiosos más peligrosos del país, tú papá también se metió en eso para poder estar con ella, después se casaron y te concibieron... Inevitablemente eso se supo, la gente del hospital la traicionó, el doctor que la atendió trabajaba para gente que quería acabar con ella... Querían acabar con la hija y el nieto de su enemigo... Por fortuna tu abuelo mató a toda esa gente y supo proteger a tu madre y naciste con bien, pero él y Victoria decidieron que lo mejor para ti sería no estar en ese mundo tan peligroso, mi hermano decidió lo mismo aunque pude ver el dolor que le causaba alejarte de él, eras su princesa, su vida entera, lo sigues siendo de hecho, cada año le mando fotografías tuyas y de tus hermanos, él cada mes nos envía dinero para pagar tus estudios y que esta casa esté bien para que vivas dignamente, no dejan de estar pendientes de todo lo que necesites al igual que tu abuelo, tampoco te llenan de lujos para que no sospeches nada, además fue una petición mía

Edward tragó saliva lo cual me hizo reír nerviosamente. Mi abuelo... ¿Un mafioso? ¿Mis padres también? Esa historia parecía de película. Miré a mi padre con más lágrimas.

-No importa que me digas cuanto me aman mis verdaderos padres, tú y mamá son mis papás, eso no va a cambiar

Mi papá me abrazó un momento y luego me soltó. Me miró con ojos entrecerrados.

-Bueno, ya te lo he dicho, ¿Qué esperas niña?

-¿Qué?

-Hija, te acabo de decir que no eres prima ni de Edward ni de Anthony, tu hijo está fuera de eso del incesto

-¡Es cierto!- exclamé y miré a Edward quien sonreía-. No somos primos... Puedo estar con Anthony

-Si Bella, también podremos tener a nuestro hijo alejado de esa historia asquerosa de mis padres...

-Debemos decirle a Anthony, por favor, llévame con él, ya es de noche, tenemos que alcanzarlo

-No te llevaré a ti Bella- gruñó-. Le diré que venga a hablar contigo

-No, vamos por favor, no me pasará nada

-Yo la llevo cargando- se ofreció papá.

-Está bien- accedió Edward-. Pero yo la cargo, no te preocupes Charlie

-Nadie me va a cargar, yo iré por mi propio pie, estoy embarazada, no inválida

Me levanté y busqué unos zapatos y un suéter. No me importaba tener la piyama puesta. Tenía que ir con Anthony.

Los tres salimos de la habitación. Cuando íbamos a salir de la casa, nos encontramos con mamá y una señora muy bonita y joven. Era pelirroja y tenía ojos verdes. A su lado estaba un tipo con el mismo cabello y ojos que mi Charlie, pero este tenía un aspecto más joven. Y más guapo. Pero... No tenía tiempo de presentarme.

-Hija- me dijo mamá-. Tengo que decirte algo

-Ya le dije todo Reneé, hola James, hola Victoria- Saludó mi padre.
Edward rió por lo bajo.

-Buena forma de conocer a tus padres- me susurró en el oído.

La señora, la cual debía ser Victoria me observaba con los ojos cristalinos al igual que su esposo. Me hicieron sentir algo extraño, como si los conociera de toda la vida, un sentimiento de cariño. Pero, no tenía tiempo de ponerme a averiguar que era eso.

-Hija...

-De verdad lo siento, no tengo tiempo- me disculpé-. Debo hacer algo

Y seguí caminando junto a Edward ignorando los gritos de mamá. Charlie fue también con nosotros. Llegamos a la casa grande pero entramos por la cocina.

-¿Qué sucede aquí?- preguntó Emmett.

-Emmett, hijo ¿Dónde están los señores Cullen? ¿Donde está Anthony?

-Él se dirigió para el aeropuerto de Seattle hace un rato... Sus padres quisieron ir con él, pero no quiso... Solo dejó que Embry lo llevara, sus padres estaban destrozados por esa decisión...

-No puede ser... ¿A que horas se fue?- interrogó Edward.

-Se fue hace una dos horas, pero no se irá hoy, se va mañana temprano, eso es lo que escuché

-Esto no puede estar pasando- dije angustiada-. Pero aun hay tiempo, vamonos

-¿Qué sucede Bella?

-Debemos alcanzarlo- le dije a Edward ignorando la pregunta de mi hermano.

-Si, pero yo voy- masculló.

-¡¿Querrían decirme de que están hablando?!- exclamó Emmett.

-No hay tiempo para eso niño- le contestó papá-. Después te contaremos todo

En ese momento entró Jacob a la cocina y le pidió algo de comer a Emmett. Al vernos se quedó sorprendido.

-¿Qué hacen aquí?

-No hay tiempo de explicaciones, debemos irnos- murmuré mientras salía de la cocina.

Edward y Charlie me siguieron.

-Yo voy- dijo Edward-. Tú quedate, no te preocupes, lo alcanzaré

-No Edward- gruñí-. Voy contigo, si sólo vas tú, no querrá escucharte, entiéndelo

-Está bien- suspiró resignado-. Vamos

-Yo voy con ustedes- intervino mi padre.

-Perfecto, pero debemos irnos ya- contestó.

-Ok

Los tres nos dirigimos hacia el garaje donde estaba guardado el Volvo. Nos subimos. Charlie iba en el asiento del copiloto y yo atrás.

Así iniciamos el viaje hacia Seattle. Solo esperaba llegar a tiempo y alcanzar a Anthony. En el camino no pude evitar quedarme dormida. Me despertó la voz de Edward diciéndome que ya íbamos a llegar a Seattle.

-Gracias al cielo- murmuré. En ese momento pensé en algo-. Edward...

-¿Si?

-¿No intentaste llamar a Anthony?

-Si, cuando te quedaste dormida pensamos en eso, le llamé pero no me contestó, seguramente tiró su celular o algo para que no lo localizaramos 

-No creo que sea tan melodrámatico como para hacer eso- gruñó Charlie-. ¿Quien tiraría un celular solo para que no lo encuentren?

-Él, él lo haría, lo conozco bien- respondió-. Pero bueno, tal vez solo tiene apagado el celular

-Eso espero- dije.

En ese momento el celular de Edward comenzó a sonar. Contestó.

-¿Si?... ¡Anthony!

Mi corazón se aceleró. Estuve segura en ese momento que todo se resolvería. El tono de voz de Edward me hizo perder esa esperanza.

-Hermano, no hagas eso... No te vayas por favor, ¿Por qué no esperas hasta la mañana como primero habías dicho?... No te importa como lo supe, solo lo sé, no te vayas ahora por favor, vas a destrozar a Bella... No, no es lo mejor, además debemos decirte al...¡Colgó!

-Joder- dije furiosa-. No te dejo hablar, bueno, ¿Qué te dijo?

-Que ya se va al aeropuerto, alcanzó un vuelo, se quiere ir lo más pronto posible

-Estás de broma- dijo Charlie-. Dios, no es posible

-No, no estoy de broma, es en serio, eso me dijo, pero no se preocupen, ahora mismo vamos por él, ese marica no se me escapa... Lo traeremos de regreso

Yo tenía insultos peores para Anthony en esos momentos. Era un imbécil sin duda alguna, ¿Por qué se iba? ¿Por qué era tan cobarde y drámatico? No tenía necesidad de irse y de complicarse la existencia y complicarmela a mi de paso.

-Llamale de nuevo, quiero hablar con él

-No contestará, al parecer marcó desde un teléfono público

-Mierda

-Lo vamos a alcanzar- juró Edward-. Tenemos ventaja, él apenas sale para el aeropuerto, nosotros ya llegamos a Seattle, ¿Lo ven?

Me asomé por la ventana. Ya estabamos en la ciudad, la cual era muy bonita.

-¿Sabes donde está el aeropuerto?- pregunté desesperada.

-Si, si sé donde está, no te preocupes, nos falta un rato para llegar, pero vamos a lograrlo

Justo como dijo Edward, tardamos un rato en llegar, pero supe que lo habíamos logrado cuando vimos el auto de Embry estacionado y el estaba afuera de él hablando por teléfono. Él al vernos se disculpó con la persona y colgó. Nos miró sorprendidos.

-Embry... ¿Dónde está Anthony?- preguntó Edward.

-Se bajó hace un rato del auto joven Edward, ya se va...

-¿Lo alcanzaremos?- dije angustiada.

-Claro que si, vamos

Le dimos las gracias a Embry y entramos al aeropuerto. Preguntamos a que horas salía el vuelo hacía Londres y nos dijeron que en quince minutos, nos indicaron la sala de espera en la que estaban y fuimos hacía allá.

Al entrar vi que Anthony estaba de espaldas. Corrí hacia él sin importarme nada. Ni mi estado, ni los gritos de Edward para que me detuviera. Por desgracia no pude detenerme a tiempo y me estrellé contra su espalda. Bueno, me lastimé, pero valió la pena.

En ese momento mi Anthony volteó y supe que todo estaba resuelto.

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Hola!! Espero que no se hayan olvidado de la existencia de mi historia. Sé que por ahora es algo aburrida, ya que todavía no empieza bien la "Historia de amor" que tenía planeada, pero a partir de este capítulo y de los otros que vienen,  van a saber con quien se quedará Bella o más bien de que parejita será la historia ;D. Ustedes saquen sus conclusiones jaja. 

Besos!

 

Capítulo 21: Historia Capítulo 23: Padres biológicos

 
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