Días después...

POV JOVI

 -¿Adonde vamos?- pregunté mirando atentamente a través del denso follaje del bosque.

-Allí- señaló Lionel. Una tenebrosa cabaña abandonada se alzaba en medio del oscuro bosque. Observé a mi amigo, sorprendida.

-Lionel, podría ser peligroso- comencé diciendo, pero luego al escuchar unos ladridos provenientes de la casa, callé asustada- ¿Y eso?- pregunté recobrado el coraje.

-Ven- me pidió Lionel, tomándome de la mano y conduciéndome hacia estropeada cabaña. Los chillidos se hacían cada vez más fuertes.

En cuanto Lionel abrió la destartalada puerta, una docena de cachorros negros corrieron hacia él. Los perritos se veían felices, moviendo sus colas de un lado a otro y emitiendo amistosos ladridos.

Sonreía embobada. Eran tan lindos…

-Hey ¡Hola Vince!- saludó mi amigo, tomando al más corpulento de los cachorros entre sus brazos.

-¡Qué tiernos son!- exclamé acariciando el lomo de Vince.

Lionel y yo nos sentamos en el roñoso piso de madera, mientras él saca de su mochila una gran bolsa de alimento balanceado para perros y les ofrece a los hambrientos cachorros.

-¿Hace mucho los descubriste aquí?- pregunté curiosa.

-No, hace unos días- explicó él- estaba conociendo el bosque, adoro la naturaleza- aclara- y de repente veo una gran perra vieja toda lastimada, cuando me quise acercar a ella para ayudarla, sale corriendo asustada…no se por qué pero la seguí- continuó- hasta que llegó aquí y descubrí a los perritos, desgraciadamente la perra murió al día siguiente…

-¡Oh!- exclamé- quedaron huerfanitos…

-Sí- coincidió Lionel- me los llevé a casa.

-¿A todos?- pregunté alarmada.

Lionel sonríe asintiendo.

-Así es- afirmó retirando una hoja de mi cabello- no podía dejarlos aquí- explicó- pero al día siguiente vinieron los vecinos a quejarse de los ladridos- murmuró poniendo los ojos en blanco- hasta le dijeron al dueño de la casa, por lo que no me quedó más remedio que traerlos de regreso aquí- continuó- pero vengo a verlos y alimentarlos todos los días.

-Eres muy dulce, Lio- le aseguré sonriendo- le has devuelto la vida a esa perra, debe estarte muy agradecida.

Lionel ríe a carcajadas.

-Es cierto- le reproché enojada- no es gracioso- le dije riendo.

El más pequeño de los cachorros lamió mi mano. Lo tomé entre mis brazos. Era tan bello…

-Le caes bien a Peter- me dijo sonriendo- Hey Peter no te hagas el galancito con la dama- regañó al cachorro- desgraciadamente tiene dueño.

Miré a Lionel extrañada, frunciendo el entrecejo. Él me sonrió entornando sus claros ojos verdes.

-Ya no tengo dueño, Peter- le dije al perrito, sin atreverme a mirar a Lionel.

-¿Estás mejor?- preguntó él.

-Sí- reconocí- gracias.

-¿Vas a hablar con Edward?- preguntó interesado.

-No lo sé- dije encogiéndome entre hombros- ¿Tú dices que…- comencé preguntando.

-Sigas tu corazón- interrumpió.

-Pero ¿Cómo saber qué me dice?- pregunté interesada- mi corazón es mudo…el sólo me dice que duele- reconocí amargamente.

-Lo sé- dijo Lionel palmeando mi hombro derecho- estarás bien- me aseguró- sabrás que hacer…

-¿Y si me equivoco?- pregunté temerosa.

-De los errores se aprende- anunció mi sabio amigo. Vince aprobó su fundamento con un fuerte ladrido.

Sonreí animada. “Devuélveme la vida”- le dije a mi corazón adolorido. No sé como lo supe, pero mi corazón me entendió.

POV EDWARD

Ya no sabía ni quien era. Estaba desahuciado. No pensaba bajar los brazos…pero ¿Qué haría si mi Buzzy no me creía? ¿Qué haría sin ella? No podría vivir.

Escuché sonar mi celular. Lo dejé sonar unos minutos hasta que finalmente atendí desganado.

-Hola- dije sin ánimos.

Nadie contestaba.

-Hola- repetí furioso.

-Hola- murmuró una voz conocida. Mi corazón se sobresaltó de pronto. Temblaba completamente.

-Buzzy- anuncié sorprendido, aliviado, nervioso, dolido…

-¿Dónde estás?- preguntó ella tajante.

-Frente a tu casa, en el auto. Estaba esperando que regresaras para…

-Necesitamos hablar- me interrumpió ella- ¿podrías venir a La Push?

-Claro- le aseguré emocionado- ahora mismo voy.

-Ok- dijo Buzzy  colgó el teléfono. ¡Dios gracias!- dije emocionado mientras me dirigía a La Push a una velocidad considerable. Por fin hablaría con ella, por fin podría explicarle…

Una vez en la playa, mientras buscaba un lugar para estacionar, la vi a lo lejos sentada sobre una roca. Sin pensármelo dos veces aparqué el auto junto a un gran árbol y corrí en dirección a ella.

-Hola- saludó ella seriamente, mientras me sentaba a su lado.

-Hola amor- saludé con tristeza. Buzzy frunció el ceño pero no dijo nada- quisiera explicarte…

-para eso estamos aquí- dijo ella- ¿Por qué había mujeres en esa supuesta reunión masculina? ¿Por qué me lo ocultaste?- masculló.

-no sabía que habría mujeres- declaré- Emmett nos mintió.

-¿Por qué?-preguntó Buzzy dolida.

-Porque es un idiota- dije furioso. Maldito Emmett.

Jovi arqueó una ceja sorprendida.

-¿Por qué cuando llegaste al ver que te había mentido no te fuiste de la fiesta?- preguntó entre dientes.

-Estuve a punto de irme…- reconocí- pero…

-¿estaba ella?- insinuó Buzzy indignada.

Se me descompuso el rostro ¡Dios!

-No hay ninguna más que tú- le aseguré asqueado de acusaciones- por favor créeme que no pasó ni pasará nada con esa chica.

-¿Quién es?- preguntó entrecerrando los ojos.

-Mi jefa- reconocí nervioso- dejarle empleo para que veas que…

-¿Por qué estaban los dos solos afuera?- preguntó mi Buzzy a punto de llorar.

-Porque me estaba yendo y ella salió a ver qué me ocurría- expliqué. Jovi mordió su labio inferior conteniendo las lágrimas.

-Claro- dijo irónicamente.

-Cielo sé que Jasper debe haberte contado las cosas como él las interpretó pero no fue así- aseguré- no pasó nada con esa chica.

-Porque los interrumpieron- declaró ella soltando una lágrima. Respiré profundo, tratando de calmarme.

-No- negué cansado- no, no…

-Ya- dijo ella levantándose- ni sé para qué te llamé…

-¡Buzzy ya!- grité furioso, explotando- ¡tienes que creerme! Dime… ¿me amas?- pregunté tratando de calmarme.

-¡Claro que sí!- gritó ella llorando.

-entonces tienes que creerme cielo, tienes que confiar en mí- dije mirándola a los ojos.

-quiero hacerlo pero…- aseguró Jovi tomando su cabeza con ambas manos.

Me acerqué a ella y la abracé con fuerza. Lloró desgarradamente en mis brazos.

-Yo no puedo vivir sin ti- le confesé tomando su rostro entre mis manos y mirándola fijamente a los ojos- jamás haría algo que te lastimara, jamás me permitiría perderte. No me interesa absolutamente nadie más que tú…

Buzzy asintió. Acaricié sus hermosas mejillas, secando sus lágrimas y lentamente…la besé. Mi corazón aliviado, estallaba de felicidad. Ese beso me devolvía la vida…

-Te amo- le dije.

-Yo a ti- reconoció mi princesa aun llorando.

-¿Vamos por el anillo que yace en el piso de tu habitación?- pregunté sonriendo.

-Aha- aceptó el amor de mi vida, abrazándome.

La música volvía a mi vida. Y la dulce melodía sólo me hablaba de ella, mi musa. La que me devolvía la vida…