Hacienda Cullen (+18)

Autor: sachiko065
Género: Drama
Fecha Creación: 17/12/2012
Fecha Actualización: 07/05/2015
Finalizado: NO
Votos: 30
Comentarios: 93
Visitas: 83678
Capítulos: 35

Bella es hija del matrimonio Swan... Unos trabajadores de la Hacienda Cullen. Ella está enamorada de Edward Cullen, el hijo de los patrones. Él tiene un gemelo, llamado Anthony y una hermana menor que se llama Charlotte. Anthony es el mejor amigo de Bella. Los dos han sido casi como hermanos, pero un día ambos deciden hacerse pasar por novios, para poder estar con quien aman. Anthony está enamorado de Rosalie Hale y quiere estar a su lado, pero también quiere que su mejor amiga sea muy feliz...

¿Qué sucederá? ¿Bella y Anthony lograrán lo que quieren o se enamorarán? Y si es así...¿Bella se olvidará por completo del amor que le tiene a Edward? ¿Con quien se quedará ella? ¿Con Anthony? ¿Con Edward? ¿o con nadie? ¿Realmente tiene que elegir a alguien?

Este no es el primer FanFic que intento escribir, pero si es el primero que publicaré... espero que les guste.

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Capítulo 4: Ayúdame a olvidar

POV Bella: 
Anthony y yo salimos a dar un paseo por el jardín ese día. Nos comportamos como siempre solíamos hacerlo y hablamos de nuestras cosas pero... procuramos ser más cariñosos que de costumbre e incluso estábamos tomados de la mano. Los demás nos veían un poco desconcertados lo cual me alegró. Así se correrían los rumores hasta que llegaran a Edward.
 
Pasé un rato más con Anthony y después me metí a mi casa.
 
Reflexioné sobre todo lo que había pasado este día. Al parecer el plan iba a funcionar. Estaba entusiasmada con todo esto. Si esforzarme haría que consiguiera estar junto a mi amado Edward, valía la pena. Todo lo haría con tal de estar con él.
 
El fin de semana terminó rápido y tuve que volver al instituto. Siempre me había gustado ir pero ahora deseaba volver a casa para seguir fingiendo ser novia de Anthony. Recordaba que el domingo estuve con él y Edward nos vio. Nos lanzó una mirada de odio. Debía admitir que me emocionaba eso. Era buena señal
 
-Bella, llevo hablando como media hora y no me escucha- me dijo Jessica, mi mejor amiga. Estábamos en la cafetería porque era el descanso- parece que tu amor hacia Edward aumentó
 
-No...no pienso en él- mentí-. Sino en Anthony
 
-¿Qué?
 
-Estoy...- me ruboricé-. Estoy saliendo con él
 
-¡¿Qué?!- gritó. Las personas voltearon a verla. La fulminé con la mirada.
 
-¿Podrías callarte?
 
-Tienes que contarme todo
 
Le conté rápidamente del plan que había ideado con Anthony. Jessica en vez de parecer complacida por la información, me miró preocupada.
 
-Amiga... Creo que este plan solo te hará sufrir, tal vez si conquistes a Edward pero creo que tú querras estar con Anthony para ese momento, ahí será cuando sufras
 
 
Me reí por la idiotez que acababa de decir.
 
-Ay Jessica, en serio tienes una imaginación tremenda, yo no puedo enamorarme de Anthony, es como mi hermano, él también me ve como a una
 
-Allá tú, yo te lo advertí...
 
El día transcurrió rápidamente para mi suerte. Me subí al autobús escolar. La Hacienda Cullen estaba a las afueras de Forks y el autobús me dejaba muy lejos pero estaba acostumbrada. Caminar me gustaba. Me bajé y no llevaba ni diez metros cuando pasó el Volvo de Edward- el que le dieron en su cumpleaños- por un lado mio. Me quedé petrificada y mi corazón latió con furia al ver que se paró y abrió la ventana polarizada para mirarme.
 
-Sube- me dijo y yo vacilé pero al ver su expresión siniestra me subí sin dudarlo.
 
Edward aceleró el auto. No sabía que mosco le había picado. Él nunca me había ofrecido nada y ahora me llevaba a casa.
 
De repente Edward frenó bruscamente y yo casi me golpeo.
 
-Debiste ponerte el cinturón- masculló- Pero bueno... Quiero que me respondas unas cuantas preguntas
 
Tragué saliva y asentí.
 
-¿Realmente sales con mi hermano?
 
-Si- contesté
 
-Hum... no me convences
 
-Con todo respeto joven Edward- me atreví a decir-. ¿A que se debe este interrogatorio?
 
-No te he dado permiso de cuestionarme Isabella- me miró enojado y yo me sentí mal-. Ahora responde... ¿Realmente estás enamorada de mi hermano?
 
-Si- espeté. Logré sonar convincente.
 
-No debes salir con él
 
-¿Por qué no?
 
-No debes y punto, vas a salir lastimada
 
-¿Y a usted que le interesa?- pregunté. Estaba comenzando a cabrearme.
 
-A mi no me importa- se rió-. Pero creí que a ti si, a mi lo que me interesa es que mi familia no quede en ridículo por tu culpa
 
-¿Por qué quedaría en ridículo?
 
-Porque, si no te has dado cuenta, eres una sirvienta y mi hermano es un heredero... Sería un escándalo para nuestras amistades que Anthony tenga esos gustos...
 
Tenía la necesidad de golpear a Edward aunque lo amara. Me enfadaba que dijera estas cosas. El plan de Anthony carecía de sentido ya. Edward jamás me querría.
 
-Creo que usted no debe insultarme- murmuré-. Yo nunca le he hecho nada
 
-Claro que me lo has hecho... Estando con mi hermano me fastidias la vida, me da tanta vergüenza imaginar que mis amigos se enteren de que mi hermano está saliendo con alguien cómo tú... todavía lo aceptaría si tú fueses bonita pero... no lo eres
 
Hice ademán de bajarme del auto. Ya no soportaba oírlo Me dolía saber que aun así lo amaba. Edward impidió que lo hiciera y me sostuvo fuertemente por un brazo. Me estaba lastimando.
 
-Suélteme
 
-No, tú y yo no hemos acabado de discutir
 
-Creo que ya terminamos- repliqué-. Entiendo todo, quiere que me aleje de su hermano... No lo logrará, yo lo quiero y él me quiere a mi
 
-¿Por qué lo quieres Isabella? ¿Acaso por su dinero?
 
-¡No!- grité sintiéndome ofendida-. Yo lo amo porque él si es buena persona, es amable, respetuoso, agradable...
 
-Es un poco hombre- me interrumpió-. Yo soy mejor que él
 
-Lo dudo mucho...
 
-Apuesto a que él no te besa mejor de lo que yo lo haría
 
-¡Ja!
 
Edward tomó mi rostro entre sus manos para obligarme a mirarlo. Me acercó a él. Nuestras respiraciones eran frenéticas. La mía por los nervios y la de él por el coraje. Mi corazón latía como si fuese a salirse de mi pecho. Podría jurar que iba a darme un infarto.
 
-Yo beso mucho mejor que él
 
-Suélteme- supliqué-. Anthony besa mejor...
 
-Eso ahora dejaras de creerlo
 
No me dió tiempo de decirle nada. Me besó a la fuerza. Era un beso lleno de fingida pasión al menos por parte de él.
 
Le correspondí. Era mi primer beso pero mis labios al parecer sabían que hacer. Abrí un poco mis labios para que su lengua entrara. Esperaba que cortara el beso pero no lo hizo sino que lo profundizó.
 
Pronto la emoción se convirtió en excitación.
 
Sentía como comenzaba a sudar al igual que él. Edward dejó mis labios para besar mi cuello. Gemí un poco. Después, él me quitó la blusa y yo le quité a él la suya.
 
Me soltó un poco para echar su asiento hacia atrás. No me resistí al impulso de pasarme a su asiento y quedar encima de él. El espacio tan reducido hacía más excitante este momento. Ambos gritábamos de placer. Ya lo necesitaba dentro de mi.
 
No sé como pasó pero pronto terminamos de quitarnos toda la ropa. Nos besamos frenéticamente. No podía frenar eso. Estaba haciéndolo con la persona que amaba. De repente nos detuvimos. Entrelazamos nuestras manos y nos miramos a los ojos. Edward me sonrió antes de incorporarse un poco. Tenía el volante encajado en la espalda pero no me importó. Rodeé su cintura con mis dos piernas y lentamente entró en mi. Me dolió al principio pero después se pasó. Yo lo abracé y clavé las uñas en su espalda mientras él me embestía. Le supliqué que fuese más rápido y así lo hizo.
 
En cuestión de minutos yo llegué al cielo y creo que él también por que gritó mi nombre.
 
Cuando terminamos Edward me ayudó a pasarme al otro asiento.
 
Quedé sumamente agotada y me dormí no sin antes escuchar un susurro de una voz aterciopelada
 
-Te amo Bella
 
Desperté desorientada preguntándome si era real lo que había pasado. Mi mirada se encontró con un hombro y después alcé la cabeza para encontrarme con un par de ojos dorados quienes me miraban con un profundo odio.
 
-Edward- dije quitándome de encima de él para ponerme en mi lugar lo cual me costó algo de esfuerzo.
 
-será mejor que nos vistamos Isabella
 
Miré mi cuerpo. Estaba desnuda. Edward me puso su chaqueta encima. Miré a mi alrededor. Las ventanas estaban cerradas. Menos mal.
 
-Vistámonos- me ordenó con mi ropa en la mano. Me ruboricé y la tomé.
 
Edward cogió su ropa de los asientos de atrás y ambos comenzamos a vestirnos.
Yo lo hice sintiéndome aturdida. Cuando terminé de vestirme pude ver que él seguía mirandome con odio.
-Espero que te haya quedado claro que yo soy mejor que él- me dijo
 
-Edward...- mi voz sonó rota. Presentía que él solo me había utilizado-. Después de esto... ¿qué pasará?
 
-Nada, ¿qué tiene que pasar o qué?
 
-Pero lo hicimos...
 
-¿Y eso qué? Yo solo te estaba haciendo una demostración
 
-¡¿Demostración?!- bramé-. ¿Sólo eso fue?
 
-Claro que si niña, ¿qué pensabas? ¿Qué te pediría que fueramos pareja? ¿Qué me gustaras?
 
-¿Sólo me utilizaste para pasar un buen rato?- pregunté con él alma quebrada en mil pedazos
 
-¡Ja! ¿un buen rato? ¡fue el peor sexo de mi vida! No sé como mi hermano puede acostarse conti...
 
Le pegué una bofetada con todas fuerzas. Me miró furioso pero ni me importó.
-¡En primera! ¡Eres un maldito bastardo- grité-. En segunda ¡Yo jamás me he acostado con tu hermano! Tú fuiste mi primera vez y en tercera ¡Jamás volveré a hablarte de usted! ¡Un poco hombre como tú no merece respeto!
 
-Bella...- susurró él mirándome anonadado.
 
-No me llames así- dije tomando mi mochila. Me salí del coche y eché a correr.
 
Oí como Edward me gritaba para que volviera.
 
Poco me importó correr por el bosque. Cuando dejé de oír a Edward me tiré en el piso y me eché a llorar como niña pequeña para descargar todo mi coraje y tristeza. Me había entregado a Edward y este había sido un completo patán
 
-¿Por qué no me enamoré de Anthony?- sollocé-. ¿Por qué él no está enamorado de mi?
 
Estuve un rato acostada hasta que de pronto recordé que debía ir a casa. Me levanté de un salto y caminé hacia la Hacienda. Por suerte tardé un poco en llegar. En el camino me aseguré de limpiarme los ojos para que no notaran que estuve llorando. Al llegar a mi casa aventé la mochila en el piso. Por suerte no había nadie porque ya todos estaban en la casa grande cumpliendo con sus obligaciones. Fui al baño y me duché. Necesitaba borrar las caricias de ese desgraciado al que seguía amando con todo mi ser a pesar de todo. Después de bañarme fui a mi cuarto a ponerme el uniforme de sirvienta. Si, eso era, una sirvienta. Una ingenua y estúpida sirvienta.
 
De repente tocaron a la puerta y corrí para abrirla. Frente a mi estaba Anthony y en ese momento se me ocurrió decirle.
 
-Anthony, ayúdame a olvidar a Edward por favor, sé mi novio
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Espero que no piensen que soy ridícula. Soy bastante mala describiendo el sexo XD. Es la primera vez que lo hacía. Espero que les guste la historia
Capítulo 3: Empezando el plan Capítulo 5: Pareces ángel

 
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